Lizbeth
Hoy es mi boda, después de cuatro años por fin, pero me estoy debatiendo entre huir o no de este matrimonio.
Porque, aunque decidí darle otra oportunidad a mi futuro marido David sigo cuestionando si es lo correcto.
Mi corazón late cuando subo los escalones hasta la puerta. Sujeto fuerte el ramo de rosas, mi futuro esposo me mira con su cara dura e intenta sonreírme, como si él no me hubiese…
—¿Estás bien? — El hombre junto a mí parece genuinamente preocupado.
Detengo mi mirada en el broche en su traje, el adorno es tan brillante que pareció cegarme los ojos.
Acerco mi mano hacia el broche colgado en el traje de mi esposo, notando la tensión en su cuerpo cuando mis enguantadas manos se acercan a dicho objeto, pero él simplemente sonríe mientras el cura continúa con sus palabras sobre el matrimonio.
—Este broche… Es muy bonito — comento sin despegar mis ojos de los suyos —. ¿Quién te lo dio?
—Fue mi madre — responde el muy malnacido —, dijo que debía lucir bien el día más importante de nuestras vidas.
Qué desvergonzado, actuó de forma impecable, cómo es que nunca me di cuenta de que era tan descarado.
—Ahora, los novios procederán a decir sus votos y sellaremos el feliz enlace ante los ojos de dios — el cura nos mira con una sonrisa en sus labios —. Usted, señor David Erickson ¿está dispuesto a contraer matrimonio con esta mujer, de libre voluntad y de buena fe?
—Sí, lo estoy — responde mi futuro esposo —. Quiero agradecerle todos estos años de compromiso y ayuda en los que me ha hecho un hombre mejor.
—¿Y usted, señorita Lizbeth Smith, está dispuesta a contraer matrimonio con esta mujer, de libre voluntad y de buena fe?
—Si, lo estoy o eso pensaba — miro a mi futuro esposo —. Pero, ahora tengo algo que decir.
Mi suegra en primera fila se pone en pie, sus ojos se abren desmesuradamente mientras la multitud comienza a murmurar.
Resoplo cansado de todo este teatro, arrancando el velo de mi cabello para lanzarlo al suelo.
—¿Hasta dónde estás dispuesto a llegar David? — intento calmarme —. ¿Cuánto tiempo pensabas tenerme como tu mascota?
—¡Qué estás haciendo! — chilla mi suegra desde su asiento —. Estás arruinando la boda, por favor ustedes están a punto de…
—Como te atreves tú a abrir la boca — sujeto el broche lo arranco con brusquedad para lanzarlo a los pies de mi querida suegra —. ¿Cómo se atreve a llevar esto hoy, su excelente hijo? —le pregunto—, cómo lleva algo que fue un regalo de su prima.
Exacto, he visto este broche, hace dos días, en las fotos que enviaron a mi correo electrónico.
Me dijo que era un regalo de bodas de ella para mi esposo, junto con un montón de fotos de mi esposo durmiendo con ella. Y esta mujer, resulta que es su prima y su ayudante.
—¡Cierra la boca niña! — grita mi suegra—. Deja de decir mentiras sobre mi hijo.
Su madre se descontrola, cundiendo un pánico tras destaparse la mentira, bueno, parece que mi maravillosa suegra lo sabía todo.
—Ubícate, eres una psiquiatra inútil con una mano desperdiciada, ¡y una familia de nuestro calibre está dispuesta a aceptarte! He incluso en eso te ayudamos porque sin nosotros no habrías sido nadie, nunca. —se puso histérica.
Pero realmente me duele, no puedo evitar tocar mi mano, que tiene tiritó
—Eso da igual ahora, no cambia el hecho de que los vi, nadie me dijo una sola palabra y si, tu hijo se revuelca con su primita que después de todo es su asistente solo porque ustedes la pusieron —niego— son tan descarados que lo hacen justo en el departamento que estás pagando pero qué puedo esperar si ustedes son todos unos hipócritas.
Saco los guantes de mis manos, los dejo caer a un lado ante la mirada estupefacta de todos en la boda y hago la única cosa que me queda por hacer.
Tomo el ramo de novias y se lo estampo en la cabeza a mi estúpido ex prometido.
—Espero que tu vida se vaya al infierno, que te podrás ahí con esa sucia con la que te revuelcas y que no tengas la poca vergüenza de volver a dirigirme la palabra pedazo de basura.
Después de esto y ante la mirada de todos, salgo corriendo de la iglesia, dejando atrás toda la confusión. Escucho a mi suegra y a mi madre discutir, Tambien la furiosa voz de mi primo tratando de detener a David... Pero no quiero preocuparme de nada de eso ahora mismo, solo quiero huir de esta ridícula boda.
*********
Mis fuerzas se deshacen en medio de un pequeño parque para mascotas, me dejo caer en el césped desolada con todo lo que acaba de pasar e intento calmar los sollozos que escapan de mis labios. Oculto mi rostro entre las manos.
Hace dos días lo tenía todo, una relación feliz, una carrera que iniciará mi sueño médico y un futuro junto a un hombre que amaba.
Pero la vida se hace nada en unos segundos y justamente eso acaba de pasar, ahora no soy más que una pobre loca sentada en medio de un parque para mascotas.
—¿Está bien señorita? — La voz tierna que pregunta eso me hace sorber por la nariz antes de mirar en su dirección.
—¿Es usted una princesa? —El niño de cabello rubio que me mira se inclina para tocar mi vestido.
—No, yo solo… — niego —, tuve un mal día.
—Yo también tuve uno así—me responde—. Pero mi papá dice que podemos encontrar cosas buenas incluso en días así.
El niño se sienta a mi lado, me toma de la mano con una pequeña sonrisa y me siento conmovida por sus palabras, el pequeño pasa su manita por mi cabeza.
No sé cómo sentirme realmente, pero sonrío porque después de todo ser consolada por un inocente chico hace que realmente sienta que aún hay bondad y sinceridad en este mundo.
El chico desconocido me ofrece un pañuelo que tomo solo por no hacerlo sentir mal ya que está siendo tan bondadoso conmigo.
—Cuando tengo malos días — dice él con calma — mi hermana llora mucho así que cuando está triste me abraza — aparta la mirada —. ella no puede hablar, pero sé que me quiere a pesar de tener días malos que la hacen llorar…
La dulzura mezclada con tristeza en su voz me hace lloriquear un poco más, el niño rodea cariñoso mi mano con uno de sus brazos sin que pueda decir alguna cosa.
Pasan unos minutos antes de que limpie mis lágrimas. Me doy cuenta de que no hay muchas personas en este lugar. Acaricio ligeramente el cabello del pequeño, ahora preocupada de que deambule solo por un cirio como este.
—No deberías estar aquí solo— le digo —. si te perdiste te puedo ayudar a regresar con…
—¡Que está haciendo usted! — la voz furiosa me hace saltar, me pongo en pie con prisas —. ¡Cómo se atreve a acercarse a mi hijo!
—Yo no… — trato de explicar —, el niño solo se acercó a mí.
El hombre me mira con desagrado, toma al niño en brazos incluso cuando este se resiste y él vuelve a mirarme con soberbia antes de hablar con una voz amenazante.
—No me importa qué tipo de loca sea usted, paseando por el parque con su vestido de novia. Pero, no debería acercarse a un niño desconocido, podría traerle muchos problemas.
Me miró y dijo, oh, dios mío, sí estoy usando un vestido de novia en este momento, es realmente vergonzoso para mí. Pero ¿cómo se atreve este hombre?
—Es usted una persona desagradable — le digo al sujeto frente a mí —. y debería cuestionarse a sí mismo como dejó a un niño solo en medio del parque que también está rodeado de calles muy transitadas— chasqueo mi lengua—alégrese de que no tengo tiempo para decirle cuántas cosas pudieron salir mal.
Miro al niño que intenta zafarse de los brazos de un hombre sin parar, cuestionando la identidad del hombre desagradable frente a mí.
—¿Es tu papá de verdad, cariño?
Jeremías —¡No puedes salir más así Lucas! — trato de mantener la calma con el niño sentado a mi lado y renuente a hablarme — , sabes que es peligroso, además necesitas hablar con el doctor sobre… —Ese hombre no me agrada — grita deliberadamente — : y tu , papá , no me escuchas, no quiero ir más a ese lugar. Lucas me mira manteniendo una actitud aún menos cooperativa desde que lo alejé del parque y la loca vestida de novia que encontró ahí. Cierro mis ojos durante un momento, observo al niño sentado a mi lado tratando de ser paciente. No me gusta ser duro con él después de todo lo que ha pasado, pero está dejándome sin opciones —No puedes hacer lo que quieras Lucas, necesitas ir al doctor, si vuelves a escapar de la consulta así voy a castigarte en serio. El niño niega antes de mirar enfurruñado por la ventana. Llegamos a la casa en uno de los barrios más exclusivos de Roma y él ni siquiera me permite bajar del auto antes de correr lejos de mí. Me quedo junto al chofer unos minuto
Lizbeth —¡Cómo puedes estar aquí después de lo que hiciste! La voz histérica de mi exnovio hace que las personas alrededor de nosotros nos observen. Le doy una mirada de desagrado antes de contestarle con rabia. —Necesito terminar mi carrera, necesito ir a mis clases y sobre todo necesito que desaparezcas de mi vista bastardo de m****a. Intento alejarme de David, pero él me toma del brazo tan fuerte que incluso tengo que quejarme. Lo empujo hacia atrás cuando intenta llevarme a algún lugar lejos del parque del campus. —¡Suéltame m*****a sea! — le grito — : déjame en paz de una puta vez, tú fuiste el que lo jodiste todo. —¿Yo? — grita — ; ¡Tú tienes la culpa de todo lo que ha pasado!, ¡Soy el hazmerreír de todos por tu culpa! —¿Qué tengo la culpa? — me quedo incrédula ante sus descaros — te acostaste con tu prima, como puedo tener la culpa de que seas un degenerado e infiel — niego molesta — : ¡agradece que fui a la boda y no te dejé esperando como un idiota! —¡Agradecerlo! — me
Jeremías Evito el contacto visual con mi abogado, la mujer sentada en el suelo frente a mí es lo último que alguien podría querer como esposa. Lleva una ropa holgada y desgastada que probablemente ha tenido una muy larga vida útil. La chica me mira como si realmente hubiese dicho la locura más grande del mundo, presiono con fuerza el pañuelo contra mi frente, no sé realmente que le hizo su exnovio, pero definitivamente el rencor en ella está afectando mi cabeza ahora mismo. ¿Por qué Lucas quiere a esta mujer? ¡Porque yo estoy cediendo al chantaje de un chiquillo de siete años! Esto es simplemente surrealista para mí, la chica que parece confundida mira una vez más la tarjeta, luego la duda se mueve en sus ojos y termina corriendo hacia algún lugar lejos de los dos. La miro en silencio mientras ella coge una lámpara de mesa para amenazarnos. —No sé qué tipo de loco usted sea — me dice — pero fingir ser el CEO de una empresa tan grande como el grupo Mark es definitivamente un delit
LizbethMe quedo de pie en medio de las puertas del hospital donde he estado haciendo mis prácticas e intento no sentirme furiosa con lo que me está pasando. La vida sin duda luce ahora como una verdadera pesadilla para mí. Me dirijo directamente hacia las oficinas de dirección del hospital, ignorando los murmullos de las enfermeras y el personal que me encuentro a medida que me acerco más a dicha oficina. La mujer en la recepción me mira preocupada antes de saltar de su asiento. —Señorita, no puede estar aquí — dice corriendo en mi dirección — el director no puede… —Suélteme — me alejo de ella — quiero las razones lógicas por las que están terminando lanzándome a la calle sin ninguna explicación. Atravieso las puertas con fuerzas, el hombre sentado en la mesa un poco más allá de la entrada me mira con preocupación y la secretaría que corrió tras de mí intenta excusarse, pero ella simplemente es despachada por el director. Conozco a este hombre porque no solo he hecho mis práctic
JeremíasDespués de encontrar mi oficina patas arriba, de darme cuenta de que mi hijo se ha llevado su hermana y de que ambos niños solo dejaron una nota diciendo que se irían a buscar ellos mismos a su nueva mamá, lo último que me esperaba era que ambos gritaran frente al hospital de uno de los socios de mi tío que ella era su madre.—¿Señor Mark? — la mujer que estuvo a punto de golpear a esta chica loca frente a mis hijos jadea —¿Cómo puede ser que usted? — mira a la chica — porque sus hijos…—No tengo tiempo para esto — le digo — envíen al padre de la señorita Smith al hospital Darwin Mark con todos los cuidados especializados y los informes de su tratamiento.—Pero…—¿Usted está diciéndole que necesita dinero verdad? — soy cortante — puedo pagarlo y créame realmente me desagradan las personas que no tienen conciencia de lo importante que es el cuidado de un enfermo, hablaré de esto con su esposo.—oh, señor, lo que pasa es que esta mujer — la señora frente a mí gruñe sus venenosa
LizbethMiro al hombre que me tiene sujeta del brazo, siento mi corazón latir acelerado ante lo que acaba de pasar. El chico de la bicicleta regresa hasta donde estamos el señor Mark y yo.—¿Se encuentre bien, señorita? — dice con preocupación — estaba distraído, no sabía si…—Todo está bien, yo también…—Está en un parque con niños — grita entonces el hombre entrometido que sigue sujetándome del brazo — como puede ir de esa forma, que cree que hubiese pasado si no llego a apartarla de su camino, voy a reportarlo a la policía y…—Por favor, señor, lo lamento mucho por su esposa, pero no tengo dinero para.—¡Él no es mi marido! — grito — y no le prestes atención, puedes irte.—¡No puedes irte!Comenta otra vez este hombre entrometido a mi lado. Trata de tomar al chico del brazo, pero no se lo permito, así que simplemente tomo a este hombre de la mano e intentó llevárselo antes de que continúe amenazando a este pobre chico.Estaba distraída, venía pensando en toda la sarta de tonterías
Jeremías —No suelo hablar de estas cosas — digo entrando en la oficina — comprenda que el asunto del que hablaremos aquí es estrictamente privado porque pretendo mantener a todos lejos de mi vida privada. La chica frente a mí ni siquiera me presta atención, ella simplemente rebusca alguna cosa en el botiquín de primeros auxilios que una de las empleadas trajo a mi oficina. Ella golpea el sitio junto a ella en el sofá de mi oficina y ni siquiera me he sentado del todo cuando toma mi brazo. —Bien, puede comenzar a hablar — dice observando mi rasguño — porque le prometió a un niño de siete años que le daría una madre — su voz es molesta — comprar personas no es legal, ¿lo sabe? —Lucas ha estado comportándose completamente diferente desde que usted apareció — admito — sabe, es la primera vez que lo veo pedirle a alguien que lo lleve en brazos a excepción de mí. Ella alza su mirada, la veo tomar un poco de antiséptico de la caja de primeros auxilios y hago una mueca de dolor cuando el
LizbethNo quería estar en esta situación, debí haber corrido, apenas tuve oportunidad, pero ahora mismo no puedo hacer otra cosa que abrazar a la niña que llora desconsolada por culpa de alguna persona desagradable que probablemente esté hombre intenso frente a mí contrató solo porque tenía una buena recomendación.Me pongo en pie aun cargando a la niña. Lucas niega aún con los dibujos de su hermana en la mano y puedo ver la rabia emerger en el rostro de su padre cuando la causa de este inminente desastre aparece por la puerta.—¡Porque te comportas así hoy niña! — grita la mujer desde la puerta — no puedes solo seguir mirándome con esos ojos desagradables que me dan escalofríos como todos los…Su voz muere cuando se da cuenta de que la pequeña no está sola, Su hermano mayor, cae sobre su trasero ante los gritos de la mujer, Ella cubre la boca, e intenta salir de esta situación como de lugar, pero al parecer se da cuenta de que no tiene mucho por hacer.—Señor Mark — jadea — esto no e