Mientras Scott tomó nota incluso en su teléfono las cantidades necesarias para preparar una jarra de café revisaba también el video de la chica en el noticiero que para ese entonces se había vuelto viral en las redes sociales, pero también en su cabeza, justo en ese momento Juan entraba a su oficina.
—¡Hermano espero que tengas un buen plan para esto! —fue lo primero que dijo al verlo.
—¡Buenos días, Hermano! ¿Cómo estás? ¿Qué tal va tu día? —respondió con tono de sarcasmo al verlo entrar así de decidido a su oficina mientras se sentaba llevando una taza de café que había preparado con las instrucciones de Nancy.
—Vamos toma conmigo un café para que conversemos —sugirió con una sonrisa.
Juan se acercó a la cafetera y se sirvió el café y justo cuando estaba a punto de tomar el primer sorbo escuchó la frase que lo dejaría frio.
—¿Qué tal? yo lo preparé —dijo con orgullo Scott.
Juan lo miró y en vez de probarlo dijo —¿Estás seguro de lo que estás diciendo? mira que soy muy joven y guapo para morir aún tengo algunos corazones por ahí en la vida que conocer.
Scott lo miró muy seriamente y respondió—gracias por el apoyo hermano… si, yo lo preparé, pero con la ayuda de Nancy si eso te hace sentir mejor.
—¡Ha bueno!, si Nancy te ayudó entonces si me lo tomo sin pensarlo.
—¿De verdad eres mi amigo? —respondió con un tono de regaño.
—Claro, pero no tengo instinto suicida además aún no he podido encontrar a la dueña de mis quincenas y mira que he buscado.
—¿Qué pasó con la de la semana pasada? ¿Betty creo se llamaba?
—Nada… sólo me quería para satisfacer sus deseos más perversos —dijo mientras miraba al techo.
—¡No salgas con eso! —dijo Scott mientras reía.
—¡De verdad! toda una dama, pero cuando estuvimos solos hasta con látigo me salió.
—Estas bromeando.
—Es verdad, incluso me quería amarrar y no hay nada malo con eso, pero quería hasta que yo le pagara y yo quiero una chica con iniciativa, pero no de esas, con esas cosas yo paso soy de mente abierta, pero tengo mis limites en lo personal.
Scott sólo se rio y probó su café ya que debía hacerlo primero porque veía a su amigo aun con la taza en la mano sin atreverse, debió ser honesto, no era el mismo sabor del café de Nancy, pero no estaba tan mal, Juan lo miraba con un poco de reticencia, pero su amistad fue más fuerte y dio un pequeño sorbo.
—Está bien, no esta tan mal creo que puedo sobrevivir, aunque te aconsejo no busques trabajo preparando café.
—Gracias amigo, pero no estás aquí para hablar de mi especialidad en el café necesito ver la manera de solucionar lo que está sucediendo con las tiendas, por lo que he estado viendo no es la primera vez que en esa sucursal hay problemas.
—De seguro es por eso por lo que al final Johnson decidió venderte esas acciones, sabía que ese 10% en tus manos podría hacer más que seguirle el juego a Aaron, según tengo entendido incluso tuvieron una discusión.
—Debe ser por eso es por lo que decidió ofrecerme esas acciones de forma tan repentina, aunque ahora estoy en este lio como si los problemas de esos trabajadores los haya tenido yo mucho tiempo, siendo que más de una vez tuve discusiones en las reuniones de accionistas y nadie me apoyó.
—Si tienes razón, lo que no entiendo es porque nunca sucede nada, ha habido varias quejas en especial con uno de los lideres del lugar, yo creo que lo mejor que podemos hacer es ir a Manhattan sin aviso, ver con nuestros propios ojos que está pasando.
—Tal vez incluso ser un cliente más del lugar —respondió Scott levantando la ceja izquierda.
—Esa no sería una mala idea sólo que para eso te aconsejo un estilo tal vez no tan formal.
—¿Qué tiene de malo mi estilo?
—Vestido así no iras de compras a una tienda.
—Tienes razón… sabes una cosa los chicos quieren viajar a la ciudad creo que es una buena excusa.
—Bueno me avisas como va todo —respondió Juan mientras se levantaba.
—¡Nada de me avisas, tú también vienes! Eres mi asesor así que tienes que estar ahí —dijo Scott con mucha seriedad.
—Oye primero el café y después el viaje ya estoy exponiendo mi integridad física.
—Sino te moriste con el café no lo harás con un viaje de un par de horas así que prepárate.
—Está bien amigo, pero si me muero será tu culpa quedará en tu conciencia que una chica por ahí no tuvo la oportunidad de disfrutar de este bombón caribeño.
—Pero si tu lista es dos veces la mía.
—Ya no te hagas, que no te quedas atrás, el hecho que no las lleves a casa no quiere decir nada.
Scott sólo sonrió y presionó el citófono para decir—Nancy por favor reserve 3 habitaciones en el mismo hotel de siempre en New York para mañana — después de pensarlo un segundo —mejor que sea desde esta misma noche.
Cuando Juan iba camino a la puerta solo dijo —¡Así que quieres una habitación aparte! ¿tú no pierdes el tiempo verdad?
—Ya no molestes y mejor ve a prepárate, llamaré a los abogados para que se presenten en el lugar y me digan que esta pasando lo antes posible.
Durante esa mañana, aunque lo hubiese querido Scott no dejaba de pensar en las palabras de esa chica en el noticiero, si bien es cierto tenía algo de razón, eso no le daba el derecho de hablar de alguien sin conocerlo «¿Qué tal si alguien si está abusando de ella?» pensó en un momento.
No le gustaba la idea que en su compañía estuviera involucrada en ese tipo de situaciones, recordaba que su padre siempre protegió a sus trabajadores y por eso ellos aun han sido leales a su compañía, además si lo veía en el plano comercial eso podría hacerlo perder mucho dinero si bajaban el valor de las acciones, algo tenía que hacer, debía solucionar ese problema de una vez, llamó a Sarita y le pidió que por favor preparara los niños con lo necesario para salir a la ciudad en un par de horas.
Después de despedirse de Nancy mucho más temprano de lo habitual se fue a su departamento para preparar la maleta y cambiarse de ropa por algo más casual cosa que pocas veces sucedía en sus viajes de negocios.
***
Mientras tanto a las afuera de la tienda ese día un buen grupo de empleados se paseaba con carteles y entregando volantes a todo aquel que los recibía pidiéndoles que no compraran ahí hasta que sus derechos fueran respetados.
La chica que había dado la entrevista al noticiero decía por un megáfono —¡Es hora de que nos valoren ya no queremos más faltas de respeto, necesitamos que nos paguen lo justo y también que no nos pongan a trabajar en nuestros momentos libres!
—¡Dale, amiga así se habla! ¡Esa es mi amiga Mariela! ¡Tú puedes, yo voto por ti!
—Cállate loca que estas no son votaciones —le respondió la muchacha con una sonrisa y un ligero empujón.
—Mira muñeca vas a quedar sin empleo, mejor conversemos a solas y diles a tus amigos que terminen este show —le dijo Jack mientras la agarraba fuerte del brazo.
—Ni que tuviera tanta suerte —respondió la chica soltándose de golpe —¡ni usted ni nadie va a abusar de mi ni de mis compañeros, ya basta de todo esto!
—Como que a ti no te han enseñado modales.
—Claro que sí, pero la misma persona que me enseñó modales también me enseñó a defenderme —respondió mientras se sobaba el brazo ya que él le había hasta dejado los dedos marcados en la piel.
—¡Pues te hubiese enseñado a no ser madre soltera! —le dijo con una sonrisa maliciosa mientras la miraba de manera casi lujuriosa.
—¡Con eso no se meta que no tiene derecho! ¡Ni tampoco sabe nada de mi vida como para tomarse las atribuciones de hablar de mí! —dijo la chica mientras simplemente se alejaba.
—Amiga lo escuché todo, este maldito nunca se va a cansar de perseguirte, si supiera que ese niño es tu sobrino ¿Por qué no dices la verdad? así las personas no te juzgan sin motivos —dijo Laura mientras se acercaba después de haber entregado varios volantes a los transeúntes que pasaban por el lugar.
—Por mí que piense lo que quiera, Miguelito es mi hijo, él sabe que soy su tía y quien fue su mamá y que por amor a mi hermana nunca lo hubiese dejado solo después de su muerte.
—Aunque sólo tenías 19 años y que por ese motivo todos los galanes salen espantados o se te acercan creyendo que porque eres madre soltera eres fácil.
—Me vale lo que piense la gente y muy pronto voy a poder graduarme y buscar un mejor trabajo por ahora sigo aquí porque es la mejor opción que tengo para trabajar en horarios donde mi niño está en clases además estoy sólo a unas cuadras de su colegio.
—Vivir aquí en la ciudad no es fácil, no lo sabré yo que rento el estudio junto al tuyo, porque eso para departamento no llega, hasta lavo los platos en el baño, algún día tendré una casa linda que compartiré con un hombre fuerte sexy que me apapache y haga volar mi imaginación —respondió la chica con un suspiro.
—Pero si tu imaginación pasa volando, incluso Miguelito dice “La tía Laura tiene mucha imaginación según ella Michael B. Jordan es su novio”
—Eso es verdad, él es mi novio… sólo que él aún no lo sabe, pero yo le dije que si —dijo Laura con un suspiro mientras sacaba su celular donde tenía una foto del actor en la pantalla.
—En tus sueños —le respondió Mariela mientras reía y con esa conversación olvidaba por unos momentos el mal rato que había pasado con ese supervisor.
—Ahora entiendo porque en la mañana necesito agua fría —respondió Laura mientras se alejaba unos metros para seguir entregando volantes.
Las horas pasaron mientras Laura y Mariela seguían junto al resto de los trabajadores repartiendo anuncios en la puerta del lugar, de pronto dos hombres muy elegantes de unos 60 años aproximadamente se hicieron presentes diciendo que querían hablar con los trabajadores y en especial preguntaron por Mariela. —Amiga ahí el viejito ese pregunto por ti —dijo Laura en voz baja. —¿Preguntaron por mí? Eso si es extraño —le respondió ella con asombro. —¿No estarás buscando un sugar? —dijo Laura mientras reía. —Ya no seas payasa, claro que no, déjame ver que quieren de seguro los enviaron de la compañía, aunque no pensé que nos harían caso tan rápido. Justo cuando Mariela llegó junto a los abogados el mánager también se acercó con prisa y con una risa nerviosa les dijo —les aseguro que tenemos la situación bajo control no era necesario que vinieran, pero si lo desean podemos pasar a mi oficina para conversar en privado.Mariela no pudo ocultar su desconforme con esa afirmación, cómo p
Mariela pensó «al menos creo que es buena persona, está con sus hijos no como el imbécil que embarazó a mi hermana y la dejó cuando se dio cuenta de la responsabilidad que significaba ser padre, de seguro tiene una esposa como esas de las revistas que pasan el día en el salón de belleza, deben tener una ama de llaves… y quien sabe cuántas personas más para que les ayuden ¿por qué estoy pensando todo eso? ¿A mí que me importa su vida personal» Ese par de segundos en los que su mente trató de descifrar de alguna manera esa personalidad después de haber escuchado esa voz por un par de segundos fue interrumpido por Octavio. —¿Le parece si vamos a conversar con los trabajadores? de esa manera todos sabrán que mañana temprano deberán estar aquí para así poder resolver esto. Mariela reaccionó, de inmediato sonrió y asentó con la cabeza, tal vez tratando de ocultar cualquier emoción que pudiera delatar esos pensamientos que acababa de tener. Justo antes de salir Luis la detuvo —le puedo
Después de visitar unas tiendas por su cuenta Scott volvía al hotel para llevar a los niños al show que ellos querían, de pronto se da cuenta que probablemente tengan la misma edad del pequeño que iba junto a esa muchacha, esos ojos color miel quedaron grabados en su mente como nunca antes con otra mujer, sólo fueron unos segundos, pero podía asegurar que ella era la chica del noticiero y de ser así en unas horas lo podría confirmar, «y sino no es» pensó «¿Cómo la voy a encontrar en esta ciudad?» por qué le preocupaba tanto ese encuentro en realidad no lo sabía, pero no podía sacarse esa imagen de su cabeza. Los pequeños habían convencido a Sarita que los acompañara a Broadway, en realidad Scott había construido alrededor de esos niños algo muy parecido a una familia, Sarita era como una abuela y Juan y su madre eran como los tíos, sólo que a esa familia casi perfecta le faltaba una mamá y él lo sabía. ¿Estaría dispuesto a intentar una relación y comprometerse seriamente? Se pregu
Por su parte esa tarde Mariela prácticamente corrió lo más rápido que pudo de vuelta a su trabajo con Miguelito, sentía que no podía dejar a su amiga sola con todo, así que tratando de olvidar ese incidente con ese más que guapo desconocido al que estaba segura no volvería a ver en su vida continuó su camino. —¿Qué haces aquí? —preguntó Laura al verla —Te dije que te fueras a tu casa con Miguelito que todo estaría bien. —Lo sé, pero no es justo que te quedes sola con todo lo que hay que hacer además me preocupa la reunión de mañana. —Estoy segura de que todo estará bien, aunque yo nada más por esta vez… y no es que no te veas bien, pero trataba de arreglarme un poquito como para distraer al jefe… mira que al pobre hombre de inútil para arriba lo trataste por televisión abierta —dijo Laura rodando los ojos. —Eso no es nada incluso la maestra de Miguelito me dijo que el video ya era viral ni siquiera lo quiero ver te lo prometo —dijo con preocupación —de hecho, venía tan preocup
En otro lugar de la ciudad después de la cena, Scott y Juan le ayudaban a Sarita llevar los niños a la cama, estaban tan cansados que no necesitaron mucho para caer rendidos, aunque ninguno de ellos quiso soltar su varita mágica. Justo antes de salir de la habitación Scott escuchó a Travis decir entre dientes antes de dormir —con mi varita mágica voy a traer una mamá así mi papi ya no estará más solito. Scott se detuvo un momento para observar esa habitación había hecho de todo para darles una vida llena de comodidades a esos niños, pero no había sido capaz de darles una mamá, tenía miedo de fallarles y traerles a su vida a una mujer sin el amor suficiente como para sentirlos suyos. Juan quien había notado durante la cena la preocupación de su amigo decidió llamarlo por teléfono. —¿Qué pasa hermano? Te siento distraído —fue lo primero que dijo.—Creo que hoy conocí a la famosa chica de la televisión —respondió Scott. —Espera... ¿Te refieres a la que dijo que ni un café sabes h
Por algunos segundos Scott se quedó inmóvil observando esa chica desde la distancia que se veía realmente envuelta en su trabajo, tal vez demasiado para darse cuenta de que alguien estaba poniendo atención a sus movimientos a sólo un par de metros de ella. De pronto escuchó a Travis decir —Papi ¿podemos ver los juguetes que están sacando esas chicas? —apuntando con la mirada hacia Laura y Mariela.Sarita se acercó viendo su sonrisa de aprobación y fue junto a ellos.Juan y Scott se quedaron en un pasillo continuo mientras escuchaban como Travis y Mark estaban muy emocionados viendo juguetes.—Abuelita Sara, ¿Podemos comprar ese juego de magia que está sacando esa chica? —dijo Travis apuntando a Mariela.—¡Hola! —dijo Mariela de manera amistosa acercándose al pequeño —te gustan los juegos de magia.—¡Si me gustan mucho! —respondió emocionado Travis.—¡A mí también! —dijo Mark. —¿Qué edad tienes? —preguntó ella.—Tengo 7 años —contestó Travis muy decidido.—Yo también —agregó Mark.
Para ese entonces el resto de las cajeras miraban la situación en la que se encontraba Jack entre risas y al mismo tiempo escepticismo.—¿Cómo es que Jack está trabajando? —se escuchó el murmullo desde la caja 3.—Lo veo y no lo creo —dijeron desde la caja 8.—No creí que viviría para ver esto —dijo otra cajera.—Viendo esto, yo creo que tendremos nieve en verano —se escuchó desde la caja 5.—Yo mejor grabo esto, de seguro el video se vuelve viral lo llamaré “Ya no soy virgen” —dijo alguien en la caja 6.Jack por su parte cometía error tras error, escaneaba dos veces las mismas cosas o simplemente se le pasaban algunas y Juan estaba pasando el mejor día de su vida señalando cada vez que algo así sucedía.—Veo que no tiene mucha práctica —le dijo en un momento.—Cero práctica diría yo —comentó la supervisora de cajas que ya estaba cansada de llegar a resolver los problemas de Jack.Cuando por fin terminaron con la compra Scott pidió pagar la mitad ya que también quería ayudar y después
—¿Estás bien? —preguntó Scott al percatarse de que Mariela se había quedado como en las nubes. —Si, por favor disculpe, sólo que después de ver lo que ha hecho me siento muy mal por la forma en la que me he expresado, ahora me doy cuenta de que no se lo merecía —respondió bajando la mirada. —Disculpa aceptada, pero necesito que hagas una cosa. —¿Qué cosa? —respondió pensando por un momento «¿Será que este termina siento peor del que salió corriendo?» —Por favor no me trates de usted. —¡AH eso! —¿Qué pensaste? —Nada, es que Jack tiene la capacidad de enojar a cualquiera y creo aún no se me pasa el coraje. —Tranquila, yo también estaría enojado si me hubiese tocado estar en tu lugar… te entiendo perfectamente —dijo con una sonrisa que iluminaba ese lugar —¿Me acompañas a buscar a mis niños?, creo que tienen algo para ti. —¿Tus niños... tienen algo para mí? no entiendo sino me conocen. Scott sonrió —Yo no diría eso, aunque creo que no es algo para ti sino para tu hijo. Los