Era una tormentosa madrugada de verano en el bosque “Flor de Luna”, en el cual, no había parado de llover desde hace tres días.
Debido a las altas temperaturas que azotaban al país en aquel caluroso verano, muchos consideraban esta tormenta una especie de bendición, sin embargo, en el pequeño pueblo escondido en lo más profundo de aquel bosque, aquella tormenta no era más que la manifestación de la terrible pérdida que habían sufrido tan solo un par de días atrás. Debido aquel evento, los guardianes de aquel hermoso lugar, iban y venían por todas las fronteras de su territorio, asegurándose, de que todo estuviera en orden y de que nada ni nadie amenazara la seguridad de la gente que ahí vivía, pues pronto, su única guía se marcharía para recuperar lo que se les había arrebatado. En la casa principal de aquel bello pueblo, ninguna habitación tenía las luces encendidas, la única excepción, era la pequeña oficina donde el líder de aquel lugar solía pasar horas trabajando. Notando esta irregularidad, uno de los guardias que custodiaba aquel lugar, se dirigió a la oficina para averiguar cuál era el motivo de que aquella luz estuviese encendida a altas horas de la madrugada. ―Mi princesa, lo lamento… ¿Qué hace aquí? ― ―Ragnar, te he pedido que no me llames princesa, al menos, no todavía ―masculló una joven, la cual, tenía sus ojos clavados en la pantalla de una computadora ―Perdóname Anna, aún no me acostumbro, fui preparado para respetar a la realeza toda mi vida, la verdad, es un hábito difícil de abandonar ―dijo el hombre antes de ocupar una silla frente al escritorio, donde su joven princesa, estaba trabajando ― ¿Por qué está Ares aquí? ―preguntó al notar un pequeño bulto en el largo sillón de cuero falso de la oficina ―Ares le teme a las tormentas ―dijo Anna dirigiendo su mirada hacia su hermano, el cual, se aferraba fuertemente a una manta y a un saco de color negro ―Me lo encontré cuando salía de mi habitación, iba a buscar a mamá, pero…― ―La Luna está en el hospital…―completó Ragnar por ella ― ¿Está todo bien? ― ―Sí, solo quiere asegurarse de que todo esté bien antes de marcharnos mañana, teme que el viaje en avión afecte su estado ―dijo Anna con un suspiro antes de volver a clavar sus ojos en la pantalla de su computadora ―Sobre qué hago aquí, Dante y Zeth salieron, nos informaron de una brecha en la frontera norte, por lo que estoy esperando el regreso de ambos, con lo ansiosa que estoy, no puedo dormir sin Dante a mi lado…― ―Entiendo… ¿Trabajas en algo? ¿Puedo ayudarte? ― ―Gracias por ofrecerte Ragnar, pero creo que no puedes ayudarme ―dijo Anna dedicándole una pequeña y rápida sonrisa ―Le escribo una carta a papá… Le cuento sobre lo que ha pasado en los últimos dos meses…― ― ¿Por qué? Pensé que el alfa había estado preparando informes para él ― ―Y lo hizo, Dante preparó informes sumamente detallados sobre todos y cada uno de los negocios de papá ―dijo Anna con un suspiro ―Sin embargo, creo que a papá le gustaría más saber sobre cómo han ido las cosas con la gente de la manada, los nuevos ingresos, la situación con mamá y, sobre todo, lo sucedido en Niebla Profunda…― ―Él siempre se interesó más por las personas, tiene sentido que hagas eso ―dijo Ragnar con un suspiro ―Ragnar, ¿Papá siempre ha sido así? ―preguntó Anna con curiosidad ―Sí, incluso de cachorro ―dijo Ragnar con una sonrisa ―Desde pequeño, Al siempre demostró su interés por la gente, por lo que todos creíamos que algún día, él sería un gran rey…― ―Lo será Ragnar, ya lo verás ―dijo Anna levantándose de su silla para ir a sentarse en la que estaba junto al antiguo mayor ―Por algo papá nos dio aquellas instrucciones en Rónan ― ―Eso era antes de lo que le hicieron, Anna, sigo pensando igual que el alfa Benedetti, tú no deberías ir a Arcadia, si tú eres la última pieza, ir al palacio es…― Para impedirle que continuara hablando, Anna levantó una de sus manos antes de dirigir su mirada hacia su hermano. ―Ares ya está bastante preocupado por papá, por favor, no lo angusties más ―dijo la joven en un susurro ―Él piensa que sólo iré a buscarlo…― ―Anna, ahora eres la alfa de esta manada… No crees que, incluso para el cachorro ¿Es un poco, demasiado obvio lo que está pasando? ― ―Lo sabe, pero también cree en mí y si bien no entiende lo peligroso que será entrar a ese lugar, mi hermano confía en que traeré a papá de vuelta…― ―Lo traeremos, a todos ―dijo Ragnar colocando su mano sobre la de la joven, por lo que ella, simplemente asintió ―Anna, ¿puedo preguntarte algo? ― ―Claro, ¿qué sucede? ― ― ¿Crees que puedas contarme cómo fueron los últimos meses en Loto de Luna? ― ― ¿Desde la partida de papá? ― ―Sí, me gustaría entender un poco más como fueron las cosas, ya sabes, la forma en que los vigilaron, el ataque de Tabatha, los acechadores, incluso, me gustaría saber un poco más detalladamente sobre Leo y sus cachorros, también, me gustaría tener más detalles sobre lo que pasó en Niebla Profunda, ya sabes princesa, antes de que mis hombres y yo…― ―Basta Ragnar, Félix no te culpa…―dijo Anna apretando la mano del que, alguna vez, fue el mejor amigo de su padre ―Entonces… ¿Quieres todos los detalles? ― ―Sí, incluso, me gustaría saber cómo fue tu encuentro con el alfa ― ―Ragnar, ¿esa es tu forma de decir que quieres saber todos los detalles jugosos? ― ―Se podría decir ―dijo el hombre tratando de reír en voz baja para no perturbar el sueño de Ares ―Te pareces más a papá de lo que quieres admitir ―dijo Anna con una dulce sonrisa ―Vale, te lo contaré todo, sin embargo, ¿te importaría ir por algo de café? Dante y el tío están por llegar, supongo que ellos también querrán escuchar ― ―Vale, no tardo ―dijo Ragnar acariciando la cabeza de Anna antes de dejar la oficina con paso veloz Al verlo salir, Anna suspiró y se dirigió al largo sillón donde su hermano descansaba. ― No te preocupes hermanito ―susurró mientras acariciaba su cabeza ―Tabatha y Mendel no se saldrán con la suya, papá está vivo y te juro que lo traeré de vuelta, también salvaremos a los abuelos y a la tía Keren…―Tres meses antes de la partida de Alastor, un día antes del cumpleaños de Anna. Marzo comenzaba a llegar a su fin, por lo que, aquella mañana, era una mañana fresca y completamente soleada, por ende, en la manada Loto de Luna, los entrenamientos matutinos habían comenzado. Sí bien era sábado, el día en que los guerreros de esa manada descansaban, se había hecho un pequeño cambio por petición del alfa, quien pronto, realizaría un viaje de negocios. Como su viaje duraría bastante, su manada estaría desprotegida por algunos días, por lo que el alfa, quería que toda su gente estuviese preparada durante su ausencia. Y pese al mal humor que había estado cargando los últimos meses, todos los guerreros de aquella manada, aceptaron sin chistear el pequeño cambio, sobre todo, los más jóvenes, pues ahora podían entrenar con su joven alfa más a menudo. –¡Vamos! ¡Tú puedes hermanita! –gritaba emocionado un cachorro –¡Acaba con él! – –El joven Ares parece confiado ¿no crees, Ella? –le pr
Ante la pregunta de la joven gamma, todos dirigieron su mirada a su futura alfa, cuyo rostro, estaba completamente rojo, lo que arrancó algunas carcajadas.― ¿No es obvio? Estoy nerviosa ―masculló Anna ―Pese a que me lo han explicado una y otra vez, no logro entender como funciona eso de reconocer a mi compañero, ¿qué tal si me pasa lo mismo que a Gabrielle y se me bloquea el olfato? ―le preguntó a Pía, quien era la que iba a su lado― ¡Oye! Que aun estoy aquí hermanita ―dijo Gabrielle fingiendo molestia ―Gala se puso nerviosa, era mi primer clase de rastreo con el delta Byron ――Menos mal que serás una gamma y no una rastreadora ―dijo Asher colocándose a su lado―Ja-ja el simpático te dicen ―gruñó Gabrielle antes de empujarlo―Suficiente chicos, es hora de empezar ―dijo Byron alzando la voz ―Como será el último ejercicio del día, correrán una hora sin descansar, el que no pueda seguir el paso de Anna o de Gino, recibirá un castigo ――Pero delta, ¿qué hay de los que acabamos de recibi
La siguiente hora de carrera, pasó demasiado rápido para el gusto de la joven Anna, por lo que, al sentirse insatisfecha, optó por transformarse y dar un par de vueltas más por los campos de entrenamiento acompañada de su fiel guardián, Jared, quien le contó que Ares, había participado por primera vez en los entrenamientos para cachorros y que le había ido de maravilla.Sintiéndose llena de orgullo, la joven loba se prometió comprarle un postre a su hermano más tarde esa noche para felicitarlo.Cuando por fin Amara se sintió satisfecha de su paseo, ella y Jared volvieron a la casa de la manada, pues esa noche, ellos dos y Gabrielle, harían una pequeña presentación en el café Moore, donde Anna y Gabrielle, solían trabajar los fines de semana, a lo que, ocasionalmente, el joven Jared solía unirse de vez en cuando.―Chicos, ¿no están nerviosos? ―preguntó Gabrielle, quien revisaba unas partituras sentada en su piano―No, hemos hecho esto ya muchas veces Gaby ―dijo Anna, quien repasaba un
― ¡Anna! ―exclamó la joven gamma cuando su amiga, soltó una fuerte carcajada ante la broma de Jared―Lo lamento, pero Gaby, no huele a nada ―dijo Anna apresurándose a abrazarla―Si acaso, huele a café ―dijo Jared dirigiendo su mirada hacia Anna ― ¿Era eso lo que te llamó la atención? ――No, Jared, ¿de verdad no huele a algo más? ―preguntó la joven si soltar a su amiga―Lo siento jefa, solo huelo el café ―dijo Jared intentando percibir algo más en el ambiente―Te juro que, por un breve segundo olió a… ―dándose cuenta de que era imposible de que el aroma de Dante estuviese presente, Anna sacudió la cabeza ―No es nada, no importa ―masculló antes de comprobar su teléfono―Acaso… ¿Olió a Dante? ―le preguntó Gabrielle arqueando las cejas―Eso creí, pero… Él debe de estar volando justo ahora…―dijo Anna con un triste suspiro antes de guardar su teléfono ―En fin… ¿Cómo nos vemos Jared? ――Hermosas, estoy seguro de que brillarán como siempre ――Gracias Jared ―dijeron ambas chicas a la vez―Iré
Mientras todos disfrutaban de la presentación, la única que estaba de pie e iba de un lado para otro, era Pía, quien entregaba el pedido a sus comensales o simplemente tomaba alguna orden.―Hoy no tuve que hacer una videollamada ―le dijo Pía en un susurro justo cuando pasó cerca del escenario, lo que arrancó una suave risa de parte de Anna.La segunda canción de esa noche era mayormente interpretada por Jared, por lo que Anna, tuvo la oportunidad de volver a echar un vistazo al café.Con agrado, descubrió que los asientos vacíos en la mesa de sus amigos, por fin se habían ocupado.Adeline, no había tardado en sacar su teléfono para comenzar a grabarla, Connor, quien acababa de ocupar su lugar, le contaba algo a Gael, lo que provocó que el joven hechicero se emocionara.Elizabeth, por su parte, observaba a ambos chicos con el ceño fruncido mientras que se refugiaba en los brazos de Gino, quien, al notar su gesto, no tardó en besarle la sien, lo que, a la joven loba, la hizo sonreír en
Sin poder resistir un solo minuto más, Anna corrió hacia su compañero, y, de un salto, rodeó su cintura con sus piernas y se abrazó a su cuello, mientras que él, la sujetaba firmemente de sus muslos.―De verdad no tienes idea de lo mucho que te he extrañado ―masculló Anna antes de besarlo con profundidadSintiendo como la ansiedad de aquel día abandonaba su cuerpo, Anna se aferró más fuerte a su compañero, el cual, no tardó en apretar sus muslos con suavidad antes de separarse ligeramente de ella.―La que no tiene idea eres tú ―le dijo en un susurro ―He esperado más de un año para tenerte entre mis brazos ―Con sumo cuidado, Dante bajó a Anna antes de apresurarse a sujetar su rostro con ambas manos.―Eres mía pequeña alfa, sólo mía y por fin puedo gritarlo ―dijo elevando la voz ligeramente antes de volver a besarla―Lamento mucho interrumpir el hermoso rencuentro ―dijo Elizabeth tras aclararse la garganta ―Pero, querido hermano, ¿no se suponía que ibas a esperar hasta mañana? ―Dispue
Inclinando su rostro hacia su tacto, Anna cerró los ojos unos instantes.―Me alegra que por fin estés aquí, pero tu llegada solo significa que…――Tranquila nena, el alfa ha estado trabajando duro desde casa con toda la información que le hemos estado enviando, así que yo en tu lugar, estaría tranquila, pues seguramente, con toda la información que tiene, su viaje no durará mucho y volverá enseguida, yo, por mi parte, aunque él regrese, no me moveré de aquí, me quedaré a tu lado ―Sonriéndole, Anna se abrazó a su cintura y permitió que el aroma de su compañero la relajase, por lo que, tras asentir, la joven se separó de él y dio unos cuantos pasos al interior del bosque para poder transformarse.―Eres mucho más hermosa en persona ―dijo Dante sonriendo cuando la hermosa y delicada figura de Amara se presentó ante élAnte sus palabras, la loba meneó la cola y se acercó a él para poder frotar su cabeza contra él.―Realmente hermosa ―dijo riendo cuando la loba le dio un rápido lengüetazoC
Ante las palabras de Dante, Anna sonrió y se aferró más fuerte a los brazos de su compañero en un intento de relajarse contra él, sin embargo, pronto emergió cierta duda que había estado rondando en su cabeza durante los últimos días.―Dante… ¿Puedo hacerte una pregunta? ――Claro, ¿qué sucede nena? ――Bueno, quería saber… Ya sabes, cuando papá se marche, ¿cómo harás para comunicarte con los miembros de esta manada? ¿Te unirás a Loto de Luna? ――No mi amor, aún no es necesario que lo haga, de momento, mi presencia aquí es una mera pantalla, la cual, sirve para protegerlos ante la ausencia del alfa ya que, si alguna manada enemiga se llegase a enterar de su ausencia, ustedes podrían ser fácilmente atacados ――Sin embargo, al ser mi compañero y tener ya veintiuno, la gente podría pensar que, de hecho, sí que estás a cargo ――Así es ―dijo Dante antes de besar su sien ―Aunque la verdad, el que realmente estará al frente de Loto de Luna, será el beta Neilan, básicamente, para ustedes no hab