Theo.La vi zambullirse en el agua de la alberca mientras cuidaba que los flotadores de Sammy estuvieran perfectamente inflados cuando la dejé entrar cuidando que no se fuera a caer. Blanca salió a flote y me perdí en esa imagen, mi mente dejó de funcionar y en mi pecho todo se aceleró hasta distorsionarse de tal forma que no pude saber si era demasiado rápido para pasar desapercibido o muy lento para no sentirlo. Su cuerpo era mi perdición. Jamás me cansaba de observarlo y como no, si para mí Blanca era la perfección definida en una persona. Su traje de baño le quedaba tan bien que hasta respirar se me olvidó al verla sonreírme. __ Juro que si te casabas con alguien más, te hubiera hecho serle infiel. - le dije y ella abrió la boca para refutar, pero solo le guiñé un ojo que la hizo desistir.__ Me lo han dicho dos personas ya. - mencionó y mi sonrisa se borró. - Una es mi jefe y la otra un arquitecto muy reconocido.__ Pues son hombres muy sabios, aunque no deberían haberle dic
Theo. Las veces en los días anteriores que la vi sonriendo y preparando la habitación de la bebé, su ropa junto a todas las cosas en las compras, no me imaginé que sería de las últimas. Me negaba a creerlo, pero no podía hacer nada más que permanecer frente al féretro donde mi hermana se encontraba. Era como una pesadilla de la cual quería huir, no volver a saber de ella, ni sentir como una inmensa soledad me envolvió. Toda su vida Samantha fue la que me apoyó en todo, incluso con mis errores. La única que no me había abandonado, pero hace dos días, apenas cuarenta minutos después de salir de mi casa, me llamaron para darme la terrible noticia. Se había accidentado, estando embarazada. Lo único que pidieron hacer fue salvar a la bebé, pero mi hermana también se me había ido. No tenía a nadie más que a una bebé de dos días de nacida y una casa vacía, sin nadie más que yo. __ Lamento molestar, señor O'kelly. - me dijo Blanca, mi secretaria con la tristeza mezclada en sus ojos. -
Theo.-- ¿Porqué consideran que no soy apto para cuidarla? - fue la pregunta que hice al estar frente a la mujer de lentes que me atendió. - Es mi sobrina, nadie más que yo podría cuidarla.__ Podría ser, señor O'kelly, pero como sabrá no nos dejamos llevar por un "quizá" jamás. De nosotros depende el bienestar de niños que nos necesitan y usted no cuenta con las directrices que requiere un padre que puede cuidar de ella. - contestó como si nada, acomodó sus lentes para tomar una de las revistas que hojeó. - Revisando su información dimos con varios reportajes y entrevistas que usted mismo dió, donde...lo cito "no soy bueno con los niños, no estoy preparado aún para ellos" - leyó la estúpida entrevista que di cuando me preguntaron sobre tener pareja e hijos. __ Pero siga leyendo. No fue lo único que declaré. - la insté. Volvió sus ojos a la revista y continuó.__ " El único bebé que espero por ahora es el de mi hermana. Puedo ser un buen tío, no un padre preparado para afrontar tal
Blanca. __ Señor, creo que le di algún medicamento vencido. - me disculpé mirando el frasco al que le busqué la fecha de caducidad, no la encontraba por más que lo giré en mis manos, las cuales ya de por si tenían un temblor difícil de no sentir. - Eh... tiene... por aquí. De todas formas, para estos casos es menor que se cause el vómito, para evitar...__ Blanca. - me lo arrebató de las manos. - No estoy alucinando. __ Entonces, quien está alucinando soy yo. - me moví por un vaso con agua, el cual sabía dónde estaba. Vertí agua en este, lo moví para asegurarme no tuviera nada que me hiciera imaginar otra tontería para darle un trago.__ Usted tampoco está alucinando. - dijo mi jefe detrás de mí. - En verdad le acabo de pedir que se case conmigo. Repitió lo que antes me había tomado por sorpresa. De verdad lo había dicho, no fue solo algo sacado de mi cabeza, lo dijo una vez más.__ Siéntese. __ Aquí estoy bien, gracias. - decliné. Este disconforme se apoyó en su escritorio. antes
Blanca. __ Por eso dijo que prefirieron mantenerlo en privado. - dedujo algo que no comprendí. La mujer me observó detalladamente antes de apuntar algo en una hoja. - Bien, señorita...__ Blanca Smith. - me presenté. - Pase a la oficina y déjeme servirle un café Entró, me disculpé para ir por su café, soltando un suspiro lleno de todo menos emociones positivas. Con un temblor en la mano izquierda tuve que hacer uso de mi autocontrol para no dejar ver lo nerviosa que estaba. Todo parecía irreal, pero yo misma había sido quien se metió en esa situación por no guardar mi bocota. Puse mi mejor sonrisa para entregarle su café, me senté en la silla de mi jefe descubriendo porqué le gustaba tanto. En verdad era cómoda. __ Y dígame Blanca, ¿cuanto tiempo tienen de ser pareja? - tomó un sorbo d esu taza adulando su sabor. __ Dieciocho meses. - me di un golpe mental al recordar que nueve meses antes había un escándalo sobre haberlo visto con alguien que se dijo era su pareja definitiva. -
Theo. __ No quiero que deje a la bebé para irse de fiesta. - señaló entregando la nota. __ Eso ya lo había decidido.__ No me interrumpa. - me silenció. - No tendrá parejas en el tiempo que este matrimonio dure. Ni amigas de una noche, ni fines de semana, mucho menos de media hora.__ ¿Pides fidelidad? Hubiese sido mejor que me pidiera dinero. - farfullé y me aniquiló con los ojos. __ No quiero tu dinero. Quiero tu respeto por ser tú esposa. No quiero ayudarte y recibir devuelta una burla. En el momento que eso llegue a pasar te olvidas de nuestro acuerdo. No voy a participar más, porque no soporto la infidelidad. - dejo claro. No quería que la viera como alguien de poca seriedad y por ello no me bajó la mirada en ningún momento. Me gustaba que no dejara que nadie la intimide. eso era lo que quería ver en alguien. __ Me haré cargo de la bebé tanto como tú. Esto es de lo dos y no quiero que pienses que contratar una niñera, seremos los padres de esa niña, aún cuando nos divorciemos
Blanca.__ Bien, creo que con estos papeles tenemos una base sustentable de su compromiso.- dijo la cuidadora de servicios infantiles. - Si todo sigue como hasta ahora, se seguro no le encontrarán problema a darles la custodia de la niña. __ Es bueno saberlo. - concordó mi jefe. __ Dijeron que pronto viajarían a visitar a su familia ¿no es así? - asentí ligeramente. - Bueno, aunque esto no es muy común, quiero tener datos concretos de sus familiares. Saber si tienen antecedentes penales y todo lo relacionado a su buen comportamiento, que de ser como usted, de seguro no hay problemas. __ Claro que no. Ellos son maravillosos. Cuando les conté de mi compromiso estuvieron felices por mí. - mentí. Tenía una semana de comprometida y nadie lo sabía, pero no podía reconocerlo. No frente a Margarita, la cuidadora. - Por cierto, traigo la invitación de la boda para usted. Será algo muy privado, pero pudimos aumentar diez invitados más a la recepción.¡Dios, me iría al infierno de tanto menti
Theo.Sus uñas se enterraron en mi brazo, la pared le evitó la huida, pero aún la veía con esa intención. Como un corderito bonito que quería salir corriendo de su cazador.La tenía tan cerca y se sintió tan bien que tuve que hacer uso de toda mi fuerza de voluntad para no acercarme más. Sus labios delgados con un tono suave que no era más que el de su piel, no llevaba maquillaje como las mujeres con las que solía estar, ella era más sencilla, más natural, más hermosa.Sus pestañas se batieron con regocijo, dándome una vista maravillosa de lo que tanto deseaba. Acercarme más y descubrir cosas que ahora llenaban de curiosidad. Recobré la postura de nuevo. Aclaré mi garganta.__ No debe ponerse nerviosa, Blanca. - dije seguro, aunque estaba quemando mis huesos la sensación tan placentera de sus uñas en mi brazo. - ¿Que hará si me acerco de esta manera frente a quienes veran nuestro matrimonio? ¿Saldrá corriendo? __ No. Pero debo prepararme mentalmente para hacer eso. - repuso evitando