NarradorCaminando un poco ansioso por las instalaciones del hospital psiquiátrico al sur de la ciudad, en donde se hallaba recluido Atlas Hackett, Erick solicitó verlo para hablar con él solo unos segundos.Sinceramente, estos eran un poco cercanos, y desde el momento que Granfort supo lo que él, le había hecho a su hija, la perfecta imagen del prometido ideal para Abril se esfumó.Aun así, Erick tenía tantas cosas por decir, que le parecía que el momento al fin había llegado.Agradeciendo a la mujer de cabello rojizo, y gafas de pasta gruesa en la puerta del lugar, el hombre tomó su identificación, y siendo guiado hasta el jardín en donde se hallaban algunos de los pacientes paseando, este se quedó algo sorprendido al ver a Atlas como si nada.Como si fuese una persona normal en ese lugar, jugando una partida de cartas con uno de los enfermeros, que solo portaba el uniforme de allí por alguna exigencia.—El señor Hackett está por allá.Señalándole su posición, Erick fue guiado hasta
Narrador Sintiendo su mundo dar vueltas, al igual que su cabeza palpitar debido al golpe recibido, Ibbie luchó con el dolor abrumador para abrir sus ojos al fin, y hallando solo la desolación en una habitación oscura, y fría, ella se dispuso a sentarse.Con dificultad, y escaneando con su vista el lugar mohoso en donde se hallaba, la abogada tomó asiento en el helado suelo, en donde a simple vista se notaba la suciedad del lugar.—Mi cabezaLlevando su mano a la zona golpeada por la desquiciada de Maya, ella sintió como la humedad de su sangre mojó sus dedos, y dirigiendo su mano al frente de su rostro, notó que se hallaba sangrando.Aun descolocada, Ibbie intentó colocarse sobre sus pie, vistiendo aún la bata de hospital que lejos de ayudarla a protegerse, solo hacía que el frío del sitio empezara a calar en su cuerpo—Tengo que salir de aquíCaminando un poco desorientada aún, ella llegó hasta la oxidada puerta que la mantenía encerrada, y escuchando un silencio escalofriante, Ibbi
Narrador Sintiendo como su cuerpo era estampado contra el auto a sus espaldas, Abril se quedó en shock al sentir como Atlas la abrazaba de manera protectora. Manteniendo sus manos a los lados de su cuerpo, Granfort trató de no realizar contacto físico con él, y separándose de ella, una vez notó que se hallaba a salvo que Bennett no les había hecho nada a ninguna de las dos, él dijo —Estás bien, pensé que ella les había hecho algo.Separándose de Abril, dejándola un poco confundida por su repentina acción, Atlas estudió el rostro de su cuñada unos segundos, y escuchando como Maya se acercaba a ellos, les pidió—Salgan de aquí, ella ya vieneInterponiéndose en el camino de Maya, quien salió del interior del lugar cargando el arma de fuego en sus manos, Atlas no le permitió seguir, y bajando su vista hasta el abdomen de ella, él se dio cuenta de que se hallaba herida.—Maya, salgamos de aquí… Busquemos ayuda, puedes morir desangrada.Dando un paso adelante intentando a ayudarla, Maya
NarradorIncrédula totalmente por lo que estaba sucediendo, Yenifer le dio una mirada a Cristian de dislocación; quien jamás espero una declaración de su paternidad tan abierta de parte de Ibbie, menos ante su madre.Llevando la mano hasta su pecho, la mujer esperaba que esto fuese una simple broma, pero al notar que su hijo no lo negó en ningún momento, sino que sonrió un poco, ella confirmó que su peor temor se cumplió—Eso no es posible, tú ¿Embarazaste a la abogada?Riendo al ver la cara de descontento de la señora Matheson, Ibbie solo agito su cabeza en negación, sintiendo un poco de pena por la clase de persona que era esa mujer.A Yenifer solo le importaba mantener su linaje, para así poder continuar alardeando con gente de su misma élite, e Ibbie, una abogada humilde que estudió con sacrificio, no era la mejor candidata para ser la madre de su nieto.Girándose sobre sus talones, la chica pretendía llegar hasta Abril quien se hallaba a escasos metros de ella, y gritando desde s
Narrador2 Meses después…—¿Seguro quieres renovar tus votos en este lugar?Observando hacia los lados, Abril recorrió con su vista la modesta sala de la capilla en donde se hallaban, en la misma que sus padres se casaron años atrás, y en donde ella renovaría los votos de matrimonio con el hombre que amaba ese mismo día—No le veo nada malo Ibbie, por supuesto ahora no es tan hermosa como hace unos años, pero para mí lo único que importa es que Dante, y ustedes estén aquí.Encogiéndose de hombros sosteniendo un pequeño ramo de flores en sus manos, Abril volvió a mirar por el ventanal a sus espaldas, tratando de calmarse, ya que los nervios no la dejaban pensar con claridad, y permaneciendo en silencio unos segundos, un par de pasos resonaron en la sala.Llegando a sus espaldas, Erick se quedó de pie en el umbral de la puerta, viendo a su hija preparada para caminar al altar de nuevo, en esta ocasión con un vestido sencillo, para nada extravagante como el anterior, e introduciendo una
Narrador—¿Abril que has pensado sobre extender el viaje, al menos unos días?Preguntando a sus espaldas, sentado en un enorme sofá, mientras ella elegía un par de prendas como regalos para Ibbie, Abril se detuvo de pronto para girarse, y responderle—Sabes que no podemos, la revista lleva tres meses sola Dante, además el niño de Ibbie está por nacer, y quiero estar allí.Estando de compras en una de las paradas del crucero en Pompeya, el cual estaba por finalizar al día siguiente, Dante pretendía convencerla de no regresar por ahora, no por qué de verdad no quisiera porque no era así, solamente estaban disfrutando tanto su tiempo de pareja que de verdad temía que a su regreso por cuestiónes de trabajo, esta no sería igual.—Me llevo este vestido, y me probaré este junto al traje de baño, ya regresó.Elevando en su mano la pieza, Abril se la señaló a su esposo antes de caminar a los probadores mientras la vendedora iba por un par de vestidos más, y frunciendo sus labios sabiendo que e
Narrador Regresando a la ciudad un día antes de lo esperado de la extensión de su luna de miel, Abril se lamentó por no estar junto a Ibbie en un día tan importante como el nacimiento de su pequeño, el cual está demás decir que es la adoración de sus padres.—Lamento tanto no haber estado contigo Ibbie soy una pésima amiga Llenando la habitación de obsequios del nuevo hogar que compartían Cristian e Ibbie por el bien de su bebé, Abril no dejaba de insistir en lo mismo, ya que se sentía mal por no regresar a tiempo.—Te dije que no era necesario, Abril ahora tu vida está ligada a la de Dante, y tu prioridad será disfrutar tu matrimonio, así que no tenías obligación de estar junto a mí. Además de eso… Matheson nos ayudó bastanteLa atención y la perseverancia del hombre estaba dando sus frutos, la posición de Ibbie hacia él, no era tan severa como antes, ahora valoraba el magnífico esfuerzo de este como padre, para cuidar de ambos. Aun así, no deseaba involucrarse sentimentalmente con
NarradorChocando directo en el rostro de Abril, el sol la hizo removerse, y es que la intensidad con la que la azotaba no la dejaba permanecer tranquila, por lo que llevando su mano hasta la zona, intentó cubrirse de este sin obtener mayor resultado, por lo que girándose sobre su cuerpo, se halló con la fría soledad de su camaSe suponía que esa mañana todo sería diferente, pero no lo fue, y al levantarse descubrió que él, ya se había marchado¿Por qué creería que las cosas podían cambiar después de un año de casados?Sencillo, al ser su primera noche como marido y mujer, y el haber al fin consumado su matrimonio, Abril pensó que Dante la miraría distinto, pero se equivocó.Colocándose de pie, esta sintió como un dolor agudo se extendió por su pelvis, y manteniéndose inmóvil unos segundos, cuando este cesó, continuó su caminata, hacia la estancia de la mansión.—Buenos días, señora ¿En qué la puedo ayudar?La primera que se cruzó en su camino fue Georgia, la nana de Dante, quien al ve