Primer acto: Esperado reencuentro.

Tres meses antes de la partida de Alastor, un día antes del cumpleaños de Anna.

Marzo comenzaba a llegar a su fin, por lo que, aquella mañana, era una mañana fresca y completamente soleada, por ende, en la manada Loto de Luna, los entrenamientos matutinos habían comenzado.

Sí bien era sábado, el día en que los guerreros de esa manada descansaban, se había hecho un pequeño cambio por petición del alfa, quien pronto, realizaría un viaje de negocios.

Como su viaje duraría bastante, su manada estaría desprotegida por algunos días, por lo que el alfa, quería que toda su gente estuviese preparada durante su ausencia.

Y pese al mal humor que había estado cargando los últimos meses, todos los guerreros de aquella manada, aceptaron sin chistear el pequeño cambio, sobre todo, los más jóvenes, pues ahora podían entrenar con su joven alfa más a menudo.

–¡Vamos! ¡Tú puedes hermanita! –gritaba emocionado un cachorro –¡Acaba con él! –

–El joven Ares parece confiado ¿no crees, Ella? –le preguntó un joven a una bonita mujer de cabello rubio y ojos claros

–¿No debería de estarlo? La joven alfa le dará una paliza a Asher –dijo la joven emocionada antes de juntar sus dos manos para hacer una especie de bocina –¡Tú puedes Anna! –

― ¡Acaba con él! ―

Aquel día, Wyatt Dagger, el delta de la manada había decidido iniciar los entrenamientos con los combates mixtos, por lo que, el segundo delta, Byron Ferrara, seleccionó a uno de sus mejores pupilos para enfrentar a la joven seleccionada por el primer delta, nada más y nada menos que la futura alfa de la manada, pues ambos estudiantes, habían desarrollado cierta rivalidad en el campo al estar tan nivelados.

―Oye Jaden, ¿crees que Asher tenga oportunidad hoy? ―le preguntó un joven a su futuro delta

― ¿Asher ganarle a la señorita Anna? ―preguntó Jaden con un tono de voz divertido ―No lo creo Mike, ella se ha esforzado mucho durante este año para poder ponerse al corriente, además, sus entrenamientos con la Luna Iva son demasiado intensos, creo, que ya no queda nadie en esta manada que esté al nivel de nuestra futura alfa ―

―Era de esperarse ―dijo Mike con una sonrisa ―Ah, entonces esta será la sexta derrota para el pobre Asher ―

―Tendrá que esforzarse más ―dijo un joven con gafas, el cual observaba atentamente el encuentro

― ¡Usted puede señorita Anna! ―

― ¡Haz tu mejor esfuerzo Asher! ―

Pese a que ambos lobos eran animados, ninguno perdía la concentración y se rodeaban el uno al otro en el centro de la tarima.

Ocasionalmente, alguno lanzaba algún ataque que lograba ser esquivado con facilidad por su oponente, sin embargo, cansada de tanto rodeo, Anna se lanzó directamente a su contrincante, quien, previendo el ataque, intentó esquivarlo.

Para su mala suerte, Anna logró derribarlo.

Rehusándose a tener una aparatosa derrota, Asher le hizo una llave a la joven, la cual, la hizo caer al suelo, por lo que ambos, no tardaron en enfrascarse en un extraño e intenso forcejeo.

―Venga, dilo ―dijo Anna en un jadeo cuando, finalmente, logró colocarse a horcajadas de Asher al mismo tiempo que sujetaba los brazos del joven sobre su cabeza

En un intento por librarse del dominio de su futura alfa, Asher intentó girarse, sin embargo, Anna ejerció más presión sobre su cuerpo, lo que provocó que el joven resoplara resignado.

―Basta… No puedo más ―dijo un jadeante Asher

―La ganadora de este encuentro es, ¡Anna! ―exclamó un orgulloso Wyatt

Con una sonrisa de oreja a oreja, Anna se levantó de encima de Asher, para, inmediatamente después, ayudar al joven a ponerse de pie.

― ¿Cómo diablos pudiste librarte de mi última llave? ―preguntó el joven tomando la toalla que uno de sus amigos le había lanzado

―Todo fue gracias a él ―dijo Anna señalando a un muy molesto Byron

―Carajo Asher, Anna usó el escape que les enseñé el martes ―gruñó el lobo

―Asher, esta fue la sexta ―canturreó la joven

―Bien, yo pagaré los gastos en la próxima noche de karaoke ―gruñó Asher

― ¿Es necesario que te recuerde que Kai prometió asistir? ―preguntó un joven que llevaba unas delgadas gafas negras ―Ese chico le gana a Anna en cuanto a comer alitas ―

― ¡Gino! ―

―Carajo…―masculló Asher

―Gracias hermanito ―dijo Anna tomando la botella con agua que el cachorro le ofrecía

―Lo hiciste bien mi pequeña, pero ¿qué te he dicho? ―preguntó el alfa desde su lugar en unas pequeñas bancas hechas de madera

―Lo sé, lo lamento papá, perdí la paciencia ―

―Como futura alfa, es importante que te mantengas en control mi niña ―agregó Iva, quien, pese a que la estaba aleccionando, parecía orgullosa ―Fuera de eso, hiciste un excelente trabajo ―dijo la mujer antes de tenderle una toalla

―Gracias mamá ―dijo Anna con una sonrisa

― ¿Lista para correr Uvita? ―le preguntó Gino

―Con la carrera terminarás por hoy mi niña, sé muy bien que quieres aprovechar el día para prepararte para recibirlo ―dijo Iva guiñándole un ojo

― ¡Mamá! ―exclamó Anna avergonzada

― ¿Recibir a quién? ―preguntó Alastor arqueando una ceja

―Byron, ¿nos vamos ya? ―le preguntó Anna a su guardián al mismo tiempo que se alejaba de sus padres

Ante el rostro confundido de su compañero y el evidente avergonzamiento de su hija, Iva soltó una risita y se aferró al brazo de su esposo.

―Alastor, querido, ¿acaso ese mal humor que has tenido estos meses te afectó la cabeza?, Dante llega mañana por la mañana a la manada ―

―Oh, claro ―dijo Alastor con una sonrisa ―Y esta vez, nada ni nadie podrá evitar que esos dos se reconozcan oficialmente ―

―Es una pena, creo que echaré de menos el popurrí ―dijo Iva pensando en las rosas que su hija recibía diariamente

Y es que, cuando estas se marchitaban, la joven loba se rehusaba a tirarlas, por lo que terminaron dándoles otro uso

―Cielo, creo que nos hará bien descansar de eso ―dijo Alastor arrugando la nariz, pues el olor de aquel popurrí solía provocarle mareos a su lobo

―Supongo que sí, pero, Alastor, querido, por favor no vayas a molestar a la cachorra, aunque quiera negarlo, está muy emocionada por su encuentro con Dante ―

Resignado ante la idea, Alastor suspiró antes de dirigir su mirada hacia su cachorra, la cual, encabezaba a un pequeño grupo que estaba siendo dirigido por Byron.

― ¿Hoy no vas a Wolfsong por tus amigos? ―le preguntó Byron a Anna

―No, Eli traerá a Connor y a Adel más tarde ―dijo Anna, quien ajustaba sus guantes de combate

―Por cierto, Uvita, ¿es oficial? ¿Egan no nos acompañará esta noche? ―le preguntó Gino a Anna, quien soltó un triste suspiro y negó con la cabeza

―No, él llegará mañana con Dante y Lysander ―dijo Anna evitando mirar a sus amigos ―Esta vez la tradición de mi pre-cumpleaños tendrá que cambiar ―

Si bien su amistad con Egan había vuelto a ser la misma de antes, pensar en él o hablar con él, aún le provocaba un cosquilleo en su vientre.

― ¿Y cómo te sientes con el regreso del joven Dante? ―le preguntó Pía, su compañera de patrullaje

― ¿Emocionada? ―le preguntó Gabrielle, su amiga y futura gamma al mismo tiempo que le daba un suave codazo en las costillas

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