— ¡Me dijiste que la tendrías aquí ya! — Dijo el hombre al teléfono con evidente molestia, habían pasado veinte días en los que habían planeado todo, era algo que no debía salir mal, no iba a pasar, eran muchos meses y dinero invertido.— Lo sé, ya sé que crees que no pasara, mañana será el día en el que podrás tener todo lo que has deseado por tanto tiempo — contesto al otro lado de la bocina.— Mañana será un día bastante bueno para todos, ¿Estas segura de que quieres a tu madre en esto? — pregunto Coral a su prima, Maite estaba clara en que la única manera de sanar todo aquello que había pasado entre ellas era arreglando la situación.— No sé si es buena idea, pero creo que es necesario — dijo con seriedad, sentía bastante nerviosismo de lo que estaba a punto de ocurrir, claro que nunca cambiaría el estar al lado de Kill, él era el hombre para ella y no pensaría en nadie más que él. La conversación queda ahí, pues fue interrumpida por una Yayis bastante animada, era la despedida i
Nunca había sentido tanta molestia al ver a alguien, Frank no era de su agrado y esperaba verlo lejos pronto.— ¿Qué haces aquí? — le pregunto inmediatamente.— He venido por ti Maite, nunca pensé que esto se demoraría tanto tiempo y tendría que venir por ti en una boda que no tiene sentido —le contesto completamente seguro de lo que decía, estaba tan acostumbrado a que ella siempre volvía, que pensó que quizás el tiempo le haría reflexionar.— ¿Perdón? — le pregunto incrédula de lo que estaba pasando, habían dejado de hablar aproximadamente dos años, nunca se llamaron, inclusive le había visto en una revista de jetset con la chica que siempre le había celado, era algo irrisorio ver que podía volver a lo de antes como si nada hubiese pasado.— ¿Qué pasa Maite? — pregunto su madre con una sonrisa maliciosa.La miro molesta, enojada por lo que estaba pasando, sus amigas estaban igual de sorprendidas.— Tía, creo que esto no es correcto esto, piensa bien lo que dices — dijo Coral acercá
— ¡Es momento de un cambió! — se dijo Maite mientras se miraba en el espejo y comenzaba a cortar gran parte de su cabellera. Había comenzado un proceso de transición en la cual dejaría su cabello al natural, libre de químicos e insufribles horas poniéndose la secadora y la plancha. Esa mañana era el momento del gran corté, no quería quedar totalmente calva, como muchas mujeres hacían, decía que su rostro no lo luciría bien, así que solo dejo de ponerse cremas alisadoras por 6 meses y dejar que sus rizos volvieran a nacer, ya cuando vio que tenían un largo digerible para ella, cortó la parte que llevaba el químico.Su melena que llegaba a la cintura se vio reducida en unos rizos muy ondulados que llegaban a tapar solo un poco de sus orejas, era un cambio drástico pero lo necesitaba. Con cada corte de su tijera lloraba, fue bastante triste ver años de tratamientos y sacrificios en el suelo, pero si deseaba ser ella misma, debía cortar con esto; se miró al espejo y no se reconoció al ins
Habían pasado dos días desde la cancelación de su matrimonio, se sentía una mierda, nunca se imaginó terminar con algo que había planeado desde que tenía 7 años. Siempre soñó con casarse con su príncipe azul y ser feliz para toda la vida.Pensar en eso la hundía mucho más y la ponía peor que antes, su madre le había gritado miles de cosas; para la señora Rosalía Suárez de León la cancelación del matrimonio era un acontecimiento totalmente devastador para su reputación, para ella era más importante su posición que los berrinches de su hija mayor que ya no estaba en edad para esas cosas y para colmo dejar a un hombre como Frank no le hacía nada de gracia, por Dios era el hombre más cotizado de la jet set de Barcelona, ¿Qué pensarían sus amigos? Qué vergüenza pasarse este mes por el club, los rumores la harían pedazos.— ¡Maiteee, porque me haces la vida de cuadritos! ¿Quieres arruinarme? — le gritó su madre al acercarse al borde de la cama en la cual Maite se derretía en lágrimas
En la mañana no se sentía tan feliz como la noche anterior, el dolor de cabeza la estaba matando y el teléfono que no paraba de sonar, no le ayudaba en lo más mínimo.Se levantó con un dolor en la espalda que no podía soportar, miró a su amiga que aún babeaba acostada en la mesa de la cocina como si está fuera una cama, se veía tan cómoda que le causó risa intentar despertarla, algo que debía hacer porque el hambre ya estaba haciendo mella en su cuerpo y le sonaban las tripas.La levantó de manera suave, no quería ganarse una patada karateka, no ahora que su cabeza le pesaba más que todo su cuerpo. Yayis se levantó con una mueca en el rostro, esto estaba traducido a un malestar que ni se lo imaginaba. Se miraron y soltaron una risotada no tan fuerte, porque sus cabezas no lo soportarían.Desayunaron como si no hubiera un mañana y tomaron todos los efervescentes posibles para el malestar, organizaron el desorden y se asearon.Ya ahora que eran humanas decentes nuevamente Maite reviso s
— ¿Y tú porque tienes esa sonrisa? Pareces recién follado — dijo Thomas Kurt.Killiom Mcklain no dijo más y ensanchó su sonrisa, dirigiéndose a su oficina.Esa mañana decidió saludar a su secretaria, la cual quedó bastante sorprendida y extrañada, su fiel amigo le seguía con curiosidad, no se quedaría contento hasta saber toda la historia, su amigo nunca sonreía tan temprano en la mañana.— Mcklain, que ha pasado anoche, te veo muy feliz, cuéntame a quien te has follado — dijo Thomas mientras se sentaba y le miraba con curiosidad.- Anoche me di el polvo de la vida, un pequeño diablito me ha puesto de buen humor- respondió Killiom mientras se sentaba en la silla principal de su oficina.Recordar lo ocurrido le subía más el ánimo, algo que su amigo agradeció, ya le bastaba con el malgenio eterno, ya se había resignado, pero esa mañana una luz de esperanza llegó a su vida, descubrió que su amigo no era de roca sólida, tenía sonrisa y humor, esto era algo nuevo, pero le gustaba.Kill no
Maite no se percató del hombre que había tenido en frente minutos antes, cuándo se enojaba solo veía humo a su alrededor, no entendía como una mujer podía ser tan descuidada, era totalmente inaudito y eso la ponía de muy mal humor.Necesitaba calmar su irá, así que decidió almorzar algo en el primer restaurante que vio, se sentó en el primer puesto vacío que tuvo en frente y pidió la carta, el día no había comenzado bien, pero la comida y un buen postre lo solucionaría, miró cada menú y se decidió por pedir una ternera en salsa de ciruelas que sonaba apetitoso, así que eligió y espero a que su orden llegará.La ternera estaba asada a la perfección, estaba fascinada con lo que estaba en su plató.En una mesa más Adelante...Kill no había podido quitarle la mirada a la mujer de sus deseos, era tan interesante y le tenía en una conste excitación, primero por su rabieta tan espectacular y ahora por la forma en que disfrutaba de la comida, se notaba el placer en su rostro y eso le fascinab
La semana transcurrió y decidió que ya era justo y necesario volver a su país de residencia, ya su billetera no soportaría más.Arreglo sus maletas y tomó el primer vuelo a España.El viaje fue tranquilo y entretenido, gracias a una hermosa anciana que le relato algunas leyendas medievales y justo hablo de esos Highlanders buenones que le encantaban y se acordó de él, el mal padre, ¿Habría sido tan delicioso cabalgarlo nuevamente?, sonrió tristemente y siguió escuchando la historia de la anciana. — ¡Sabes, niña, en tu destino está ese hombre que te tiene pensando! — dijo la anciana mirándola a los ojos.Maite se asustó por lo que dijo, pero lo disimuló lo mejor que pudo, con una afable sonrisa. Sería una simple coincidencia solamente.En el aeropuerto la esperaban su prima y su mejor amiga, la abrazaron y gritaron al unísono. Es que las mujeres ya venían prendidas, se venían tomando el famoso tequilita que tanto adoraba Yayis, las reprendió por lo temprano que era para tomar y se sir