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Caminas, avanzas un paso, un obstáculo se atraviesa en tu camino y te detienes, pero no te detiene el obstáculo, sino el pensar que no podrás superarlo.
Vestirse de negro no es un crimen, ser antisocial tampoco lo es, y mucho menos caminar por los pasillos del instituto con audífonos en los oídos escuchando música de metal mientras todos a tu alrededor te miran con desaprobación, burlándose de ti, pero nadie sabe porque eres así, debe haber una razón para que tú seas quien eres y honestamente no debe importarte la opinión de los demás, total, críticas hacia tu persona siempre habrán pero tú no te dejarás afectar por ello, nunca debes permitirlo.
El sonido ensordecedor del timbre me saca de mis pensamientos, las puertas se abren una tras otra indicando que las clases ya han terminado, inmediatamente todos se levantan de sus asientos y salen de los salones en grupos de amigos; están los geeks, los futbolistas, las porristas, las fresitas, los mateatletas, etc.
Salgo del salón con mi mochila en el brazo, me coloco los audífonos en las orejas y le subo el máximo de volumen a mi MP3.
Lo malo de asistir al instituto es el uniforme –que en este colegio es de color azul y gris–, sin tomar en cuenta que debes cumplir y respetar las normas establecidas dentro de la institución, pero al menos no existen normas que prohíban el uso de maquillaje.
—Señorita Cross —alguien me quita un audífono del oído, volteo y me encuentro con el profesor Alan—. debo informarle que su madre no ha pagado la cuota de inscripción, lo que significa que si no paga en una semana usted no podrá seguir asistiendo a clases. Sería una pena que una estudiante ejemplar como usted deje sus estudios, estoy seguro que lograría entrar a la universidad.
—Vaya, nunca pensé decir esto profesor —suspiro y me coloco el audífono en el oído—. haré lo que pueda para pagar la cuota está semana, lo prometo, ahora debo irme —doy media vuelta y sigo caminando.
Mi mayor sueño es estudiar en Oxford para alejarme de mi padre y de toda la gente que literalmente me odia por razones que desconozco.
Al llegar al estacionamiento, miro mi motocicleta púrpura, es lo más preciado para mi, fue el último regalo que me dio alguien especial.
—Bien Mora, tenemos que buscar empleo hoy mismo —si "Mora" es el nombre de mi bella motocicleta.
Enciendo el motor de la misma y manejo hacia el centro comercial. estaciono a Mora en un sitio libre y atravieso la puerta principal, el exterior del edificio es bastante espacioso, las paredes son blancas y las puertas de cristal, el centro comercial cuenta con cinco pisos donde se venden roda clase de cosas novedosas, hay un elevador en cada pasillo y escaleras eléctricas con barandales transparentes. Camino hacia los sanitarios, entro a uno, me cambio el uniforme por mi ropa de color negro y mi blusa púrpura en conjunto de una chamarra de cuero.
Al salir de allí comienzo a caminar por los pasillos del centro comercial observando los anuncios de los negocios, debe haber algo en lo que sea buena. Frente a un negocio hay un letrero que dice "Se solicita chica que modele productos Princs".
«¿Yo de modelo? Eso jamás».
Sigo caminando y allí, en una tienda de ropa se ilumina mi camino con un letrero que dice Se solicita empleado que atienda el lugar y debajo de ese letrero hay un listado de requisitos para conseguir el empleo.
—Ese es el trabajo que necesito, espero aún este disponible el puesto —entro a la boutique y quedo asombrada al observar la decoración, el lugar es blanco, las paredes están cubiertas de papel tapiz y la ropa en venta es bastante colorida y variada.
Y mi magnifica entrada es sustituida por un golpe a mis espaldas puesto que la puerta se cierra de vuelta, me empuja y choco contra un maniquí. Maldigo entre dientes y me acerco al mostrador sobándome la espalda para aliviar el dolor del golpe.
—Disculpe señorita —le digo a una chica que está acomodando cosméticos en el interior del mostrador de vidrio.
La chica voltea a verme y al intentar incorporarse accidentalmente su cabeza choca con uno de los cristales.
—Perdona —exclamo preocupada—. ¿estás bien?
—Sí, estoy bien, ¿Buscabas algo? —se incorpora sobándose la cabeza. La miro con atención, la chica tiene los ojos muy claros, su cabello es lacio y de un tono bastante obscuro, además, tiene rayos de color violeta distribuidos en su cabello, los cuales resaltan el color de sus ojos, me gustaría que mis ojos fueran de ese color.
—Estoy aquí por el letrero de afuera, necesitan a alguien que atienda el negocio, yo podría hacerlo los fines de semana, también por las tardes y...
—Hey tranquila, claro que podrías trabajar aquí, solo te haría falta traer algunos papeles y responder algunas preguntas. Se nota que estás muy interesada en conseguir el trabajo así que no te preocupes, el papeleo y la entrevista se harían con el fin de tener tus documentos en orden y comprobar que cumplirás con algunos acuerdos. Te explico, si obtienes el empleo, los fines de semana no tendrías que venir, esos días yo ocupo el puesto, el resto de la semana vendrías a encargarte del negocio.
—Por su puesto, trabajaré aquí y traeré los papeles que hagan falta, seré la chica más responsable del universo, lo prometo.
—Es notorio tu entusiasmo —me dirige una sonrisa amigable—. Mañana vienes, me entregas los documentos que indica el anuncio de empleo, después responderas algunas preguntas y te diré si eres la candidata perfecta para trabajar en "Italy Boutique".
—Gracias por la oportunidad—salgo de la boutique y una vez afuera suspiro aliviada—. Bien, si consigo el trabajo podré pagar mis estudios y me esforzaré en estudiar mucho para obtener una beca en Oxford.
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Al siguiente día salgo del instituto y voy deprisa al centro comercial, atravieso la puerta blanca de la boutique donde trabajaré.
Dejo los papeles que me pidió sobre el mostrador y la miro con una sonrisa.
—Que bien —escucho que dice la misma chica de ayer con el teléfono en el oído, termina su llamada y me mira —. has llegado puntual y has traído los documentos requeridos, perfecto, eso quiere decir que eres una chica confiable —comienza a revisar mis papeles y documentos, tras algunos minutos de silencio sonríe y deja una nota sobre el mostrador—. Todo está en orden, estás contratada —al escucharla suelto el aire que estaba conteniendo y me siento infinitamente aliviada—. ahora tengo que salir, dejaremos la entrevista para después, si alguien entra a comprar en el ordenador están anotados los precios, regreso en unos minutos.
—Ok, pero ¿qué debo hacer exactamente?
—Solamente acomoda esto —me muestra algunas cajas—. en la parte superior del mueble —señala el mismo y vuelve a mirarme—. y si entra alguien solo atiendes.
Asiento con la cabeza y ella suspira aliviada, segundos después sale de la boutique.
Me amarro el cabello en una coleta, me quito mi chamarra de mezclilla y la acomodo en una silla alta.
—Ese banco servirá —tomo el banco de la esquina y lo acomodo frente la estantería, después sostengo dos cajas en mis manos y subo al banco para acomodarlas en la parte superior del mueble. En ese momento escucho que alguien entra a la boutique y curiosamente la luz comienza a hacer corto.
—Disculpa —escucho decir a alguien detrás del mostrador, no logro ver quien es porque las cajas obstruyen mi campo de visión.
Y ahora que lo pienso bien, no sé porque se me ocurrió subirme al banco con dos cajas pesadas en las manos, tomando en cuenta que solamente tengo un 15% de equilibrio, definitivamente fue muy mala idea.
—Podría permitirme un momento, ya mismo bajo y lo atiendo —le digo intentando acomodar ambas cajas en el sitio correspondiente.
—No crees que sería mejor acomodar caja por caja, es peligroso lo que estás haciendo, podrías caerte.
—Tranquilo, tengo todo calculado —error, comienzo a tambalearme y al intentar agarrarme del mueble tiro de otra caja que me cae encima.
—Permíteme ayudarte —me dijo el desconocido, pero fue tarde, resbalé del banco y caí con todo y cajas al piso, el contenido de las mismas cae sobre nosotros, y digo nosotros porque al caer tumbé al chico que había venido a ayudarme. En cámara lenta las rosas decorativas de las cajas se esparcen en el lugar mientras yo me aparto el cabello del rostro sintiéndome avergonzada ya que he caído encima del pobre chico.
Casi al mismo tiempo nuestras miradas se encuentran, sus ojos de color café causan un efecto extraño en mi interior.
Me incorporo del suelo nerviosa, evitando su mirada y me hago a un lado para que se levante.
—¿Qué pensabas comprar? No era mi intención molestarte ni mucho menos causar todo este desastre, seguramente me despiden.
—No pensaba comprar nada, pensé que eras Rocío, la chica que atiende el lugar.
—Ah ya entiendo, si eres su novio o un conocido de ella, me dijo que volvería pronto —le explico y él asiente—. realmente lamento haber... ya sabes, debiste golpearte muy fuerte cuando te tumbé al suelo.
—He pasado por peores —responde él sonriente, noto un brillo de diversión en sus ojos castaños y una pequeña pisca de burla en su mirada.
En ese momento volteo a verlo, tiene el cabello rizado, de un color castaño obscuro, gran parte de su cabello cubre su ojo. Sus ojos son marrones, de color chocolate, su tez es palida, y, a decir verdad, es bastante alto en comparación a mi altura.
Él también me mira durante varios segundos, desvío la mirada sintiéndome nerviosa y sacudo las pequeñas flores de papel que se han enredado en mi cabello.
Después dice de la nada, —A decir verdad, trabajo aquí.
Vuelvo mi mirada hacia él, estoy sorprendida y al mismo tiempo apenada.
Realmente soy un desastre andante.
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Hola lectores, espero les haya gustado mucho el prólogo, no olviden votar y dejar su comentario si les ha gustado, los leo ʘ‿ʘ
💮💮💮💮💮💮💮💮💮💮💮💮💮💮💮💮💮💮💮💮💮💮💮💮 —Tú, ¿Trabajas aquí? —exclamo sorprendida, queriendo y deseando que algo me golpee en la cabeza de lo apenada que estoy. El chico de ojos marrones e aparta el cabello del rostro y asiente con el ceño ligeramente fruncido, —Según recuerdo sí. Rocío me dijo que quería contratar a alguien para que me ayude con las tareas del lugar, supongo que ese alguien eres tú. —Si, soy yo, hablando de eso... te pido por favor que no le digas a tu novia que casi te rompo la cabeza. Una deslumbrante y cautivadora sonrisa se forma en sus labios y yo lo miro con seriedad, —¿De qué te ríes? No es para nada gracioso burlarse de la mala suerte de otras personas. —No me burlo de ti, me río de lo que dijiste, ¿Rocío mi novia? Ella es la administradora de la boutique, es verdad que somos amigos, pero es mucho mayor que yo. —Ah, así que reías por eso —me rasco la cabeza nerviosa, no paro de avergonzarme más y más delante de este chico—. disculpa es que tú ha
💮💮💮💮💮💮💮💮💮💮💮💮💮💮💮💮💮💮💮💮💮💮💮💮—Me encuentro bien —rápidamente me levanto del suelo y sacudo mi falda.—No te reconocí, con uniforme te vez totalmente diferente.—Si claro, de cualquier manera no simules que te agrado, no somos amigos.—Esperaba que si... —al escucharlo volteo y lo miro confundida.—Esperabas que si, ¿qué?—Que si terminamos rápido vayamos a tomar un café a un lugar que conozco, te encantará.—¿Hablas enserio?—Ninguno de los dos merecía este castigo —alza los hombros restándole importancia.—Tienes razón pero no me gusta salir con nadie a ninguna parte.—Siempre hay una primera vez para todo.—¿Por qué me tratas así Matteo? —pregunto esperando una respuesta concreta.—Tú por qué crees —me dirije una sonrisa divertida.—Olvidalo, mejor seguiré barriendo —disimulo que no estoy nerviosa aún con su mirada en mi. Me molesta queme mire así.Media hora después abren la puerta de la bodega.—Vaya han hecho un gran avance —exclama el profesor sorprendido.—¿
✿✿✿✿✿✿✿✿✿✿✿✿✿✿✿✿✿✿Cuando llego a la boutique, Matteo ya se encuentra detrás del mostrador ordenando algunas notas.—Llegas dos minutos tarde —dice con voz distante y fría.—No es mi culpa que a la gente se le ocurra hacer tráfico —respondo dejando mi mochila en una silla.Pensaba acomodar algunos cosméticos en su sitio pero repentinamente Matteo me toma de la muñeca y me hace retroceder hasta que choco con la pared.—No soy arrogante y tampoco busco estar a tu alrededor.—¿Entonces por qué quisiste estar en equipo conmigo?—Me parecias bastante solitaria, quería que fueramos amigos, no pensé que su majestad se molestaría.—No me toques —me suelto de su agarre—. yo no soy amiga de nadie, menos de un millonario como tú que tiene la vida resuelta.—¿Qué te hace pensar que soy un millonario con la vida resuelta?—No soy estúpida, Matteo, eres capitán del equipo de fútbol, sacas las mejores notas, ¿y no eres perfecto?—Me hace falta algo más importante que la popularidad y la aceptación de
💮💮💮💮💮💮💮💮💮💮💮💮💮💮💮💮💮💮💮💮💮💮💮💮 Al día siguiente mi madre y mi hermano quedan sorprendidos al verme salir del departamento con una sonrisa plasmada en el rostro. Llego a la escuela escuchando música rock a todo volumen. Camino por el pasillo y veo a Matteo al final del mismo, me mira a lo lejos, sonríe y comienza a acercarse a mi, rápidamente doy media vuelta e intento evitar que me hable. Bastante tarde, él me sujeta de la muñeca y detiene mis pasos. —Pensé que al menos te agradaba.
💮💮💮💮💮💮💮💮💮💮💮💮💮💮💮💮💮💮💮💮💮💮💮💮 No correspondo a su abrazo, en realidad no sé como reaccionar en una situación así. Y por alguna obra angelical, él presiona la bocina de la moto y retrocede devolviendome mi espacio personal. —Estupendo, nos veremos mañana amiga. Vuelve a acercarse a mi y intenta darme un beso en la mejilla, me aparto y sus labios sólo rozan levemente mi mejilla. —No me gustan las despedidas afectuosas —menciono algo nerviosa. —Bien, me mandas las
💮💮💮💮💮💮💮💮💮💮💮💮💮💮💮💮💮💮💮💮💮💮💮💮Narrador.Para Elisse está tarde será como ninguna otra, hoy después de dos semanas lo volvería a ver.La emoción altera su respiración y a su vez la hace sentir feliz, más feliz que cualquier otro día.Supone que Matteo estará tomando clase aún, por ello no le ha enviado un mensaje de texto.Se toma su tiempo soplandole a la taza de capuchino que ha pedido en la cafetería.
💮💮💮💮💮💮💮💮💮💮💮💮💮💮💮💮💮💮💮💮💮💮💮💮Elisse.A la mañana siguiente el sol entra por los pequeños ventanales de mi habitación y el despertador suena. Un nuevo día a comenzado para mí.Me levanto de la cama, busco mi uniforme, falda gris, suéter azul, camiseta blanca. Después de cambiarme, miro mi reflejo en el espejo recordando las palabras de mi novio "no hace falta que te maquilles para verte linda"suspiro mientras me amarro el cabello en una coleta, salgo de mi cuarto, allí veo a mamá y a mi hermano Angel.
💮💮💮💮💮💮💮💮💮💮💮💮💮💮💮💮💮💮💮💮💮💮💮💮 Elisse. Llego a tiempo a mi trabajo en la boutique, Matteo se encuentra detrás del mostrador, puntual como todos los días. —¿Acaso algún día llegaré y no te encontraré aquí? me pareces casi un genio amigo mío. —Sorprenderte es mi especialidad. —Ya lo creo —camino hacia el mostrador—. ¿cuáles son las tareas del día de hoy? —Limpiar, hablar, vender y volver a limpiar. —Vaya planes.