Capítulo 214
—¿Bueno, mamá? —respondió César al celular.

—¿Dónde estás? Te envié un mensaje para que fueras al restaurante que acordamos. ¿Por qué no fuiste? ¿Sabes que la muchacha te estuvo esperando mucho tiempo? —la voz de María sonó fuerte por el celular, llena de frustración.

Esta vez, María no le había presentado a la hija de alguna familia adinerada, sino a una chica que se parecía un poco a Lorena.

—Mamá, ya te dije que no quiero más citas—respondió César, cansado.

—¡Pero al menos podrías haber ido a verla por mí! —gritó María, al borde de un ataque al corazón en su casa.

—Si no ibas a ir, al menos podrías habérmelo dicho.

César guardó silencio por un momento. Había estado tan ocupado que no había tenido tiempo de revisar sus mensajes.

De repente, vio algo que le llamó la atención. Por un momento, pensó que había visto a Ander, pero al mirar de nuevo, solo era una maceta.

Se convenció de que había sido su imaginación y respondió, despreocupado:

—Está bien, mami. Cuando regre
Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP