El ambiente familiar era algo muy pesado desde que mi padre soltó la noticia de que gracias a la banca rota de la empresa, yo, su hija mayor tenía que contraer nupcias con un completo desconocido para salvar el legado familiar.
Cómo si esa m****a fuera una razón o excusa justa para vender a su primogénita.
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-Ya te dije que no, no insistas en ésta locura. -grité cómo loca histérica mientras subía las escaleras en forma de caracol que me llevaban a mi habitación.
Estúpidas y excéntricas escaleras inservibles, lo que hacían era retrasar mi huida.
-Cariño, estás haciendo un berrinche donde no lo hay. -escuché la voz paciente de mamá mientras subía con toda esa ridícula elegancia las estúpidas escaleras inservibles.
-Están todos enfermos si piensan que me voy a casar con un desconocido para sacarle el culo de los problemas a ustedes. -grité con mucha más fuerza sin importarme el escándalo que estaba causando.
Es imposible que me case con alguien a quien ni conozco, ni amo. Es bizarro y muy ilógico.
-Lo vas hacer, tu deber es apoyar a la familia. -respondió ella de forma relajada.
-No lo voy hacer, ponte a trabajar y apoya a la familia tú, nunca haces nada, solo te quedas aquí y aparentas ser una señora de la alta sociedad y ¡adivina! -llegué al pasillo de las habitaciones y me giré a encararla para soltar sin dolor: -¡No lo eres y nunca lo serás!
La miré con odio y entré a mi habitación dando un portazo, cerrando con seguro la puerta.
Siento que la vida me está demostrando lo difícil que es vivirla.
Desde que cumplí los diez años de edad me pude fijar en la familia donde nací, era una un poco desubicada en tiempo y espacio.
Mi madre biológica siempre le tuvo miedo a Arthur Manchester, mi padre, y nunca se negó a sus deseos.
Ni siquiera se negó a embarazarse por tercera vez aún cuando el médico obstetra le dijo que correría muchos peligros si volvía a embarazarce.
Estuvo tan mal en el embarazo que al nacer mi hermano Alan, ella murió, dejándonos solos con papá.
No puedo decir que mi infancia fue difícil, porque estaría mintiendo, pero si fué difícil poder cumplir los estándares de mi padre.
Un ser completamente machista e insufrible.
Padre siempre me obligó a ser una señorita con modales al punto de ser exagerados, él mismo me decía que estaba puliendo el diamante que vendería al mejor postor, cosa que durante años logré evitar debido a mi rebeldía y locura.
Pero al parecer, nunca murió esa idea de vender a su hija a un hombre adinerado para poder ayudar a la familia.
Supongo que el tema de la banca rota está más serio de lo que pensé, ya que papá envió su última artillería para buscarme.
Amanda Manchester, mi madrastra, que no es nada mala porque se ganó mi respeto y ahora la llamo madre al igual que mis hermanos. Pero es la que ahora se está llevando mi odio al contado.
Amanda es la única que me ha podido persuadir para hacer cosas que no quiero, pero justo ahora, el plan de casarme no me apetece y creo que ella ha visto que aunque me lo pida ella, no logrará mucho.
No podía ver, ni entender la lógica en hacer esto, casarme con un hombre al que no conozco para hacerle la vida imposible no creo que sea un buen plan para papá, bueno, tampoco para mí porque quedaré bien mal parada al momento de independizarme.
Ese es mi verdadero sueño, ser alguien independiente, que pueda estudiar y ganar su propio dinero sin necesidad de depender de una tarjeta de crédito que ni siquiera este a mi nombre.
No quiero nada de esto, no quiero ser una más del montón, no entiendo por qué no logran entenderme. Odio esto, los odio a todos.
Mis deseos y sueños se están yendo por la borda, nunca pensé que mi propia familia me haría ésto.
No logro entender qué hice mal en mi otra vida para estar pasando por todo este desastre ahora.
Mi cabeza no coordina, solo me pide que huya de toda ésta m****a.
No quiero cometer una locura, pero no veo salida de ésto y temo que todo sea una trampa. No estoy preparada para enfrentarme a un esposo que no conozco.
Todo es tan injusto, desearía que todo fuera diferente.
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Mi padre me miraba con severidad y mucha molestia por mi insolencia en este preciso instante. Sin embargo, sus problemas no eran mis necesidades ahora.Mi prioridad es hacerle entender que aunque me obligara, nunca iba a ser esa niña sumisa que siempre había querido.Nunca sería el títere que podía manejar a su antojo. Y aunque me pareciera físicamente a mamá, mi carácter y actitud nunca sería como los de ella.—No estás en posición para opinar, tu deber es obedecer mis ordenes. —mi padre me habló con rudeza mientras me daba una mirada de muerte.—Es mi vida, claro que tengo que opinar. —le reté con la mirada, tentando mi destino.Sé que nunca me pondría una sola mano encima, pero también sabía que podría ser castigada de por vida por la "pésima actitud".Igual ya no importaba nada si me estaba vendiendo como carne de segunda a un hombre que no conocía. Ya el respeto se había perdido.—Déjalo así, igual me vas a vender como carne. —le solté con altanería. —Si mamá estuviera aquí, no
Había llegado a un pequeño lugar, a un pueblo remoto donde pude conseguir un modesto motel donde descansar. No tan lejos pero si lo suficiente de mi infierno.Dormí como no lo había hecho en estos días de tortura y fue solo cuando sentí calor que me desperté con ganas de tomar una ducha refrescante.Cuando salí del baño, me fije en el reloj de la pared cerca de la puerta de la habitación que marcaba las cuatro de la tarde y por las ventanas de cortinas de tela liviana podía reflejarse el sol de la modesta ciudad.Había sido valiente y me alejé por más de diecisiete horas y media de mi hogar, estaba cansada y con el cuerpo adolorido por conducir por todo ese tiempo haciendo muy pocas paradas para comprar provisiones en el camino.Llegue al motel entrada la noche y al entrar a la habitación, me sentí sola y sin ganas de nada, derrotada. Me quité toda la ropa que tenia puesta para entrar al baño con todo los materiales para el cambio de look exprés que me haría y al terminar y ducharme c
Enzo*Enzo Cavalli*—¿Por qué coño la había dejado ir? —Ni yo sé esa respuesta.Ni siquiera contaba con encontrarla en éste lugar.Esta pequeña ciudad era una parada para mí, una dónde haría negocios lucrativos antes de ir a mi verdadero destino.Mi destino...Mi destino tiene unos ojazos increíbles y un cabello de ensueño.Nunca me la hubiera imaginado así, la veía en mi mente como una nena berrinchuda y pija.No se me pasó por la mente que mi destino venía con un cuerpazo para morirse feliz y una voz dulce.¡Maldita sea! La dejé ir como un idiota.¡Claro que era ella!La única diferencia era que en la foto que tengo en mi poder, ella sale con el cabello de color claro y a mí parecer, con lo que vi hoy, esa foto fue tomada hace tiempo.Pero sobre todo, lo que no me hizo ubicarme en el momento fue que no se me informo que mi "prometida" había huido de su hogar. Tampoco haría tal cosa de llamar a su familia para decirle dónde estaba, no era de mi incumbencia las decisiones de la no t
OliviaSon las tres de la tarde, me dormí solo en ropa interior y con el envase de sopa al lado, ni me fijé cuando me dormí, estaba tan cansada.Me levanté de la cama, me estiré con mucha pereza y llevé lo que tenía en la mano a la basura.Entré en la ducha, me despojé de la ropa interior y me metí bajo la lluvia artificial. Una ducha con agua fría no arreglaría mis problemas, pero al menos me relajaría.Me duché, lavé mi cabello con los productos que compré y al salir me envolví en un albornoz y cubrí mi cabello con una toalla para que escurriera el agua.Sinceramente, no sé qué hacer en estos momentos. Tengo que hacer entender a mi cabeza que estoy escapando y no de vacaciones.Me senté en la cama y tomé el celular que tenía cargando y comencé a revisar todas las noticias del día para ver si habían puesto algo sobre mi desaparición, pero dudo mucho que coloquen algo si no quieren que mi futuro esposo note mi ausencia.Aunque se suponía que nos veríamos hace unos dos días por primera
OliviaLlevo dos jodidos días encerrada, con temor de salir de la habitación de hotel y sobreviviendo con comida basura que ofrece el lugar.No sé qué hacer, si seguir huyendo o entregarme a los deseos de la familia.Al final de todo, entendí que mi mejor opción era casarme con ese hombre y salir de esa horrible familia que quiere hacer mi papá.Deseo empezar a vivir y hacer un trato con mi futuro esposo para que me deje brillar y así poder llevarme a mis hermanos una vez que esté establecida.Lo que más quiero es ser feliz y libre, pero ya veo que la felicidad no es algo que me pueda permitir si quiero conseguir mi libertad. Ojalá las cosas fueran diferentes.Pero ya no hay tiempo de lamentaciones, lo que me queda es esperar ser encontrada por mi padre y sus hombres y yo resignarme y confiar en que podré salir de esto con ayuda de mi futuro esposo.__________________EnzoEstoy seguro de que la encontraré, así sea lo último que haga. Necesito que me explique por qué está huyendo.Mi
EnzoHice el registro lo más rápido que el recepcionista me permitió y me dejó ingresar al estacionamiento, justo donde estaban las habitaciones. Manejé a una velocidad ridícula, ya que iba muy rápido en un lugar con una sola entrada.Mi corazón se detuvo y al segundo comenzó a latir más fuerte en el momento que vi el Toyota. Sonreí como un tonto. Pero mi corazón latió más al momento de verla a ella en la puerta de enfrente de la camioneta buscando algo en su bolsa.Por un momento alzó la vista y frunció el entrecejo al ver el auto y, aunque estuviéramos alejados, pude apreciar esos ojos preciosos que tiene y ese cabello negro moviéndose con el viento.¡Ella es una jodida Diosa!Seguí el camino y ni siquiera estacioné bien el auto, simplemente abrí la puerta y me bajé.Ella me estaba dando la espalda y pude apreciar que se puso tensa por la manera en la que paré el auto. Me disculparía por eso, pero realmente no estaba en mis cinco sentidos ahora.Ella se apresuró a sacar la llave y t
But bad boys bring heaven to you.OliviaMi respiración seguía entrecortada y mi cara hundida en la almohada tratando de recuperarme.Nunca me lo habían hecho así, ningún hombre me había sometido como lo había hecho Enzo, aún sentía los estragos en mi piel por los orgasmos que me dio este hombre.Él se había recostado a mi lado también, respirando entrecortado, tratando de recuperar energías, mientras tapaba su rostro con el brazo tatuado.Enzo era la personificación de lo que debes evitar en un hombre, pero también tenía todo lo que podía atraer a una mujer. Y yo lamentablemente no sería la excepción.Aún me asustaba la forma en que me encontró, pero si fuera querido hacerme daño, no estuviera aquí bien follada y tratando de recuperar el aire.Me levanté con dificultad de la cama, me dolían las rodillas y mis nalgas escocían por las palmadas que me dio y el roce con su pelvis. Me sentía mareada, y posiblemente no estaba dando una buena imagen con el cabello alborotado y la cara de re
OliviaÉl seguía frente a mí, esperando mi respuesta a su propuesta.Sinceramente, no estaba ni siquiera dispuesta a pensar en los pro y contras. Solo lo tomaría confiando mis esperanzas en este hombre.—Vamos, nena, háblame —pidió aún con sus ojos fijos en los míos.Me permití dudar un poco, solo para escuchar de nuevo y creerme que me ayudaría a salir del calvario que representaba ser una Manchester.—Quiero que te sinceres conmigo y me digas por qué no me entregaste a mi padre.El suspiro y, sin esperarlo, tiro del cobertor, dejándome desnuda nuevamente ante él, se agachó a mi altura y de sorpresa me tomó de las caderas haciendo que rodeara las suyas con mis piernas.Sus grandes y rudas manos apretaron un poco mis glúteos cuando se movió a la cama de nuevo, sentándose en ella y dejándome encima de él de nuevo.—Lo que te dije hace unos minutos es la verdad, cuando te vi quedé hechizado, nena, mi mente automáticamente te reconoció por la foto que me dieron de ti, pero en la discotec