Lizbeth
—¡Cómo puedes estar aquí después de lo que hiciste!
La voz histérica de mi exnovio hace que las personas alrededor de nosotros nos observen. Le doy una mirada de desagrado antes de contestarle con rabia.
—Necesito terminar mi carrera, necesito ir a mis clases y sobre todo necesito que desaparezcas de mi vista bastardo de m****a.
Intento alejarme de David, pero él me toma del brazo tan fuerte que incluso tengo que quejarme. Lo empujo hacia atrás cuando intenta llevarme a algún lugar lejos del parque del campus.
—¡Suéltame m*****a sea! — le grito — : déjame en paz de una puta vez, tú fuiste el que lo jodiste todo.
—¿Yo? — grita — ; ¡Tú tienes la culpa de todo lo que ha pasado!, ¡Soy el hazmerreír de todos por tu culpa!
—¿Qué tengo la culpa? — me quedo incrédula ante sus descaros — te acostaste con tu prima, como puedo tener la culpa de que seas un degenerado e infiel — niego molesta — : ¡agradece que fui a la boda y no te dejé esperando como un idiota!
—¡Agradecerlo! — me reclama — , todos vieron cómo me abofeteaste, la familia de mi prima le dijo un sinfín de cosas a mi madre y todos en la facultad junto a los socios de mi padre presenciaron tu estúpido numerito.
—¡Me da igual David! — gruño cansada — ; déjame en paz, tu, tu madre y todos se pueden ir a la m****a.
Me alejo de él mientras ignoro a las personas que murmuran a mi alrededor, camino directamente hasta mi aula para la primera clase, pero antes de que pueda siquiera entrar la asistente del director viene por mí. Maldigo internamente cuando camino junto a la mujer hacia dicho lugar.
Me siento en uno de los asientos frente a la oficina con la incomodidad moviéndose por todo mi cuerpo y mi corazón se detiene cuando me permiten entrar a la oficina. Mi ex suegra, su marido y alguien más están en la oficina del rector.
—Tome asiento señorita.
Pide el rector, hago lo que él dice tratando de entender qué está pasando o porque la m*****a familia de David está sentada en la rectoría de mi facultad de medicina. La respuesta llega contundente cuando mi ex suegra me mira con odio en sus ojos.
—¡Tu m*****a zorra! — me acusa — tienes alguna idea del lío en el que te has metido — me cuestiona — te abrimos las puertas a nuestra casa a pesar de ser una pobretona, te dimos dinero para tu padre y pagamos la boda — la mujer se descontrola — ; ¡Cómo pudiste montar todo ese espectáculo frente a todos!
—¡Su hijo me engañó! — grito — : ¡Porque soy yo la culpable!
—Pudiste simplemente suspender la boda — grita — pero no, las zorras pobretonas como tú solo quieren hacer una escena de todo — niega — : pero te metiste con la familia equivocada querida.
Vuelve a su silla, mi ex suegro asiente, le da una mirada al sujeto desconocido que vino con ellos y este extiende algún documento frente a mí. Abro la carpeta que me ha entregado para verificar su contenido y mis libros caen al suelo cuando me pongo en pie ante el documento frente a mí.
—¡Qué es esto! — grito exaltada — ; ¡Porque están ustedes…!
—Eso, cariño, es una demanda por pago de deudas — responde mi suegra — te hemos estado pagando la mitad de tu beca de psicología, también gastamos más de cincuenta mil dólares en la boda que arruinaste y ni siquiera sabremos cuánto costará limpiar el nombre de nuestra familia y claro está todos el dinero del tratamiento de tu padre— sonríe — : esa cifra en tu mano es lo que tienes que pagarnos por todos estos años en los que incluso hemos estado pagándote el departamento.
—Eso es una mentira — grito — ; David dijo que …
—¡David, vive de nuestro dinero! — me grita — ahora, esa es solo la parte legal de esto — mi suegra sonríe aún más macabramente — no voy a hacer que te echen de aquí porque necesito que tengas como pagarnos, pero no vas a tener fácil conseguir ningún hospital para trabajar — advierte — ; ahora te dejo con el rector para que hables sobre como vas a pagar tu estúpida beca, sin un hospital donde hacer tus prácticas.
La mujer sale de la oficina con ese aire de suficiencia que siempre he odiado. Su esposo y el abogado la siguen mientras me quedo incrédula, con las lágrimas en mis ojos a escuchar lo que sea que este hombre frente a mí va a decir.
Abro la puerta de mi departamento con el corazón destrozado, mis piernas seden apenas entro en la sala de estar e intento entender todo lo que está pasándome de repente. Dejo de contener mi llanto mientras me digo una y otra vez que tengo la culpa por creer que podría salir bien librada de una relación con alguien tan insufrible como David.
¡Lo amaba!
Lo amaba tanto que incluso si sabía que su estatus social no tenía nada que ver con el mío, me permití pasar buenos momentos con él. Ahora estoy hundida en la m****a solo porque ese maldito durmió con su prima.
¡Cómo puedo ser yo la culpable de todo! ¡Por qué tengo yo , que pagar todo esto!
Me arrastro hasta mi sofá, lloro desconsolada, tratando de entender que el rector de mi facultad de medicinas fue bastante claro con lo de pagar mi beca a tiempo o expulsarme para el último semestre de la carrera. Me cuestiono como infiernos podré conseguir medio millón de dólares para pagar esa estúpida deuda que ni siquiera contraje.
Nunca le pedí una gran boda a mis ex suegros, jamás le pedí a David pagar mi beca o mi departamento, él dijo que lo haría para que no tuviera que trabajar después de la universidad. Golpeo mi cabeza contra el respaldo del sofá. Cubro mi rostro con mis manos y me pregunto si puede haber alguna cosa peor que esto.
Como si el universo quisiera darme una respuesta, mi móvil suena en mi bolsa, camino hasta ella con prisas y contesto deseando que sea una buena noticia, pero simplemente no lo es.
—Buenos días, estamos hablando desde el departamento de recursos humanos del hospital general San Luis de la Cruz — explica la chica del otro lado de la clínica — ; por motivos personales estamos retirando su plaza como pasante en nuestra institución, enviaremos la notificación oficial a su correo.
La llamada termina, después de eso, dejo caer el móvil al suelo desolada con lo que acaban de decirme. Maldigo una y mil veces más todo lo que está sucediéndome por culpa de David. Me dispongo a ir personalmente al hospital para tratar de rogarle a mi supervisor que me deje terminarlas porque necesito esas notas para poder terminar mi carrera de una vez. Sin embargo antes de que consiga alistarme por completo
La puerta de mi departamento es golpeada con intensidad, resoplo al pensar que es el maldito de David, que al parecer no me va a dejar en paz.Asiento para mi misma diciendome que si quiere gerra gerra tendrá.Camino hasta la mesa frente al sofá y tomo el florero que ese idiota me regalo, abro la puerta con furia lanzándole la m*****a cosa a su estúpida cara.
—¡Te dije que te fueras al infierno imbécil!
El florero cae al suelo después de golpear su objetivo, mis ojos se abren como platos cuando el rostro frente a mí no es el de David y cubro mi boca con mis manos aceptando que la vida sí que puede ir peor.
El hombre frente a mí, toca su frente, sus dedos distorsionan ligeramente el hilillo de sangre que ha comenzado a fluir de ahí y mis piernas ceden completamente frente a la puerta.
—Estupendo — dice el hombre que vi en el parque el día de mi boda — ; no solo es usted una loca sino también violenta.
—Yo no soy…
—No gaste palabras — dice el desconocido — : soy un hombre ocupado y no quiero perder más tiempo, así que hablemos claro.
El hombre desconocido pasa junto a mí para entrar deliberadamente a mi casa, miro hacia el pasillo de mi departamento un momento antes de que alguien más entre a mi departamento. Me pongo en pie para correr directamente hacia los dos extraños sentados en mi sala de estar.
—Mire señor, lo siento, pero este no es un buen momento para… — resoplo — ; si va a demandarme puede hacerlo, no tengo dinero para pagarle y mi vida se está yendo por un caño, así que por favor solo lárguese, si lo hace pacíficamente no lo acusaré de allanar propiedad privada…
—Deje de decir tonterías — me responde él — : sé que tiene deudas y estoy dispuesto a pagarlas si se casa conmigo.
Abro mis ojos en shock, el hombre junto al desconocido que sigue sangrando extiende una tarjeta frente a mí y pego un grito de espanto cuando leo el nombre en dicha tarjeta.
—Sé que está usted en el último periodo de su carrera médica, así que usted debe conocer a mi familia — toma un pañuelo de su traje para limpiar su frente sangrante — : por eso le pido que solo acepte mi trato.
—¿Qué? — jadeo — ¿Casarme con usted? — Abro mis ojos una vez más antes de abrazarme a mí misma con pánico — ; ¿Acaso este loco?, ¡Ni siquiera me conoce!
Jeremías Evito el contacto visual con mi abogado, la mujer sentada en el suelo frente a mí es lo último que alguien podría querer como esposa. Lleva una ropa holgada y desgastada que probablemente ha tenido una muy larga vida útil. La chica me mira como si realmente hubiese dicho la locura más grande del mundo, presiono con fuerza el pañuelo contra mi frente, no sé realmente que le hizo su exnovio, pero definitivamente el rencor en ella está afectando mi cabeza ahora mismo. ¿Por qué Lucas quiere a esta mujer? ¡Porque yo estoy cediendo al chantaje de un chiquillo de siete años! Esto es simplemente surrealista para mí, la chica que parece confundida mira una vez más la tarjeta, luego la duda se mueve en sus ojos y termina corriendo hacia algún lugar lejos de los dos. La miro en silencio mientras ella coge una lámpara de mesa para amenazarnos. —No sé qué tipo de loco usted sea — me dice — pero fingir ser el CEO de una empresa tan grande como el grupo Mark es definitivamente un delit
LizbethMe quedo de pie en medio de las puertas del hospital donde he estado haciendo mis prácticas e intento no sentirme furiosa con lo que me está pasando. La vida sin duda luce ahora como una verdadera pesadilla para mí. Me dirijo directamente hacia las oficinas de dirección del hospital, ignorando los murmullos de las enfermeras y el personal que me encuentro a medida que me acerco más a dicha oficina. La mujer en la recepción me mira preocupada antes de saltar de su asiento. —Señorita, no puede estar aquí — dice corriendo en mi dirección — el director no puede… —Suélteme — me alejo de ella — quiero las razones lógicas por las que están terminando lanzándome a la calle sin ninguna explicación. Atravieso las puertas con fuerzas, el hombre sentado en la mesa un poco más allá de la entrada me mira con preocupación y la secretaría que corrió tras de mí intenta excusarse, pero ella simplemente es despachada por el director. Conozco a este hombre porque no solo he hecho mis práctic
JeremíasDespués de encontrar mi oficina patas arriba, de darme cuenta de que mi hijo se ha llevado su hermana y de que ambos niños solo dejaron una nota diciendo que se irían a buscar ellos mismos a su nueva mamá, lo último que me esperaba era que ambos gritaran frente al hospital de uno de los socios de mi tío que ella era su madre.—¿Señor Mark? — la mujer que estuvo a punto de golpear a esta chica loca frente a mis hijos jadea —¿Cómo puede ser que usted? — mira a la chica — porque sus hijos…—No tengo tiempo para esto — le digo — envíen al padre de la señorita Smith al hospital Darwin Mark con todos los cuidados especializados y los informes de su tratamiento.—Pero…—¿Usted está diciéndole que necesita dinero verdad? — soy cortante — puedo pagarlo y créame realmente me desagradan las personas que no tienen conciencia de lo importante que es el cuidado de un enfermo, hablaré de esto con su esposo.—oh, señor, lo que pasa es que esta mujer — la señora frente a mí gruñe sus venenosa
LizbethMiro al hombre que me tiene sujeta del brazo, siento mi corazón latir acelerado ante lo que acaba de pasar. El chico de la bicicleta regresa hasta donde estamos el señor Mark y yo.—¿Se encuentre bien, señorita? — dice con preocupación — estaba distraído, no sabía si…—Todo está bien, yo también…—Está en un parque con niños — grita entonces el hombre entrometido que sigue sujetándome del brazo — como puede ir de esa forma, que cree que hubiese pasado si no llego a apartarla de su camino, voy a reportarlo a la policía y…—Por favor, señor, lo lamento mucho por su esposa, pero no tengo dinero para.—¡Él no es mi marido! — grito — y no le prestes atención, puedes irte.—¡No puedes irte!Comenta otra vez este hombre entrometido a mi lado. Trata de tomar al chico del brazo, pero no se lo permito, así que simplemente tomo a este hombre de la mano e intentó llevárselo antes de que continúe amenazando a este pobre chico.Estaba distraída, venía pensando en toda la sarta de tonterías
Jeremías —No suelo hablar de estas cosas — digo entrando en la oficina — comprenda que el asunto del que hablaremos aquí es estrictamente privado porque pretendo mantener a todos lejos de mi vida privada. La chica frente a mí ni siquiera me presta atención, ella simplemente rebusca alguna cosa en el botiquín de primeros auxilios que una de las empleadas trajo a mi oficina. Ella golpea el sitio junto a ella en el sofá de mi oficina y ni siquiera me he sentado del todo cuando toma mi brazo. —Bien, puede comenzar a hablar — dice observando mi rasguño — porque le prometió a un niño de siete años que le daría una madre — su voz es molesta — comprar personas no es legal, ¿lo sabe? —Lucas ha estado comportándose completamente diferente desde que usted apareció — admito — sabe, es la primera vez que lo veo pedirle a alguien que lo lleve en brazos a excepción de mí. Ella alza su mirada, la veo tomar un poco de antiséptico de la caja de primeros auxilios y hago una mueca de dolor cuando el
LizbethNo quería estar en esta situación, debí haber corrido, apenas tuve oportunidad, pero ahora mismo no puedo hacer otra cosa que abrazar a la niña que llora desconsolada por culpa de alguna persona desagradable que probablemente esté hombre intenso frente a mí contrató solo porque tenía una buena recomendación.Me pongo en pie aun cargando a la niña. Lucas niega aún con los dibujos de su hermana en la mano y puedo ver la rabia emerger en el rostro de su padre cuando la causa de este inminente desastre aparece por la puerta.—¡Porque te comportas así hoy niña! — grita la mujer desde la puerta — no puedes solo seguir mirándome con esos ojos desagradables que me dan escalofríos como todos los…Su voz muere cuando se da cuenta de que la pequeña no está sola, Su hermano mayor, cae sobre su trasero ante los gritos de la mujer, Ella cubre la boca, e intenta salir de esta situación como de lugar, pero al parecer se da cuenta de que no tiene mucho por hacer.—Señor Mark — jadea — esto no e
Jeremías Miro a la mujer dudar antes de garabatear su firma sobre la línea indicada al final de este contrato matrimonial que no solo me hizo cambiar, sino leer en voz alta solo para ella. ¿Cree que soy un maldito secretario? Si no fuera porque mis hijos realmente parecen tener alguna posibilidad de mejorar al estar cerca de esta loca mujer definitivamente no estaría aguantando todas sus tonterías. Miro la línea escrita a mano donde afirma que le pagaré quinientos dólares por cada vez que la toque directa o indirectamente y supongo que solo quiere sacarme dinero, pero está muy equivocada. No la tocaré jamás, ni siquiera con una caña de pescar que mida tres metros. Dios ni siquiera sé qué hombre en su sano juicio querría algún vínculo con esta definitivamente volátil e insoportable persona. —Te mudarás mañana — digo acomodándome en la silla — te daré la cita para tus nuevas prácticas pasado mañana y sobre tu padre… — rebusco entre mis cajones — tiene el mejor tratamiento desde hac
Lizbeth —¡Mira mami, esta es tu habitación! Lucas empuja unas enormes puertas de madera negra para revelarme el interior de una habitación casi tan grande como mi departamento. El lugar tiene un pequeño espacio similar a una sala donde hay un escritorio bastante grande. Los tonos oscuros de las paredes me recuerdan un poco a mi nuevo esposo, pero eso es lo de menos ahora. La niña pequeña junto a mí me tira del vestido, le doy una rápida sonrisa antes de inclinarme para dejar la caja con mis cosas más importantes a un lado para tomarla en mis brazos. Ella toma uno de los mechones aún ligeramente húmedos de mi cabello. —Estás muy linda — gesticula antes de llevar el mechón a su nariz — hueles como una mamá. Mi corazón se derrite lentamente ante el significado de esos símbolos, Lucas sube rápidamente al asiento a mi lado para estar ligeramente a la altura de su hermana ahora en mis brazos. —Claro que huele como una mamá Lucia — el pequeño se abraza a mi cintura — ella es nuestra mam