LizbethMiro al hombre que me tiene sujeta del brazo, siento mi corazón latir acelerado ante lo que acaba de pasar. El chico de la bicicleta regresa hasta donde estamos el señor Mark y yo.—¿Se encuentre bien, señorita? — dice con preocupación — estaba distraído, no sabía si…—Todo está bien, yo también…—Está en un parque con niños — grita entonces el hombre entrometido que sigue sujetándome del brazo — como puede ir de esa forma, que cree que hubiese pasado si no llego a apartarla de su camino, voy a reportarlo a la policía y…—Por favor, señor, lo lamento mucho por su esposa, pero no tengo dinero para.—¡Él no es mi marido! — grito — y no le prestes atención, puedes irte.—¡No puedes irte!Comenta otra vez este hombre entrometido a mi lado. Trata de tomar al chico del brazo, pero no se lo permito, así que simplemente tomo a este hombre de la mano e intentó llevárselo antes de que continúe amenazando a este pobre chico.Estaba distraída, venía pensando en toda la sarta de tonterías
Jeremías —No suelo hablar de estas cosas — digo entrando en la oficina — comprenda que el asunto del que hablaremos aquí es estrictamente privado porque pretendo mantener a todos lejos de mi vida privada. La chica frente a mí ni siquiera me presta atención, ella simplemente rebusca alguna cosa en el botiquín de primeros auxilios que una de las empleadas trajo a mi oficina. Ella golpea el sitio junto a ella en el sofá de mi oficina y ni siquiera me he sentado del todo cuando toma mi brazo. —Bien, puede comenzar a hablar — dice observando mi rasguño — porque le prometió a un niño de siete años que le daría una madre — su voz es molesta — comprar personas no es legal, ¿lo sabe? —Lucas ha estado comportándose completamente diferente desde que usted apareció — admito — sabe, es la primera vez que lo veo pedirle a alguien que lo lleve en brazos a excepción de mí. Ella alza su mirada, la veo tomar un poco de antiséptico de la caja de primeros auxilios y hago una mueca de dolor cuando el
LizbethNo quería estar en esta situación, debí haber corrido, apenas tuve oportunidad, pero ahora mismo no puedo hacer otra cosa que abrazar a la niña que llora desconsolada por culpa de alguna persona desagradable que probablemente esté hombre intenso frente a mí contrató solo porque tenía una buena recomendación.Me pongo en pie aun cargando a la niña. Lucas niega aún con los dibujos de su hermana en la mano y puedo ver la rabia emerger en el rostro de su padre cuando la causa de este inminente desastre aparece por la puerta.—¡Porque te comportas así hoy niña! — grita la mujer desde la puerta — no puedes solo seguir mirándome con esos ojos desagradables que me dan escalofríos como todos los…Su voz muere cuando se da cuenta de que la pequeña no está sola, Su hermano mayor, cae sobre su trasero ante los gritos de la mujer, Ella cubre la boca, e intenta salir de esta situación como de lugar, pero al parecer se da cuenta de que no tiene mucho por hacer.—Señor Mark — jadea — esto no e
Jeremías Miro a la mujer dudar antes de garabatear su firma sobre la línea indicada al final de este contrato matrimonial que no solo me hizo cambiar, sino leer en voz alta solo para ella. ¿Cree que soy un maldito secretario? Si no fuera porque mis hijos realmente parecen tener alguna posibilidad de mejorar al estar cerca de esta loca mujer definitivamente no estaría aguantando todas sus tonterías. Miro la línea escrita a mano donde afirma que le pagaré quinientos dólares por cada vez que la toque directa o indirectamente y supongo que solo quiere sacarme dinero, pero está muy equivocada. No la tocaré jamás, ni siquiera con una caña de pescar que mida tres metros. Dios ni siquiera sé qué hombre en su sano juicio querría algún vínculo con esta definitivamente volátil e insoportable persona. —Te mudarás mañana — digo acomodándome en la silla — te daré la cita para tus nuevas prácticas pasado mañana y sobre tu padre… — rebusco entre mis cajones — tiene el mejor tratamiento desde hac
Lizbeth —¡Mira mami, esta es tu habitación! Lucas empuja unas enormes puertas de madera negra para revelarme el interior de una habitación casi tan grande como mi departamento. El lugar tiene un pequeño espacio similar a una sala donde hay un escritorio bastante grande. Los tonos oscuros de las paredes me recuerdan un poco a mi nuevo esposo, pero eso es lo de menos ahora. La niña pequeña junto a mí me tira del vestido, le doy una rápida sonrisa antes de inclinarme para dejar la caja con mis cosas más importantes a un lado para tomarla en mis brazos. Ella toma uno de los mechones aún ligeramente húmedos de mi cabello. —Estás muy linda — gesticula antes de llevar el mechón a su nariz — hueles como una mamá. Mi corazón se derrite lentamente ante el significado de esos símbolos, Lucas sube rápidamente al asiento a mi lado para estar ligeramente a la altura de su hermana ahora en mis brazos. —Claro que huele como una mamá Lucia — el pequeño se abraza a mi cintura — ella es nuestra mam
Jeremías —¡Dime qué dijo mi hijo! Grito a la mujer que estoy sosteniendo del brazo, incrédulo aún de lo que acaba de decir, Lucas nunca habla del accidente, ni siquiera conmigo cuando trato de preguntarle algo referente a ese momento o cerca. ¡Cómo pudo mi hijo decirle algo a ella! —Está haciéndome daño — murmura la chica frente a mí mientras trata de soltarme — le dije que no se atreviera a tocarme usted… —¡Eso es lo de menos ahora! — gruño soltándola — ¡Dígame cómo consiguió que Lucas dijera algo , !Dígamelo ahora mismo! —No dijo nada — me responde — él solo intentó decirme si iba a o no al colegio y créame, creo que es un tema que debemos tratar con más calma, ahora si me disculpa tengo otros asuntos que atender. ¿Otros asuntos? ¡No hay asunto más importante que lo que acaba de decir, mi esposa, masajea el lugar donde la sujeté y extiende su mano en mi dirección con la molestia más absoluta en su rostro! —Deme doscientos dólares — me suelta de la nada — usted me tocó, así q
Lizbeth ¿Una cena? Después de que se comportó como un loco, pretende que simplemente tengamos una cena con su familia. Salgo del ascensor que lleva a la primera planta del hospital, e intento no gritar de rabia. Sujeto el uniforme que me entregaron en recursos humanos para evitar que caiga de mi brazo y salgo hacia el jardín frontal del hospital. Son casi las cuatro de la tarde, he recorrido el hospital con mi encantadora nueva supervisora y conocí al famoso doctor que será mi tutor este corto tiempo, pero a pesar de estar feliz por todo esto saber que necesito ver a mi ex suegra me amarga un poco la tarde. No tardo mucho en encontrar un taxi, sujeto la bolsa donde llevo el cheque con la cifra de medio millón de dólares e intento aparentar normalidad. Le entrego un par de billetes al taxista para qué me lleve al café donde acorde reunirme con la desagradable madre de David. A pesar de que literalmente me he vendido para pagar esa deuda, me hace un poco feliz saber que un niño tan
Jeremías Termino de hablar con el ama de llaves para cerciorarme de que todo esté listo e intento no mirar a las escaleras por las que debería bajar mi querida esposa. Lucas y Lucía están sentados en el sofá de la sala, su expresión de felicidad por ver a su abuela se ha ido, ya que les pedí portarse bien, ya que mi tío también vendría. No logro entender por qué no les agrada, pero tampoco puedo hacer mucho más, mi tío también ha intentado ganarse a los niños, pero no hay modo de que ambos dejen siquiera que este les salude con la mano. Cierro los ojos un momento después de ver la hora en el reloj con molestia. Subo las escaleras hacia la planta superior al ver que mi esposa no termina de bajar, llego al pequeño salón de la habitación principal que desgraciadamente tenemos que compartir y toco a su puerta unas dos respiraciones profundas después. —No solo llega tarde, sino que tarda dos horas en vestirse — sonrío con ganas de molestarla, incluso si estoy completamente disgustado de