14.
Observo cómo las tres hembras me miran. Ahora tengo extrañas, pero suaves telas que utilizan los humanos cubriendo mi torso y parte de mis glúteos y piernas. La mamá de los tres machos también me ayudó a utilizar sus aparatos extraños para darme un baño.

La única razón por la que acepté que me bañaran es porque me sentía extraña. Al parecer, todos aquí están siempre limpios. Simplemente me sentía rara. Mi loba quiere encajar, pero viendo a las mujeres frente a mí, me parece difícil. Son blancas. Las dos más viejas tienen el cabello castaño y la madre de ellos negro, una melena larga y lisa, muy hermosa.

Toqué mi cabello y ni siquiera pude pasar mis dedos por medio de este. Mientras ella me bañaba, pude tocar las puntas de su cabello y era muy suave, tan diferente al mío.

— No tiene remedio, sería una pérdida de tiempo. Además, dudo que quiera pasar las próximas dos horas soportando jalones de cabello inútiles —dice la hembra mayor.

— No vamos a dejarla pelona —gruñe la madre de ellos.

Asíntota

¿Cuál es su favorito de los trillizos?

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