Capítulo 438
Eso siempre le había importado.

¿Qué hombre no desea poseer? Y más aún alguien como Mario.

Ana observó cómo se alejaba, bajando los párpados lentamente…

Tenía muchas cosas en mente.

De lo contrario, esa noche habría podido conquistar a Mario, quien, después de años de soledad, no podía resistirse a un flirteo; sin embargo, debido a su estado, no estaba de ánimo.

Aún pensaba en lo que Alberto había dicho sobre si su hermano realmente se había casado con Dulcinea. Todos esos pensamientos se acumulaban, pesando en su corazón.

Ana había estado esperando a Mario, pero en lugar de él, una sirvienta corrió hacia ella con voz apresurada:

—Señora, la señorita Emma está teniendo un ataque, está hablando en sueños.

—¿Cuándo ocurrió esto? —preguntó Ana mientras se apresuraba hacia la villa.

Caminaba rápido, con la sirvienta siguiéndola de cerca, quien explicó:

—Estaba jugando bien esta tarde, pero se puso un poco temperamental antes de dormir, y el señor tardó en calmarla.

Ana se estremeció por
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo