Capítulo 727
—Dicen que es porque la señora Fernández ya no lo quiere.

Sylvia temblaba de ira en la puerta de la cocina.

Antes, habría entrado y abofeteado a cada una, para luego despedirlas, pero ahora no se atrevía. Temía que Luis pensara que maltrataba al personal y se enfadara con ella.

Sus uñas se clavaron en la carne, hasta sangrar.

Después de un rato, con gran esfuerzo, se alejó rápidamente en su silla de ruedas.

Las sirvientas notaron su presencia y se asustaron un poco, pero una de ellas dijo:

—¿Y qué? Tiene la pierna rota, no puede hacernos nada. Si nos trata mal, podemos fingir que no la oímos cuando necesite ir al baño, y la dejaremos hacerse pipí encima.

La otra se rio a carcajadas.

Las dos sirvientas, mayores, se divertían a costa de Sylvia…

Sylvia regresó a la sala, llena de frustración y con ganas de llorar. Quería gritar y desquitarse, pero se contuvo. No quería que Luis la viera perder los estribos. Quería mostrarle su mejor lado, que él viera que era digna de ser su esposa.

Inc
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo