TheoMis ojos se abrieron de golpe al sentir como la pequeña de año y medio se lanzó a mi rostro con sus, ya conocidos, besos mañaneros. Sentada en mi pecho y con las carcajadas por saber que me agarró desprevenido, la aparto al querer quitarmela de encima. Sus palabras difíciles de entender terminaron por hacerme reír, sus gritos porque la suelte iniciaron.__ Arriba los dos. - dijo Blanca al vernos lanzarnos los cojines. - Se nos hace tarde. Así que Theo a la ducha y Sammy vamos a darte un baño. Se bajó rápido de la cama, solo en pañal salió corriendo por el piso, en un tambaleo de mantener sus piernas moviéndose por todos lados, corrió al saber que iban a bañarla. Blanca no dudó en ir por ella, ya que era algo de todos los días. Sus gritos con ese "Papi" me hicieron reír porque supe que la habían atrapado. Eso se convirtió en cosa de todos los días, cada vez que le tocaba baño salía corriendo esperando que Blanca o yo la siguiéramos hasta alcanzarla.Esa habia sido mi vida des
Blanca. __ ¿Tengo que verlo como un escape necesario? - lo seguí hasta el muelle, donde este nos subió hasta un yate, me cargó enmedio de las risas encendiendo el motor para movernos del lugar. - Te recuerdo que tenemos dos hijos que duermen en la cabaña de Billy y su novia. __ Exacto, duermen y ellos fueron quienes pidieron turno está noche. Solo observé cómo la orilla estuvo cada vez más lejana. Una isla que Theo con sus conexiones logró tener acceso. Muy agradable, más para un descanso como el que buscábamos después de tanto trabajo.Nos dimos una vacaciones junto a mis hermanos y sus parejas, los cuales después de la fogata quisieron quedarse con los niños. Dylan según para ensayar un poco cuando los suyos llegaran, Billy solo porque le gusta convivir con sus sobrinos, por ello supe que estarían en buenas manos. __ Una noche bajo la luna llena no le cae mal a nadie. - susurró Theo en mi oreja cuando salimos a ver el cielo estrellado que teníamos sobre nosotros. La gran luna s
Theo.La vi zambullirse en el agua de la alberca mientras cuidaba que los flotadores de Sammy estuvieran perfectamente inflados cuando la dejé entrar cuidando que no se fuera a caer. Blanca salió a flote y me perdí en esa imagen, mi mente dejó de funcionar y en mi pecho todo se aceleró hasta distorsionarse de tal forma que no pude saber si era demasiado rápido para pasar desapercibido o muy lento para no sentirlo. Su cuerpo era mi perdición. Jamás me cansaba de observarlo y como no, si para mí Blanca era la perfección definida en una persona. Su traje de baño le quedaba tan bien que hasta respirar se me olvidó al verla sonreírme. __ Juro que si te casabas con alguien más, te hubiera hecho serle infiel. - le dije y ella abrió la boca para refutar, pero solo le guiñé un ojo que la hizo desistir.__ Me lo han dicho dos personas ya. - mencionó y mi sonrisa se borró. - Una es mi jefe y la otra un arquitecto muy reconocido.__ Pues son hombres muy sabios, aunque no deberían haberle dic
Theo. Las veces en los días anteriores que la vi sonriendo y preparando la habitación de la bebé, su ropa junto a todas las cosas en las compras, no me imaginé que sería de las últimas. Me negaba a creerlo, pero no podía hacer nada más que permanecer frente al féretro donde mi hermana se encontraba. Era como una pesadilla de la cual quería huir, no volver a saber de ella, ni sentir como una inmensa soledad me envolvió. Toda su vida Samantha fue la que me apoyó en todo, incluso con mis errores. La única que no me había abandonado, pero hace dos días, apenas cuarenta minutos después de salir de mi casa, me llamaron para darme la terrible noticia. Se había accidentado, estando embarazada. Lo único que pidieron hacer fue salvar a la bebé, pero mi hermana también se me había ido. No tenía a nadie más que a una bebé de dos días de nacida y una casa vacía, sin nadie más que yo. __ Lamento molestar, señor O'kelly. - me dijo Blanca, mi secretaria con la tristeza mezclada en sus ojos. -
Theo.-- ¿Porqué consideran que no soy apto para cuidarla? - fue la pregunta que hice al estar frente a la mujer de lentes que me atendió. - Es mi sobrina, nadie más que yo podría cuidarla.__ Podría ser, señor O'kelly, pero como sabrá no nos dejamos llevar por un "quizá" jamás. De nosotros depende el bienestar de niños que nos necesitan y usted no cuenta con las directrices que requiere un padre que puede cuidar de ella. - contestó como si nada, acomodó sus lentes para tomar una de las revistas que hojeó. - Revisando su información dimos con varios reportajes y entrevistas que usted mismo dió, donde...lo cito "no soy bueno con los niños, no estoy preparado aún para ellos" - leyó la estúpida entrevista que di cuando me preguntaron sobre tener pareja e hijos. __ Pero siga leyendo. No fue lo único que declaré. - la insté. Volvió sus ojos a la revista y continuó.__ " El único bebé que espero por ahora es el de mi hermana. Puedo ser un buen tío, no un padre preparado para afrontar tal
Blanca. __ Señor, creo que le di algún medicamento vencido. - me disculpé mirando el frasco al que le busqué la fecha de caducidad, no la encontraba por más que lo giré en mis manos, las cuales ya de por si tenían un temblor difícil de no sentir. - Eh... tiene... por aquí. De todas formas, para estos casos es menor que se cause el vómito, para evitar...__ Blanca. - me lo arrebató de las manos. - No estoy alucinando. __ Entonces, quien está alucinando soy yo. - me moví por un vaso con agua, el cual sabía dónde estaba. Vertí agua en este, lo moví para asegurarme no tuviera nada que me hiciera imaginar otra tontería para darle un trago.__ Usted tampoco está alucinando. - dijo mi jefe detrás de mí. - En verdad le acabo de pedir que se case conmigo. Repitió lo que antes me había tomado por sorpresa. De verdad lo había dicho, no fue solo algo sacado de mi cabeza, lo dijo una vez más.__ Siéntese. __ Aquí estoy bien, gracias. - decliné. Este disconforme se apoyó en su escritorio. antes
Blanca. __ Por eso dijo que prefirieron mantenerlo en privado. - dedujo algo que no comprendí. La mujer me observó detalladamente antes de apuntar algo en una hoja. - Bien, señorita...__ Blanca Smith. - me presenté. - Pase a la oficina y déjeme servirle un café Entró, me disculpé para ir por su café, soltando un suspiro lleno de todo menos emociones positivas. Con un temblor en la mano izquierda tuve que hacer uso de mi autocontrol para no dejar ver lo nerviosa que estaba. Todo parecía irreal, pero yo misma había sido quien se metió en esa situación por no guardar mi bocota. Puse mi mejor sonrisa para entregarle su café, me senté en la silla de mi jefe descubriendo porqué le gustaba tanto. En verdad era cómoda. __ Y dígame Blanca, ¿cuanto tiempo tienen de ser pareja? - tomó un sorbo d esu taza adulando su sabor. __ Dieciocho meses. - me di un golpe mental al recordar que nueve meses antes había un escándalo sobre haberlo visto con alguien que se dijo era su pareja definitiva. -
Theo. __ No quiero que deje a la bebé para irse de fiesta. - señaló entregando la nota. __ Eso ya lo había decidido.__ No me interrumpa. - me silenció. - No tendrá parejas en el tiempo que este matrimonio dure. Ni amigas de una noche, ni fines de semana, mucho menos de media hora.__ ¿Pides fidelidad? Hubiese sido mejor que me pidiera dinero. - farfullé y me aniquiló con los ojos. __ No quiero tu dinero. Quiero tu respeto por ser tú esposa. No quiero ayudarte y recibir devuelta una burla. En el momento que eso llegue a pasar te olvidas de nuestro acuerdo. No voy a participar más, porque no soporto la infidelidad. - dejo claro. No quería que la viera como alguien de poca seriedad y por ello no me bajó la mirada en ningún momento. Me gustaba que no dejara que nadie la intimide. eso era lo que quería ver en alguien. __ Me haré cargo de la bebé tanto como tú. Esto es de lo dos y no quiero que pienses que contratar una niñera, seremos los padres de esa niña, aún cuando nos divorciemos