Abrí mis ojos con dificultad, luchando por enfocar mi visión borrosa. Escuchaba ruidos y murmullos a mi alrededor.
—Ha despertado —escuche decir a alguien.«¿Dónde estoy? » Me pregunté aún aturdida por la situación. El penetrante olor a medicinas me hace darme cuenta de que me encuentro en un hospital. Un intenso dolor palpita en mi cabeza, y cuando intenté tocar mi rostro, una enfermera rápidamente me detiene, advirtiendome que el médico vendría pronto a explicarme sobre mi estado. Volteé hacia el otro lado de la cama y me encontré con las miradas apesadumbradas de Andrés y Luciano, mis hermanos, quienes me observan con lágrimas en sus ojos y rostros llenos de esperanza al verme despierta. Muchas preguntas empiezan a darme vueltas en mi cabeza ¿Por qué llevo vendajes en la cabeza? ¿Por qué cada respiración me resulta tan dolorosa? No recuerdo nada, solo un destello de luz cegadora mientras estaba en el auto, seguido de gritos y un vacío en mi memoria. Oigo sirenas de ambulancia y perpleja además de confundida miro a mis hermanos en busca de respuestas.—Luciano, ¿qué pasó...? ¿ Por qué estoy…? —Estoy a punto de preguntarle a mi hermano mayor sobre lo qué me había sucedido cuando la puerta se abrió de golpe. En ese instante percibí una fragancia peculiar. Enseguida ese perfume. Tenía que ser él, mi prometido. Enfoco mi visión y logro reconocerlo. Se acerca hacia mí pero aún así me parece una visión, estoy mareada y un poco perdida. Lo veo pasar entre todos y finalmente me doy cuenta de que es real.— Julián — susurro. Julián y yo nos casaremos en unos días , una boda arreglada pero aunque él solo me mira como un compromiso que no puede evadir para mí es el hombre de mi vida. Me emocioné al pensar que había venido a visitarme, lo cual significaba preocupación de su parte. Sin embargo, lo que experimenté a continuación fue una terrible bofetada . Mis ojos se llenan de lágrimas mientras llevo mis manos a mi mejilla adolorida, completamente sorprendida y preguntándome por qué me ha golpeado. Mi corazón late con fuerza en mi pecho. Todo esto es tan irreal. ¿Acaso es una pesadilla?—¡Oiga! ¿Cómo se atreve a golpear así a mi hermana? —exclamó Luciano, interponiéndose entre nosotros.—Apártate, insensato si no quieres perder tu posición—dijo con furia, haciendo que Luciano palideciera y retrocediera con la mirada baja. Él mira a todos con gesto agrio entonces se enfoca en mí.—Maldita la noche en que te cruzaste en mi camino Laura, eres una despreciable asesina— dice con voz entrecortada como si él mismo no pudiera asimilar lo que dice. ¿Asesina? ¿ Que está sucediendo?. Me pregunto consternada. —¿Esta fue tu manera de desquitarte? ¿Matándola? Mereces esto y más Laura. ¡Acabas de destruir la poca consideración que te tenía! —gritó desaforado.Nadie se atrevió a contradecirlo pues Julián Graham es un hombre muy influyente y poderoso. Una sola orden suya y cualquiera aquí podría perder sus puestos. La enfermera está paralizada con sus manos en su boca y mirada consternada. Miré a mis hermanos y tenían la mirada baja, como si tuvieran muchísimo miedo. Comprendo. Si se atreven a desafiarlo serán destituidos de sus cargos.—¿ Cómo que asesina? ¿Qué hice para que me trates así? ¿Por qué me golpeas como si fuera una criminal? Estoy mal herida y parece no importarte—dije entre lágrimas muy desilusionada y con una sensación muy amarga en mi pecho. Entonces me fijo que a su lado se encuentra su prima. Lucrecia, una vanidosa y arrogante mujer a la que nunca le gustó la idea de que Julián y yo nos casemos. Respiro profundamente comprendiendo que todo esto puede ser una intriga de su parte. Seguramente ella tiene que ver en todo esto.—Ya veo que Lucrecia siempre tuvo razón. Eres una trepadora. Solo buscas mi dinero. Fingiste ser una víctima para engañarme —respondió, dejando caer sus palabras como puñales en mi corazón. No puedo defenderme de esos argumentos pues no entiendo por qué dice esas cosas.—Sabias que aún estaba con ella y no pudiste soportarlo. Siempre fui claro contigo. Eres insidiosa, una mujer capaz de todo— dice como disfrutando herirme con cada palabra.—¿ De que hablas?— susurro con mirada perdida y cristalizada.—Sabías que me casaría contigo por un deber pero mi corazón era de ella. ¿ De verdad creíste que sería fácil para mí dejarla y casarme contigo como si nada? Te detesto Laura. ¡ Te detesto! ¡ Ojalá hubieras muerto tú y no ella!—Cubro mis oídos más confundida aún. Parece que estoy en shock o me niego a asimilar el fundamento de sus acusaciones. ¿ A quien se supone que asesiné? Todo esto me parece una vil pesadilla. Mi corazón corre con una velocidad exagerada y mis manos tiemblan mientras chorros de lágrimas recorren mi cara. La enfermera por fin reacciona y le ordena que se vaya pero él tan arrogante y poderoso la ignora quedándose allí , mirándome con desprecio. De pronto caigo en cuenta. Habla de su amante. Britney, su ex prometida.—¿ Acaso hablas de Britney? ¿ Acaso ella está… muerta? —pregunto consternada. Lo miro con súplica queriendo que me diga que todo esto es una broma. Una de muy mal gusto.—No finjas. Sabes perfectamente que está muerta. Tu provocaste ese accidente para acabar con ella porque descubriste que seguíamos viéndonos. Víbora, eres una piltrafa de mujer. Pero esto no se quedará así. Lo juro—abro mi boca consternada, entonces me atrevo a responder a sus injustas acusaciones.—Si. Lo descubrí. Hace mucho que lo sabía. Te veías con tu amante , si, me dolía profundamente, Pero no haría algo como lo que insinuas. No soy una asesina. No lo soy. Lo juro , por favor créeme—Entonces ella , Lucrecia abre su boca.—Si mi primo aceptó casarse contigo, fué porque tú lo drogaste para acostarte con él, engañaste a mi primo metiéndote en su cama, y él como es un caballero tuvo que aceptar casarse. Así rompiste el corazón de mi mejor amiga, de mi querida Britney¡ ya quiero matarte!— Se abalanza sobre mi y uno de mis hermanos la detiene alzandola por la cintura mientras que la enfermera corre fuera de la habitación. —Nunca pensé que hubiera una mujer tan desvergonzada y despreciable en el mundo, estabas celosa de mi mejor amiga, le robaste a su amor , pero no te bastó con eso, no solo la dañaste intencionadamente, sino que también la llevaste a la muerte, ¡ No eres un ser humano! ¡ Eres un monstruo!— hago una negación suplicante de piedad. Están errados, nada de lo que dicen puede ser cierto. No soy una asesina. No lo soy.—Lo de esa noche no fue intencional, tienen que creerme, yo también fui una víctima, alguien me dió drogas, no era mi intención tropezarme con tu primo esa noche y menos acostarme con él—Lloro impotente y entonces el doctor entra ordenando a todos salir y amenazando a Julián con echarlo con seguridad si no guarda silencio. Pero él me mira con gesto frustrado. Rompe mi corazón que me mire con tanto odio y dolor cuando días atrás su mirada era otra y estaba dispuesto a cumplir, haciéndome su esposa. Su abuela dijo que Britney no era una buena mujer y que no me negara a casarme, por eso accedí , creyendo que era lo mejor y que ella solo lo usaba, lo engañaba y le haría mucho daño.—¡Basta! No sigas actuando , los tratos entre la empresa de tu padre y la empresa de mi padre no se anularán, el matrimonio arreglado se llevará a cabo según lo acordado, después de todo, mi abuela me convenció de hacerlo y no voy a desairarla. Ella está ciega y cree que eres un ángel… pobre, algún día abrirá sus ojos— muerdo mi labio con fuerza.—Yo no hice nada para matarla. Tienen que creerme. Ni siquiera entiendo porque estoy aquí. No quiero ir a prisión , por favor— digo llorosa, muy asustada y con un horrible dolor de cabeza. Tal vez después de todo si cancele la boda y me envíe a prisión. Pensarlo me aterroriza.—No te enviaré a prisión pues eso sería muy fácil para ti, complaceré a la abuela y nos casaremos. Pero recuerda, una vez que tengas mi apellido, tu infierno habrá comenzado . No recibirás más trato que el que merece una asesina—termina de escupir. Lucrecia lo mira con gesto sorprendido y mis hermanos con gesto esperanzado. Es lo que todos querían, una boda con un Graham a toda mi familia le ha convenido desde siempre.—¿ Cómo? ¿ Aún así te casarás con ella? ¿ Solo por complacer a la abuela Leonor te casarás con una asesina?—Él la mira con gesto cansado y se va , Lucrecia lo sigue y mis hermanos me miran con pena. Entonces cubro mi cara rompiendo en llanto.Días después. « Es mi última palabra Laura, ya deben estar por llegar tus hermanos, por favor no cometas la desfachatez de oponerte» fueron las últimas palabras de papá al teléfono. Cuelga y le entrego el teléfono muy consternada a la enfermera que me mira con pesar. Mi mirada se cristalizó al darme cuenta de que mi vida está por cambiar. Miro a la enfermera con gesto aterrado , pero ella no puede ayudarme. Ni ella ni nadie. Entonces la puerta se abre y entran mis dos hermanos. Sus rostros lucen antipáticos. Como si ahora se hubieran convencido de mi culpabilidad. —Sabemos que fuiste tú, no puedes negarlo— dijo uno de ellos mientras me mira con desdén. Hago una negación. —Son mis hermanos… mis hermanos, tienen que creer en mí. Ustedes no pueden creerme una asesina—Los miro perpleja. Entonces la enfermera se muestra afectada y corre fuera de la habitación. —¡ Soy inocente!—digo confundida. Mi voz tiembla notablemente. —Vístete Laura. Hoy es tu boda, tu prometido te espera—dice mi h
Respiro hondo y miro al piso avergonzada luego del desaire de mi esposo . Entonces ruego con todas mis fuerzas que mis hermanos se compadezcan de mí y vengan en mi rescate. Miro hasta donde están tratando de persuadirlos con mi mirada y parecen más pendientes de sus telefonos que de mí. Ni siquiera papá estuvo presente y eso estruja mi corazón. Seguramente no fue capaz de presenciar un espectáculo tan ruin. Julián se aparta de mi y vuelve a su teléfono. Parece discutir con alguien o tal vez solo está muy estresado con todo esto. —Felicidades señora Laura —Empiezan a acercarse los invitados cuando él se aleja, parecen temer acercarsele. Claro, su gesto agrio asusta a cualquiera. La abuela Leonor también se acerca. —Cariño… ¡Estás preciosa!—dice con mirada cristalizada y una sonrisa muy afectuosa. —Gracias abuela Leonor, usted es muy amable. Se lo agradezco—digo mientras ella toma mi mano y le da un leve apretón manifestándome todo su apoyo. —No confundas amabilidad con sinceridad
Quería contarle lo que acababa de recordar, pero estaba muy confundida y no quería apresurarme, así que respiré hondo y me contuve.—Abuela Leonor, por favor, no hagas caso de nada de esto. No quiero que te afecte demasiado. Por favor— Le pido con semblante asustado por ese mal recuerdo y además por su bienestar. —Hija mía, no te inquietes por mi. Yo estaré bien, si tú lo estás, no deseo que te sientas humillada por culpa de estos dos desconsiderados, es eso lo que me aflige—sonrio conmovida con su cariño. —Pues, entonces te digo que estoy bien, no pienso dejarme afectar pues sabía que esto pasaria. Mirame, soy fuerte—Sonrio fingido pues no quiero perturbarla con mis tristezas e inquietudes. No luce muy bien. —Bueno, te creeré, juntas vamos a lograrlo, ya verás como pronto ese malcriado te amará como loco eh, y la oportunista de Lucrecia tendrá que quitarse del medio, ahora, vayamos a casa— Ella pide al chófer que espere un momento para llevarnos a la mansión. Enseguida me mira
—Abuela, no puedes pedirme algo tan absurdo, es descabellado—digo enseguida levantándome. Ante su mirada desconcertada rectifico mi respuesta. —Lo siento abuela, es que yo … es que Julián y yo… eh, no, es imposible , no se cómo esperas que algo así suceda—digo dándole la espalda y mirando mi figura pálida en el espejo. Volteo a mirarla de nuevo. Ella me mira con ojos apacibles. —¿ Por qué crees que es absurdo? Son esposos , Laura. Cómo todo esposo y esposa tendrán su noche de bodas y… —siento como mi piel se calienta nada más de oírla decir aquello. —No abuela… no cuentas con que Julián me odia. ¿ Cómo va a hacerme el amor si siente repulsión, odio cada vez que me mira? —Ah, te referías a eso. Ven, siéntate. No estés predispuesta. Ante todo eres su esposa y él tendrá que cumplir con su deber de esposo. Mírate, eres tan hermosa. No podrá resistirse a tus encantos. —Pero estoy fea abuela. Mira mi cara. Cuando me besó en la iglesia limpió sus labios. Sentí morir ante tal muestra de a
Después de tanto pensar en que debería hacer vuelvo a la cama, Julián está profundamente dormido. Aprovecho de admirar su anatomía tan fuerte y atrayente, sus labios , su frente, su nariz , tomo una de sus manos tibias y suspiro tras lo cual sonrio triste al no tener su amor. Lloro un poco hasta que me duermo. Abro los ojos confundida al otro día. No se si estoy teniendo una pesadilla , oigo gritos que parecen lejanos y finalmente termino de abrir mis ojos para darme cuenta de que no es una pesadilla. Es Julian que ha sacado mi sabana y me grita que salga de su cama. Me incorporo mientras aturdida trato de asimilar que le pasa. —Dios mío, esto no me puede estar pasando … ¿ Que fue lo que hice? —menciona con gesto aturdido y llevando sus manos a su cabeza. Muerdo mi labio avergonzada. Creerá que soy una aprovechada. —Julian, cálmate, no es lo que tú piensas, yo …—Voltea a mirarme con cara de pocos amigos. Lo miro aterrada pues ya no se de lo que es capaz. —¿Qué esperas? ¡Maldición.
—No serás capaz Laura de tomarte esa pastilla. No puedes hacerlo. — No quería abuela. Pero prefiero eso a tener un hijo no amado. No sería justo para ese niño. No puedo convencerlo de mi inocencia y seguro se asegurará de que la tome. No es estúpido —digo levantándome. El gesto de la abuela es serio. De pronto ha palidecido. Entonces tras respirar hondo vuelve a sonreír. —Mi nieto es un hueso duro de roer. Bien, tómala. No insistiré en que no lo hagas. Ahora, voy a mi alcoba, me duele la cabeza—dice y se levanta. Se marcha y yo decido darme un baño y luego salir a caminar. Quiero despejar mi mente y de seguro a Julián no le importará que no esté. No notará si desaparezco, estoy segura. Voy a darme un baño y luego salgo envuelta en una toalla para cambiarme. Pero Julián ha entrado a la habitación. Me mira un instante. Enseguida intento ignorar que está aquí y busco una ropa adecuada para salir. Sin importar que esté presente comienzo a vestirme. Me coloco mi ropa interior mientras é
Miro la hora en mi reloj de pulsera y apenas son las nueve de la mañana. Así que decido ir a la cocina en busca de algo para comer. Abro el refrigerador y tomo un poco de leche, luego busco unas rebanadas de pan y me preparo un sándwich. Con mi vaso lleno de leche y mi sandwich me siento en la mesa de la cocina dispuesta a desayunar. El hambre hace sonar mi estómago. —Señora, ¿ Por qué está comiendo en la cocina como si fuera una empleada?—dice Amparo entrando y sorprendiéndose. —¿ Cuál es el problema Amparo? Además, aquí o allá da igual para mí. —Le pido me disculpe por no haberla llamado a desayunar. Lo iba a hacer pero el señor me dijo que usted estaba indispuesta y no bajaría a comer. —¿ Eso dijo? Que mentiroso—susurro esto último. Ella enseguida me sirve café. Le agradezco y termino de comer. Entonces decido dar una vuelta por los jardines.Mientras camino por los jardines, el suave murmullo de la brisa acaricia mi rostro, entonces consigo algo de alivio. Cierro los ojos por
El día avanza y no se más de Julián. Por mi mente pasan tantas posibilidades. ¿Por qué tienen que estar juntos? No es justo que Julián se comporte así conmigo. Entonces la abuela Leonor pasa a verme. —¿ Por qué estás en esta habitación de huéspedes Laura? Amparo me dijo dónde encontrarte. —Tu nieto lo decidió abuela Leonor. Sabes cómo es. No puedo hacer nada para hacerlo cambiar de opinión. Es demasiado terco—Me incorporo para sentarme. Ella se acerca. Entonces mira un vestido negro sobre la cama y unos zapatos en punta sobre el sillón.—Mi nieto es muy terco, si. Pero conmigo no va a poder, tú volverás a la habitación matrimonial. Le guste o no—hace una pausa. —¿ Acaso vas a salir?—Entonces titubeo. Julián me tiene prohibido salir y no deseo que la abuela Leonor crea que soy altanera. —Es que… —Me parece magnífico que lo hagas—dice. Realmente yo deseo salir y contradecirlo. Si él no me considera , no tengo porque hacerlo yo. La abuela Leonor sonríe cómplice. —Supe por Amparo que