Emily pasó varios días pensando en lo mismo. Había decidido que se haría la prueba de una vez por todas, pero le aterraba lo que podría suponer para sus vidas. Especialmente en la vida de Gabriela. Los recuerdos de las mentiras de Gaspar estaban frescos y ahora se preguntaba si no lo estaría haciendo de nuevo, si no estaría intentando engañarla para acercarse a Gabriela y luego hacerle daño, como le había hecho a ella en el pasado.
Y toda esta confusión no pasó desapercibida para la amiga de Emily.
- ¿Qué te preocupa así? - preguntó Leticia. Era la mejor amiga de Emily y estaba segura de que pasaba algo grave.
- ¿Por qué lo preguntas?
- No huyas del tema, Emily. Sé que ha pasado algo muy grave y no te deja dormir. Cuéntame qué ha pasado.
Emily suspiró profundamente. Leticia sabía lo que le había pasado en el pasado, era la única que conocía toda la verdad. Los padres de Emily pensaban que había bebido demasiado y se había quedado embarazada de un completo desconocido. Emily les dijo que no sabía quién era el padre de Gabriela, pero ella siempre lo supo. Sólo se sentía avergonzada por haberse tragado la historia de Gaspar y prefería mentir a sus padres. El padre de Gabriela se puso furioso en ese momento y no ha vuelto a hablar con ella desde entonces. La madre de Emily, en cambio, siempre llama para saber cómo están.
- Dímelo a mí. ¿Es algo del trabajo? - insistió Leticia.
- No. Mi vida se está desmoronando, Leticia...
- ¿Qué ha pasado?
- Apareció Gaspar.
- ¿Gaspar...? ¿Ese Gaspar? - dijo ella con voz sorprendida.
- Es él.
- ¿Y qué quiere?
- Hacer una prueba de ADN.
- ¿Qué quiere? ¿Se lo has dicho tú?
- No, pero dijo que vio una foto mía con Gabriela y pensó que se parecía mucho a él.
- ¡Maldita sea! ¿Qué vas a hacer?
- No lo sé, no lo sé. Estoy muy confundido. A veces pienso que tiene derecho a saber la verdad, otras pienso en volver a desaparecer para que no se acerque a mi hija.
- Cálmese. Vamos a pensarlo todo.
- Tengo miedo de que mi hija sufra.
- Ya lo sé. Y todo hay que hacerlo pensando en Gabi. Lo que te haya hecho o lo que sientas por él, déjalo a un lado y céntrate sólo en Gabi. Estoy segura de que puedes hacerlo.
- VALE.
- Como ya has dicho, ella merece saber la verdad, ¿verdad?
- Sí. Últimamente pregunta más que antes por su padre.
- Es normal que sienta curiosidad, sabías que en algún momento empezaría a cuestionarse cosas, después de todo, es su historia.
Aquellas palabras tocaron profundamente el corazón de Emily. Leticia tenía razón. Era la historia de Gabriela. Aunque no le gustara y no quisiera estar cerca de Gaspar, era el derecho de su hija a vivir y conocer su historia, sus orígenes.
Pero, ¿por qué le resultaba tan difícil? Quizás todavía se sentía muy herida por lo que había pasado entre ella y Gaspar en el pasado. No esperaba que estuviera prometido cuando pasó aquella maravillosa noche con él. Por las cosas que le dijo, pensó que tendrían una relación muy pronto, pero todo lo que tuvieron fue una noche y ahora, una hija.
Emily sabía que tenía que tomar una decisión, pero el miedo y la incertidumbre seguían paralizándola. Sabía que se acercaba el momento de actuar, porque no podía dejar que Gabriela sufriera más tiempo con esta incertidumbre. Ayudada por las palabras de Leticia, Emily empezó a convencerse de que había llegado el momento de decirle la verdad a su hija.
- Tal vez sea bueno para ella conocer tu historia, pero también tengo miedo de lo que Gaspar quiera realmente con esto.
- Amigo... -Agarró con fuerza las manos de Emily-. - A veces sólo quiere estar con su hija.
- Me pregunto.
- ¿Por qué no hablas con él antes de hacer esta prueba?
- No le di muchas oportunidades y empezó mal yendo al colegio de Gabriela y hablando con ella.
- ¡No! ¿Se lo dijo?
- No, dijo que quería conocerla. ¡Y me preguntó si Gaspar era su padre!
Emily nos contó todo lo que habían hablado y cómo había conocido a Gaspar y cómo se había sentido cuando él había ido impulsivamente a conocer a Gabriela.
- Sigo pensando que sólo quiere conocer a la chica. Mira, sé que nunca quisiste saber nada de él, pero yo sé algunas cosas.
- ¿A qué te refieres?
- Desde que me dijiste que era el padre, lo he estado vigilando.
- ¿De qué estás hablando, Leticia?
Abrió la red social de Gaspar en su móvil y se la enseñó a Emily.
- Está casado. Un reconocido empresario y multimillonario.
Emily se sorprendió al ver esto. Realmente no sabía nada de Gaspar...
- ¿Qué querría él de Gabi? - preguntó Leticia mientras Emily miraba la pantalla de su móvil.
- No sé...
- Creo que deberías decirle la verdad.
~*~
Emily ni siquiera dormía. Sólo pensaba en su conversación con Leticia y en las cosas que había aprendido sobre Gaspar. Así que realmente se casó con la mujer que vio con él hace cinco años.
¿Se alegrará al saber lo de Gabriela? Probablemente no... ¿será eso un problema? ¿Habló Gaspar con ella sobre sus sospechas? Demasiadas preguntas sin respuesta para poder dormir...
Al día siguiente, Emily decidió que tenía que hablar con Gaspar. Se sentía fría y aterrorizada, pero tenía que afrontar la situación sin rodeos.
Si Gaspar es un hombre con tanto dinero, probablemente hará todo lo posible por volver a encontrarla si intenta escapar. Todavía no está claro cómo la encontró, pero después de la información de Leticia sobre que es millonario, no es tan difícil saberlo.
Necesitaba mantener la calma y ser fuerte una vez más. Necesitaba encontrar la fuerza que había reunido en el pasado cuando decidió alejarse y ahora usarla el doble para afrontar las consecuencias de sus decisiones.
Si tenía que enfrentarse a Gaspar o incluso a su mujer si había algún problema, lucharía con todas sus fuerzas para defender a su hija.
Pero esperaba seriamente que nada de eso fuera necesario.
Gaspar estaba sentado en su oscuro salón, reflexionando sobre su turbulento pasado y las decisiones que había tomado. Entonces, mirando unas fotos de un evento de moda, vio una imagen de Emily y, junto a ella, una encantadora niña. Lo que vio le impactó. La niña se parecía mucho a él cuando era pequeño. ¿Era sólo una coincidencia o también por eso había desaparecido hacía cinco años?Mientras sondeaba las profundidades de sus recuerdos, recordó vívidamente el momento en que actuó insensible y cruelmente, hiriendo a Emily. Era un hombre dividido, enredado en un compromiso con Alice, su prometida, ahora esposa, pero incapaz de resistirse al encanto y la conexión que compartía con Emily. Esta dualidad le llevó a cometer errores imperdonables, manteniendo la verdad en secreto.Gaspar sentía el peso de su pasado sobre sus hombros. Estaba avergonzado y se arrepentía de haber engañado a Emily, de haberle mentido y de haberle hecho creer que tenían un futuro. La culpa le consumía y se daba cu
Las dos se miraron en silencio durante un largo rato. Emily sintió que el corazón se le aceleraba con todo lo que estaba pasando. Temía por sí misma y por Gabriela. No sabía exactamente qué quería Gaspar, pero no podía privar a su hija de conocer a su esperado padre.- Sólo voy a pedirte un poco de paciencia. Tengo que pensar en la manera de explicarle todo esto a Gabriela.- Por supuesto. No quiero causarle ningún dolor. Esperaré el tiempo que haga falta.Emily suspiró, sintiéndose un poco más aliviada con sus palabras.- Me alegro. Pensaré en la mejor manera de hablar con ella.- Esperaré a tener noticias tuyas entonces.Emily asintió y su almuerzo estuvo por fin listo.- ¿Puedo hacerte una pregunta? - dijo cogiendo los cubiertos para comer.- Sí, por supuesto.- ¿Cómo me has encontrado?Gaspar tardó en contestar. No quería decir que pagaras a un investigador, pero ¿cómo has podido encontrarme?- Investigué un poco -respondió vagamente, y Emily lo miró con suspicacia.- ¿Y cómo sabí
Emily respiró hondo, intentando controlar sus emociones.- Es un poco complicado, pero intentaré explicártelo todo.- ¿Estás bien, mamá?- Sí. Estoy un poco sensible.- ¿Así que es él? ¿Finalmente apareció, mamá?- En primer lugar, tendrás que hacerte un escáner para estar segura.- ¿Pero no sabes quién es mi padre?Emily se quedó mirándola. No sabía cómo explicar todos los problemas en los que se había metido huyendo de su padre. Por supuesto que no iba a contarle a la niña esa parte de la historia, no lo entendería.Emily miró a su hija a los ojos y vio la ansiedad y la curiosidad mezcladas en su inocente mirada. Volvió a respirar hondo y decidió que había llegado el momento de enfrentarse al pasado y asumir sus responsabilidades como madre.- Querida, sé quién es tu padre, pero antes de contártelo todo, tenemos que estar seguros. Por eso tienes que hacerte esta prueba. No es complicado, sólo un procedimiento para asegurarnos de que estamos haciendo lo correcto.Emily abrazó a su hi
Gabriela dio un paso atrás y miró la cara de su padre. Pasó sus pequeñas manos por su pelo, su barba, su cara.- ¡Qué guapo eres! - dijo abrazándolo de nuevo.Gaspar se rió y le besó la mejilla.- Tú también eres preciosa, pequeña. He esperado tanto este momento. Nunca pensé que conocería a alguien tan especial como tú -dijo Gaspar, embargado por la emoción, mientras estrechaba a Gabriela entre sus brazos.Los ojos de Gabriela brillaban de alegría mientras seguía explorando el rostro de su padre, curiosa y fascinada. Gaspar le acarició la espalda con ternura, sintiendo una conexión instantánea con la hija que acababa de conocer.- ¡Qué fuerte eres! - dijo Gabriela, tocando suavemente los músculos del brazo de Gaspar.Él sonrió orgulloso y contestó- Sí, querida, estoy aquí para protegerte y cuidarte siempre. Desde el momento en que supe de tu existencia, mi corazón se llenó de amor por ti.Gabriela le devolvió la sonrisa, sintiéndose segura en los brazos de su padre. Se dio cuenta de
Emily y Gabriela entraron en la casa y la niña se puso muy contenta. Entró dando saltitos y subió a su habitación. Emily se sentó en el sofá y respiró hondo, liberándose de la tensión del día. La reunión no había estado tan mal... pero aún desconfiaba un poco de Gaspar.- Mira, mamá, ¡mira! - Gabriela volvió corriendo del dormitorio.- ¿Qué pasa, mi amor?Gabriela le entregó una hoja de papel. Emily se quedó quieta, mirando el dibujo de su hija. Había dos muñecas más grandes y una más pequeña, cogidas de la mano.- ¡Esa soy yo, esa eres tú y ese es papá! - dijo señalando. - ¿Qué te parece?- Es precioso, hija mía.- Se lo voy a regalar a papá cuando venga a verme otra vez - dijo emocionada.- Seguro que le encantará.Gabriela sonrió y abrazó a su madre con fuerza.- Gracias, mamá.- ¿Por qué?- Por encontrar a mi padre.- ¿Qué te ha parecido?- Es guapísimo. ¿No lo es?- ¿Sólo pensaste que era guapo?- Y cariñoso, elegante y de dulce aroma.Emily se rió de la forma tan emocionada que
Pasaron unos días después de la revelación de Gaspar. Alice llevaba una semana sin hablarle y a él no le importaba. Sabía que en algún momento ella volvería a hablarle y todo se arreglaría.Un día llegó de la oficina y ella le estaba esperando sentada en el sofá. Gaspar miró en su dirección y la observó, intentando averiguar si se trataba de una pelea o si ella había aceptado el hecho.- ¿Cuándo voy a conocer a la chica?- ¿Y tú quieres eso? Creía que no querías saber nada de ella -respondió Gaspar, mirándola con suspicacia. Qué raro...- Bueno, no voy a negar que me enfureció tu traición, pero la chica no tiene la culpa de que seas tan gilipollas.- Ella no tiene la culpa de nada de lo que ha pasado, ni tampoco Emily, que no sabía que yo estaba comprometido contigo. A pesar de que todo era y sigue siendo como es.- ¿Por qué te ocultó lo del niño?- Porque se enteró de que estaba comprometida contigo.- Hmm...- Si hay alguien a quien culpar en esta historia, soy yo.- Estoy de acuerd
Gaspar había estado en contacto permanente con Gabriela desde que se conocieron y se confirmó la paternidad. A la niña le encantaba tener a su padre cerca y cada día estaba más enamorada de él.- Tía Leticia, ¿no es guapo mi papá? - preguntó mostrando una foto.- ¡Madre mía! ¡Sí que es guapo! - dijo sorprendida y cogió el móvil de la mano de la niña. - ¡Vaya!- ¡Leticia! - la regañó Emily. Tenía la boca abierta mirando la foto de Gaspar.- No te pongas celosa, mamá. Tú también eres preciosa.Las dos se rieron cuando Gabriela habló.- Y yo, ¿no soy guapa? - preguntó Leticia.- Sí que lo eres, tía.- ¿Y te está gustando conocer a tu padre?- Mucho. Jugamos, charlamos, comemos unos dulces.- Me parece estupendo. ¿Por qué no invitas a la tía a tu próxima salida?- ¡Leticia! - Emily volvió a discutir.- ¿Quizá la próxima vez te invite? - dijo Gabriela pensativa.Leticia se rió y miró a Emily, que negó con la cabeza.- Hablando de él... -dijo Emily cuando sonó su móvil.- ¡Sí! ¡Déjame coger
Emily estaba delante de la casa de Gaspar. Sabía que tenía dinero, pero nunca había intentado imaginar cómo era su casa. De hecho, su mansión. Vivía en una urbanización de lujo y su casa era la más grande que tenía. Cubría buena parte de la calle y tenía un jardín precioso e impecablemente cuidado.También había unos cuantos coches aparcados en el garaje y hombres de negro parados en la puerta. ¿Eran guardias de seguridad?- ¡Vaya! Qué casa más bonita, ¿verdad, mamá?- É.Emily habló con uno de los guardias de seguridad y esperó mientras hablaba por radio. Poco después, el hombre abrió la puerta para que entraran. Caminaron por el recinto, Gabriela con una gran sonrisa en la cara, mientras Emily miraba con recelo. Uno de los hombres las acompañó hasta la entrada de la mansión y allí apareció Gaspar.Al verle, Gabriela soltó la mano de Emily y corrió hacia él. Gaspar sonrió y se agachó, abriendo los brazos para recibirla. Y cuando estuvo cerca, la levantó en el aire, lo que hizo que el