—¡Aaaaaa! —solté un fuerte grito, mientras caminaba descalza por la carretera. En verdad que todo esto de los hombres lobo y de mi supuesto compañero me estaba llevando hasta el límite. Mi vida aburrida se había convertido en un cuento de fantasía. —¡Circe, sube al auto! —ordenó Edon, quien me seguía con su auto.—¡No! —me negué —Es una orden Circe.—No sigo órdenes suyas.—Te vas a poner en el plan de niña berrinchuda, entonces tendré que darte unas nalgadas.—¡Que! No te atrevas a tocarme.Pero mis advertencias pasaron desapercibidas, se bajó del auto. Me eché a correr pero fue más rápido y segundos lo tenía frente a mi, obstaculizando mi camino.—¡Sube al auto! —ordenó de nuevo. De mala gana regresé y subí a su auto. Él subió a lado y arrancó el auto.Me puse de nuevo los tacones y me crucé de brazos. Iniciamos el camino en silencio, pero después de unos quince minutos él habló.—No deberías usar ese tipo de ropa, pareces…—¿Es enserio? Ahora vas a decirme cómo debo vestirme. No
—¡Circe!… ¡Circe! —Abrí mis ojos y me encontré con Fray —Mujer, ¿qué haces aquí? —Me tomó de las manos y me ayudó a levantarme.—¡Rayos! Tengo un terrible dolor de espalda. —me quejé. —Y no es para menos, te quedaste toda la noche aquí.—¿Toda la noche? Con razón siento tanto dolor en la espalda. —Me recosté en la cama para aliviar la espalda. — ¿Qué le pasa a tu hermano? No puede tratarme de esa manera. Esto es un secuestro. —mencioné—Me disculpo por sus acciones, pero ¿Es cierto que intentabas huir? —inquirió Suspiré —No es tu culpa. Son demasiadas cosas para mí, tengo miedo y no sé qué hacer ahora con todo. Edon me persigue, en cualquier momento, presiento que puedo lastimar a alguien, no sé cómo controlar mis supuestos poderes. —Entiendo tu confusión, la vida que conoces ha dado un giro de ciento ochenta grados, es normal que tengas miedo pero déjame ayudarte. Te puedo mostrar y enseñar sobre este mundo fantástico.Al fin alguien ofrecía su ayuda, en todo este tiempo solo me h
—Si Ada, estoy bien. —Pero, ¿por qué te fuiste de esa manera? Te vas sin decir nada y después Cosmos llega a mi apartamento.Según me contó Fray, Cosmos no podía estar en el castillo o la aldea, ya saben las leyes naturales que estableces que perros y gatos no son amigos, y los lobos son primos de los perros. —Necesitaba aclarar muchas cosas en mi mente. —¿Sigues enojada conmigo? —Se supone que tenías que estar de mi lado y no de ese idiota. —Pero es un idiota lindo y sexi, vamos amiga reconoce que el hombre está para chuparse los dedos, deberías darle una oportunidad.—Es más complicado de lo parece. Quisiera contarte tantas cosas, pero ni siquiera yo he podido comprender lo que me sucede.Ada era mi única familia en esta tierra y ahora me sentía tan sola, no podía compartir con ella este nueva vida, que me ayudara a comprender todo esto, pero este mundo de fantasía era difícil entenderlo. —Por favor dime dónde estás para acompañarte.—Pronto regresaré y te diré todo. Gracias p
Lo que me hacía falta, ahora la culpable de que Edon estuviera tirado en su cama con una fiebre a punto de matarlo. Las palabras de Myriam resonaban en mi cabeza. Nunca había conocido a nadie que se enfermara por un rechazo. Caí en cuenta de que mi vida había cambiado por completo y aunque quisiera huir esto era imposible, nunca podría pasar una vida entera tratando de ignorar sobre este mundo fantástico. Ahora solo me quedaba aceptar mi destino y ayudar. Puse un paño con agua fría sobre su frente, Edon estaba supercaliente, no había signos de que la fiebre bajara. Me acomodé en un sillón, pero escuché voces desde afuera, así que me acerqué a la puerta. —Pero si él no ha encontrado a su compañera, ¿o si? —escuché que el médico tenía una conversación con Myriam. —No, no la ha encontrado. Dale algo para qué bajé la temperatura, yo me encargo del resto.El médico asintió, anotó algo en un papel y se lo entregó, se giró y se fue. Myriam dio media vuelta y notó mi presencia. —Hola Myr
—Gracias por lo que hiciste por Edon. —Me encontraba en el jardín con Myriam, tomábamos el almuerzo. —Hice lo que me pediste y creo que funcionó. —Hiciste mucho más. Edon tenía un semblante en su rostro que nadie más que tú podía ponerlo. Sé que tal vez es incómodo para ti en un principio, pero, aquí entre mujeres, mis hijos son guapísimos y besar a Edon no es algo tan desagradable. Para nada desagradable. Besarlo fue algo que quisiera repetir, agregando algunas cosas más. «No, Circe quita ese mal pensamiento de tu mente»—La verdad es que esto aún es nuevo para mí. No entiendo muy bien esto de los mates y compañeros. Cuando besé a Edon un poder sobrenatural me envolvió y después caí al suelo. —Es porque aún no puedes controlar tus poderes, ni siquiera has podido explorar tus propios poderes. Tenemos una biblioteca en el castillo. Posiblemente eso te ayude. —Sería magnífico, en internet no hay mucha información. —Pronto entenderás este mundo y también tus poderes. Vas a acostum
—Chiara ¡Suéltame! —¡Vamos a bailar! Sé que te encanta. —me tomó de las manos y me llevó hasta donde se encontraban las otras parejas. —No quiero bailar. —Me solté de su agarre. —Pero te vi hace unos momentos que tenías muchas ganas. Querías sacar a esa chica. —¡Exacto! No quiero bailar contigo. —declaré. —Ya veo, esa nueva chica se ha convertido en el objetivo de los hermanos Wolf. Es solo una tonta, estúpida y z…—No te atrevas a decir algo para ofenderla —exclamé. —Esa chica no va a darte lo que yo te ofrezco y eso se nota a simple vista, somos muy diferentes. —Hay un abismo entre tú y Circe. Ella es mucho mejor que tú. —Pero…Me alejé de Chiara y busqué a Circe. Esta noche ella se veía realmente bella, mi lobo interior estaba como loco. Me concentré en sentir su fragancia, pero el revuelo de las personas dentro de la casa no me permitiría rastrearla. Lo extraño era que mi hermano tampoco estaba. «Fray voy a matarte si estás con ella»Subí por los escalones y llegué hasta
Había un alboroto en el jardín, personas se movían de un lado a otro. Muchos estaban heridos, de nuestra manada también estaban heridos, pero nuestros doctores se encargaría de ellos, me preocupaban los humanos. —Tenemos que borrar la memoria de los humanos —habló mi madre. —No entiendo por qué quisiste hacer una fiesta con humanos, nunca lo habías hecho. —Pensé que era una buena manera de darle la bienvenida a Circe, pero no pensé que vendrían a atacarnos. —Alguien sabe sobre Circe y se lo contó a los excluidos. Ella no está segura en el castillo. —hablé. —Lo estaría si lograras enamorarla. —¡Mamá! Deja de insistir con lo mismo. —Es la verdad Edon, pero te has comportado como idiota. —No voy a pelear contigo, debemos enviar a los humanos a los hospitales y buscar una excusa sobre todos los heridos. —Ya les dimos de beber el vino, en pocos minutos perderán la memoria sobre este suceso. Tu hermano va a encargarse de que sean trasladados a los hospitales. Esta era una mala ide
La observé por algunos segundo. Era un placer para mí tenerla en mi cama a mi disposición. Nuestros labios se unieron con desespero de nuevo. Al parecer, ninguno de los dos quería terminar con esto. Empecé a bajar las mangas de su vestido y desabroché los primeros botones detrás de su espalda. Tenía experiencia en esto; sabía cómo darle placer a una mujer. Pero este momento era especial, para ambos. Antes de seguir con el resto de sus botones, me detuve.—Eres mía, solo mía. —gemí. Pasé mi lengua por su cuello. Todo su cuerpo temblo. Eso me agradaba, me excitaba. No pensé que se sintiera de esa manera. Nunca nadie en toda mi larga vida me había dicho algo así. Estuve con docenas de mujeres y no podía negar que mi corazón dio un brinco de emoción y que muy en mi interior sentí aquellas mariposas de las cuales muchos hablaban, aquellas que revoloteaban en tu estómago cuando te sentías… ¿Enamorado?, eran cosas ridículas que los humanos decían, pero eran verdaderas. En esta ocasión n