Fotografías de ella.

Quería contarle lo que acababa de recordar, pero estaba muy confundida y no quería apresurarme, así que respiré hondo y me contuve.

—Abuela Leonor, por favor, no hagas caso de nada de esto. No quiero que te afecte demasiado. Por favor— Le pido con semblante asustado por ese mal recuerdo y además por su bienestar.

—Hija mía, no te inquietes por mi. Yo estaré bien, si tú lo estás, no deseo que te sientas humillada por culpa de estos dos desconsiderados, es eso lo que me aflige—sonrio conmovida con su cariño.

—Pues, entonces te digo que estoy bien, no pienso dejarme afectar pues sabía que esto pasaria. Mirame, soy fuerte—Sonrio fingido pues no quiero perturbarla con mis tristezas e inquietudes. No luce muy bien.

—Bueno, te creeré, juntas vamos a lograrlo, ya verás como pronto ese malcriado te amará como loco eh, y la oportunista de Lucrecia tendrá que quitarse del medio, ahora, vayamos a casa— Ella pide al chófer que espere un momento para llevarnos a la mansión. Enseguida me mira con ternura.

— Verás, hice preparativos para la luna de miel. Mañana mismo partirán a una isla italiana, estarán dos días allá y estoy segura de que recapacitará cuando tengan tiempo a solas—dice y suspiro sintiendo algo de alivio. Con Lucrecia lejos tendré tiempo de explicarle y buscaré el modo de convencerlo de mi inocencia.

—Muchas gracias abuela Leonor—suelto unas lágrimas.

—¿ Que pasa Laura? Si no te gusta Italia , entonces…

—No, no es eso , es que , mamá murió cuando yo era aún una chiquilla y ahora usted me trata con tanto cariño. Gracias, sabré pagarle todo lo que hace por mí —Ella sonríe y me abraza. Finalmente el chófer viene por mi. Él se inclina para alzarme de la silla de ruedas. Es algo que me toma por sorpresa. Es muy cuidadoso. Me toma en brazos con mucho cuidado.

—Apóyese en mi pecho señorita—dice. lloro en silencio. Hasta un sirviente es más cariñoso y considerado conmigo que Julián y que mis propios hermanos. Suspiro mientras me lleva en brazos y somos seguidos por la abuela Leonor. Él con mucha destreza pero con demasiada delicadeza me sube al auto. La abuela sube a mi lado. Toma mi mano y viajamos a lo que desde hoy será mi nueva vida.

Llegamos a la mansión y un dejo de melancolía me envuelve, solía charlar todas las noches con papá antes de dormir y ahora estaré lejos de él, tal vez para siempre, con un esposo que no me ama y que juró hacerme la vida muy difícil. Suspiro triste mientras ingreso sobre la silla. Entonces miro mis maletas sobre la alfombra al pie de la escalera.

—Celeste, lleva el equipaje de Laura a la alcoba del señor y pon todo en el armario por favor.

—Pero señora, el joven ordenó que la señorita sea colocada en una habitación de servicio— dice la mucama mirándome de arriba a abajo. Siento un escalofrío recorrerme. Tal vez eso sea mejor que dormir a su lado sintiendo su desprecio cada mañana.

—¿ Qué rayos dices? Es su esposa. Va a ser instalada en la habitación que le corresponde. La de su esposo.

—Pero el señor se enojará. Sabe cómo es señora Leonor, capaz y me echa por desobedecer.

—No te echará Celeste, yo me encargo. Tú obedeceme a mí. Te conviene.

Trato de cambiar de tema rápidamente. Es muy incómodo.

—¿ Ya mi equipaje estaba aquí? ¿ Desde cuándo ? No tuve tiempo de ir por él—Quiero demostrar que no me importaría dormir en otro lado y que no me importó ese comentario.

—Tu padre se encargó de enviarlo hoy muy temprano. Ahora le pediré al mayordomo que te suba a la alcoba y así puedas descansar un poco… Laura, no le hagas caso a …—dice ella. Respiro hondo y muestro una sonrisa fingida.

—No se inquiete, no pasa nada, al decir verdad es lo mejor para…— hago silencio. Ella suspira y hace una seña al mayordomo. Este me alza en brazos y me conduce a la habitación de Julián. Dejándome en la cama y marchandose.

La mucama termina de arreglar todo. Entonces se pone a mis órdenes y se va. Miro con curiosidad la alcoba, es muy elegante y varonil. Su perfume impregna mis fosas nasales y siento un ligero temblor al imaginar que dormiré a su lado. Entonces mi visión se enfoca en la mesita al lado de la cama. Es una foto de Britney. ¿ Cómo se atreve? En la cómoda también hay fotografías suyas. Siento mucha impotencia, me lleno de rabia y entonces busco en mi bolsa y tomo mi celular. Esto es demasiado para mí. Llamo a Luciano.

« Por favor, envía al chófer por mi, ahora mismo Luciano»

« ¿ Qué? ¿ Estás loca Laura, verdad? Es tu lugar , allá te quedas»

« No puedes obligarme a ello , Luciano. Él no me quiere a su lado, por favor, eres mi hermano, ven por mi, te lo ruego por favor»

« Olvidalo. Es tu marido. Debes estar a su lado. Ese hombre es de armas tomar Laura, la tomará contra mi, contra papá, es tu culpa por cruzarte en su camino , no sé si creer en tu inocencia Laura, pero creo que toda esta situación tu misma te la buscaste»

« Sabes que no te importa como me siento, solo piensas en tu posición en la empresa. Si mamá estuviera viva yo…»

« Hermanita, por favor, no lo arruines, hace mucho que papá no dormía tranquilo, fueron muchos millones los que se perdieron y papá o yo o Andrés pudimos ir a la cárcel, tu eres nuestro ángel salvador, estamos en tus manos, por favor, aguanta, seguramente esa ira se le pasará pronto, confía en mí»

Entonces cuelgo muy triste. La abuela Leonor entra poco después y me ayuda a cambiar. Me sirve un té y se sienta frente a mi mientras lo tomo. Ella solo me observa en silencio y yo degusto un té tan delicioso con la esperanza de que me ayude a relajar todo mi ser.

—¿ Te sientes más tranquila?—pregunta cuando pongo la taza vacía sobre la mesita auxiliar. Asiento y le sonrío agradecida. Estoy a punto de confesarle esos recuerdos que me han atormentado desde hace rato cuando …

—Que bueno Laura, porque quiero hablarte de algo.

—¿ De que quieres hablarme abuela?

—Quiero tener un bisnieto. Uno que sea el heredero total de toda mi fortuna, la de tu esposo es suficiente para vivir sin apuros toda su existencia, yo tengo mi propio imperio y ese pretendo dejarlo como herencia al hijo que quiero que tengas con mi nieto —abro mi boca impactada. Ni siquiera querrá tocarme. ¿ Cómo he de traer al mundo a un heredero suyo? Solo pensarlo me causa ansiedad. No sé cómo responder a sus palabras que de verdad me han tomado por sorpresa. Desvío mi mirada con gesto aterrado. ¿ Un hijo producto de un matrimonio sin amor? No creo que pueda llegar a complacerla.

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo