¿Qué piensa de los trillizos? Hoy tendremos doble actualización.
| Antosha |Vemos cómo ella camina, se tambalea un poco y sus rodillas se mueven de forma graciosa, pero está feliz, tiene una hermosa sonrisa solo por estar usando tacones, Olivia tenía dos pares de su talla, todas sus prendas son únicas, no hay un par igual al otro, eso nos fascina.— ¡Miren, miren! — todos nos acercamos cuando ella camina hacia la barandilla.Cómo lo pensamos se termina tambaleando y cayendo, la atrapamos, por supuesto, Arman revisa que no se haya lesionado.— ¡Mira! — exige moviendo sus pies mostrando sus tacones, uno es gris y el otro es celeste —como tú y tú— señala a Anakin y Arman, después ella me muestra una tela con un diseño, es una mezcla de colores entre diferentes tonos de verde, marrón y amarillo— tú — me señala, la emoción con la que la habla es adorable.—Ten más cuidado, pudiste haberte lastimado— le dice Arman preocupado.— ¡Pero mira! — él sonríe rendido ante los deseos de nuestra mate.—Sí son muy bonitos y se parecen a nosotros— responde Arman y n
—¿Estás seguro de lo que harás? —pregunta por quinta vez hoy.—Si existiera la mínima posibilidad de encontrar a tu compañera, ¿lo harías? —replico, observando cómo su silencio confirma mi punto.—Nunca habías dejado la manada por tanto tiempo, será sospechoso.—Estaré fuera como máximo una semana. Nadie debe darse cuenta, sigue con normalidad —respondo mientras cierro mi pequeña maleta.—Espero que ella esté ahí, pero es arriesgado. Si te atrapan, nadie te podrá sacar de ahí —dice, acomodándose el cabello con frustración.—No me atraparán y no sabrán que fui yo. Ya lo hemos hecho antes, entrar y salir sin ser detectados.Ellos se creen invencibles, pero están muy equivocados. Creen tener infiltrados en mi manada y disponer de información valiosa. Solo son cachorros jugando a ser Alfas. Yo llevo este puesto desde los quince; ellos apenas están empezando. Siguen ahí porque no son una amenaza. Sus padres lo eran, especialmente el mayor, pero ya no están al mando. Gracias a eso, he podido
| Zinerva |Él está buscando entre la ropa que trajo mamá. Toda es muy bonita; no entiendo por qué no elige cualquier cosa.— Tesorito —me llama para que le preste atención ya que estaba mirando las telas—, no entiendo por qué no usan mi nombre—. ¿Prefieres un pantalón o un vestido?— No sé qué es un pantalón.— Es lo que llevo puesto. Si te coloco un pantalón, debes usar también una camisa —dice señalando la tela que está en su torso.— Pantalón —lo elijo solo por curiosidad.— Supongo que este pantalón con esta camisa quedarán bien. ¿Te gusta? —él me los enseña, pero a mí me da igual; solo quiero que me vista para ir a ver dónde están sus otros hermanos. No entiendo por qué invitaron gente si estábamos bien solos.— Sí, me gusta —tampoco entiendo por qué le da tanta importancia a las telas que usaré.Quiero salir de aquí con él para saber lo que hacen sus hermanos. Si no están aquí, es porque están haciendo otra cosa y quiero ver lo que hacen; seguro será más divertido que elegir la
Observo el bosque mientras pequeños fragmentos de recuerdos vienen a mi mente. Fue tan fácil entrar, los túneles siguen siendo los mismos, a pesar de que haya pasado más de medio siglo. Traje solo un puñado de los machos en los que más confío. Tienen décadas trabajando para mí; además, sé cuáles son sus puntos débiles. Si por alguna razón me traicionan, los haré pagar con creces. Nunca confiaría en alguien que no tiene nada que perder; es necesaria una debilidad para que yo les pueda confiar cosas como estas.Pasamos un par de horas moviéndonos por la manada. Gracias a un par de deltas sabemos por dónde podemos pasar hoy. Hasta ahora no hay señales de ella y, desgraciadamente, la mañana llegó. Tenemos que ocultarnos en una de las cabañas para no levantar sospechas. A pesar de que la manada sea grande, no me tomaré el riesgo de que alguien me reconozca. Mi lobo y yo sabemos esperar.—Alfa Alexander, estos son los informes de los nuevos integrantes desde su última visita a la manada —aga
| Arman |Espero su respuesta. Por alguna razón, los pocos segundos en los que decide qué decir se me hacen eternos. Muevo mi pie y trato de respirar a un ritmo normal. Tal vez no debí haber preguntado eso. Puede malinterpretar lo que deseo. Sí, quiero tener ese tipo de momento con ella, pero no ahora. Sé esperar. Creo que es mejor retractarme.— Puedes decir que no, estoy acostumbrado a dormir solo...¿POR QUÉ DIJE ESO?Seguro piensa que soy un desesperado por contacto físico. Si antes parecía un pervertido, ahora seguro piensa que soy un gazmoño. Debo arreglarlo, piensa en algo.— ¡Ayúdame, Ivaylo!— Tú fuiste quien metió la pata, a mí no me metas —gruñe y corta el enlace.Tengo un lobo de adorno; no sirve ni para ayudarme a conquistar a la futura madre de nuestras crías y desde que pisó nuestro territorio, la dueña de nuestro corazón y voluntad.— Vamos, tengo sueño —ella me saca de mi pequeño ataque de pánico.Su pequeña mano agarra el borde de mi camisa, sus lindos ojitos redondos
| Alexander |Nos movemos como uno aprovechando la oscuridad de la noche; nuestro pelaje nos ayuda a ser más imperceptibles. Estamos muy cerca del centro de la manada. Tuvimos un golpe de suerte y dos de los Alfas decidieron irse a lados opuestos esta noche; solo hay uno en la casa. A diferencia de lo que pensaban mis acompañantes, esta noche se trata de averiguar qué esconden y por qué es tan importante en vez de seguir buscando a la loba.Mi lobo está de acuerdo conmigo; sería una buena ventaja. Queremos encontrar a esa loba de cabellos rizados, pero también debemos conseguir una garantía en caso de que algo salga mal. No voy a dejar a mis guerreros; pase lo que pase, me los llevo conmigo.Nos tardamos una hora más de lo acordado. Tienen buena vigilancia; lástima que hay traidores y tenemos magia de nuestro lado. No pueden olernos; podemos estar a un metro de distancia de ellos y nunca se darían cuenta.Cuatro de mis acompañantes se separan, un par me sigue hasta cierta distancia. Lu
| Anakin |Camino entre el bosque, ocultando mi olor. No deseo que nadie me vea ni avise de mi llegada. Al parecer vieron a mi bisabuela entrar en la manada, y quiero verla. Tenemos más de veinte años sin saber nada de ella. Esa mujer es así, misteriosa, pero muy agradable. Es una anciana tan adorable como peligrosa.Mis hermanos no sienten tanto apego hacia ella. Entiendo a Arman, ya que no está relacionado biológicamente con ella, pero Antosha sí. Nunca entenderé por qué soy el único que siente un tipo de apego emocional hacia ella, nada insano. Tal vez sea solo curiosidad.Al llegar a la casa de mis padres, siento el olor de mi padre Marcio y el característico aroma de la magia de ella. No es un aroma fuerte ni desagradable para mí. Están a unas once yardas, más o menos, entre los árboles del patio trasero de la casa.—¿No vas a decirme qué haces aquí? —inquiere mi padre. Parece molesto.—¿Acaso tu abuela no puede visitar a sus nietos favoritos?—No quieras venir a engañarme. Sé que
| Arman |Le arranqué el brazo al vampiro, uno de los pocos que quedan. Tuve que quitarle el control a mi lobo, que quería ir a la casa; tenía que detenerlo porque al estar luchando contra él, nos atacaron por la espalda. Sus sucios colmillos se clavaron en mi lomo, pero es solo una herida menor. Tuve el placer de arrancar su cabeza y así evitar que pudiera morder a alguien más.—Algo no está bien, no puedo sentirla, su olor está desapareciendo —Ivaylo está muy alterado.Decido que mi gente ya puede encargarse del problema solos. Sé que debería ir a ayudar a mi hermano ya que estoy cerca y él sigue luchando, pero no quiero extender más el sufrimiento de Ivaylo. Es normal que el olor de nuestra mate disminuya si ella decidió esconderlo; puede estar asustada por estar sola y muy preocupada por nosotros.Corro lo más rápido que puedo. Cuando llego, aligero el paso. La casa se ve perfecta como la dejamos, nuestra gente está en sus posiciones. Me transformo antes de entrar. Al abrir la puer