- No tienes que amenazarme. Ya me he arrepentido de lo que hice.- ¿Y crees que eso es suficiente? Mi hija ya no soporta ver las puertas cerradas. Todo tiene que hacerse con las puertas abiertas.Alice se quedó sentada, observando la cara de Emily. No podía imaginarse la magnitud del trauma que le había causado a la niña.- Lo siento mucho. Nunca volveré a acercarme a ella.- Eso espero, porque la única razón por la que no voy a partirle la cara es por respeto a su embarazo.Alice apartó la mirada de Alexander y él se limitó a observarla en silencio. Se sentía muy mal por lo que le había hecho a Gabriela.- Me prometió que no volvería a hacerle nada a Gabriela - dijo Alexander. - ¿No lo hizo?- Sí. Me arrepentí mucho. Ni siquiera sé por qué lo hice...- Estás enfadada con Gaspar y querías enfadarle, pero te voy a dar un consejo: cuando estés así, ¡haz algo con él! - dijo Emily nerviosa.- Sé que no tiene sentido disculparse por eso.- No. Simplemente no vuelvas a acercarte a ella y to
- ¿Te encuentras bien? - se acercó Alexander cuando Alice palideció.- No...- ¿Quieres que llame a alguien?- No hace falta. Sólo estoy en estado de shock.- ¿Crees que es el bebé de tu marido?Alice le miró asombrada por la pregunta.- Te lo pregunto porque si te has decidido por este matrimonio abierto, seguro que él ha estado con otra mujer....- Definitivamente es suyo - dijo Alicia, aún procesando la información. Era difícil aceptar que Gaspar estuviera, de hecho, envuelto en otra situación complicada, especialmente ahora que Emily estaba embarazada de él otra vez. La idea del matrimonio abierto, que había parecido tan distante e inofensiva, mostraba ahora sus garras.- No sé cómo afrontar esto, Alexander. Ni siquiera sabía que se había vuelto a liar con Emily. No creía que hubiera aceptado que se quedara con él a pesar de estar casada conmigo. Y ahora está embarazada... otra vez.Alexander observó la expresión de Alice, intentando encontrar las palabras adecuadas. Quizá ahora e
Emily no sabía qué decir después de todo lo que había oído. Pensaba que Alice estaba loca, pero al escuchar su historia se dio cuenta de que era su padre el que estaba loco.- Quiero sacar a Alice de aquí, pero no antes de que arregléis vuestras vidas -dijo Alexander.- Claro... ¿y por qué me cuentas esto? ¿No deberías decírselo a Gaspar?- Nos vamos, pero quiero pedirte ayuda -respondió Alexander.- ¿Mi ayuda? ¿En qué?- Convéncele para que espere a que nos vayamos antes de hablar con Marcelo. Así tendremos tiempo.- No sé si me hará caso.- Claro que te escuchará. Te quiere -respondió Alice-. - Y lo que más desea es estar contigo y con tu hija. Seguro que le encantaría saber que esperas otro hijo suyo.Emily se llevó involuntariamente la mano al estómago. La noticia aún era nueva para ella, pero ¿y Gaspar?- Quizá eso haya que decirlo después de que tú lo hayas dicho", dijo Emily.- "Ya. ¿Y vas a ayudarnos? - dijo Alexander.- ¿Cómo? Si le pido que no te lo diga, se enterará por mí
Mientras tanto, fuera, Alexander y Alice discutían los detalles del plan para abandonar el país y librarse de cualquier influencia de Marcelo. Alice aún se estaba recuperando del shock de haber revelado la mentira sobre su embarazo, pero se sentía aliviada por haber puesto por fin la verdad sobre la mesa.- Alejandro, espero de verdad que Gaspar lo entienda. No quiero que actúe impulsivamente y hable con mi padre antes de que huyamos.- Lo entenderá, Alice. Y no hablará con su padre. Tienen la oportunidad de empezar de nuevo, todos la tenemos. Concentrémonos en construir un futuro mejor, lejos de las garras de su padre.Cuando el sol empezó a ponerse, se dieron cuenta de que en ese momento se estaba dando el primer paso hacia la libertad. El camino por delante sería difícil, pero estaban decididos a enfrentarse juntos a lo desconocido.Hasta que decidieran cómo proceder, Alicia tendría que permanecer en casa de Gaspar, para que su padre no sospechara nada, y Gaspar tendría que contene
Gabriela bostezó varias veces y dijo que de ninguna manera, que necesitaba dormir, lo que hizo reír a ambos.- ¿Dormirme, papá?- Claro que sí.Gabriela estiró los brazos para que la cogiera en brazos. Gaspar sonrió y la cogió en brazos. Luego fue a su habitación. Cuando llegaron, ayudó a Gabriela a ponerse el pijama y luego le hizo señas a Gaspar para que la acostara, cosa que hizo. Emily los observó a los dos, Gaspar besó la frente de Gabriela y la tapó con la manta. A pesar de su somnolencia, Emily notó lo feliz que estaba Gabriela con este momento entre padre e hija y sonrió emocionada.La niña se durmió rápidamente y los dos salieron de la habitación para no despertarla. Emily esperó a que él le diera la noticia de inmediato. Por supuesto sabía que tenía que ver con el padre de Alice. Había estado trabajando todo este tiempo para deshacerse de aquel horrible hombre y seguramente esta felicidad era porque había funcionado.- ¿Me vas a decir por qué eres tan feliz? - dijo Emily mie
Pasaron el día junto a la piscina y, a la hora de comer, Gaspar pidió a María que cuidara un momento de Gabriela e invitó a Emily a dar un paseo por el jardín. Entre risas y miradas cariñosas, llegaron a un rincón especial del jardín donde una pequeña fuente burbujeaba suavemente.- Entonces... ¿has pensado en mi propuesta? - Gaspar la miró a los ojos, con expresión seria pero llena de ansiedad.Emily sintió que el corazón le latía más deprisa.- Sí, lo he pensado.- ¿Y cuál fue tu respuesta?- Fue una decisión difícil de tomar...- Pero, ¿te vienes a vivir conmigo? - preguntó con ansiedad. - Quiero estar lo más cerca posible de ti. Y si el problema es la casa, nos iremos a otro sitio, no hay problema.- No hay problema con la casa.- ¿Entonces qué?- Acepto tu propuesta. Yo, Gabriela y nuestro bebé nos quedaremos contigo.Gaspar sonrió de oreja a oreja, incapaz de contener la felicidad que se apoderaba de su rostro. Abrazó a Emily con ternura, dándole las gracias por aceptar su propu
Gaspar volvió al dormitorio después de acostar a Gabriela. Emily estaba tumbada en la cama esperando su regreso y sonrió cuando entró en la habitación y cerró la puerta.- Hoy estaba realmente agitada.Emily se rió. Cada día que pasaba hasta que naciera el bebé, Gabriela se ponía más y más ansiosa.- Se muere por que nazca pronto el bebé.- Ah... Yo también... -dijo, tumbándose encima de ella en la cama-.- Es curioso, porque yo soy el que debería estar más ansioso por esto...Gaspar se rió y le besó los labios cariñosamente.- Dudo que yo no lo esté.- Sí. Ya empieza a pesar.Gaspar se tumbó a su lado y le acarició el vientre, que ahora era más evidente.- Pero todavía es muy pequeño.- Para mí no.Gaspar se rió y volvió a besarla. ¡Estaba tan contenta! Siempre parecía extasiado cuando estaba cerca de Emily. Ella sonrió cuando él se quedó quieto mirándola a los ojos y tiró de él para darle un beso. Emily empezó a abrir lentamente la camisa de Gaspar mientras lo besaba y él sonreía.E
Habían pasado cuatro meses. Emily estaba a punto de dar a luz a su bebé y la expectación era máxima entre los tres. Gabriela era la más ansiosa por la llegada de su hermano. Todas las mañanas, al despertarse, iba a ver a su madre para preguntarle si era de día.- Es su hermano quien decide la hora.- ¡Venga! Eres demasiado lenta. - Gabriela habló a la barriga de Emily y todos se rieron.Después de muchos intentos por averiguar el sexo del bebé, ya que ella siempre estaba con las piernas cruzadas, lo consiguieron: era un niño. Emily pensó que Gabriela se enfadaría o al menos se preocuparía de que no fuera una niña, pero su reacción fue la mejor posible.- ¿Un niño? - preguntó pensativa cuando Emily se lo dijo.- Sí.Hubo un largo silencio mientras Gabriela pensaba. Emily intercambió miradas con Gaspar y justo cuando iba a decir algo, Gabriela dijo:- ¡Un niño! ¡Es increíble! ¡Vamos a poder jugar juntos y a la pelota! Y voy a enseñarle todo lo que sé. - Empezó a dar saltos por la habita