Se levantó con un dolor en la espalda que no podía soportar, miró a su amiga que aún babeaba acostada en la mesa de la cocina como si está fuera una cama, se veía tan cómoda que le causó risa intentar despertarla, algo que debía hacer porque el hambre ya estaba haciendo mella en su cuerpo y le sonaban las tripas.
La levantó de manera suave, no quería ganarse una patada karateka, no ahora que su cabeza le pesaba más que todo su cuerpo. Yayis se levantó con una mueca en el rostro, esto estaba traducido a un malestar que ni se lo imaginaba. Se miraron y soltaron una risotada no tan fuerte, porque sus cabezas no lo soportarían.
Desayunaron como si no hubiera un mañana y tomaron todos los efervescentes posibles para el malestar, organizaron el desorden y se asearon.
Ya ahora que eran humanas decentes nuevamente Maite reviso sus redes, su W******p estaba a reventar de mensajes de mamá, su prima Coral y sus conocidos.
Miró el de Coralita.
Coral: hurraaaa por fin primate, ya era hora que te fueras.Coral: tengo que inaugurar tu casa.Maite: jejeje ya sabes, había que crecer un día de estos, cuando tenga casa te timbro y cenas conmigo.Coral: no se diga más, allí estaré así no me invites, yo lo hago sola.Maite: jejeje lo sé primate loca, solo lo decía por cortesía hahaha.Coral: listo, avísame y me tendrás con unos licorcitos de regaló.Maite: nooo gracias, ya con los de anoche me bastan.Coral: ¡jaaaa y no invitas! Te odio, me escribiste en medio de un salseo que no te cuento.Coral: te dejo que tengo la cama ocupada hehe Maite: ¡rayos! No cambias, disfruta y cuídate!Coral: jajajaj byeeeee.Maite sonrió al terminar de leer el último mensaje de su adorada y loca prima, entre Yayis y Coral la dejarían en pedazos de tanta locura, las amaba pero mejor cada una solita, no podría controlar ese huracán de fiesta, anteriormente lo había intentado pero le resultó fatal.
Se arregló lo mejor que pudo y se fue a trabajar, era lunes y ya era necesario volver a su dichoso puesto de coordinadora de visual para una prestigiosa marca de moda, no era el trabajo de sus sueños pero le servía para pagar sus cosas.
Tan solo 5 minutos en su oficina fueron suficientes para que llegara su jefe, con cara de pocos amigos y su traje ultra costoso a llenarla de trabajó como ya sabía.
— Maite León, mañana viajas a Escocia para que organices la nueva sucursal, quiero que lo hagas pronto, hay mucho trabajo acá y en otras ciudades — dijo su jefe mientras le pasaba los boletos que la llevarían directo a Hamburgo y dejando sobre la mesa con alguno que otro encargo que tendría que entregar antes del viaje, este hombre era un explorador y ella ya se estaba cansando de eso, pero antes de renunciar debía tener otro trabajo en la lista, no se podía dar el lujo de retirarse en el mismo instante, no ahora que estaba comenzando de cero, pero por Dios que ganas no le faltaban.
Miró los papeles que había puesto en sus manos y se hizo a una idea, nunca había estado en Escocia, pero si había leído suficientes novelas eróticas de Highlanders que eran unos machotes mega gigantes, con paquetes descomunales y que le harían temblar, pensar en eso le hizo bastante gracia, ¡Cómo necesitaba un machote de esos en su vida!, Sonrió nuevamente y se puso a organizar lo que tenía pendiente y fue directo al apartamento de Yayis a organizar las maletas.
Horas más tardes...
El viaje le había dejado con medio trasero entumido, casi muerto, pero estaba emocionada por conocer el lugar de sus fantasías más oscuras.Sonrió al ver que una mujer muy alta, estilizada, de cabello muy rojo y ojos verdes la esperaba junto a un pequeño que podría compararse con un duende, salvo por su ropa de marca, su mirada altiva y su bronceado perfecto que le hacía ver más humano.
Los saludo con cariño, estaba acostumbrada a tratar a su equipo de trabajo de manera más humana, pero esta mujer era como el hielo, solo se presentó y la miró con gesto bastante disgustado.
— Pensé que eras un poco mejor — le dijo Danika Monrray repasando de arriba abajo su aspecto.
Maite estaba tan cansada que pasó por alto el comportamiento, no tenía muchas ganas de enfrentarse, si mañana seguía con la misma actitud, se encargaría de hablar con ella, pero por ahora solo quería llegar al hotel y dormir, y así fue, la llevaron directo a un hotel central bastante conocido y se fue directo a la cama, necesitaba dormir.
La mañana había sido mucho mejor, se puso su chaqueta, una pequeña cinta en su cortó cabello, labios color rosa y se dirigió hacia su chófer, este la saludo de manera más amable y la llevó directamente al lugar de trabajo.
Llegó y encontró con que su grupo de trabajo al mando ya había comenzado labores y la mujer estirada que la recogió gritaba a todos como si fuera una versión femenina de Hitler.Maite no estaba de humor para que le tocasen las pelotas de esa manera y mucho menos con su trabajo.— Llegas tarde —— ¿Que te creer para llegar 5 minutos tarde? —La mujer era una arpía en todo el sentido de la palabra.Maite se acercó y le tendió la mano algo que está ignoró despectivamente y le pidió que no la tocará.May se acercó un poco más y le explicó de forma amable que ella era la jefa en el momento, que no se atribuyera tantas conductas estúpidas con sus trabajadores a lo que la mujer sonrió y tomando el celular, llamó al gran jefe.
Este la escucho berrear e intentaba calmarla por el altavoz.
— ¿Cómo puedes poner a una irresponsable en este cargo?, osito no lo tolero y además es colombiana, sabes la fama que se cargan, esa negra no estará en el mismo lugar que yo, no compartiré mi aire con aquella ¡Amorcito es que es bastante corriente, enana y está gorda! — dijo la mujer de manera despectiva mientras la reparaba con la mirada de arriba a abajo.Maite solo escucho la palabra negra y su ira se encendió, no le molestaba que se lo dijeran, estaba orgullosa de su piel y también de sus orígenes latinos, sino que la forma tan despectiva que la mujer lo hacía le llenaba de irá, no podía permitir que la discriminasen de esa manera.
No espero a que colgará la llamada y tomando uno de los floreros que aún contaban con. Agua de las flores que se habían olvidado cambiar hasta el día de hoy. Vertió el contenido encima de la mujer, a lo que está pego un grito en el cielo, Maite sonrió de manera jocosa y estridente.
— ¡Jamás me llames negra de esa forma! — siseo.
— ¡No sabes con quién te has metido, animal, en este instante pediré que te saquen como un perro! — dijo Danika.
— ¡NO HACE FALTA, PORQUE RENUNCIÓ! — Grito May, estaba hasta los huevos de la gente abusiva y no permitiría un maltrató más.
Así que tomó su bolso y se marchó, dejando a la mujer llorando de manera dramática, algunos trabajadores sonrieron, otros todavía no salían del asombro.El chófer la felicitó y la llevó directo al hotel.Tomó su maleta que aún no había deshecho y se marchó, desde ese momento había decidido que estás serían sus vacaciones.— ¡Primera parada, las Highlands! —
— ¿Y tú porque tienes esa sonrisa? Pareces recién follado — dijo Thomas Kurt.Killiom Mcklain no dijo más y ensanchó su sonrisa, dirigiéndose a su oficina.Esa mañana decidió saludar a su secretaria, la cual quedó bastante sorprendida y extrañada, su fiel amigo le seguía con curiosidad, no se quedaría contento hasta saber toda la historia, su amigo nunca sonreía tan temprano en la mañana.— Mcklain, que ha pasado anoche, te veo muy feliz, cuéntame a quien te has follado — dijo Thomas mientras se sentaba y le miraba con curiosidad.- Anoche me di el polvo de la vida, un pequeño diablito me ha puesto de buen humor- respondió Killiom mientras se sentaba en la silla principal de su oficina.Recordar lo ocurrido le subía más el ánimo, algo que su amigo agradeció, ya le bastaba con el malgenio eterno, ya se había resignado, pero esa mañana una luz de esperanza llegó a su vida, descubrió que su amigo no era de roca sólida, tenía sonrisa y humor, esto era algo nuevo, pero le gustaba.Kill no
Maite no se percató del hombre que había tenido en frente minutos antes, cuándo se enojaba solo veía humo a su alrededor, no entendía como una mujer podía ser tan descuidada, era totalmente inaudito y eso la ponía de muy mal humor.Necesitaba calmar su irá, así que decidió almorzar algo en el primer restaurante que vio, se sentó en el primer puesto vacío que tuvo en frente y pidió la carta, el día no había comenzado bien, pero la comida y un buen postre lo solucionaría, miró cada menú y se decidió por pedir una ternera en salsa de ciruelas que sonaba apetitoso, así que eligió y espero a que su orden llegará.La ternera estaba asada a la perfección, estaba fascinada con lo que estaba en su plató.En una mesa más Adelante...Kill no había podido quitarle la mirada a la mujer de sus deseos, era tan interesante y le tenía en una conste excitación, primero por su rabieta tan espectacular y ahora por la forma en que disfrutaba de la comida, se notaba el placer en su rostro y eso le fascinab
La semana transcurrió y decidió que ya era justo y necesario volver a su país de residencia, ya su billetera no soportaría más.Arreglo sus maletas y tomó el primer vuelo a España.El viaje fue tranquilo y entretenido, gracias a una hermosa anciana que le relato algunas leyendas medievales y justo hablo de esos Highlanders buenones que le encantaban y se acordó de él, el mal padre, ¿Habría sido tan delicioso cabalgarlo nuevamente?, sonrió tristemente y siguió escuchando la historia de la anciana. — ¡Sabes, niña, en tu destino está ese hombre que te tiene pensando! — dijo la anciana mirándola a los ojos.Maite se asustó por lo que dijo, pero lo disimuló lo mejor que pudo, con una afable sonrisa. Sería una simple coincidencia solamente.En el aeropuerto la esperaban su prima y su mejor amiga, la abrazaron y gritaron al unísono. Es que las mujeres ya venían prendidas, se venían tomando el famoso tequilita que tanto adoraba Yayis, las reprendió por lo temprano que era para tomar y se sir
La entrada del primer cliente hizo que Maite sonriera, estaba totalmente dichosa, miró al hombre que están frente a ella, uno grande y sumamente atractivo se paraba de frente y la miraba con soberbia, creyéndose rey y señor del lugar, tenía una sonrisa cínica y una seguridad que hacia todo más pequeño tan solo con su presencia.— ¿En que lo puedo ayudar? — Dijo ella, colocándose uno de sus rizos detrás de su oreja.— ¡Podría ayudarme muchísimo desocupando MI PROPIEDAD! — dijo él de manera altanera.- Mi nombre es Malcom Lancaster, un placer conocerla, señorita Maite león - se presentó haciendo gala de toda la superioridad que mostraba.— ¡No creó decir lo mismo, para mí no es un placer conocerlo!, Para quede claro, este lugar lo compré hace poco, así que la única propietaria soy YO — puntualizó ella, haciendo que el hombre riera divertido.Nadie en su vida osaba contestarle o enfrentarlo y allí estaba la pequeña mujer, haciendo gala de ese genio latino que también conocía gracia
El día pintaba bien, frío ya casi apuntando a la primavera, estaba feliz de comenzar un día más con la tienda llena, su ropa era un éxito, suspiró al ver a unas chicas jóvenes medirse diferentes faldas, recordó cuando tenía esa edad y se peleaba con coral por alguna prenda que le gustaba a las dos, como era de esperarse su prima ganaba la mayoría de veces, su carta fuerte era la manipulación, era una experta en ello y no tenía ni un ápice de remordimiento al admitirlo.— ¡Buenos días, mi nombre es Camelia! ¿le importaría atenderme un momento? —Maite arrugo el ceño y asintió no muy convencida.— Usted dirá — dijo sin mostrar algo de simpatía, la tal Camelia no le generaba confianza.— como ya sabe, el señor Malcom ha venido por su local, para él, es una espina molesta, pero yo he venido a salvarla, ¿qué le parece vendernos el local?, usted podrá seguir aquí, con lo que sea que venda aquí — dijo la mujer con profunda satisfacción en su rostro.La cara de Maite pasó del asombro a la irá
La ansiedad de Maite se estaba apoderando de su cuerpo, ¿en que estaba pensando cuando aceptó tal propuesta?, para colmó se había mandado mensajes calientes minutos antes con su propio verdugo. Alisó su cabello por décima, parecía una niña pequeña que llevaran a un parque de diversiones, sonrió ante el ultimo pensamiento, ¡claro que sería como estar en un parque muy divertido!El sonido del timbre la hizo volver de sus pensamientos, sabia aún era, su figura detrás de la puerta semi cristalina lo delataba.Se miró al espejo para asegurarse de que se veía bien — ¡qué buena estas Maite! — se dijo así misma para calmar sus nervios.— Buenas noches Maite, ¿como esta? — dijo Kill con ese acto tan característico mientras recorría su cuerpo con la mirada, debía admitir que se veía muy bien, sexy y sus labios rojos lo estaban tentando.— Estoy bien, pasé — respondió ella poniéndose a un lado, dejándole el caminó libré.— ¿Que desea tomar, señor Killiom? —— Lo que usted deseé brindarme — res
Llevaban un mes en la misma situación, entregando sus cuerpos mutuamente y peleando porque ninguno quería ceder en cuanto a la venta del local.No presiono más, sabiendo que Lancaster por arte de magia había desistido de comprar el lugar, ahora el maldito solo estaba dedicado a hacer caer sus ventas con una campaña de desprestigio hacia la moda rápida, algo de lo que él también era participé y uno de los pioneros.En el poco tiempo Maite lograba llevarlo al límite con su carácter y aunque nunca lo admitiera le encantaba su forma de ser, era fuerte, independiente y tan segura de sí misma, que se dijo que esa sería la mujer que quería a su lado.Maite estaba adaptándose a él, le gustaba llevarle la contraria por simple capricho, eso le divertía y a él le irritaba, sonrió al recordar su última pelea esa mañana, la reconciliación había sido colosal.Se arregló y se dirigió a su lugar de trabajo, una mañana serena, sin altibajos.— Hola, ¿qué tal? — dijo un hombre guapo, de sonrisa perfect
Los días pasaron y aunque Maite había decidido no buscarlo, veces pasaba cerca de su casa lentamente, solo con el fin de saber que estaba bien, pero la desilusión fue grande al darse cuenta de que este estaba la mar de feliz con sus hijos y su esposa. Llevaban 2 meses sin hablar, él nunca la llamó, nunca le explicó lo sucedido y para ella fue duró intentar abrir su corazón y ser completamente honesta con alguien y que todo se estrellara en su rostro como un puñetazo, ¿porque era tan difícil si llevaban tan poco?, se sentía devastada, no pasó igual como con Frank, su cancelación de la boda fue lo mejor que le había sucedido, lloro, no lo iba a negar, pero no fue algo con lo que lidio más de 5 días. Esa noche se sentó en el sofá, con una copa de vino tinto del barato, de hecho no tenía ni idea de licores, solo compro lo primero que vio en la estantería, tomó su copa y dando un sorbo recordó como era en su juventud. Siempre trato de agradar, de complacer a todos a su alrededor, de sen