Ante todo, este logro va dedicado a Jehová Dios, por haberme dado la vida suficiente, para terminar de escribir y publicar la primera novela de mi propia autoría. Esta era una de mis metas más anheladas, ya que mi fuerte pasión es escribir y el ver este sueño tan maravilloso hecho realidad me hace sentir muy feliz y satisfecha.Por otra parte, esta novela se la dedico a mi familia, especialmente a mi madre, por todo el apoyo y recursos necesarios que me han brindado. Y aunque ya no está conmigo, esta dedicatoria va dirigida hacia mi padre, por haberme heredado y transmitido su amor por la lectura y por la escritura, algo que he guardado en mi corazón y lo atesoraré por siempre.Y, por último y no menos importante, muchas gracias a todos mis lectores y lectoras, ya que, gracias a ustedes, esta maravillosa historia ha salido a la luz. Gracias a su apoyo, me he sentido muy motivada para escribir, y publicar la primera parte de esta bella y compleja historia, la cual será plasmada en una
Adler Remington, tercer Duque de Wellington y Giorgiana Cavendish, tendrán que luchar para recuperar lo que tenían y que ahora se encuentra perdido.Sin embargo, esto no será sencillo, pues Giorgiana Cavendish ha sido lastimada en lo más profundo de su corazón, de una forma tan despiadada, que ahora ella vive su vida con mucho dolor y sobre todo, con mucho miedo, ante la posibilidad de que su corazón vuelva a ser destrozado en mil pedazos.¿Podrá Giorgiana aprender lo que el perdón realmente significa cuando, por culpa de la desconfianza, su vida fue arruinada tal vez para siempre? ¿El Duque de Wellington podrá demostrar de nuevo su amor y lealtad a la mujer que tanto ama? ¿Podrán ambos corazones recuperar la joya que un día perdieron?
Prólogo.Adler Remington, tercer Duque de Wellington Marques de Oxford y Barón de Netherfield, cometió un detestable error hacia la única persona que vio en él, algo más que sus títulos nobiliarios o su dinero. Se sentía desesperado y sumamente avergonzado, pues comprendía que la única mujer que verdaderamente amaba, tal vez lo odiaba para siempre.Giorgiana Cavendish, fue humillada, exiliada y despojada de todo lo que poseía, por un hombre al que se entregó en cuerpo y alma. Un hombre que le prometió protegerla de todo y de todos y que terminó, destrozándole la vida y lastimándola por completo.¿Será posible que su amor por Giorgiana Cavendish, el cual fue derrumbado por las dudas y la desconfianza, ser reconstruido desde sus cimientos? ¿Es posible recuperar una joya pérdida?
Adler Remington, tercer Duque de Wellington, Marqués de Oxford y Barón de Netherfield, llevaba más dos horas encerrado en su despacho. Con la mirada fija en el fuego de su chimenea, pensaba en lo imbécil que había sido, al no haberse dado cuenta del cruel engaño del que había sido víctima y por el que había hecho tanto daño a la única persona que pudo ver en él, algo más que sus títulos nobiliarios o la aristocracia que llevaba en la sangre.Se cubrió el rostro con pesar, al comprender que gracias a las dudas y la desconfianza que sembraron en él y a las perversas mentiras que lanzaron en contra de quien, ahora reconocía, era la única mujer que verdaderamente amaba, le arruinó la vida al único ser que vio al hombre que se esconde detrás de tanto lujo, prestigio y dinero; al verdadero Adler, o como ella siempre le decía, “Su amado y dulce corazón”.Aún no podía creer como él, siendo un hombre de treinta años, con tres de los títulos nobiliarios más importantes de toda Inglaterra, los c
Highland, Escocia.Sabía que aquí te encontraría. –dijo Kylie Cavendish a su hermana Giorgiana y añadió: “Mamá estaba preocupada por ti y al ver que tardabas en regresar, me envió a buscarte. ¿Estás bien?”Si, estoy bien. Sólo perdí la noción del tiempo. –contestó Gigi.No, no estás bien, a mí no me puedes engañar. ¿Qué ocurre? ¿Te mareaste de nuevo? ¿Tienes fiebre acaso? –preguntó Kylie a su hermana, acercándose a ella, para verificar su estado de salud.Tranquila, hermana. Estoy bien, sólo un poco fatigada, por eso me senté bajo este árbol. –le dijo Gigi.¿Qué pasa, Gigi? ¿Por qué hoy te noto tan decaída y desanimada? –preguntó Kylie y agregó: “Por favor, confía en mí.”Tú eres la persona en la que más confío de verdad. No sé como explicarlo, pero los recuerdos me han abrumado hoy más que nunca. –dijo Gigi.¿Recuerdos de cuando vivías con el Duque de Wellington? –inquirió Kylie.Sí. Pienso en lo feliz que fuí a su lado y en como ahora mi vida y la de ustedes, ha sido arruinada por m
Wellington Hall, Inglaterra.¡No puede ser! –gritó Adler de nuevo y se sentó, derramando lágrimas de dolor y frustración.¿Qué pasa? ¿Cuál es el contenido de la carta para que te alteres de tal forma? –preguntó Ian a su amigo.¡La violaron! –exclamó Adler, horrorizado al pensar en cómo su Gigi había sido lastimada. “Esto no me lo perdonaré nunca.”¿A quién violaron? ¿De quién hablas? –preguntó Ethan a su hermano.Léelo por ti mismo. –le respondió Adler, entregándole la carta. Ethan e Ian la leyeron, ambos con ojos desorbitados por asombro y rabia.¿Cómo estás tan seguro que eso es verdad? –le preguntó Ethan.Esta misiva me la envió el detective Wickham. –le dijo Adler y, para su hermano, esto fue suficiente para saber que era cierto, ya que el detective Wickham fue el que descubrió el engaño que había sido lanzado en contra del Duque de Wellington, por lo que no había duda de su veracidad.Pero, ¿Cómo ocurrió todo esto? En la carta dice que esto pasó hace un año. ¿Quién pudo haberle h
Highlands, Escocia.¿Qué dices? ¿El Duque de Wellington viene hacia aquí? Pero, ¿Por qué? –preguntó Giorgiana, conmocionada al recibir esa noticia.Aún no lo sabemos. La carta no lo dice, lo único que se nos notifica es que a las dos de la tarde del día de mañana, el Duque llegará a nuestro hogar, porque necesita conversar contigo sobre un tema muy importante. –le dijo su madre. ¿Qué tema importante tengo yo que hablar con ese hombre? –gritó Gigi furiosa. “¿Acaso no fue él mismo quien me hizo firmar un documento en el que me exigía que renunciara a todo derecho que tuviese en la Corte, a cambio del exilio a otro país, en lugar de ser decapitada? No entiendo por qué tiene que venir ahora. ¿Qué es lo que pretende? –agregó ella.Cálmate hermana, el que te alteres no te hace bien. ¿No lo ves? Al fin él quiere escuchar tu versión de los hechos, eso es una muy buena noticia. –le dijo Kylie, tratando de tranquilizarla.¿Buena noticia Kylie? ¿No te parece que ya es un poco tarde para eso? –c
El reloj marcaba las 4 de la mañana, cuando el Duque de Wellington partió hacia Escocia en su carruaje particular, el cual lo llevaría a las Highlands escocesas. Este lo llevaría más rápido que si se fuera a caballo, aunque en toda Inglaterra era bien conocida su habilidad para la equitación, la cual practicaba desde niño, convirtiéndolo así en un jinete prodigioso.Mientras tanto, en casa de los Cavendish, para Giorgiana fue imposible conciliar el sueño. Pese a que su madre, Kylie y, posteriormente su padre la tranquilizaron, con respecto al miedo que sentía de ser ejecutada por orden del que fue su esposo, el no saber el motivo que llevaría al Duque de Wellington a su casa esa misma tarde, la sumió en una profunda y total incertidumbre. Su mente se vio envuelta de crueles recuerdos sobre un feliz pasado que, hasta ese momento, ella mantenía enterrados en el fondo de su corazón, impidiendo que ese pasado la atormentara como lo estaba haciendo ahora, con lo que fue y pudo seguir siend