Lo que me hacía falta, ahora la culpable de que Edon estuviera tirado en su cama con una fiebre a punto de matarlo. Las palabras de Myriam resonaban en mi cabeza. Nunca había conocido a nadie que se enfermara por un rechazo. Caí en cuenta de que mi vida había cambiado por completo y aunque quisiera huir esto era imposible, nunca podría pasar una vida entera tratando de ignorar sobre este mundo fantástico. Ahora solo me quedaba aceptar mi destino y ayudar. Puse un paño con agua fría sobre su frente, Edon estaba supercaliente, no había signos de que la fiebre bajara. Me acomodé en un sillón, pero escuché voces desde afuera, así que me acerqué a la puerta. —Pero si él no ha encontrado a su compañera, ¿o si? —escuché que el médico tenía una conversación con Myriam. —No, no la ha encontrado. Dale algo para qué bajé la temperatura, yo me encargo del resto.El médico asintió, anotó algo en un papel y se lo entregó, se giró y se fue. Myriam dio media vuelta y notó mi presencia. —Hola Myr
—Gracias por lo que hiciste por Edon. —Me encontraba en el jardín con Myriam, tomábamos el almuerzo. —Hice lo que me pediste y creo que funcionó. —Hiciste mucho más. Edon tenía un semblante en su rostro que nadie más que tú podía ponerlo. Sé que tal vez es incómodo para ti en un principio, pero, aquí entre mujeres, mis hijos son guapísimos y besar a Edon no es algo tan desagradable. Para nada desagradable. Besarlo fue algo que quisiera repetir, agregando algunas cosas más. «No, Circe quita ese mal pensamiento de tu mente»—La verdad es que esto aún es nuevo para mí. No entiendo muy bien esto de los mates y compañeros. Cuando besé a Edon un poder sobrenatural me envolvió y después caí al suelo. —Es porque aún no puedes controlar tus poderes, ni siquiera has podido explorar tus propios poderes. Tenemos una biblioteca en el castillo. Posiblemente eso te ayude. —Sería magnífico, en internet no hay mucha información. —Pronto entenderás este mundo y también tus poderes. Vas a acostum
—Chiara ¡Suéltame! —¡Vamos a bailar! Sé que te encanta. —me tomó de las manos y me llevó hasta donde se encontraban las otras parejas. —No quiero bailar. —Me solté de su agarre. —Pero te vi hace unos momentos que tenías muchas ganas. Querías sacar a esa chica. —¡Exacto! No quiero bailar contigo. —declaré. —Ya veo, esa nueva chica se ha convertido en el objetivo de los hermanos Wolf. Es solo una tonta, estúpida y z…—No te atrevas a decir algo para ofenderla —exclamé. —Esa chica no va a darte lo que yo te ofrezco y eso se nota a simple vista, somos muy diferentes. —Hay un abismo entre tú y Circe. Ella es mucho mejor que tú. —Pero…Me alejé de Chiara y busqué a Circe. Esta noche ella se veía realmente bella, mi lobo interior estaba como loco. Me concentré en sentir su fragancia, pero el revuelo de las personas dentro de la casa no me permitiría rastrearla. Lo extraño era que mi hermano tampoco estaba. «Fray voy a matarte si estás con ella»Subí por los escalones y llegué hasta
Había un alboroto en el jardín, personas se movían de un lado a otro. Muchos estaban heridos, de nuestra manada también estaban heridos, pero nuestros doctores se encargaría de ellos, me preocupaban los humanos. —Tenemos que borrar la memoria de los humanos —habló mi madre. —No entiendo por qué quisiste hacer una fiesta con humanos, nunca lo habías hecho. —Pensé que era una buena manera de darle la bienvenida a Circe, pero no pensé que vendrían a atacarnos. —Alguien sabe sobre Circe y se lo contó a los excluidos. Ella no está segura en el castillo. —hablé. —Lo estaría si lograras enamorarla. —¡Mamá! Deja de insistir con lo mismo. —Es la verdad Edon, pero te has comportado como idiota. —No voy a pelear contigo, debemos enviar a los humanos a los hospitales y buscar una excusa sobre todos los heridos. —Ya les dimos de beber el vino, en pocos minutos perderán la memoria sobre este suceso. Tu hermano va a encargarse de que sean trasladados a los hospitales. Esta era una mala ide
La observé por algunos segundo. Era un placer para mí tenerla en mi cama a mi disposición. Nuestros labios se unieron con desespero de nuevo. Al parecer, ninguno de los dos quería terminar con esto. Empecé a bajar las mangas de su vestido y desabroché los primeros botones detrás de su espalda. Tenía experiencia en esto; sabía cómo darle placer a una mujer. Pero este momento era especial, para ambos. Antes de seguir con el resto de sus botones, me detuve.—Eres mía, solo mía. —gemí. Pasé mi lengua por su cuello. Todo su cuerpo temblo. Eso me agradaba, me excitaba. No pensé que se sintiera de esa manera. Nunca nadie en toda mi larga vida me había dicho algo así. Estuve con docenas de mujeres y no podía negar que mi corazón dio un brinco de emoción y que muy en mi interior sentí aquellas mariposas de las cuales muchos hablaban, aquellas que revoloteaban en tu estómago cuando te sentías… ¿Enamorado?, eran cosas ridículas que los humanos decían, pero eran verdaderas. En esta ocasión n
CirceLa primera vez, había escuchado muchos rumores de cómo sería la primera vez. Para algunos no es agradable, para otros ha sido lo mejor de su vida y yo estaba en ese grupo. Tener sexo con Edon había sido una fascinación inexplicable. No sé si por hecho de que él era un hombre lobo, este momento había sido tan mágico, pero en verdad que no había nada parecido en esta vida como tener sexo. Fue magnífico, sin duda alguna mi primera vez había sido un sueño sobrenatural. Vi a Edon quien estaba acostado a mi lado. Su respiración era calmada, lo que significaba que estaba dormido. No estaba en mis planes perder mi virginidad con Edon en este momento, pero no había otra manera de que pudiera escapar. Así es, hice todo esto para que pudiera escapar de este castillo y ayudar a mi amiga. Si seguía llevando la contraria a Edon, no iba a permitir que saliera de este sitio. Tal vez sonaba malvado, pero ahora no me arrepentía de haberlo hecho. Bajé de la cama, tratando de no hacer ruido. N
—Yo puedo ayudarte.Una mujer estaba parada a mi lado, era como de mi edad, llevaba una sudadera puesta y un gorro que cubría parte de su cabeza, sus jeanes estaban rotos, sus zapatos sucios, tenía un aspecto como de vagabunda. No entendía quien era y porque me hablaba. —Disculpe…—Soy lo que necesitas, puedo ayudarte con tu problema. —Una chica con aspecto de vagabunda no podía tener respuesta a mis problemas. —No entiendo de qué problema me hablas.—De tus poderes.Me sorprendí de su respuesta. Cómo es que ella sabía sobre mis poderes —No sé de lo que habla. —intenté pasar a su lado, pero me tomó del brazo. —Te conozco Circe Hall, mejor que de lo que piensas. Yo puedo ayudarte, también soy como tú. —No, ella no era como yo. Tal vez descuidaba mi aspecto físico, pero no me vestía de esa manera. —¿Cómo yo? —pregunté—Si, también soy una bruja. Yo puedo enseñarte muchas cosas.—No te creo. —Quizá era una loca. —Mira —Extendió su mano y una pequeña bola de energía se formó en ella
—¡Eso Circe! Más concentración, lo estás logrando. —No… no podré.—Esas palabras no deben de existir en tu vocabulario. ¡Concéntrate! Te falta poco, respira, uno, dos… treees.Concentré todo mi poder en las palmas de mis manos y logré levantar el gran tronco que estaba frente a mí. Se quedó levitando por algunos segundos hasta que lo lancé unos metros lejos de donde nos encontrábamos.Caí al suelo de rodillas, mientras trataba de controlar mi respiración.—¡Lo hice! ¡Lo hice! ¡Lo hiceeee! —grité de emoción —Si, pero te quedaste sin poder. Regresemos a casa para que recuperes tus fuerzas.Llevaba dos semanas en casa de Epona y esto era lo más difícil que había hecho. Requería mucha concentración y el uso de toda mi energía. Estos días aprendí a curar animales y plantas y no terminar intoxicada. Me pasaba mucho al principio, tal y como me sucedió con Ada, pero ahora ya podía hacerlo sin poner en riesgo mi seguridad. Cada día había un reto nuevo y me sorprendía de lo que era capaz. Ah