Como Shelley había prometido en pocas horas ya había acordado una reunión con los Graham y estaba de vuelta en su habitación, el dolor de cabeza había desaparecido y el no creía que hubieran sido solo los medicamentos.— Toma otro baño para bajar la fiebr, —le había aconsejado. —La próxima pastilla te toca a las cuatro de la madrugada y luego otra a las ocho de la mañana, pon una alarma y no te las saltes, —le sonrió cálidamente acariciándole la mejilla. —Buenas noches, —le dio un ligero beso en los labios y se fue dejándolo con una extraña sensación de hormigueo en los labios y la mejilla que había acariciado.— Esa noche durmió tranquilo, por primera vez en mucho tiempo pudo descansar sin tomar nada, no tuvo sueños ni pesadillas, pero cuando despertó al día siguiente se sentía relajado, calmado, como si le hubieran quitado algo que le estorbara y ahora fuera más ligero.Se preparó un buen desayuno, como hacía días que no tenía y mientras comía ideo algunas estrategias, intentaría co
Unas horas después, estaban acurrucados en el sofá viendo una película y comiendo palomitas de maíz, Shelley llevaba una camiseta holgada de Cedric mientras este solo tenía unos pantalones de pijama con el pecho desnudo, se habían duchado tras otra ronda en la habitación y otra en el baño, pero no estaban cansados, relajados sí, pero no cansados. — ¿De verdad tienes que irte? —preguntó distraído, sin apartar la mirada del televisor. — ¿Te has enamorado de mí? —se burló ella a cambio. — Quizás, —sonrió besándole la cabeza. —¿Seré correspondido? — Solo si estás dispuesto a ser mi esclavo sexual, —se encogió de hombros divertida. — Creo que moriré muy joven. — Pero morirás feliz, al menos. — ¿Por qué tienes que irte? — Tengo que hacer una gira de re–culturización durante un tiempo, —su tono fue aburrido entonces y para ese momento ya no le prestaba atención a la película. — ¿Una qué? — Una gira de re–culturización, —sonrió, removiéndose un poco para mirarlo a la cara. —Es como c
— Yo también tuve que aprender todas esas cosas, —la corto con un ligero reproche. –No le veo lo fuera de lo común.— Te dije que era bastante normal, tú fuiste quien insistió, —se encogió de hombros frunciendo el ceño. —Además no quería competir contigo.— Ya, está bien disculpa, no debí decir eso, todos tenemos diferentes tipos de traumas y el no poder asistir a la escuela y compartir con otros niños debió de ser muy difícil para ti.— ¿Realmente crees que estoy exagerando?— No, solo pienso que eras una niña, quizás solo te enfocaste en lo malo...— Se hablar en veintitrés idiomas diferentes, —le corto ya más irritada. —Alemán, árabe, búlgaro, catalán, chino, coreano, danés, eslavo, español, francés, gales, griego, hawaiano, inglés, irlandés, italiano, japonés, persa, portugués, ruso, sueco, tailandés y turco, eso sin contar los acentos y las variaciones en ciertos léxicos de países diferentes, —Cedric la miro sorprendido, pero ella sentía que seguía sin creerle aún por lo que le d
Al despertar supo que estaba solo sin siquiera abrir los ojos, no sabía cómo, pero lo supo, abrió los ojos y sonrió cuando noto que algo obstaculizaba su vista, tomo el pequeño papel que tenía pegado en la frente y leyó con esa letra que ya conocía. "Gracias por lo de anoche" Suspiró, el que se fuera le resulto un poco molesto, Shelley de verdad le gustaba pero no iría tras ella, ambos tenían vidas separadas y aunque tenían dinero y empresas que heredar también eran muy distintas, complicadas a su manera, él debía organizar sus ideas primero y lo que realmente sentía, porque si era honesto consigo mismo aún extrañaba a Jessie y no había dejado de pensar en ella, no del todo por lo menos, suspiro pasándose las manos por el cabello ¿Quién diría que esas semanas allí le cambiarían tanto y en varios sentidos? Ahora estaba confundido y no sabía qué hacer, dos chicas llamaban fuertemente su atención de una manera en que nadie nunca lo había hecho, se levantó y vio que era casi medio día,
— Tu departamento es muy agradable, —a firmo centrándose en ella, quien empezaba a pasarle una gasa con yodo por la ceja, un pequeño ardor le indico que tenía un corte allí. — No mientas, —le reprendió concentrada en lo que hacía, Cedric la miro por un momento confundido ¿Se lo habría imaginado? — No lo hago, —afirmó y sus ojos se encontraron en ese momento, entonces Jessie supo que decía la verdad, conocimiento que la hizo sentir incomoda ¿Había empezado a notar cuando mentía y cuando no? — Gracias, —susurró un poco fría. Y gracias también por lo de hace un momento. — ¿Estás bien? ¿Te hicieron daño? —le preguntó aportándole un mechón de cabello del rostro. — Estoy bien, pero no debiste... Eso fue peligroso y estúpido. — Estabas en peligro ¿Qué querías que hiciera? Que te dejara allí a tu suerte con esos tipos. — Tenía un plan, podía con ellos... — Claro lo demostraste muy bien... — Se defenderme sola, no necesitaba tus ínfulas de héroe, casi te matan. — Lo tenía todo contro
— Juro que solucionare esto, —fue lo primero que escucho como recibimiento al abrir la puerta de la suite la mañana siguiente.— ¿De qué habla joven? —preguntó frunciendo el ceño en confusión.— ¿Por qué...? Ahg... olvídalo… —le restó importancia por el momento y le entrego un periódico con algo de renuencia. —Llamare a la imprenta o a donde sea, pero juro que lo arreglare.Jessie aún sin entender nada, deslizo su mirada de Cedric a los papeles en sus manos, en la primera plana del periódico, se podían apreciar dos fotos de Cedric o al menos eso parecía, con una chica diferente en cada imagen, la primera era en una fiesta de máscaras al aire libre, con solo verla Jessie supo que fue tomada en ese mismo hotel durante la celebración del aniversario, aún a pesar del antifaz Cedric se reconocía con facilidad, llevaba un traje azul marino y el antifaz a juego, estaba bailando con una chica cuando tomaron la fotografía, una pelirroja con el cabello ligeramente recogido hacia atrás, un hermo
— No sea infantil... no estaba celosa. — He visto muchas mujeres celosas en mi vida Jess, se reconocerlas y tú lo estabas... — No lo estaba, usted quiere pensar que sí. — Puedo verlo, aún lo estás, solo admítelo. — Está bien, está bien, si lo estaba contento. — Wow... ¿En serio? No pensé que… —estaba genuinamente sorprendido. — Es que desde hace un tiempo yo… —de repente se tornó algo tímida, las mejillas se le tiñeron de rojo y evitaba su mirada. —Desde hace un tiempo que estoy algo así como medio enamorada/encaprichada con Shelley... — Jessie, —la interrumpió incómodo. —Yo solo estaba jugando no quería... Espera ¿Qué? ¿Shelley? ¿Te gusta Shelley? – la miró aún más sorprendido. — Por supuesto… —afirmó aún avergonzada y sin mirarlo a la cara. —Es que ella es tan hermosa, es perfecta. — Jessie, yo... no creí que tu... Es que es tan raro... ¿De verdad eres? — ¿Lesbiana? – lo miro con una sonrisa divertida cuando el no pudo terminar la frase. —No es algo que vaya por allí dicién
Dos días pasaron desde la noticia en el periódico, Cedric logro apaciguar a algunas revistas, programas de televisión y periódicos para que no indagaran más en la noticia pero sin embargo aún habían reporteros en la puerta del hotel acosándolo lo que le había dificultado las salidas de trabajo y a reuniones importantes, el acoso de la prensa era algo que lo enloquecía, estresaba y frustraba de sobremanera, no es que fuera un cantante, actor o modelo pero si se había creado una fama y en ese preciso momento le estaba pesando, miro a Jessie caminando por la suite arreglando lo arreglado y limpiando lo ya limpio y suspiro, no comprendía cómo podía estar tan tranquila, si los reporteros sabían que era ella la de la foto se la comerían viva, lo odiaría por eso. — Puede dejar de mirarme así por favor, me pone nerviosa, —se quejó pasando un la aspiradora por las cortinas, Cedric sonrió de forma picara. —Y no es en ese sentido, —le corto antes de que pudiera abrir la boca siquiera. —¿Qué ocur