Narrador
El auto deportivo de Atlas llegó hasta la recepción del compromiso, y captando todas las miradas de los presentes, apenas ayudó a Abril a descender de este, ambos se sintieron incómodos.Y es que a pesar de todos saber que Dante había abandonado a Abril, aún eran algo moralistas, y verla colgada del brazo de su cuñado, no era algo que tomáran de buena manera.Caminando con elegancia, Abril, y Atlas ingresaron al salón, y siendo recibidos por la pareja de prometidos, estos entablaron una pequeña charla—Abril... Qué gusto que estés aquí, no esperé que llegaras con Atlas... Menos siendo tu cuñadoForzando una sonrisa, Maya, la hermana menor de Erika, realizó este comentario con toda la mala intensión de hacerla sentir mal, y es que una de las partes que no menciono Atlas, es que la fiesta era en honor a ella, y su prometido, los cuales estaban próximos a contraer nupcias.Sonriendo forzadamente, al entender lo que está pretendía, Abril llevó una copa que traía en su mano, a sus labios y seguido de tomar un sorbo de la bebida, respondió—¿Y qué tiene de malo eso? Atlas, y yo somos buenos amigos, nos conocemos desde hace muchos años, no le veo el problema ¿Como tu hermana se encuentra viviendo con un hombre casado, y eso no lo ves?La rivalidad entre Abril y las hermanas Bennett, viene de años atrás, esto por el mismo Dante, motivo por el cual, estas no se llevaban bien, algo que Atlas no recordó al invitarla.Aclarando su garganta, Atlas y Cristian, el prometido de Maya, intervinieron, y logrando alejar a Abril, Hackett se disculpó por lo sucedido.—No recordaba que tú, y las hermanas Bennett no se llevaban bien... Lo siento Abril¿Como llevarse bien cuando una de ellas se encuentra con su esposo en otro país?Sonriendo un poco con la ira carcomiendo su ser, Abril en un intento de distraerse, tomó una de las manos de Atlas, e invitándolo a bailar una pieza que sonaba en ese instante, este se sonrojó un poco.Caminando hasta la pista de baile, este rodeó la delicada cintura de la chica, y acercando sus cuerpos de manera lenta y delicada, sus miradas se cruzaron, así como sus rostros quedaron a escasos centímetros.La respiración de Abril se agitó, así como también el corazón de Atlas, y una vez que la música subió su volumen empezaron a moverse de manera lenta, y delicada.Algunos de los presentes eran cercanos a los Hackett, y murmurando que se trataban del joven Atlas, y su cuñada, los rumores mal intensionados empezaron a surgir.Y es que la forma en que la miraba Atlas no era común, no era como un hombre ve a su cuñada, y acercando sus labios a su mejilla, este murmuró para que Abril pudiese escuchar.—Te ves hermosaLas luces del salón, el sonido de la música, y sus corazones agitados, aportaron a que la atmósfera romántica, nublara el juicio de ambos, pero conteniéndose, Abril solo empezó a reír—Estaba pensando en un número para la revista ¿Qué tal Mujeres empoderadas? Serias ideal para aparecer en la portada.Tratando de contenerse para no besarla, Atlas propuso una idea que desde hacía mucho venía rondando en su cabeza, y negando de manera frenética, sin dejar de reír, Abril respondió—Me encanta la idea, pero ni loca aparezco en la portada... Me parece poco ético hacer un número sobre mí, además ¿Qué tiene de especial una simple editora?Atlas conteniendo el aire, sintiendo que cedería a la tentación frente a él, bajo la mirada de todos los presentes, este agregó—Mucho, en solo tres años nos has posicionado en la cúspide de la industria, sin mencionar que estamos valorados en millones, y millones de dólares, a tu corta edad eres una eminencia, y creo que todos deben saber de ti, quién es el cerebro de la revista, y por supuesto el corazón.Estas palabras conmovieron a Abril, y es que justo esto era lo que ella pretendía lograr, y en cada edición de esta, ella dejaba alma, y corazónLlevando sus manos hasta el cuello del chico, Abril lo observó en silencio por unos segundos, y perdiéndose en su mirada gris, está intentó convencerse de que Atlas Hackett, era el hombre ideal para ella.—Aun así, no es correcto, no puedo permitir que mi profesionalismo se vea empañado por mi necesidad de ser conocida, así que no estoy de acuerdoAtlas, en un intentó de controlar sus instintos, mordió su labio inferior, y continuando con el tema, preguntó.—¿Y si me encargo yo de ese número? Abril no me parece justo que pocos conozcan de ti, que nadie vea el rostro hermoso detrás de tanto trabajo... Deseo hacerlo, y lo haré.Negando al ver que este no renunciaría a su idea, ambos continuaron moviéndose al ritmo de la canción que sonaba en ese instante, y finalizando esta, él la invitó a tomar un trago.—Sabes que no descansaré, sé que si le propongo esta idea al abuelo, y a tu padre, me apoyarán, así que de nada sirve resistirse.Esto mejor que nadie lo sabía, de hecho el abuelo tiempo atrás pensó en algo parecido, pero debido a que ella siempre posponía el tema, este número jamás se hizo.Caminando entre los invitados, la pareja llegó hasta la mesa que les fue asignada, y tomando unas copas, ambos se dedicaron a brindar—Por una noche diferente, por qué sea la primera de muchas, y porque por primera vez no me veas como el dulce Atlas Los labios de Abril se fruncieron ante tal brindis, y es que Atlas de dulce ya no tenía nada, antes el chico con el que ella solía jugar, era pequeño, delgado, cariñoso.Ahora el Atlas frente a ella, era todo un hombre, rostro esculpido por los dioses, mandíbula cuadrada, labios carnosos, y un cuerpo... Que incitaba a tocarlo, su abdomen, era duro como una roca, y la V al final de esta... Hacía que cualquier mujer enloqueciera.Tragando grueso, Abril recorrió el cuerpo de Atlas con su vista, y al verlo sonreír, esta supo que se hallaba en graves aprietos, si no se controlaba.Ambos continuaron charlando por unos segundos, y viendo como la pareja, agasajada, golpeaba una de las copas con un cubierto, su anuncio empezó—La noche de hoy para mí, es un placer tenerlos en este lugar. Hoy, todos ustedes serán testigos de la unión Matheson-Bennett, quienes por años han esperado este momento. Esta noche, su servidora Maya Bennett se comprometerá con Cristian Matheson, su único, y verdadero amor, con el fin de establecer lazos eternos.Tomando la palabra la menor de las hermanas Bennett, Abril solo rodó los ojos por lo forzado de su discurso, y es que no era un secreto que esta pretendía casarse con Cristian solo por su dinero, y no por amor.Atlas divertido por la situación al pensar lo mismo que Abril, elevó su copa, y tomando un sorbo de esta, agregó—Lástima por Cristian, lo quiero como a un hermano, se crio con Dante y conmigo, pero el amor a veces nos hace pendejos.El comentario hizo a ambos sonreír, y tomando la palabra el pobre chico, el discurso continuó.—Ahora invito a mi hermana, mi mejor amiga, mi confidente. Erika ¿Algunas palabras para nosotros?Colocándose de pie de entre los invitados, Erika Bennett, la amante de Dante, elevó su copa con su rostro muy limpio, como si la gente hubiese olvidado lo que ella, y Hackett, le hicieron a Abril, e iniciando su discurso, Ella palideció al verla de regreso—Hermana, mis mejores deseos para ambos, sé que su amor es puro, y sincero, y no habrá obstáculo que se interponga entre ustedes... Por Cristian, por ti, y por qué pronto tendremos otro compromiso.Las piernas de Abril se entumecieron, así como también su corazón se agitó¿Qué estaba queriendo decir?¿Que Dante, y ella se comprometerían?Desviando su vista a Atlas, este notó los ojos de Abril cristalizados, y negando la tomó de la mano, y la invitó a salir.—Abril ¡Mierda! Fue una pésima idea traerte aquí.Deteniendo sus pasos en la entrada principal del lugar, él llevó su mano hasta la mejilla de Abril, y acariciando esta, demostró lo arrepentido que estaba, y es que en realidad su intención jamás fue hacerla sentir mal, y bajando su rostro, ella contuvo sus lágrimas—Y lo sé... Ahora vamos, no quiero estar ni un segundo más aquíPor más que ella dijera que no le dolía ver a Erika tantos años después, si lo hacía, y Atlas con solo verla lo supo, por lo que moviendo su mano con delicadeza no dejo de acariciarla.Abril, vulnerable y lastimada, aferró su mano a la de él, y observándose por unos segundos, Atlas empezó a acortar la distancia entre ambos.Desde hacía mucho que él se había imaginado este momento, en el que sus labios se juntaran con los de Abril, y chocando sus respiraciones, sus ojos se fueron cerrando de a poco.Faltaban milímetros para sellar el momento con un beso, cuando de la nada, una garganta se aclaró a su lado. Atlas, con su mano aun reposando en la mejilla de Abril, se detuvo, y abriendo sus ojos, y viendo hacia un lado, la imponente figura de Dante se divisó en la entrada.Remojando sus labios, este se separó de Abril, y al ella notar que algo sucedía, miró en esa dirección para ver al responsable de su sufrimiento de años.Allí parado como si nada, con sus brazos cruzados, su ceja enarcada, y su mandíbula tensa, estaba Dante.Está demás decir que ambos se sintieron intimidados por la presencia del mayor de los Hackett, pero ignorando esto, Atlas tomo la palabra.—Dante, cuanto tiempo sin verteDante, sin decir palabra alguna, dirigió su mirada a Abril quien no dejaba de verlo, y sonriendo de lado, dio un paso hacia adelante, en dirección a su hermano, quien se enfureció al ser interrumpido a medio beso con la mujer que amaba.—Muchos, y por lo que veo... Tú no pierdes el tiempo.Colocándose de pie, justo frente a su hermano, estos se miraron frente a frente, demostrando que existía una pequeña rivalidad entre ellos, y desviando su vista unos segundos después a su esposa, este ordenó—Camina... Tenemos que hablarDecir que Abril no sentía sus piernas tambaleantes, era omitir una parte importante de lo sucedido, así como también esta sentía que su corazón se saldría por su boca.Asintiendo en dirección de Atlas, está le señaló que iría, y empuñando sus manos, Atlas vio como ambos, se alejaban de él.Narrador Deteniendo su andar un par de pasos alejados de Atlas, Dante se giró sobre sus talones para hacerle frente a Abril, quien lucía imperturbable ante este. Quería gritar, reclamarle por lo que recién acababa de ver entre Atlas, y ella, pero conteniéndose, Dante, solo frunció sus labios. —¿Tan rápido hiciste tu vida después de mi partida? Escondiendo la ira que sintió en ese instante, Dante permaneció a la espera de una respuesta que llegó cargada de indiferencia de parte de su esposa —¿Te parece poco tiempo 3 años, Dante? Intentando fingir que la presencia repentina de su esposo no removió nada en ella, Abril se cruzó de brazos ante él, quien se hallaba colérico, y su rostro tenso lo demostró enseguida, cuando dando un par de pasos llegó hasta ella —Fue muy poco tiempo Abril, tres años no son nada, pensé que tus palabras eran ciertas, que tus te amo eran verdad... Pero ahora que llego, y te veo a casi en un beso con Atlas, supe que todo era una mentira, y que tu Abril Gran
NarradorCon su respiración agitada, y sintiendo el escozor de sus ojos, apenas se alejaron lo suficiente de Dante, Abril se detuvo, y llevando las manos a su cintura, trató de controlar su respiración agitada.—¿Por qué carajos fuistes con el Abril? ?Que te dijo Dante? Con la curiosidad carcomiendo todo su ser, Atlas bombardeo a Abril con preguntas, y obteniendo que esta elevara su mano, indicándole que se calmará cuando estuvo más serena, habló—Hablar estupideces, reclamarme por qué estoy aquí contigo ¿No es descarado?Atlas negó enseguida mientras se acercaba a ella, y acunando su rostro quedó a escasos centímetros de sus labios.El deseo y las ganas de retomar lo que quedo a medias lo azotaron enseguida, debido a lo apetecible que lucían sus labios, pero viendo a su alrededor y notando a un par de personas, se contuvo.—No tienes por que prestarle atención Abril, Dante esta loco, siempre lo ha estado, y el ver que ahora has cambiado, y que los has dejado atrás quiere retenerte d
NarradorDesplazándose con elegancia, y delicadeza, Abril llegó al enorme edificio H&G, y observando la recepción, una sonrisa se dibujó en sus labios cuando de uno de los asientos que se hallaba en el lugar para la visita, se colocó de pie, Ibbie, su mejor amiga, y quien se volvió su más fiel confidenteExtendiendo sus brazos, está de manera sensual, se acercó a ella, y tras estrujarla con gran fuerza, chilló—No te imaginas cuanto espere este día, al fin la rata peluda de Hackett pagará por lo que hizoDecir que esto alegro a Abril era una mentira, en el fondo ella sabía que esto traería problemas, unos que le costarían no solo dinero, sino también salud mental, la cual tardó mucho recuperar.Separándose de su loca amiga, Abril asintió, y tomando su mano, ambas subieron en su elevador, hasta el piso superior, en donde apenas las puertas se abrieron, notaron que todos corrian de un lado al otro, sofocado, nerviosos, temiendo por su empleo.Deteniéndose a su paso el mensajero, sonrió
NarradorObservando la Solicitud en sus manos, Dante no creía lo que sus ojos veían¿Abril había impuesto la demanda de divorcio por abandono?Le parecía una pésima broma, algo que él jamás imaginó que ella haría, y ahora que al fin tenía las pruebas en sus manos, se hallaba atónito.Colocándose de pie, pasó una de sus manos por su rostro, y avanzando hasta la ventana de su habitación, vio como las pertenencias de su esposa eran sacadas de la mansión HackettEfectivamente como ella se lo dijo a Atlas, al otro día, al amanecer se marcharía, y así lo hizo.Antes de que Dante se instalára de nuevo en la mansión de su abuelo, esta mandó a sacar todas sus cosas, con el fin de no cruzarse en su camino.Estrujando el papel en sus manos molesto, Dante decidió bajar a la estancia, y hallándose al patriarca de la familia, frunció sus labios, sabiendo que él lo reprenderia por lo que estaba sucediendo—¿Se marcha? Y todo por tu culpa... Si hubieras hecho las cosas bien, ella no tendría por qué i
NarradorMirando de arriba a abajo con cierta repulsión, Erika sonrió de manera sardonica, y es que en su mente maquiavelica ya había ideado el próximo chisme"Atlas y Abril son amantes"El escándalo perfecto para que Dante de una buena vez desistiera de la estupida idea de reconquistar a su esposa, algo que ella sabía desde su regreso pero que se negaba a aceptar.Atlas, al presentir lo que está deseaba, apretó su mandíbula, y enarcando una ceja se adelantó a preguntar.—¿Qué buscas Erika? Por que Dante no se encuentra por aquí, así que puedes marcharte de una buena vezSin anestesia y de manera directa, Atlas habló, lo cual no turbó en lo absoluto a la arpía, todo lo opuesto, despertó su ira, y arremetió en contra de él, sin importarle que este fuera el hermano del hombre que decía amar.—Y lo sé... Es solo que quise acercarme a saludar, quería saber como se sentía Abril por nuestro regreso, y tu al ver a tu amante sufrirObservando a la chica algo molesta a un lado, Erika habló con
NarradorObservando con desdén a Atlas, Dante se mantuvo en silencio a la espera de una respuesta que salió de este casi enseguida.—¡No es tu problema!Movido por la ira contenida en su cuerpo, Dante tomó el brazo de Abril, y tirando de él, pretendió llevársela, alejarla de Atlas, quien en su ausencia se pegó a ella como una sanguijuela y plantándose firme en el suelo, Granfort no se lo permitió.—¿Qué quieres Dante? ¿Qué haces aquí?Deduciendo que él se hallaba en el lugar por su amante, Abril de ninguna manera se iría con él. En primer lugar, se supone que ella lo quería evitar, y en segundo lugar, no tenía nada que hacer a su lado, cuando se supone que estaban en pleno proceso de divorcio.Aún asombrado por la oposición de Abril, Dante se regresó en sus pies y colocándose frente a ella, le preguntó.—Quiero llevarte conmigo ¿Acaso se te olvida que eres mi esposa?Tales palabras hicieron a la mujer sonreír de lado, al parecerle gracioso el descaro de su esposo¿Su esposa?¿Ahora si
NarradorAbriendo sus ojos, apenas le regresó la consciencia, Dante pestañeó un par de veces tratando de adaptarse a la luz del hospital.Y es que pidiendo ayuda, Erika pudo trasladarlo para realizarle un par de estudios, para saber el estado de su corazón.Recordando lo sucedido con Abril, Hackett intentó colocarse de pie, y acercándose hasta él, una enfermera se lo impidió.—Señor, debe esperar, no puede colocarse de pie aún.Desprendiendo la vía de su brazo, Dante no se daba por vencido, y apoyando los pies en el suelo, este continuó quitándose los demás artefactos que se hallaban en su pecho—¡Deténgase!En un esfuerzo inútil, la mujer pretendió regresarlo a la cama, y al notar que no se quedaría tranquilo, presionó el botón para llamar a sus compañeras, quienes segundos después llegaron acompañados de Erika.—Dante... No puedes quitarte los monitoresAproximándose hasta él, Erika apoyo sus manos en los hombros de Dante, y elevando su vista, al escuchar la voz conocida, este se det
NarradorCon su boca media abierta, Abril pasaba su vista del juez a Ibbie, quien se hallaba a su lado al pie del estrado.Y es que por órdenes del tribunal se realizaría una audiencia por el asunto de su divorcio, a la cual Dante nunca llegóEl motivoSu estado de salud, que si bien habían pasado dos días desde su incidente a las afueras del restaurant, este se hallaba en la mansión Hackett bajo el cuidado de la familia, al menos de Nerio, y Georgia.Manteniendo su postura firme, la abogada de Dante presentó sus motivos para no estar allí, y viendo esto, el juez solo pospuso la sesión.—¿Enfermo del corazón? ¡Es un maldito idiota! A Dante le he tolerado de todo, que se halla marchado, que me haya dejado en ridículo, inclusive que no me hubiese dado ninguna explicación a su regreso. ¿Pero esto? Es el colmo.Pasando sus manos por su rostro colérica por la absurda excusa de Dante para no asistir, Abril salió del lugar lo más rápido que sus pies le permitían, y siguiéndola muy de cerca,