LizbethHoy es miboda, después de cuatro años por fin, pero me estoy debatiendo entre huir o node este matrimonio.Porque,aunque decidí darle otra oportunidad a mi futuro marido David sigo cuestionandosi es lo correcto. Mi corazónlate cuando subo los escalones hasta la puerta. Sujeto fuerte el ramo de rosas,mi futuro esposo me mira con su cara dura e intenta sonreírme, como si él no mehubiese… —¿Estás bien? —El hombre junto a mí parece genuinamente preocupado.Detengo mimirada en el broche en su traje, el adorno es tan brillante que pareció cegarmelos ojos.Acerco mimano hacia el broche colgado en el traje de mi esposo, notando la tensión en sucuerpo cuando mis enguantadas manos se acercan a dicho objeto, pero élsimplemente sonríe mientras el cura continúa con sus palabras sobre elmatrimonio. —Este broche… Es muy bonito — comento sindespegar mis ojos de los suyos —. ¿Quién te lo dio? —Fue mi madre — responde el muy malnacido —,dijo que debía lucir bien el día más i
Jeremías —¡No puedes salir más así Lucas! — trato de mantener la calma con el niño sentado a mi lado y renuente a hablarme — , sabes que es peligroso, además necesitas hablar con el doctor sobre… —Ese hombre no me agrada — grita deliberadamente — : y tu , papá , no me escuchas, no quiero ir más a ese lugar. Lucas me mira manteniendo una actitud aún menos cooperativa desde que lo alejé del parque y la loca vestida de novia que encontró ahí. Cierro mis ojos durante un momento, observo al niño sentado a mi lado tratando de ser paciente. No me gusta ser duro con él después de todo lo que ha pasado, pero está dejándome sin opciones —No puedes hacer lo que quieras Lucas, necesitas ir al doctor, si vuelves a escapar de la consulta así voy a castigarte en serio. El niño niega antes de mirar enfurruñado por la ventana. Llegamos a la casa en uno de los barrios más exclusivos de Roma y él ni siquiera me permite bajar del auto antes de correr lejos de mí. Me quedo junto al chofer unos minuto
Lizbeth —¡Cómo puedes estar aquí después de lo que hiciste! La voz histérica de mi exnovio hace que las personas alrededor de nosotros nos observen. Le doy una mirada de desagrado antes de contestarle con rabia. —Necesito terminar mi carrera, necesito ir a mis clases y sobre todo necesito que desaparezcas de mi vista bastardo de m****a. Intento alejarme de David, pero él me toma del brazo tan fuerte que incluso tengo que quejarme. Lo empujo hacia atrás cuando intenta llevarme a algún lugar lejos del parque del campus. —¡Suéltame m*****a sea! — le grito — : déjame en paz de una puta vez, tú fuiste el que lo jodiste todo. —¿Yo? — grita — ; ¡Tú tienes la culpa de todo lo que ha pasado!, ¡Soy el hazmerreír de todos por tu culpa! —¿Qué tengo la culpa? — me quedo incrédula ante sus descaros — te acostaste con tu prima, como puedo tener la culpa de que seas un degenerado e infiel — niego molesta — : ¡agradece que fui a la boda y no te dejé esperando como un idiota! —¡Agradecerlo! — me
Jeremías Evito el contacto visual con mi abogado, la mujer sentada en el suelo frente a mí es lo último que alguien podría querer como esposa. Lleva una ropa holgada y desgastada que probablemente ha tenido una muy larga vida útil. La chica me mira como si realmente hubiese dicho la locura más grande del mundo, presiono con fuerza el pañuelo contra mi frente, no sé realmente que le hizo su exnovio, pero definitivamente el rencor en ella está afectando mi cabeza ahora mismo. ¿Por qué Lucas quiere a esta mujer? ¡Porque yo estoy cediendo al chantaje de un chiquillo de siete años! Esto es simplemente surrealista para mí, la chica que parece confundida mira una vez más la tarjeta, luego la duda se mueve en sus ojos y termina corriendo hacia algún lugar lejos de los dos. La miro en silencio mientras ella coge una lámpara de mesa para amenazarnos. —No sé qué tipo de loco usted sea — me dice — pero fingir ser el CEO de una empresa tan grande como el grupo Mark es definitivamente un delit
LizbethMe quedo de pie en medio de las puertas del hospital donde he estado haciendo mis prácticas e intento no sentirme furiosa con lo que me está pasando. La vida sin duda luce ahora como una verdadera pesadilla para mí. Me dirijo directamente hacia las oficinas de dirección del hospital, ignorando los murmullos de las enfermeras y el personal que me encuentro a medida que me acerco más a dicha oficina. La mujer en la recepción me mira preocupada antes de saltar de su asiento. —Señorita, no puede estar aquí — dice corriendo en mi dirección — el director no puede… —Suélteme — me alejo de ella — quiero las razones lógicas por las que están terminando lanzándome a la calle sin ninguna explicación. Atravieso las puertas con fuerzas, el hombre sentado en la mesa un poco más allá de la entrada me mira con preocupación y la secretaría que corrió tras de mí intenta excusarse, pero ella simplemente es despachada por el director. Conozco a este hombre porque no solo he hecho mis práctic
JeremíasDespués de encontrar mi oficina patas arriba, de darme cuenta de que mi hijo se ha llevado su hermana y de que ambos niños solo dejaron una nota diciendo que se irían a buscar ellos mismos a su nueva mamá, lo último que me esperaba era que ambos gritaran frente al hospital de uno de los socios de mi tío que ella era su madre.—¿Señor Mark? — la mujer que estuvo a punto de golpear a esta chica loca frente a mis hijos jadea —¿Cómo puede ser que usted? — mira a la chica — porque sus hijos…—No tengo tiempo para esto — le digo — envíen al padre de la señorita Smith al hospital Darwin Mark con todos los cuidados especializados y los informes de su tratamiento.—Pero…—¿Usted está diciéndole que necesita dinero verdad? — soy cortante — puedo pagarlo y créame realmente me desagradan las personas que no tienen conciencia de lo importante que es el cuidado de un enfermo, hablaré de esto con su esposo.—oh, señor, lo que pasa es que esta mujer — la señora frente a mí gruñe sus venenosa
LizbethMiro al hombre que me tiene sujeta del brazo, siento mi corazón latir acelerado ante lo que acaba de pasar. El chico de la bicicleta regresa hasta donde estamos el señor Mark y yo.—¿Se encuentre bien, señorita? — dice con preocupación — estaba distraído, no sabía si…—Todo está bien, yo también…—Está en un parque con niños — grita entonces el hombre entrometido que sigue sujetándome del brazo — como puede ir de esa forma, que cree que hubiese pasado si no llego a apartarla de su camino, voy a reportarlo a la policía y…—Por favor, señor, lo lamento mucho por su esposa, pero no tengo dinero para.—¡Él no es mi marido! — grito — y no le prestes atención, puedes irte.—¡No puedes irte!Comenta otra vez este hombre entrometido a mi lado. Trata de tomar al chico del brazo, pero no se lo permito, así que simplemente tomo a este hombre de la mano e intentó llevárselo antes de que continúe amenazando a este pobre chico.Estaba distraída, venía pensando en toda la sarta de tonterías
Jeremías —No suelo hablar de estas cosas — digo entrando en la oficina — comprenda que el asunto del que hablaremos aquí es estrictamente privado porque pretendo mantener a todos lejos de mi vida privada. La chica frente a mí ni siquiera me presta atención, ella simplemente rebusca alguna cosa en el botiquín de primeros auxilios que una de las empleadas trajo a mi oficina. Ella golpea el sitio junto a ella en el sofá de mi oficina y ni siquiera me he sentado del todo cuando toma mi brazo. —Bien, puede comenzar a hablar — dice observando mi rasguño — porque le prometió a un niño de siete años que le daría una madre — su voz es molesta — comprar personas no es legal, ¿lo sabe? —Lucas ha estado comportándose completamente diferente desde que usted apareció — admito — sabe, es la primera vez que lo veo pedirle a alguien que lo lleve en brazos a excepción de mí. Ella alza su mirada, la veo tomar un poco de antiséptico de la caja de primeros auxilios y hago una mueca de dolor cuando el