Capítulo 2: Presentimiento.

 La siguiente hora de carrera, pasó demasiado rápido para el gusto de la joven Anna, por lo que, al sentirse insatisfecha, optó por transformarse y dar un par de vueltas más por los campos de entrenamiento acompañada de su fiel guardián, Jared, quien le contó que Ares, había participado por primera vez en los entrenamientos para cachorros y que le había ido de maravilla.

Sintiéndose llena de orgullo, la joven loba se prometió comprarle un postre a su hermano más tarde esa noche para felicitarlo.

Cuando por fin Amara se sintió satisfecha de su paseo, ella y Jared volvieron a la casa de la manada, pues esa noche, ellos dos y Gabrielle, harían una pequeña presentación en el café Moore, donde Anna y Gabrielle, solían trabajar los fines de semana, a lo que, ocasionalmente, el joven Jared solía unirse de vez en cuando.

―Chicos, ¿no están nerviosos? ―preguntó Gabrielle, quien revisaba unas partituras sentada en su piano

―No, hemos hecho esto ya muchas veces Gaby ―dijo Anna, quien repasaba una lista de canciones

―Sabes, ahora que lo mencionas, yo he tenido una extraña sensación durante toda la mañana, como si algo fuera a pasar ―dijo Jared, quien se encontraba afinando su guitarra

― ¿Verdad? Yo creo que algo pasará esta noche ―

― ¿Ahora son videntes como Gael? ―preguntó Anna

―No, si tuviera una visión, sin duda me sentiría más tranquila al saber qué es lo que me tiene tan nerviosa, pero ¿sabes? Yo creo que es algo bueno ―dijo Gabrielle sonriéndole a su amiga

― ¿De verdad tú no lo sientes Anna? ―preguntó el joven, cuyo cejo se encontraba ligeramente arrugado

―La verdad no ―dijo Anna encogiéndose de hombros ―Estoy preocupada por otras cosas ―masculló acercándose a Gabrielle con la lista de canciones ― ¿De verdad son todas románticas? ―

―Dona dijo que hoy sería noche romántica en el café, supuse que sería lo más adecuado, pero no te preocupes, mientras estabas de paseo me preparé para la hoguera ―dijo Gabrielle al mismo tiempo que le mostraba otra lista de canciones

―De igual forma llevaré mi guitarra, por si te quedas con ganas de cantar otra cosa ―

―Gracias chicos, son los mejores ―dijo Anna con un suspiro aliviado, pues últimamente, el romance la molestaba, sobre todo, cuando tenía que ver lo melosos que solían ser Gino y Elizabeth

―No es nada jefa, ¿empezamos? ―preguntó Jared

Justo cuando ambas chicas asintieron, el teléfono de Anna comenzó a sonar, por lo que la joven se precipitó al sillón donde había dejado su fiel mochila

―Lo lamento chicos, lo pondré en…―

― ¿Qué sucede? ―

―Es un mensaje de Eli, dice que esta noche se quedará con Connor y Adel en la cabaña del alfa Basil, ya que, al parecer, llegarán un poco tarde pues Enzo está ocupado y Cara aún no regresa de Wolfsong ―

― ¿Y qué tiene eso de raro? ―

―Jared, de todas las veces que Eli se ha quedado con nosotros, ¿cuántas veces se ha quedado en la cabaña del alfa? ―preguntó Anna al mismo tiempo que guardaba su teléfono

―Buen punto ―dijo Jared ―No le des vueltas jefa, la señorita Benedetti es muy impredecible ―

―Sí que lo es ―

―Por cierto, Gaby, ¿a qué hora debemos estar en el café? ―

―Siendo que ustedes dos quieren correr y tenemos que arreglarnos, creo que, con que lleguemos a las 6:30 estará bien ―

―Gaby, no es algo formal ―masculló Anna de mala gana

―Solo es una presentación Gaby ―gruñó Jared

―Vale, ¿nos presentamos en uniforme? ―

―No ―respondieron los quejumbrosos a la vez

Tras discutir largo y tendido sobre lo que usarían esa noche, los tres comenzaron su práctica. Esta, transcurrió sin problema alguno, pues los tres, conocían las canciones perfectamente, por lo que, cuando llegó la hora de la comida, Anna volvió inmediatamente a casa, pues aquel día, toda su familia lobuna se había reunido en la casa del alfa, ya que todos, estaban entusiasmados por la presentación del pequeño trío, sobre todo, sus abuelos Daryl y Zinerva.

Alastor, por su parte, se disculpó por no poder asistir esa noche, pues el hombre, tenía mucho trabajo y quería dejarle a Dante la menor carga posible, sin embargo, prometió que, si lograba engañar a Neilan, sin duda se pasaría por el café un rato.

Si bien sus planes le costaron un pequeño regaño por parte de Adriano Moretti, todos terminaron riendo, pues el antiguo alfa le pidió que se deshiciera rápido del beta, pues al igual que Jared y Gabrielle, el alfa senior tenía el presentimiento de que algo grandioso sucedería esa noche.

Sintiendo que esto se estaba volviendo una epidemia, Anna decidió confiar en todos, pues después de lo que le había sucedido con Lucien el año anterior, ella no volvería a dudar de aquellos presentimientos, por lo que, de inmediato, le pidió a Byron, su guardián, que se mantuviera alerta.

Y es que, pese a que ya habían pasado más de seis meses desde su secuestro, la joven aún no se sentía con el valor suficiente para volver a la cabaña, lo que, lastimosamente, interfirió con la pequeña tradición de los Moretti y los Benedetti, quienes accedieron a celebrar las fiestas decembrinas en la pequeña casa que tenían en el centro de la ciudad de Wolfsong.

Ahora que todos estaban repitiendo que tenían un presentimiento, el recuerdo de aquel día comenzaba a abrumarla, por lo que, decidida a que aquel suceso no le arruinaría su noche de pre-cumpleaños, nada más terminar de comer, Anna corrió escaleras arriba y se dio un largo y relajante baño mientras cantaba algunas de las canciones de Adele que había preparado para esa noche, las cuales, las había escogido al recordar que a Dante le gustaba como ella las cantaba.

Sin duda, pensar en él mientras practicaba, la había servido para recuperar la calma que había intentado escapar de su cuerpo, pues para cuando llegó la hora de prepararse en el café Moore, la joven se encontraba sumamente relajada.

Caso contrario de su amiga y futura gamma.

― Por Selene, ¿es esto una mancha? ―les preguntó Gabrielle a sus amigos ― ¡No puedo salir así! ―

―Basta Gaby, todo estará bien, hemos hecho esto cientos de veces, ¿por qué ahora tienes pánico escénico? Esa usualmente soy yo ―dijo Anna arqueando una ceja

―Creo que es por la noche romántica, todo parece indicar que tendremos casa llena ―dijo Jared, quien se acomodaba unos tirantes

―Te va bien ese estilo Jared ―dijo la joven alfa, la cual se acomodaba su collar de media luna

― ¿Verdad? No es muy formal ni muy casual, mi madre dijo que era el estilo perfecto ―dijo el joven al mismo tiempo que les modelaba

―Sin duda luces fantástico Jared ―masculló Gabrielle, quien cepillaba su cabello por enésima vez

―Enserio Gabrielle, ¿qué sucede? ―preguntó Jared acercándose a ella ―Incluso a mí me estás poniendo nervioso ―

― ¡No sé cómo explicarlo! ―exclamó la joven ―Tal vez se me pase cuando estemos tocando ―dijo la chica al mismo tiempo que comenzaba a hacer ejercicios de respiración

―Vale, ahora exhala linda ―le dijo Anna cuando Gabrielle contuvo la respiración ―Muy bien, ahora… ¿Qué es eso? ―preguntó la joven cuando un extraño pero familiar olor llegó a su nariz

― ¿Ahora qué? ―preguntó Jared imitándola

― ¿No lo huelen? ―preguntó Anna al mismo tiempo que se acercaba a la puerta de la oficina de Dona

―No… Espera… ¿¡Acaso volví a perder el olfato!? ―peguntó Gabrielle al mismo tiempo que intentaba olfatear algo

―Pero… ¿Qué clase de gamma eres Gabrielle? ―preguntó Jared entre risas

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