Blanca.
__ Señor, creo que le di algún medicamento vencido. - me disculpé mirando el frasco al que le busqué la fecha de caducidad, no la encontraba por más que lo giré en mis manos, las cuales ya de por si tenían un temblor difícil de no sentir. - Eh... tiene... por aquí. De todas formas, para estos casos es menor que se cause el vómito, para evitar...__ Blanca. - me lo arrebató de las manos. - No estoy alucinando.__ Entonces, quien está alucinando soy yo. - me moví por un vaso con agua, el cual sabía dónde estaba. Vertí agua en este, lo moví para asegurarme no tuviera nada que me hiciera imaginar otra tontería para darle un trago.__ Usted tampoco está alucinando. - dijo mi jefe detrás de mí. - En verdad le acabo de pedir que se case conmigo.Repitió lo que antes me había tomado por sorpresa. De verdad lo había dicho, no fue solo algo sacado de mi cabeza, lo dijo una vez más.__ Siéntese.__ Aquí estoy bien, gracias. - decliné. Este disconforme se apoyó en su escritorio. antes hablar de nuevo.__ Verá, me quieren quitar a mi sobrina. - explicó cruzando sus brazos sobre su pecho. - Servicios infantiles pide que esté casado y tener un hogar sólido para darme la custodia de la niña, asistir a unas entrevistas con ella, para ver qué tan contables somos y qué no la envíen a otra casa donde no está su única familia.__ Lo comprendo, jefe. De verdad que sí, pero de eso a casarme con usted, hay mucha diferencia. - empecé a hiperventilar. - Es que... ¡Ay, Dios! necesito aire, iré a la azotea, me lanzaré de ahí para tomar todo el aire que logre y regreso.Era una estupidez lo que decía, pero lo solía usar como método de defensa para no pensar en mis problemas. Aunque a decir verdad, en ese momento no me funcionó.__ ¿Así que tiene buen humor? - lo oí decir. Quería reclamar, pero no podía, aún estábamos en la oficina, seguía siendo mi jefe.__ Blanca, como dije puede decir que no. No pasa nada. - acomodó su saco para luego verlo moverse hasta la puerta. - Sé que no quiere, lamento haberla molestado con esto. Y solo para asegurar, de esto no sabe nada ¿entendido?Ni siquiera esperó a que le responda. Solo salió del sitio como todos los días, sin mirar a nadie.Me agarré del escritorio y escondí mi cara con mis manos. ¿Quien podría negar el atractivo de mi jefe? Nadie tal vez, yo era la que más sabía de ello, pero era justo por eso que tenía que estar excusandolo con las chicas que no supieron que solo fueron una más.Odiaba tener decir cuánta justificación se me ocurriera para evitar que regresaran. Incluso una de ellas se fue con la idea que mi jefe era homosexual y preferí no corregirla.Y justo por eso, no quería un matrimonio basado en ello. Una cosa era ser su asistente, pero su esposa. ¿Como diablos pretendía hacer funcionar eso?Subí a mi auto que era el único que destacaba, o por lo lujoso si no por tener dos abolladuras, mi hermano Dylan se había encargado de hacerlas cuando mi padre aún vivía. Aún no las había enviado a arreglar ya que apenas tenia dos meses de tenerlo y mi dinero se había ido en refacciones y mantenimiento.Fui a mi casa, preparé mi cena y me dispuse a comer cerca de la mesa que ocupaba también para trabajar. Pensando en la loca idea de mi jefe. No le iba a funcionar, no podría conseguir una esposa de un día para otro. Eso tenía que surgir de otra manera, no así.El teléfono timbró, advirtiendo de la llamada, pero al moverme derramé mi jugo sobre unos papeles, a lo que atiné a levantarme con rapidez para ponerlo en algún sitio y sacudir los papeles. Eran de la oficina. Tendría que sacar otras copias al solo llegar en la mañana porque esas ya las había echado a perder.Seguí sacudiendo para ver una copia del acta de defunción de Samantha O'kelly.Cuando llegué a la empresa ella solo tenía veinte años, la misma que yo en ese instante, la vi enamorada del novio que luego la abandonó al saberla embarazada, huyendo como un cobarde que solo pensó en él, mientras ella le dio la cara a su hermano pidiendo que no se enojara con ella.Creí que lo haría, pero solo la abrazó y le juró estar ahí para ella. Ella le pidió no buscar a su ex, aunque tuve que contratar un investigador que supe era para eso.El acta de nacimiento de la bebé estaba ahí también. Recordándome todo lo que su padre estaba haciendo por mantenerla con él. Buscando que no lo separen de ella porque era lo único que tenía de su hermana, la sobrina que no lo dejó derrumbarse del todo porque había alguien que aún lo necesitaba.Al pensarlo de esa forma, sentí que era un hombre incomprendido en ocasiones porque todos los rumores que se decían de él, tenían algo se cierto. Se sentía solo. La niña crecería lejos de él y ahí sí sería su fin. Además que de seguro Samantha no querría que ambos se alejaron.¿Que debía hacer? No tenía porqué sentir ganas de ayudarlo. Era mi jefe solamente, aunque afecto siempre existió de tantos años, no era suficiente para aceptar todas las cosas que por ser su asistente soportaba.No pude dormir con la misma idea en la cabeza. Desayuné del mismo modo, incluso cuando saqué las nuevas copias estuvo la idea martillando mi cabeza.El ascensor se abrió mostrando a un Theo completamente diferente a lo que había conocido. A lo largo de los años, lo vi llegando con jaquecas, resacas y hasta con gripe, pero nunca con las ojeras que tenía en los ojos. Se veía realmente cansado, perdido en su cabeza, aún así asistiendo al trabajo porque tenía proyectos que continuar con los paisajistas a su cargo.Necesitaba un café bien cargado de seguro. Se lo preparé poniéndolo sobre su escritorio, luego de saludar y que este me respondiera solo con un asentimiento leve, antes de darle un sorbo como si fuera un energizante que necesitaba. Masajeó sus sienes.__ ¿Fue a algún sitio o trabajo toda la noche? - cuestioné sacando el frasco de pastillas.__ Nunca una noche de copas me ha dejado tan exhausto como una donde una bebé quiera estar pegada a mi pecho todos los dias. - reveló tomando más café. - Por favor, compre una de esas cosas que puedo usar para mantenerla así sin tener que usar mantas.Quise reír, pero no pude al verlo de ese modo.__ También recuérdeme de la cita con el pediatra a las...__ Once. - respondí.__ Bien, una hora antes debo ir a la casa por la bebéEstando muy cansando después de lo que dijo estar haciendo tuvo que estar presente en la reunión de los paisajistas que venían con propuestas para el nuevo proyecto. Tomé nota porque de seguro no recordaría nada al final del día.Estuve pendiente de la hora hasta que dieron las diez y tuve que ir a su oficina para recordarle la cita.Suspiró, tomo su abrigo, las llaves y salió. En lo que yo organizaba algunos documentos para llevarlos cuando regresara, vi llegando a una señora con lentes de lectura y cara de pocos amigos.__ Quiero ver al señor O'kelly por favor. - pidió suave, pero siempre con esa dureza. - Dígale que es servicios infantiles. Respecto a su sobrina."La mujer a la cual le mintió" pensé.__ Lo siento, no se encuentra en estos momentos. - me disculpé. - Pero si me dice para que asunto puedo...__ Es porque quiero presentar la información de una familia que está dispuesta a darle un hogar a la bebé. - movió sus carpetas bajo el brazo. Mientras mi jefe estaba en el pediatra con la niña, estaba a punto de perderla.__ Hasta donde tenía entendido, mi prometido dijo que le había dicho sobre ser nosotros la primera opción para la adopción de su sobrina. - respondí sin pensarlo.Si cejas se movieron. Abrió la boca, pero no dijo nada hasta que sonreí por mero instinto.__ ¿Entonces, es verdad? - consultó asombrada. - Si está comprometido.__ Así es, nos casaremos en diez días. Y esta cordialmente invitada. - mi estómago se comprimió y mi garganta se cerró.¿Por qué había dicho eso? ¡Que inconsciencia, Blanca! Me regañé al darme cuenta de lo que hice.Blanca. __ Por eso dijo que prefirieron mantenerlo en privado. - dedujo algo que no comprendí. La mujer me observó detalladamente antes de apuntar algo en una hoja. - Bien, señorita...__ Blanca Smith. - me presenté. - Pase a la oficina y déjeme servirle un café Entró, me disculpé para ir por su café, soltando un suspiro lleno de todo menos emociones positivas. Con un temblor en la mano izquierda tuve que hacer uso de mi autocontrol para no dejar ver lo nerviosa que estaba. Todo parecía irreal, pero yo misma había sido quien se metió en esa situación por no guardar mi bocota. Puse mi mejor sonrisa para entregarle su café, me senté en la silla de mi jefe descubriendo porqué le gustaba tanto. En verdad era cómoda. __ Y dígame Blanca, ¿cuanto tiempo tienen de ser pareja? - tomó un sorbo d esu taza adulando su sabor. __ Dieciocho meses. - me di un golpe mental al recordar que nueve meses antes había un escándalo sobre haberlo visto con alguien que se dijo era su pareja definitiva. -
Theo. __ No quiero que deje a la bebé para irse de fiesta. - señaló entregando la nota. __ Eso ya lo había decidido.__ No me interrumpa. - me silenció. - No tendrá parejas en el tiempo que este matrimonio dure. Ni amigas de una noche, ni fines de semana, mucho menos de media hora.__ ¿Pides fidelidad? Hubiese sido mejor que me pidiera dinero. - farfullé y me aniquiló con los ojos. __ No quiero tu dinero. Quiero tu respeto por ser tú esposa. No quiero ayudarte y recibir devuelta una burla. En el momento que eso llegue a pasar te olvidas de nuestro acuerdo. No voy a participar más, porque no soporto la infidelidad. - dejo claro. No quería que la viera como alguien de poca seriedad y por ello no me bajó la mirada en ningún momento. Me gustaba que no dejara que nadie la intimide. eso era lo que quería ver en alguien. __ Me haré cargo de la bebé tanto como tú. Esto es de lo dos y no quiero que pienses que contratar una niñera, seremos los padres de esa niña, aún cuando nos divorciemos
Blanca.__ Bien, creo que con estos papeles tenemos una base sustentable de su compromiso.- dijo la cuidadora de servicios infantiles. - Si todo sigue como hasta ahora, se seguro no le encontrarán problema a darles la custodia de la niña. __ Es bueno saberlo. - concordó mi jefe. __ Dijeron que pronto viajarían a visitar a su familia ¿no es así? - asentí ligeramente. - Bueno, aunque esto no es muy común, quiero tener datos concretos de sus familiares. Saber si tienen antecedentes penales y todo lo relacionado a su buen comportamiento, que de ser como usted, de seguro no hay problemas. __ Claro que no. Ellos son maravillosos. Cuando les conté de mi compromiso estuvieron felices por mí. - mentí. Tenía una semana de comprometida y nadie lo sabía, pero no podía reconocerlo. No frente a Margarita, la cuidadora. - Por cierto, traigo la invitación de la boda para usted. Será algo muy privado, pero pudimos aumentar diez invitados más a la recepción.¡Dios, me iría al infierno de tanto menti
Theo.Sus uñas se enterraron en mi brazo, la pared le evitó la huida, pero aún la veía con esa intención. Como un corderito bonito que quería salir corriendo de su cazador.La tenía tan cerca y se sintió tan bien que tuve que hacer uso de toda mi fuerza de voluntad para no acercarme más. Sus labios delgados con un tono suave que no era más que el de su piel, no llevaba maquillaje como las mujeres con las que solía estar, ella era más sencilla, más natural, más hermosa.Sus pestañas se batieron con regocijo, dándome una vista maravillosa de lo que tanto deseaba. Acercarme más y descubrir cosas que ahora llenaban de curiosidad. Recobré la postura de nuevo. Aclaré mi garganta.__ No debe ponerse nerviosa, Blanca. - dije seguro, aunque estaba quemando mis huesos la sensación tan placentera de sus uñas en mi brazo. - ¿Que hará si me acerco de esta manera frente a quienes veran nuestro matrimonio? ¿Saldrá corriendo? __ No. Pero debo prepararme mentalmente para hacer eso. - repuso evitando
Blanca.No entendía como era que había llegado a esa situación, pero ver cómo Theo seguía tan cerca de mí exigiendo una respuesta mientras yo aún no asimilaba lo que estaba pasando me hizo desequilibrar mi acciones. Sentí una leve capa de sudor en mi frente, la boca seca y el pecho en un "thud" muy fuerte que llegaba hasta mis oídos. __ ¿Es lo que piensa de mí? - repitió una vez más.__ ¿No cree que ahora no es tiempo de hacer esas preguntas? - deseé evadir. - Hay un monitor afuera el cual atender y yo aún no descubro como respirar, caray. Se alejó un poco dándome más espacio. Frotó la mano sobre su cuello con exaspero, el cual me contagió. __ Tranquila, por ahora solo respire en tres ocasiones muy profundamente. Iré a atenderlo solo yo por unos segundos mientras se recupera. - asentí con el temor que verlo provocó. No era mi la impresión de que nuestros caminos volvieran a coincidir si no el hecho de haber soltado la lengua con él sobre mi jefe. Ahora no sabía cómo reparar eso.H
Theo.Posiblemente haya sido la paradoja más curiosa de toda mi existencia. Escucharla decir que fui en parte o su totalidad el motivo de su separación, sin siquiera saberlo. Recordaba haberla notado, era difícil no hacerlo con la belleza natural que poseía. Robaba suspiros de todos los empleados, entre esos Robert, de recursos humanos. Lo oí comentar en una ocasión sobre querer intentar algo con ella, pero no pasó de eso, ya que la vio con alguien. Fue todo lo que supe, además que optar en no mezclar lo profesional con lo personal no era una idea agradable.Nunca me gustó, era como una regla universal. Todo aquel con dos dedos de frente sabía perfectamente que no saldría nada bueno de eso. Por ello no fue mi primera opción, no porque no la considerara apta, si no porque no me había esmerado en ser cordial con Blanca jamás. Siempre nos tratamos de jefe/empleada y dejaría de ser así, lo que conllevaría a cuestionarse que tanto soportaría en...Descarté el pensamiento. ¿Como me iba a
Blanca. __ No diré nada. Solo quiero que me respondas algo. - comenzó mi madre. - ¿Se parece a mí o a...__ ¡Ay, mamá! No es mía...bueno, sí. Pero no como creer. - intercedí en sus suposiciones.- Ella es Sammy, mi hija. Nuestra. - agregué rápido para aclarar y presentar de una vez a Theo como lo que es desde unos días atrás.__ Espera, espera. ¿Es o no tuya? - cuestionó. - ¿Como que de los dos?__ Hasta donde tengo entendido es o era su jefe. - recalcó Dylan. __ ¿Es su jefe y la embarazó? - siguió Billy. - A papá no le va a gustar que las cosas se hayan...__ ¿Alguno me va a dejar hablar? - intervine - Ni me han saludado y ya están hablando tonterías de mi. Los tres se quedaron callados. __ ¿No me van a recibir bien? - mi mamá entregó el trapo a Billy para rodearme del cuello con cuidado de no apretujarse contra Sammy.__ Mi pequeña estás aquí. No sabes cuánto te he extrañado. - me dijo acunando mi rostro. - Pero pasen. Está por anochecer. La cena está casi lista, nos acompañarán
Theo__ Un sitio muy espacioso. - comentó Rick, el monitor al solo entrar a la casa. - Con eso se descarta tres cosas que me piden corroborar. Limpieza, espacio y comodidad para la bebé.__ Lo tenemos cubierto. - mencioné dejándolo pasar. - Nos hemos esmerado para que el bienestar de Sammy sea la prioridad entre nosotros.Esperé que Blanca baje, ya que se había ido a ver a la bebé cuando la niñera dijo que iba a bañarla. Por ello fui no quise interrumpir y recibí solo al monitor, el cual no dejó de verme con cierto recelo desde que llegó. De seguro odiándome por haberle quitado a la novia, aunque ni lo supe cuando ocurrió. Igual me daba cierto gusto. Lo desgraciado me salía del alma al sentir como aún sin ser consciente afecté vidas que con el pasar del tiempo me ayudaron. __ ¿Hace cuánto inició su relación, señor O'kelly? - preguntó.__ Creí que esa pregunta se había respondido en la visita anterior. - dije de forma persuasiva. __ Solo es para asegurar.__ Dieciocho meses, días má