Capítulo 862
Dulcinea esbozó una sonrisa, pero era una sonrisa distante, casi resignada.

—Tienes razón. Nadie está obligado a esperar a nadie, Luis —dijo con suavidad—. No estoy molesta, ni celosa... Debería felicitarte. Tu novia es joven y muy hermosa.

Bajo la luz, el rostro de Luis permanecía inexpresivo: —Gracias.

La tensión entre ellos era palpable, y parecía que la conversación no terminaría en buenos términos. Dulcinea se dio cuenta de que su presencia ya no era apropiada; aunque esa casa alguna vez fue su hogar, ahora que Luis tenía una nueva pareja, ella sentía que estaba de más.

Luis no hizo nada por detenerla.

En el salón, Alegría estaba sentada en su pequeño escritorio, con los ojos llenos de lágrimas mientras intentaba seguir con su tarea.

Dulcinea se acercó, y Alegría se levantó de inmediato, aferrándose a la orilla de su falda, con la voz llena de tristeza y un toque de mimo:

—Soy tonta.

Quería tanto a su mamá, deseaba que viniera a verla más a menudo,

pero en su mente infantil temía
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo