holis mis preciosos fanseses n.n/ les gustó el fanservice? espero que si jajaja ya no los dejé sufrir y ahora saben por qué Vanesa no huele a una Luna. Yo los amo y quiero que duerman con algunas respuestas <3 <3 <3 <3 gracias por sus comentarios, en la sinopsis de la novela, entre líneas y en esos pequeños post que les dejo al final de cada cap :3 son los mejores, nunca cambien. PD: Se los iba a poner en dos partes pero se que les gustan los caps largos jajaja
Desperté pero no abrí los ojos para seguir disfrutando del calor del cuerpo de Alan. Anoche tomó mi mano y me llevó hasta la pequeña cabaña que compartíamos cuando no salíamos heridos, nos quedábamos atrapados en tormentas y otras cosas. Realmente pensé que quería hacer una "celebración por estar vivos", y no me opondría a ello, pero eso no fue lo que pasó. Solo me tomó en brazos y acarició mi cabello hasta que me quedé dormida. Había estado muy extraño desde que despertó después de todo lo que había pasado ayer y yo pensaba que quizá era porque se encontraba molesto con toda la situación. Mi hermano despertó algunas horas más tarde que él y también se encontraba furioso. Gruñó un montón y se descargó contra un pobre árbol a las afueras de la casa de los cachorros. A Alan no lo había escuchado gruñir. No me malinterpreten, era genial que utilizara palabras, pero algo me decía que le estaba pasando otra cosa. -Duerme un poco más, aun es temprano. - Dijo con voz profunda. Efectiva
Alan me dejó con un beso en el dorso de mi mano frente a la casa de los cachorros. Mi hermano decidió en ese momento abrir la puerta y ver el tierno espectáculo.Si, tierno. Nunca imaginé usar esa palabra con Alan, la vida se había puesto extraña.-Joder, el cinismo que tienes. - Dijo después de una olfateada en nuestra dirección. Entonces me miró y su epresión se suavisó. - Hola cariño, ¿Tienes un minuto?-Claro. - Dije con una sonrisa en dirección a Alan y luego seguí a mi hermano dentro. - ¿Qué pasa?-Mi hermosa pero hormonal pareja te busca. - Dijo indicándome que me sentara con él en un rincón del lugar. En este momento los cachorros ya estaban pendientes de la lección del día con el señor Han.Ese lobo no sabía lo que era un día libre.Mi hermano marcó el número de Rose y me pasó su móvil.-¡Hermana! -Gritó al otro lado y yo me quedé momentáneamente sorda. Mi hermano se rió divertido. - ¿Cómo estás? Malditas telecomunicaciones, estaba a dos segundos de pedirle a alguien que condu
Sentí una mirada y me tensé. En teoría no había nadie en la casa de los cachorros hasta la hora del desayuno, comida o cena. Fue por eso que tomé una de las camas de los cachorros y me di el lujo de una pequeña siesta; y, debido a que el desayuno fue un poco temprano, sabía que estaba sola. Al menos lo estaba hasta ahora. ¿Debía estirarme sutilmente aparentando reacomodar mis postura y tomar mi arma? No tuve que pensarlo mucho ya que sentí algo frío en la mejilla y abrí los ojos. Ahí, sobre mi cara se encontraba Alan en su forma de lobo; suponía que la cosa fría que sentí era su nariz. -Hey. - Dije acariciando detrás de sus orejas. - ¿Qué pasa? Él se restregó un poco sobre mi mejilla y luego bajó de la cama. Yo lo seguí con la mirada hasta la entrada de la habitación hasta que se detuvo y miró hacia atrás. Comenzó a mover la cola incontrolablemente; parecía un perro enorme y adorable. Emitió algunos chillidos bajos. -¿Quieres que te siga? - Pregunté extrañada hasta que mi cereb
-Yo quiero al chico guapo de la derecha. - Dijo la adolescente con una risilla nerviosa. Su grupo de amigas cuchicheaban y se sonrojaban al ver a los "caballeros" disponibles. -¡Genial! - Dije con una sonrisa. - Pase a pagar a la caja y tendrá su turno con el hombre. -Estoy seguro de que esto es algún tipo de proxenetismo. - Murmuró Gary posando para la foto con una señora muy entusiasta. -Perdí la cuenta de las veces que me han pellizcado el trasero. - Dijo Tom con un gruñido. -¿Les gustan esas cosas llamadas hamburguesas? ¡Entonces trabajen, esclavos! - Grité alegremente mientras entregaba otra muestra de nuestros fabulosos productos. Hace dos semanas, después de las intensas negociaciones que tuve con Alan, accedió a que experimentara para que pudiera crear cremas y sueros hidratantes cuyo ingrediente principal eran las flores de cerezo del árbol de Luna Felicia. Pensó que no lo conseguiría pero... ¡Ja! Había descubierto que yo era una poderosa negociadora. Se mostró bastante
-¿Qué tan difícil es conducir? Si Rose pudo, yo también.- Murmuré armándome de valor. La utima vez que había conducido fue durante el ataque al autobús hacía unos meses. Y ni siquiera había pisado yo el acelerador, simplemente mantuve fijo el volante, quizá esta no fuera la mejor de mis ideas pero no tenía muchas opciones aquí. El lobo que hacía de conductor dejó las llaves puestas en el encendido, así que tenía un medio de transporte para conducir en busca de señal y hacerle una llamada a mi hermano. Si, estaba segura de que él me diría qué hacer... Con el corazón latiendo salvajemente en mi pecho me puse detrás del volante. Había estado buscando en cada rincón de las zonas "comunales" en busca de señales de vida si éxito. Ni siquiera estaban los restos de la comida que habíamos traído así que yo estaba comenzando a asustarme. Había caído la noche por lo que decidí no seguir arriesgándome a estar al descubierto si es que algo malo había ocurrido aquí. No quería pensar en que esa
Levanté las manos procurando que la luz del móvil pudiera alumbrar mi camino hacia el oso. Me equivoqué, conducir no fue la peor de mis ideas hoy. -Te juro que no quiero hacerte daño. - Dije al animal rezando porque me entendiera y que no me convirtiera en su cena. - Quiero echar un vistazo y ver si te puedo liberar. Él seguía gruñéndome. Quizá yo me había vuelto inmune a los gruñidos debido a cierto lobo, o quizá solo estaba demente y por ese motivo creía que era prudente acercarme a un jodido oso de al menos dos metros de largo. Nadie encontraría mis restos en medio de la enorme montaña. Bueno, quizá si no me equivocaba, acababa de encontrar la jodida guarida de los malos y ellos descubrirían mi cadáver. -De verdad que solo quiero ayudarte, por favor, no me comas. Me acerqué y me quedé a solo centímetros de hasta donde su cadena le permitía moverse; alumbré su pata y seguí la dirección de la cadena con la luz. Vi que el inicio de la cadena estaba estacado cerca de la pared. S
Alan.Despedí a Vanesa con un ligero beso delante de ambas manadas. ¿Qué más daba? No es como si no pudieran olernos en la piel del otro.Ella subió al autobús y se sentó hasta atrás solo para despedirse con una sonrisa y un pequeño saludo. Yo le guiñé un ojo; me encantaba el pequeño sonrojo de sus mejillas cuando hacía eso.-No estoy cien por ciento seguro de que me gusten sus métodos de negocios, pero sería una muy buena Luna. - Dijo Harold a mi lado.-Difiero contigo, sus métodos para negociar son extraordinarios. - Dije con una carcajada. - Pero estamos de acuerdo en que sería una gran Luna.Él suavisó su expresión y dió un paso para apretarme un hombro.-Desde que ella llegó a la manada, todos hemos visto el cambio en ti Alfa. - Dijo con un asentimiento. - No lo necesitas pero si lo quieres, todos nosotros incluídos los cachorros, apoyaremos que te quedes con Vanesa. La manada estaría feliz con ella como Luna.Yo ladeé la cabeza.-Harold, yo ya la he escogido como Luna. - Dije sin
Alan.La siguiente vez que desperté vi borroso a mi al rededor.-Ya se ha despertado, Alfa.-Muy bien. Acerquen una silla, tenemos algunas cosas de qué hablar.Escuché un montón de risas a mi al rededor y luego sentí que me dejaban caer agua helada encima.-Bienvenido de nuevo al mundo de los vivos, Alan. - Dijo el tipo mirándome aburrido desde una silla. Yo estaba en el piso y, por lo que podía sentir, atado de pies y manos con una cuerda.Casi sonreí. No por las estúpideces que estaba diciendo el loco, sino porque el Alfa hacía esto conmigo de vez en cuando y yo había aprendido desde pequeño a escapar de estas tonterías restrictivas.Antes que nada miré a mi alrededor.Estábamos en una cueva o algún tipo de calabozo en el que solamente la luz de unas diez antorchas alumbraba el lugar. Vi a los lobos de Bastian especidos por el lugar y en diferentes posiciones encadenados y con mordazas. No parecían heridos.Por supuesto que no; en cuanto Rose y Bastian sintieran a éstos muertos, vend