— Jessie… —la llamó sacándola de sus pensamientos.— Dígame joven, —se acercó hasta el sofá en donde él estaba tendido viendo una película.— Cedric… —se quejó sin apartar la mirada de la pantalla. —Me llamo Cedric, no "joven" —imitó el tono cordial con el que ella le hablaba, Jessie solo rodo los ojos. —Necesito que te sientes aquí un momento, —le pidió señalando el espacio junto a él en el sofá.— No estoy viendo la película por lo que no puedo expli…Empezó, pero Cedric la halo sentándola en el lugar indicado y recostó la cabeza en su regazo, cortando por completo su queja, el rostro de Jessie de repente se tornó completamente rojo y sin aviso alguno se levantó de golpe tirándolo al piso.— ¿Qué dem...?— Lo siento joven… —se disculpó aceleradamente inclinándose un poco para ayudarlo, pero luego se enderezo. —No era mi intención es solo que...— No te pongas así, —le pidió con una sonrisa a pesar de todo. —No iba a intentar nada solo quería recostarme.— Si gusta le traigo una...—
Los siguientes días fueron horriblemente difíciles para ella, el intentar deshacerse de la cercanía que se había establecido entre ellos resulto más difícil de lo que creía en especial porque Cedric se rehusaba a dejarla ir, y en repetidas ocasiones, durante el día la hacía sentarse en el sofá para que le acariciase el cabello con la excusa de que le dolía la cabeza, ella se había rehusado insistentemente pero él la halaba, la sentaba a la fuerza y colocaba la cabeza en sus piernas y aunque ella intentase levantarse el resultado terminaba siento aún peor ya que Cedric se volteaba quedando con el rostro contra su vientre y la abrazaba por la cintura evitando que se levantara, por lo que había desistido en sus huidas la mayoría de las veces para evitar esa posición tan incómoda, había intentado volver a actuar seria, fría con él, como en el principio, pero cada vez que lo hacía Cedric salía con sus niñerías, haciéndola reír y derrumbando las barreras que intentaba volver a levantar como
Aunque estuviera de acuerdo con su madre y no pudiera faltar a la fiesta, eso no significaba que debía llegar temprano por lo que llegó con un elegante retraso de tres horas, su plan era sumamente sencillo, conseguir a los Graham, convencerlos de reunirse algún día, en algún lugar más adecuado para hablar de negocios intercambiar contactos e irse, quizás ligar con alguna chica sexy pero no estaría allí más de un par de horas, una vez hubo repasado el plan, en su mente por quinta vez entró en la terraza que era en donde celebraban la fiesta "bajo las estrellas" tenía una gran sonrisa en el rostro, a pesar de que todos tenían mascaras podía reconocer a las personas, eso era solo protocolo, saludo a algún que otro conocido y escapó de algunas mujeres que buscaban monopolizar su tiempo, en ese momento tenía solo un objetivo y no se distraería hasta conseguirlo.Las preguntas correctas a las personas correctas lo llevaron en poco tiempo a ubicar a su objetivo que era a donde se dirigía en
— ¿Me llevaras a tu habitación o seguiremos fingiendo educación un poco más? —al escuchar esa pregunta tan cerca de su oído se sobresaltó sorprendido, aún más al encontrarse con esos ojos bicolor tan cerca de su rostro, el aliento de ella rozando ligeramente sus labios, no se había dado cuenta en qué momento se había inclinado hacia ella.— No creo que sea una buena idea, esta es su fiesta, notarían su ausencia, —exclamo intentando parecer un caballero, pero la sonrisa lobuna que dibujo su rostro contradecía sus palabras.— Supongo que entonces me toca buscar a alguien más con quien divertirme, —se lamentó ella empezando a alejarse, pero Cedric la tomo fuertemente de la mano e intento guiarla a la puerta, pero se le hacía realmente difícil el ser discreto en el intento de huida que estaba efectuando, Shelley solo ladeo una sonrisa divertida, se soltó del agarre, lo tomó de la mano y lo guio ella hasta una salida lateral en esa ocasión su escape si fue bastante más discreto.Al entrar
Al abrir los ojos esa mañana se sintió desorientado, no estaba en su habitación y eso le extraño, pero poco a poco al ir siendo más consiente fue recordando la noche anterior, la fiesta, la conversación con los Graham > su línea de pensamientos se cortó cuando recordó a Shelley y la noche que pasaron juntos, se removió un poco notando la cama vacía por lo que se incorporó extrañado.— ¿Shelley? —llamo pensando que quizás estaría en el baño, pero no obtuvo respuesta. —Shelley, —intento de nuevo, pero nada, se levantó y salió de la habitación para buscarla por el resto del lugar, pero lo único que encontró unos minutos después fue una pequeña nota pegada en la puerta de salida."Gracias por lo de anoche"Eso era lo único que decía, simple y sencillamente eso, bufo molesto ¿Así se sentían sus ligues de una noche cuando él se iba? Que mierda, fue a la cocina a preparase un café encontrándose con que Shelley ya lo había preparado
— Te estuve esperando, —se quejó cruzándose de brazos. —¿Qué te ocurre? —preguntó luego frunciendo el ceño con horror al verlo con más detenimiento.— No iré hoy, tengo jaqueca y si tengo suerte mañana amaneceré muerto, —respondió con irritación volviendo dentro y dejando la puerta abierta por si ella quería entrar.— ¿Has tomado tu medicina? —pregunto entrando rápidamente y parándose frente a él, —tomas medicamentos para la jaqueca ¿Cierto?— No lo sé... Jessie se encargaba de eso.— Pues no veo a nadie más aquí… —afirmó mirando a todos lados.— No está.— Eso ya lo noté... ¿En dónde están tus pastillas?— En la habitación supongo.— ¿Supones? ¿Es que acaso eres un niño?— Si vas a regañare puedes volver por donde viniste, no estoy de humor para eso aho… —no pudo terminar la frase porque tropezó con la mesa de centro y estuvo a punto de caer, pero Shelley logro sostenerlo para que recuperara el equilibrio.— Por dios, estas ardiendo–, se alarmo dejándolo en el sofá y buscando su telé
Como Shelley había prometido en pocas horas ya había acordado una reunión con los Graham y estaba de vuelta en su habitación, el dolor de cabeza había desaparecido y el no creía que hubieran sido solo los medicamentos.— Toma otro baño para bajar la fiebr, —le había aconsejado. —La próxima pastilla te toca a las cuatro de la madrugada y luego otra a las ocho de la mañana, pon una alarma y no te las saltes, —le sonrió cálidamente acariciándole la mejilla. —Buenas noches, —le dio un ligero beso en los labios y se fue dejándolo con una extraña sensación de hormigueo en los labios y la mejilla que había acariciado.— Esa noche durmió tranquilo, por primera vez en mucho tiempo pudo descansar sin tomar nada, no tuvo sueños ni pesadillas, pero cuando despertó al día siguiente se sentía relajado, calmado, como si le hubieran quitado algo que le estorbara y ahora fuera más ligero.Se preparó un buen desayuno, como hacía días que no tenía y mientras comía ideo algunas estrategias, intentaría co
Unas horas después, estaban acurrucados en el sofá viendo una película y comiendo palomitas de maíz, Shelley llevaba una camiseta holgada de Cedric mientras este solo tenía unos pantalones de pijama con el pecho desnudo, se habían duchado tras otra ronda en la habitación y otra en el baño, pero no estaban cansados, relajados sí, pero no cansados. — ¿De verdad tienes que irte? —preguntó distraído, sin apartar la mirada del televisor. — ¿Te has enamorado de mí? —se burló ella a cambio. — Quizás, —sonrió besándole la cabeza. —¿Seré correspondido? — Solo si estás dispuesto a ser mi esclavo sexual, —se encogió de hombros divertida. — Creo que moriré muy joven. — Pero morirás feliz, al menos. — ¿Por qué tienes que irte? — Tengo que hacer una gira de re–culturización durante un tiempo, —su tono fue aburrido entonces y para ese momento ya no le prestaba atención a la película. — ¿Una qué? — Una gira de re–culturización, —sonrió, removiéndose un poco para mirarlo a la cara. —Es como c