But bad boys bring heaven to you.OliviaMi respiración seguía entrecortada y mi cara hundida en la almohada tratando de recuperarme.Nunca me lo habían hecho así, ningún hombre me había sometido como lo había hecho Enzo, aún sentía los estragos en mi piel por los orgasmos que me dio este hombre.Él se había recostado a mi lado también, respirando entrecortado, tratando de recuperar energías, mientras tapaba su rostro con el brazo tatuado.Enzo era la personificación de lo que debes evitar en un hombre, pero también tenía todo lo que podía atraer a una mujer. Y yo lamentablemente no sería la excepción.Aún me asustaba la forma en que me encontró, pero si fuera querido hacerme daño, no estuviera aquí bien follada y tratando de recuperar el aire.Me levanté con dificultad de la cama, me dolían las rodillas y mis nalgas escocían por las palmadas que me dio y el roce con su pelvis. Me sentía mareada, y posiblemente no estaba dando una buena imagen con el cabello alborotado y la cara de re
OliviaÉl seguía frente a mí, esperando mi respuesta a su propuesta.Sinceramente, no estaba ni siquiera dispuesta a pensar en los pro y contras. Solo lo tomaría confiando mis esperanzas en este hombre.—Vamos, nena, háblame —pidió aún con sus ojos fijos en los míos.Me permití dudar un poco, solo para escuchar de nuevo y creerme que me ayudaría a salir del calvario que representaba ser una Manchester.—Quiero que te sinceres conmigo y me digas por qué no me entregaste a mi padre.El suspiro y, sin esperarlo, tiro del cobertor, dejándome desnuda nuevamente ante él, se agachó a mi altura y de sorpresa me tomó de las caderas haciendo que rodeara las suyas con mis piernas.Sus grandes y rudas manos apretaron un poco mis glúteos cuando se movió a la cama de nuevo, sentándose en ella y dejándome encima de él de nuevo.—Lo que te dije hace unos minutos es la verdad, cuando te vi quedé hechizado, nena, mi mente automáticamente te reconoció por la foto que me dieron de ti, pero en la discotec
OliviaMi cuerpo estaba pesado y adolorido la mañana siguiente. Enzo nos mantuvo muy ocupados durante la noche y la madrugada.Me sentía adolorida pero inexplicablemente feliz. Podría en este momento enfrentarme a mis padres y no me dolería como antes. Mi cabeza estaba en movimiento planeando el regreso de mi escape si es que ya no están cerca de encontrarme.Quiero disfrutar en soledad con Enzo, pero no es inteligente de nuestra parte alargar la espera del matrimonio. Él necesitaba presentarme ante el abogado de su familia para hacer oficial la unión nupcial.Y yo necesitaba alejarme de mi casa y de mis padres. Sé que a mis hermanos les irá bien, porque por suerte de los Dioses Estrella ellos nacieron varones.Mi padre se iba a arrepentir cuando me vea con el poder que él me negó y que Enzo aseguró que iba a darme porque no teme que su mujer sea tan poderosa y exitosa como él. Él quiere una guerrera a su lado, no una mujer trofeo, y él obtendrá lo que me pida que sea. Si es para gana
EnzoTeníamos menos de cuarenta y ocho horas para salir de aquí. El trabajo más fuerte lo tendrá Olivia, y no lo podía negar, pero no la dejaré sola.Me encontraba en una cafetería no tan lejos del motel, estaba pidiendo el desayuno de los dos y aprovecharía hacer varias llamadas y así coordinar lo de mañana en la feria.Mientras esperaba mi pedido, saqué mi celular del bolsillo de mi jean. Había tenido suerte de meter un bolso con ropa en el carro.Al primero que le marqué fue a Marcello para que me diera reporte de cómo estaban mis negocios en mi ausencia.—Hola, jefecito —Marcello respondió al segundo tono.—¿Qué tal van las cosas en mi ausencia? —le pregunté directo, porque si no no habría fuerza mayor que me permitiera salirme de sus interrogatorios estúpidos.—Todo va sobre la marcha, la empresa sigue laborando sin detenerse, sin embargo, hemos tenido unos problemillas con los cargamentos que enviamos hace una semana.—¿Qué pasó? — Me agarré el puente de la nariz con los dedos í
OliviaTodo estaba listo, mis cosas estaban en mi maletín que iba en la camioneta y yo estaba terminando de prepararme.Para esta ocasión compré un vestido con una falda abierta y holgada, ideal para la temática del evento. La parte de arriba solo cubría el área de mis pechos en un lindo top que se amarraba en el medio, las mangas anchas con muchos volantes y el estampado de la tela mostraba hermosas flores blancas sobre la tela del mismo color. La falda era otro espectáculo que ver, corta en el frente izquierdo y suelta en el resto, la combiné con unas botas de plataforma a la altura de las rodillas y un cinturón dorado que tenía detalles en cristal decorándolo.Me sentía una Diosa, y Enzo me lo repetía cada vez que entraba y se aseguraba de que estuviera terminando con mi transformación.Iba acorde al tema de la feria, feria que pensé que era algo sencillo y terminó siendo un festival de música electrónica.Enzo me aseguró que todo estaba en orden, que solo tenía que ir al lugar y d
Llegamos en un tiempo récord a la mansión Manchester y mi corazón se achicó en mi pecho al pensar que volvería a estar presa en esta jaula de oro.Con ayuda de las chicas salí de la camioneta y me encaminaron a la entrada principal de la casa.Ya en la puerta se encontraba mi padre esperándonos, eran las tres de la madrugada y estaba completamente segura de que estaba más que molesto.Su cara solo demostraba enojo hasta que me vio la mejilla amoratada, y luego le vio la cara arañada de Norman.—Señor, aquí la tiene, sana y salva —le dijo el imbécil y yo solo me reí en su cara.—Hijo de puta —le dije con burla.Mi padre se acercó a mí y me enfrentó, levantó la mano y me remató el golpe que me había dado el asqueroso de Norman.Este se dolió aún más, pero más por la impresión que por el golpe. Mi padre no me había puesto una mano encima nunca, pero justo hoy lo hacía.—Aparte de mal padre, también eres maltratador —me reí en su cara y me acerqué más a su rostro y con enojo le dije. —Men
EnzoEstá hecha una fiera, y no sabía la razón, solo sé que la mujer dulce que vi por última vez no estaba aquí. Se encontraba molesta y disgustada, tanto que ni siquiera me miró, solo soltó su veneno a todo el mundo. Me sentía orgulloso de ella, pero quería saber por qué estaba teniendo esta dura actitud.Alexa solo me informó cuando la dejó sola en el baño del local que habíamos fijado como punto de entrega. Ella me dijo que temía por la seguridad de Olivia porque había un hombre que la había mirado con ganas de herirla.Casualmente, la descripción que me dio y la foto que le tomó coincidían con el hombre a quien mi mujer humilló.Estaba ansioso y quería quedarme solo con ella para que me explicara.Su padre comenzó a decir tonterías para variar, tratando de venderme algo que ya era mío. La trataba como un objeto y ella solo tenía una mueca desagradable que intentaba disimular cuando hablaba con sus hermanos, pero solo con ellos porque ignoraba el resto.Su padre me hizo una pregunt
OliviaEstaba tan enojada y tan humillada que no pensaba con claridad, solo llegué a mi habitación y cerré la puerta con pestillo, estaba completamente segura de que Amanda vendría a joderme la existencia.No quería ver a nadie, solo quería irme de aquí y estar sola con Enzo, aunque eso significará un gran problema, porque vería el moretón en mi rostro.Tomé una maleta y empaqué un poco de todo y terminé de sacar mis ahorros de mi caja fuerte, ya no valía la pena dejarlos aquí y me podrían servir de mucho ahora que me iría con Enzo.Ya cuando tenía mi maleta lista, tomé un abrigo de gabardina y me lo puse para el frío de afuera.Cuando me disponía a salir, tocaron la puerta con suavidad; sabía de quién se trataba.—No estoy de humor, mamá —hablé con desgano.—Solo quiero despedirme —sonó afligida al otro lado de la puerta.Me sentí tan mal por ella que abrí la puerta y la dejé entrar. Cuando la miré a la cara, tenía las mejillas húmedas y el rímel un poco corrido por llorar.—No llore