— La fiesta aniversario del hotel será pronto —sonreía Victoria animada.
— Dicen que será de disfraces —Laura no se quedaba atrás, conversaba animada mientras le untaba mermelada a una tostada.
— Yo creo que me disfrazare de botones —se burló Zack sirviéndose un poco de café.
—- Yo de los tipos estos que estacionan los autos–, se le unió Bruno divertido.
— Que aguafiestas son, sabemos que los empleados no pueden asistir como invitados —se quejó Laura haciendo un puchero.
— Al menos no a esta fiesta —pero Victoria no se dejaba desmotivar —he escuchado que la fiesta de los empleados estará igual de buena.
— Al menos después tendremos unos días libres, porque estoy seguro de que en la fiesta para los huéspedes nos explotaran a todos — Zack estaba un poco irritable ese día.
— ¿A ustedes ya les asignaron sus puestos ese día? —pregunto Victoria viendo a Laura y a Jessie que se había mantenido en un segundo plano todo el rato.
— Yo estaré en el Cáterin después de terminar con mis habitaciones —Laura estaba un poco inconforme con esa asignación.
— Yo no estaré…
— Cierto, pediste libre esa semana —Zack la miró con un poco de envidia fingida.
— Aun no entiendo cómo fue que lo conseguiste —Victoria seguía sin creérselo.
— Fue fácil, no tuve días libres por dos meses —afirmó divertida
— Y dejo que la explotaran con millones de horas extras y trabajos que no tienen nada que ver con el suyo como toda buena chúpame... Ahg —se quejó Zack tras recibir un zape.
— Deja la envidia, si quieres una semana libre gánatela —le regañó Bruno.
— ¿Por qué pediste esa semana? —Victoria ignoró la contienda que mantenían los chicos.
—Mi familia organiza una vendimia todos los años en esa fecha —se encogió de hombros —Es como una tradicion.
— Que mala suerte que sea la misma semana aniversario del hotel —se quejó Laura.
— Yo no le veo lo malo —intervino Zack con fastidio —Se saltará todo el trabajo duro y volverá a tiempo para la celebración de los empleados.
— Ya deja la envidia —le saco la lengua divertida —además yo no estaré en esa fiesta tampoco, estaré entre el grupo que atenderá a los huéspedes mientras ustedes están de juerga
— Bueno niños ya dejen el chisme y apúrense que se nos hace tarde para el trabajo —los regañó Bruno tomándose du café de un sorbo.
— ¿A quién le toca conducir hoy? —preguntó Laura divertida.
— Es el turno de Zack —Victoria sentía una necesidad imperante de molestarlo ese día.
— ¿Qué? Claro que no–, se quejó el mencionado lanzándole un pedazo de pan, el cual ella atrapo en el aire y se lo comió sacándole la lengua de manera burlona —Que maneje Jessie, ella tendrá una semana para descansar.
— Decidido por mayoría de votos —exclamo Bruno lanzándole las llaves a Zack que le dieron de lleno en el pecho.
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— No me interesa, John… —se quejó molesto —Eso no es excusa… —la noche anterior no había resultado como quería y eso lo irritaba, escucho que tocaban la puerta y suspiro exasperado —pasa.
— Buen día joven —saludo la chica que le atormentaba disponiéndose a hacer su trabajo e ignorándolo como lo había estado haciendo desde el día anterior.
— ¿Es que solo contrato inútiles? —se apretó el puente de la nariz aún más irritado por las acciones de Jessie y suspiro, le dolía la cabeza y se sentía un poco más cansado de lo normal —ya te dije que no me interesa, John. Has bien tu trabajo si no quieres que te despida —y tras ese ultimátum colgó cerrando los ojos con fuerza y masajeándose las sienes.
— ¿Qué le gustaría para desayunar, joven? —escuchó la fría y educada voz de Jessie.
— No tengo apetito en este momento —informo intentando calmarse un poco —no de comida por lo menos —susurró mirándola con intensidad a lo que Jessie frunció el ceño, él solo sonrió de medio lado —tengo mucho trabajo, estaré en mi habitación, no me molestes a menos que quieras alimentarme —sonrió con picardía y se dirigió al lugar indicado
— ¿Qué? Claro que no–, se quejó el mencionado lanzándole un pedazo de pan, el cual ella atrapo en el aire y se lo comió sacándole la lengua de manera burlona —Que maneje Jessie, ella tendrá una semana para descansar.
— Decidido por mayoría de votos —exclamo Bruno lanzándole las llaves a Zack que le dieron de lleno en el pecho.
Sabía que estaba exagerando las cosas con el trabajo y John pero lo de la noche anterior lo tenía desconcertado, era la primera vez que le pasaba algo así y no sabía cómo reaccionar, se sentó en la mesa que estaba en la habitación mirando por el balcón un momento, intentando despejar su mente, poco a poco se fue relajando y sus sentido adaptándose al silencio, el dolor de cabeza no disminuía pero tampoco iba en aumento y el malestar del cuerpo estaba menguando de a poco, entonces noto mucho más silencio del que debería y sonrió, sabía que Jessie estaba siendo cuidadosa, no quería irritarlo aún más, con cuidado se levantó y abrió un poco la puerta para asomarse por ella.
La vio en la cocina, arreglando algunas cosas, quizás preparando algo, tarareaba muy bajito y movía ligeramente las caderas, casi imperceptiblemente pero allí estaba el movimiento y él lo notaba, sonrió aún más mientras se imaginaba abrazándola, estrechándola contra su cuerpo, entonces se puso serio, frunció el ceño y se regañó mentalmente por esas ideas, se despeino el cabello frustrado y entro de nuevo en su habitación, cerrando la puerta tras de sí y volviendo a sentarse en su lugar dispuesto a trabajar, era lo que tenía que hacer.
Jessie por su parte estaba tan distraída que no había notado que la observaban, la suite no estaba para nada desordenada ni necesitaba limpieza pero no podía ni debía quedarse quieta, era su trabajo estar siempre haciendo algo por lo que aún sin necesitarlo lo limpio todo, incluso llevo las cortinas y otras cosas a la lavandería cambiándolas al instante por nuevas, a la hora del almuerzo llamo a la puerta de la habitación pero no obtuvo respuesta alguna por más que insistió así que se dispuso a preparar lo que podía con los ingredientes que allí tenía.
Preparo algo sustancioso, no entendía porque el imbécil no pedía servicio a la habitación, aunque algo le decía que lo hacía solo para molestarla, miró lo que había preparado y se mordió el labio dudosa, cocinaba bien, lo sabía, había aprendido desde pequeña y aún con la falta de ingredientes se sabía defender, pero el imbécil era el heredero de la segunda cadena de restaurantes más prestigiosa del país y casi mundialmente conocida, allí cocinaban los mejores chef del mundo, ella no podía compararse con eso por más que supiera cocinar, jamás podría hacerlo pero aun asi le tenía que cocinar, acomodó los alimentos en una bandeja para llevársela.Había preparado algo simple, pero era lo que mejor le quedaba e hizo un gran esfuerzo con lo poco que tenia, todo le había quedado bastante bien o eso esperaba, suspiro y tomo la bandeja para ir a la habitación deseando que el joven estuviera de mejor humor que en la mañana o tendría que volver a ponerlo en su lugar si intentaba cumplir con su a
— ¿Estás segura? —preguntó Laura insegura.— No es tu responsabilidad —le recordó Victoria.— Lo sé, pero... no tiene quien lo cuide, no quiere una enfermera y necesita que alguien lo vigile por si sube la fiebre...— Pero tú no lo soportas y no es tu culpa, si esta solo es porque él se lo gano.— Aun así, no puedo dejarlo solo, me sentiría muy mal si le pasa algo...— Eres muy buena Jess, demasiado para tu propio bien —sonrió Victoria imitando la escena de una película que habían visto juntas.— Sé que es un prepotente y arrogante, pero no es mala persona... Es solo... La vida no ha sido muy buena con él...— Claro, ser multimillonario, tener autos, yates casas de lujo en todos los países que existen y todo lo que se te antoje debe ser una terrible tortura–, se mofó Laura con dramatismo.— Esta solo… —Jessie le miró con tristeza. —Está enfermo y no tiene a nadie que venga a cuidar de él.— No exageres, tampoco es como si estuviera muriendo —se quejó Victoria.— Si lo estuviera si ha
Al despertar lo primero que noto fue la garganta seca, cuando abrió los ojos sobre la mesa junto a la cama noto un tazón y algunos paños junto a él que no habían estado allí cuando se durmió la noche anterior, lo siguiente que captó su atención fue Jessie, dormida en uno de los sillones individuales que decoraban su habitación, estaba junto a su cama y tenía un libro abierto entre las manos, los lentes medio caídos y el cabello suelto, un poco despeinado, sonrió al verla, le gusto esa imagen pero luego frunció el ceño confundido, ¿Qué hacia ella allí? Se suponía que se había ido la noche anterior antes de que él se durmiera.Leves recuerdos de esa noche llegaron a su mente, las pocas veces en que lo despertó para darle agua y el medicamento, la sensación fresca sobre su frente mitigando un poco el dolor de cabeza pero por poco tiempo para luego ser reemplazada por algo más frio, imágenes de su rostro distraído mientras leía, no habían sido sueños ni alucinaciones, ella se había quedad
Y tras decir eso desapareció por la puerta sintiendo el corazón a mil, molesta consigo misma por ponerse así solo por una simple sonrisa, suspiró con frustración y relleno el vaso con agua y volvió a la habitación intentando calmarse aún, al entrar noto que Cedric le había hecho caso y ya estaba en la cama sentado con la espalda recostada en el cabecero, tenía la bandeja sobre las piernas y veía todo sin saber qué hacer, Jessie dejo el vaso sobre la mesilla y se dispuso a salir de nuevo de la habitación.— ¿Te gusta Stephen King? —preguntó extrañado. —¿No es un poco tétrico para alguien como tú?— Y según usted ¿Cómo soy?— Alguien amable... más del tipo, no lo sé... fantasía: cazadores de sombras, Harry Potter o quizás de rebelión, como Divergente o juegos del hambre, incluso te imagino más leyendo algún clásico, pero no terror.....— Todos tenemos un lado oscuro —se encogió de hombros tomando su ejemplar de Misery de la mesilla en donde lo había dejado olvidado.— ¿Y tú sueñas con s
— ¿Se puede saber por qué no me dijiste que estabas muriendo el otro día?— Lo lamento joven, ingente...— No te preocupes, Jessie, está bien, —la calmó mirándola con una ligera sonrisa para tranquilizarla, ella asintió.— Iré a preparar un poco de café, permiso.— ¿Y bien?— No seas dramático John, no estaba muriendo, solo fue un poco de fiebre y cansancio, —explico con calma dejando el libro a un lado. —Y a todas estas ¿Cómo te enteraste?— Llame al hotel cuando no respondías tu teléfono.— A veces eres un grano en el culo ¿Te lo he dicho?— Muchas veces… —se encogió de hombros. —Lo tomo como un alago, —sonrió. —¿Cómo te sientes?— Mejor.— ¿Necesitas que busque a alguien para que te atienda? Según tengo entendido necesitas reposo y quizás a alguien que atienda tus aler...— Jessie lo está haciendo bien, gracias, —John alzo una ceja interrogante.— ¿Quieres que te cuide una sirvienta? ¿Esa sirvienta?— ¿Qué tiene de malo?— No es para nada tu tipo Powell— Solo me está cuidando no p
— Jessie… —la llamó sacándola de sus pensamientos.— Dígame joven, —se acercó hasta el sofá en donde él estaba tendido viendo una película.— Cedric… —se quejó sin apartar la mirada de la pantalla. —Me llamo Cedric, no "joven" —imitó el tono cordial con el que ella le hablaba, Jessie solo rodo los ojos. —Necesito que te sientes aquí un momento, —le pidió señalando el espacio junto a él en el sofá.— No estoy viendo la película por lo que no puedo expli…Empezó, pero Cedric la halo sentándola en el lugar indicado y recostó la cabeza en su regazo, cortando por completo su queja, el rostro de Jessie de repente se tornó completamente rojo y sin aviso alguno se levantó de golpe tirándolo al piso.— ¿Qué dem...?— Lo siento joven… —se disculpó aceleradamente inclinándose un poco para ayudarlo, pero luego se enderezo. —No era mi intención es solo que...— No te pongas así, —le pidió con una sonrisa a pesar de todo. —No iba a intentar nada solo quería recostarme.— Si gusta le traigo una...—
Los siguientes días fueron horriblemente difíciles para ella, el intentar deshacerse de la cercanía que se había establecido entre ellos resulto más difícil de lo que creía en especial porque Cedric se rehusaba a dejarla ir, y en repetidas ocasiones, durante el día la hacía sentarse en el sofá para que le acariciase el cabello con la excusa de que le dolía la cabeza, ella se había rehusado insistentemente pero él la halaba, la sentaba a la fuerza y colocaba la cabeza en sus piernas y aunque ella intentase levantarse el resultado terminaba siento aún peor ya que Cedric se volteaba quedando con el rostro contra su vientre y la abrazaba por la cintura evitando que se levantara, por lo que había desistido en sus huidas la mayoría de las veces para evitar esa posición tan incómoda, había intentado volver a actuar seria, fría con él, como en el principio, pero cada vez que lo hacía Cedric salía con sus niñerías, haciéndola reír y derrumbando las barreras que intentaba volver a levantar como
Aunque estuviera de acuerdo con su madre y no pudiera faltar a la fiesta, eso no significaba que debía llegar temprano por lo que llegó con un elegante retraso de tres horas, su plan era sumamente sencillo, conseguir a los Graham, convencerlos de reunirse algún día, en algún lugar más adecuado para hablar de negocios intercambiar contactos e irse, quizás ligar con alguna chica sexy pero no estaría allí más de un par de horas, una vez hubo repasado el plan, en su mente por quinta vez entró en la terraza que era en donde celebraban la fiesta "bajo las estrellas" tenía una gran sonrisa en el rostro, a pesar de que todos tenían mascaras podía reconocer a las personas, eso era solo protocolo, saludo a algún que otro conocido y escapó de algunas mujeres que buscaban monopolizar su tiempo, en ese momento tenía solo un objetivo y no se distraería hasta conseguirlo.Las preguntas correctas a las personas correctas lo llevaron en poco tiempo a ubicar a su objetivo que era a donde se dirigía en