¿Qué piensan? Me dio ternura y sentí empatía por Arman, estaba a nada de estar en un ataque de pánico solo porque ella se recostó en su hombro, mis pobres niños. ¿Qué les gustó más?
| Zinerva |Abro los ojos al sentir que en la superficie sobre la que estoy durmiendo se infla y se desinfla, además de que ahora escucho el pequeño silbido que emite alguien al respirar por la boca. Sin mover ni un músculo, miro hacia arriba y me doy cuenta de que todo este tiempo dormí encima del macho con ojos de diferente color. Debería estar entrando en pánico, pero lo único que siento en este momento es paz y algo de atracción hacia él. Detallo su cuello grueso y con la marcada bolita en su garganta. Sería tan fácil desgarrarla, pero hasta ahora ellos no me han lastimado ni intentado montarme. Además, él es al que menos mataría. Me prepara comida deliciosa y es el que menos me toca, además no habla tanto.— A mí me gusta que me hablen y me toquen — refunfuña Accalia, la ignoro. — ¡Sé que a ti también te gusta porque anoche, a pesar de que yo me recosté en su hombro, tú no pusiste mucha resistencia! — tengo que clavar mis garras en mi palma para evitar gruñir.— ¡Será porque ciert
| Zinerva |Me levanto de la plataforma suave, tengo mucha hambre, ya me estoy acostumbrando a comer varias veces al día y eso me aterra, cuando logre huir me costará volver a adaptar a mi cuerpo a una comida diaria con éxito y si no tres veces a la semana.—Por eso deberíamos quedarnos, comemos muy bien, no nos hacen daño, a veces nos tocan, pero no son bruscos— gruño al solo escucharla.—¿A qué costo? —ella guarda silencio, sabe perfectamente a lo que me refiero— Nos tocaron ayer incluso cuando lloraba, les suplicamos que pararan, nos drogaron, colocaron máquinas en nuestro estómago y lo único que dicen al final es un mísero lo siento —miro mi reflejo en el vidrio de uno de los pequeños espacios que ahora sé que se llama baño— hemos comido cosas peores.—¡Ellos son nuestros mates!—¡Ni siquiera sabemos lo que significa! —ella chilla y yo suspiro— no son tan malos como pensé, pero no quiero vender mi libertad a cambio de comida y refugio, hoy nos vamos quieras o no.Salgo del baño y
| Antosha |—Ya sabes lo que tienes que hacer— dice Faddi mientras me señala con un cucharón.Él acaba de preparar la cena, nunca lo admitiré para no inflar más su ego, pero es un magnífico chef, tomo varios cursos de cocina, sin embargo nunca ha ejercido, la razón obvia es porque prefiere ayudarnos estos primeros diez años que tendremos como Alfas, a pesar de que él no tiene un cargo importante nos ayuda con el papeleo y tareas que no podemos confiarle a cualquiera, sin embargo siempre bromeamos diciendo que es la secretaria de todos.—¿Creen que funcione?— Sí, una disculpa directa es mucho mejor que miles de regalos— dice Faddi emplatando nuestra comida.—Dijiste que es una roger...— Vladimir no sigue hablando porque lo interrumpo.—era una roger, ahora es tu Luna— aclaro mirándolo serio.—lo que tú digas, mientras no la presentes en frente de la manada nadie la tratara como tal, volviendo al tema tienen que ser directos con ella, no estoy insinuando que sea estúpida, simplemente su
| Arman |La observo, me quedé petrificado. Sé que no debería estar reaccionando de esta forma, mi mente no debería divagar en pensamientos impuros. Rápidamente recupero mi autocontrol y desvío la mirada, me acerco a ella con cuidado.— ¿Me quieres ayudar a servir la comida? — no veo otra cosa que su rostro.— Sí — susurra, no es muy comunicativa.Camino hacia el mesón cerca de la cocina, asegurándome de que ella me siga. Cuando está a mi lado, le enseño cómo emplatar la comida y lo hace a la perfección. Al mismo tiempo, le digo los nombres de todo lo que utilizamos. Ella es muy inteligente, como una pequeña esponja que absorbe todo.Yo entrego la comida a mis hermanos. No quiero obligarla a estar demasiado cerca. Sé que si la presiono demasiado, puede huir a su habitación. Cuando ya estamos todos sentados, ella empieza a comer utilizando el tenedor. Observa primero cómo lo hacemos nosotros y luego imita.Toco mi cabello. Estoy sudando un poco. Es difícil comer con ella enfrente y es a
| Antosha |Vemos cómo ella camina, se tambalea un poco y sus rodillas se mueven de forma graciosa, pero está feliz, tiene una hermosa sonrisa solo por estar usando tacones, Olivia tenía dos pares de su talla, todas sus prendas son únicas, no hay un par igual al otro, eso nos fascina.— ¡Miren, miren! — todos nos acercamos cuando ella camina hacia la barandilla.Cómo lo pensamos se termina tambaleando y cayendo, la atrapamos, por supuesto, Arman revisa que no se haya lesionado.— ¡Mira! — exige moviendo sus pies mostrando sus tacones, uno es gris y el otro es celeste —como tú y tú— señala a Anakin y Arman, después ella me muestra una tela con un diseño, es una mezcla de colores entre diferentes tonos de verde, marrón y amarillo— tú — me señala, la emoción con la que la habla es adorable.—Ten más cuidado, pudiste haberte lastimado— le dice Arman preocupado.— ¡Pero mira! — él sonríe rendido ante los deseos de nuestra mate.—Sí son muy bonitos y se parecen a nosotros— responde Arman y n
—¿Estás seguro de lo que harás? —pregunta por quinta vez hoy.—Si existiera la mínima posibilidad de encontrar a tu compañera, ¿lo harías? —replico, observando cómo su silencio confirma mi punto.—Nunca habías dejado la manada por tanto tiempo, será sospechoso.—Estaré fuera como máximo una semana. Nadie debe darse cuenta, sigue con normalidad —respondo mientras cierro mi pequeña maleta.—Espero que ella esté ahí, pero es arriesgado. Si te atrapan, nadie te podrá sacar de ahí —dice, acomodándose el cabello con frustración.—No me atraparán y no sabrán que fui yo. Ya lo hemos hecho antes, entrar y salir sin ser detectados.Ellos se creen invencibles, pero están muy equivocados. Creen tener infiltrados en mi manada y disponer de información valiosa. Solo son cachorros jugando a ser Alfas. Yo llevo este puesto desde los quince; ellos apenas están empezando. Siguen ahí porque no son una amenaza. Sus padres lo eran, especialmente el mayor, pero ya no están al mando. Gracias a eso, he podido
| Zinerva |Él está buscando entre la ropa que trajo mamá. Toda es muy bonita; no entiendo por qué no elige cualquier cosa.— Tesorito —me llama para que le preste atención ya que estaba mirando las telas—, no entiendo por qué no usan mi nombre—. ¿Prefieres un pantalón o un vestido?— No sé qué es un pantalón.— Es lo que llevo puesto. Si te coloco un pantalón, debes usar también una camisa —dice señalando la tela que está en su torso.— Pantalón —lo elijo solo por curiosidad.— Supongo que este pantalón con esta camisa quedarán bien. ¿Te gusta? —él me los enseña, pero a mí me da igual; solo quiero que me vista para ir a ver dónde están sus otros hermanos. No entiendo por qué invitaron gente si estábamos bien solos.— Sí, me gusta —tampoco entiendo por qué le da tanta importancia a las telas que usaré.Quiero salir de aquí con él para saber lo que hacen sus hermanos. Si no están aquí, es porque están haciendo otra cosa y quiero ver lo que hacen; seguro será más divertido que elegir la
Observo el bosque mientras pequeños fragmentos de recuerdos vienen a mi mente. Fue tan fácil entrar, los túneles siguen siendo los mismos, a pesar de que haya pasado más de medio siglo. Traje solo un puñado de los machos en los que más confío. Tienen décadas trabajando para mí; además, sé cuáles son sus puntos débiles. Si por alguna razón me traicionan, los haré pagar con creces. Nunca confiaría en alguien que no tiene nada que perder; es necesaria una debilidad para que yo les pueda confiar cosas como estas.Pasamos un par de horas moviéndonos por la manada. Gracias a un par de deltas sabemos por dónde podemos pasar hoy. Hasta ahora no hay señales de ella y, desgraciadamente, la mañana llegó. Tenemos que ocultarnos en una de las cabañas para no levantar sospechas. A pesar de que la manada sea grande, no me tomaré el riesgo de que alguien me reconozca. Mi lobo y yo sabemos esperar.—Alfa Alexander, estos son los informes de los nuevos integrantes desde su última visita a la manada —aga