Capítulo 382
—Estacionó su coche en el centro comercial.

Marina tenía la intención de comprar un reloj para Diego.

Para no ser reconocida, llevaba sombrero y mascarilla.

Fernando salió del auto, abrió la puerta y ambos entraron directo al centro comercial.

Ese día, no había mucha gente.

Al entrar, se dirigieron de inmediato a la sección de relojes.

Mientras Marina escogía uno, escuchó una conversación proveniente de un stand cercano, donde unos clientes también miraban entretenidos relojes.

—¿Qué te parece este reloj? —preguntó Nerea.

—Mamá, como siempre, tienes un gusto excelente. A Luna le va a encantar —respondió Esther, sonriendo.

A veces, Esther no podía evitar pensar lo afortunada que era Luna: siempre la habían tratado como una princesa, y después de más de veinte años de casada, su familia seguía amándola.

Lo único que le había jugado en su contra era que su hija había desaparecido.

—Envuelva este reloj, por favor —dijo Nerea. Había venido de Aqualis a Estelaria y aprovechó el momento para
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo