En otro lugar de la ciudad después de la cena, Scott y Juan le ayudaban a Sarita llevar los niños a la cama, estaban tan cansados que no necesitaron mucho para caer rendidos, aunque ninguno de ellos quiso soltar su varita mágica. Justo antes de salir de la habitación Scott escuchó a Travis decir entre dientes antes de dormir —con mi varita mágica voy a traer una mamá así mi papi ya no estará más solito. Scott se detuvo un momento para observar esa habitación había hecho de todo para darles una vida llena de comodidades a esos niños, pero no había sido capaz de darles una mamá, tenía miedo de fallarles y traerles a su vida a una mujer sin el amor suficiente como para sentirlos suyos. Juan quien había notado durante la cena la preocupación de su amigo decidió llamarlo por teléfono. —¿Qué pasa hermano? Te siento distraído —fue lo primero que dijo.—Creo que hoy conocí a la famosa chica de la televisión —respondió Scott. —Espera... ¿Te refieres a la que dijo que ni un café sabes h
Por algunos segundos Scott se quedó inmóvil observando esa chica desde la distancia que se veía realmente envuelta en su trabajo, tal vez demasiado para darse cuenta de que alguien estaba poniendo atención a sus movimientos a sólo un par de metros de ella. De pronto escuchó a Travis decir —Papi ¿podemos ver los juguetes que están sacando esas chicas? —apuntando con la mirada hacia Laura y Mariela.Sarita se acercó viendo su sonrisa de aprobación y fue junto a ellos.Juan y Scott se quedaron en un pasillo continuo mientras escuchaban como Travis y Mark estaban muy emocionados viendo juguetes.—Abuelita Sara, ¿Podemos comprar ese juego de magia que está sacando esa chica? —dijo Travis apuntando a Mariela.—¡Hola! —dijo Mariela de manera amistosa acercándose al pequeño —te gustan los juegos de magia.—¡Si me gustan mucho! —respondió emocionado Travis.—¡A mí también! —dijo Mark. —¿Qué edad tienes? —preguntó ella.—Tengo 7 años —contestó Travis muy decidido.—Yo también —agregó Mark.
Para ese entonces el resto de las cajeras miraban la situación en la que se encontraba Jack entre risas y al mismo tiempo escepticismo.—¿Cómo es que Jack está trabajando? —se escuchó el murmullo desde la caja 3.—Lo veo y no lo creo —dijeron desde la caja 8.—No creí que viviría para ver esto —dijo otra cajera.—Viendo esto, yo creo que tendremos nieve en verano —se escuchó desde la caja 5.—Yo mejor grabo esto, de seguro el video se vuelve viral lo llamaré “Ya no soy virgen” —dijo alguien en la caja 6.Jack por su parte cometía error tras error, escaneaba dos veces las mismas cosas o simplemente se le pasaban algunas y Juan estaba pasando el mejor día de su vida señalando cada vez que algo así sucedía.—Veo que no tiene mucha práctica —le dijo en un momento.—Cero práctica diría yo —comentó la supervisora de cajas que ya estaba cansada de llegar a resolver los problemas de Jack.Cuando por fin terminaron con la compra Scott pidió pagar la mitad ya que también quería ayudar y después
—¿Estás bien? —preguntó Scott al percatarse de que Mariela se había quedado como en las nubes. —Si, por favor disculpe, sólo que después de ver lo que ha hecho me siento muy mal por la forma en la que me he expresado, ahora me doy cuenta de que no se lo merecía —respondió bajando la mirada. —Disculpa aceptada, pero necesito que hagas una cosa. —¿Qué cosa? —respondió pensando por un momento «¿Será que este termina siento peor del que salió corriendo?» —Por favor no me trates de usted. —¡AH eso! —¿Qué pensaste? —Nada, es que Jack tiene la capacidad de enojar a cualquiera y creo aún no se me pasa el coraje. —Tranquila, yo también estaría enojado si me hubiese tocado estar en tu lugar… te entiendo perfectamente —dijo con una sonrisa que iluminaba ese lugar —¿Me acompañas a buscar a mis niños?, creo que tienen algo para ti. —¿Tus niños... tienen algo para mí? no entiendo sino me conocen. Scott sonrió —Yo no diría eso, aunque creo que no es algo para ti sino para tu hijo. Los
Amiga por favor me puedes explicar ¿qué paso aquí?, te sentí hasta nerviosa al escucharte hablar con el jefe —preguntó Laura apenas estuvieron a una distancia de Scott y Juan. —Sabías que él está en una situación como la mía, que sus niños son sus sobrinos y que esos fueron los niños que conocimos hace un rato. —¿Los que te quieren de mamá? Y por lo visto al papá no te fue indiferente eso. —Scott me saca de mi zona de confort, no lo puedo evitar, no sé cómo voy a reaccionar en esa reunión voy a estar nerviosa, esta vez no sabré que decir y tú sabes bien que no es fácil que yo no sepa que decir. —Pero si al pobre hombre le destruiste la imagen en televisión. —Tampoco fue así, sólo dejé claro que no sabía hacer nada además tú también estabas con ¡así se hace amiga! Entonces una se deja llevar por la emoción.—Ahora la culpa es mía… ¿Y ahora qué piensas? —Que soy una loca... y que se ve muy lindo —respondió Mariela con un suspiro involuntario. —Amiga a ti como que te brilla
El silencio en la sala hizo que por unos segundos se sintieran hasta los latidos del corazón. Scott recorrió con la mirada rápidamente todo el lugar, vino su mente una de las indicaciones de su padre en los negocios de siempre tener esa mirada casi altiva para mantener el control de la situación por muy complicada que esta fuera, recordó en ese momento la conversación telefónica que había tenido con los abogados después de que ellos visitaron la tienda y tras escuchar esos comentarios le quedó claro de quienes debería cuidarse. Vestido de manera impecable como para quitarle el sueño a cualquiera, con un perfume que no dejaba hormona tranquila. Scott sabía muy bien como llamar la atención y ese estilo era algo que Juan también había aprendido con los años.—Amiga como que te buscan —le dijo Laura bajito a Mariela quien casi no podía ni cerrar la boca de la impresión, pero también del nerviosismo que ese hombre despertaba en ella.Octavio se acercó diciendo —Señor Newman muy buenas tar
Llegaron al estacionamiento y un lujoso carro con chofer los esperaba. Cuando Tom vio que la acompañante de su jefe era la chica del día anterior se puso muy nervioso, pero Scott le hizo una seña con la mano para que estuviera tranquilo.Mariela simplemente tragó saliva mientras entraba en ese lujoso carro, para ella eso era como un sueño con suerte llegó un par de veces a taxi, pero esto era realmente otro nivel.—¿Cuál es la dirección de la escuela? —preguntó Scott.—Escuela… ¿Cuál escuela?—La escuela donde está Miguelito.—Perdón, me distraje —respondió pensando «contrólate por favor se va a dar cuenta»Scott sonrió mientras Mariela casi con tartamudeo daba las indicaciones.—¿Por qué estás tan nerviosa? —preguntó con un tono que la dejó peor de lo que estaba.—Jamás pensé que ya sabes nos volveríamos a encontrar, creo que fui una grosera yo estaba distraída prometo no soy así, pero había sido un día difícil y… —respondió con esa rapidez que era costumbre en ella cuando se ponía n
Por su parte Scott y Mariela llegaron al café del hotel, por más de una hora trató de conocer lo más que pudo a esa chica que cada vez llamaba más su atención.—Por favor no te enojes por lo que voy a preguntar, ¿dónde está el padre de Miguelito? Veo que estás sola con él, imagino que ser madre soltera no debe ser fácil y más sin apoyo de una familia.—¿Cómo sabes eso?—No veo un anillo en tu mano y Miguelito no ha nombrado a su papá en ningún momento.—La verdad no sé dónde está su padre, y créeme no me importa, él fue un desgraciado con mi hermana.—¿Con tu hermana? No entiendo… yo pensé que Miguelito era tu hijo. —Perdón no te había dicho… mi historia no es tan distinta a la tuya, Miguelito en realidad es mi sobrino, su mamá era mi hermana, murió al momento de dar a luz, fueron momentos muy difíciles. Para Scott esa noticia fue como un balde agua fría ¿cómo era posible que esa chica que estaba frente a él había pasado todo eso? De pronto de la nada vino un sentimiento de admira