Tomándole el rostro con ambas manos la beso sin darle tiempo a reaccionar, la beso con fuerza, con necesidad, con añoranza, tristeza, amargura, dolor, amor, odio, rencor, con todos esos sentimientos que se habían ido acumulando en él durante el tiempo en que no la vio, en que no la tuvo a su lado, los labios de ella le correspondieron sin chistar, su lengua jugando con la de él, los brazos de ella le rodearon el cuello y el la alzo del suelo para besarla mejor, presionando su espalda contra la pared mientras ella le rodeaba la cintura con las piernas, el beso fue intenso y desgarrador, Cedric pudo sentir las lagrimas de ella mojarle el rostro pero no podía apartarse, la necesitaba demasiado, con manos temblorosas por la necesidad y la desesperación, desato el nudo de la bata de baño que la rodeaba descubriendo un hombro, sus labios abandonaron los de ella para besar la piel expuesta.— Cedric... no… —Jadeo Shelley sin mucha convicción, recibiendo solo un gruñido ronco por su parte.El
Iba refunfuñando molesto, maldiciendo por lo bajo, estaba más que molesto en ese momento > se quejaba, joder, cinco años fuera y lo recibían de la misma manera, la aerolínea perdió su equipaje, no contentos con eso en el aeropuerto le robaron su bolso, ese que siempre llevaba con las cosas más importante, por lo que tendría que hacer muchas llamadas para cancelar sus tarjetas, citas para conseguir una nueva identificación y un pasaporte y todo ese papeleo horrible que tenía que hacer, no pudo empezar con las llamadas porque durante el robo su teléfono se había caído y alguien lo piso, así que estaba roto, no tenia efectivo ni nada en absoluto así que al tomar un taxi tuvo que convencer al conductor que le aceptara el reloj como medio de pago, no le costó mucho en realidad, pero perdió su reloj, pero eso tampoco salió bien, porque el embotellamiento a causa de la hora lo agarro a mitad de camino al restaurant
«Voy tarde... voy tarde... voy muy tarde... vamos piernitas, no me fallen ahora, por favor resistan un poco más, ya estamos cerca»Suplicaba mientras pedaleaba lo más rápido que podía, había salido tarde de su otro trabajo porque su compañera se retrasó y no pudo salir hasta que ella llegara, su jefe no la dejaba irse por más que le suplicaba, pero el hombre estaba molesto porque había renunciado ¿Y cómo no hacerlo? Había conseguido un puesto fijo como sirvienta en un hotel de lujo en donde la paga y los beneficios eran mucho mejores que en esa tienda y aunque era más trabajo, seguía siendo mejor.Iba por una calle poco concurrida y pasaba a toda la velocidad que sus piernas le permitían por una intersección cuando tuvo que desviar de golpe su bicicleta para evitar que un auto la atropellara, la acción fue tan repentina que perdió el control, la rueda delantera se incrustó contra el borde de una acera y debido a la velocidad que aún conservaba salió despedida por el aire cayendo casi
Limpiaba y ordenaba todo con rapidez, había llegado tarde al trabajo y aunque su amiga y compañera Laura, le había ayudado con sus habitaciones, que por suerte solo tenían un poco de polvo puesto que ya habían sido limpiadas el día anterior, aún le faltaba la suite presidencial, la habían pedido a última hora y exigieron que no tuviera ni una mota de polvo en ella o alguna flor dentro.Laura había estado ocupada con otras cosas y no había podido ir a adelantarle un poco el trabajo, por lo que al llegar, tras recibir el regaño correspondiente de sus amigos, desde el estacionamiento, pasando por recepción y terminando por el botones y su compañera que siempre la suplía, se dispuso a trabajar centrándose especialmente en quitar cada partícula mínima del casi inexistente polvo en el lugar.No se arriesgaría a recibir una queja ese día por lo que había aspirado hasta las hojas de las plantas, no sin antes haber extraído todas y cada una de las flores naturales que decoraban el lugar, susti
Salió hecha una furia y tuvo que controlarse para no azotar la puerta, no se podía creer que el tipo ese fuera tan imbécil «qué asco de gente rica» pensaba molesta «primero intenta matarme con el auto y ahora me humilla así».— Jessie ¿Qué ocurre? —le preguntó Laura preocupada, saliendo de la suite de enfrente, la mencionada miro a su amiga y le sonrió tensa.— Me topé con un huésped arrogante y prepotente —se quejó empujando el carrito hacia el ascensor de servicio, Laura torció los labios en una mueca.— ¿Qué hizo? —preguntó enfocando sus intrigados ojos celestes en ella.Jessie no solía comportarse mal con los huéspedes cuando se topaba con ellos sin importar que tan bordes se portaran con ella a menos... Laura abrió los ojos descomunalmente quedándose estática en su lugar por un momento, luego, al recuperarse corrió tras ella para alcanzarla antes de que el ascensor se cerrara, no podía creer que algo como eso hubiera ocurrido.— Se propaso contigo —dijo más como afirmación que co
El día no había resultado como lo esperaba. Jessie era toda una profesional a pesar de la poca experiencia que el gerente afirmaba que tenía, ni una sola vez había perdido la paciencia ante lo que le pedía o los desórdenes absurdos que hacía para que ella los limpiara y aunque cuando él fue el cansado e intentó molestarla con las mismas insinuaciones del día anterior ella había sabido ignorarlo muy bien usando los mismos desordenes que él había organizado para ello y es que hasta cocinaba bien.Claro que su comida no se comparaba a los mejores platillos de los chefs profesionales de sus restaurantes cinco estrellas, pero joder, su comida tenía un toque de algo que le hacía sentir nostalgia, cerró los ojos suspirando y frotándoselos con los dedos, ya tenía la vista cansada, había empezado a trabajar desde que Jessie se había ido y le ardían los ojos, desvió la mirada de la pantalla de su computadora un instante fijándose en lo solitario del lugar.Recordó la imagen de Jessie moviéndose
— La fiesta aniversario del hotel será pronto —sonreía Victoria animada.— Dicen que será de disfraces —Laura no se quedaba atrás, conversaba animada mientras le untaba mermelada a una tostada.— Yo creo que me disfrazare de botones —se burló Zack sirviéndose un poco de café.—- Yo de los tipos estos que estacionan los autos–, se le unió Bruno divertido.— Que aguafiestas son, sabemos que los empleados no pueden asistir como invitados —se quejó Laura haciendo un puchero.— Al menos no a esta fiesta —pero Victoria no se dejaba desmotivar —he escuchado que la fiesta de los empleados estará igual de buena.— Al menos después tendremos unos días libres, porque estoy seguro de que en la fiesta para los huéspedes nos explotaran a todos — Zack estaba un poco irritable ese día.— ¿A ustedes ya les asignaron sus puestos ese día? —pregunto Victoria viendo a Laura y a Jessie que se había mantenido en un segundo plano todo el rato.— Yo estaré en el Cáterin después de terminar con mis habitacion
Preparo algo sustancioso, no entendía porque el imbécil no pedía servicio a la habitación, aunque algo le decía que lo hacía solo para molestarla, miró lo que había preparado y se mordió el labio dudosa, cocinaba bien, lo sabía, había aprendido desde pequeña y aún con la falta de ingredientes se sabía defender, pero el imbécil era el heredero de la segunda cadena de restaurantes más prestigiosa del país y casi mundialmente conocida, allí cocinaban los mejores chef del mundo, ella no podía compararse con eso por más que supiera cocinar, jamás podría hacerlo pero aun asi le tenía que cocinar, acomodó los alimentos en una bandeja para llevársela.Había preparado algo simple, pero era lo que mejor le quedaba e hizo un gran esfuerzo con lo poco que tenia, todo le había quedado bastante bien o eso esperaba, suspiro y tomo la bandeja para ir a la habitación deseando que el joven estuviera de mejor humor que en la mañana o tendría que volver a ponerlo en su lugar si intentaba cumplir con su a