La siguiente hora de carrera, pasó demasiado rápido para el gusto de la joven Anna, por lo que, al sentirse insatisfecha, optó por transformarse y dar un par de vueltas más por los campos de entrenamiento acompañada de su fiel guardián, Jared, quien le contó que Ares, había participado por primera vez en los entrenamientos para cachorros y que le había ido de maravilla.
Sintiéndose llena de orgullo, la joven loba se prometió comprarle un postre a su hermano más tarde esa noche para felicitarlo.
Cuando por fin Amara se sintió satisfecha de su paseo, ella y Jared volvieron a la casa de la manada, pues esa noche, ellos dos y Gabrielle, harían una pequeña presentación en el café Moore, donde Anna y Gabrielle, solían trabajar los fines de semana, a lo que, ocasionalmente, el joven Jared solía unirse de vez en cuando.
―Chicos, ¿no están nerviosos? ―preguntó Gabrielle, quien revisaba unas partituras sentada en su piano
―No, hemos hecho esto ya muchas veces Gaby ―dijo Anna, quien repasaba una lista de canciones
―Sabes, ahora que lo mencionas, yo he tenido una extraña sensación durante toda la mañana, como si algo fuera a pasar ―dijo Jared, quien se encontraba afinando su guitarra
― ¿Verdad? Yo creo que algo pasará esta noche ―
― ¿Ahora son videntes como Gael? ―preguntó Anna
―No, si tuviera una visión, sin duda me sentiría más tranquila al saber qué es lo que me tiene tan nerviosa, pero ¿sabes? Yo creo que es algo bueno ―dijo Gabrielle sonriéndole a su amiga
― ¿De verdad tú no lo sientes Anna? ―preguntó el joven, cuyo cejo se encontraba ligeramente arrugado
―La verdad no ―dijo Anna encogiéndose de hombros ―Estoy preocupada por otras cosas ―masculló acercándose a Gabrielle con la lista de canciones ― ¿De verdad son todas románticas? ―
―Dona dijo que hoy sería noche romántica en el café, supuse que sería lo más adecuado, pero no te preocupes, mientras estabas de paseo me preparé para la hoguera ―dijo Gabrielle al mismo tiempo que le mostraba otra lista de canciones
―De igual forma llevaré mi guitarra, por si te quedas con ganas de cantar otra cosa ―
―Gracias chicos, son los mejores ―dijo Anna con un suspiro aliviado, pues últimamente, el romance la molestaba, sobre todo, cuando tenía que ver lo melosos que solían ser Gino y Elizabeth
―No es nada jefa, ¿empezamos? ―preguntó Jared
Justo cuando ambas chicas asintieron, el teléfono de Anna comenzó a sonar, por lo que la joven se precipitó al sillón donde había dejado su fiel mochila
―Lo lamento chicos, lo pondré en…―
― ¿Qué sucede? ―
―Es un mensaje de Eli, dice que esta noche se quedará con Connor y Adel en la cabaña del alfa Basil, ya que, al parecer, llegarán un poco tarde pues Enzo está ocupado y Cara aún no regresa de Wolfsong ―
― ¿Y qué tiene eso de raro? ―
―Jared, de todas las veces que Eli se ha quedado con nosotros, ¿cuántas veces se ha quedado en la cabaña del alfa? ―preguntó Anna al mismo tiempo que guardaba su teléfono
―Buen punto ―dijo Jared ―No le des vueltas jefa, la señorita Benedetti es muy impredecible ―
―Sí que lo es ―
―Por cierto, Gaby, ¿a qué hora debemos estar en el café? ―
―Siendo que ustedes dos quieren correr y tenemos que arreglarnos, creo que, con que lleguemos a las 6:30 estará bien ―
―Gaby, no es algo formal ―masculló Anna de mala gana
―Solo es una presentación Gaby ―gruñó Jared
―Vale, ¿nos presentamos en uniforme? ―
―No ―respondieron los quejumbrosos a la vez
Tras discutir largo y tendido sobre lo que usarían esa noche, los tres comenzaron su práctica. Esta, transcurrió sin problema alguno, pues los tres, conocían las canciones perfectamente, por lo que, cuando llegó la hora de la comida, Anna volvió inmediatamente a casa, pues aquel día, toda su familia lobuna se había reunido en la casa del alfa, ya que todos, estaban entusiasmados por la presentación del pequeño trío, sobre todo, sus abuelos Daryl y Zinerva.
Alastor, por su parte, se disculpó por no poder asistir esa noche, pues el hombre, tenía mucho trabajo y quería dejarle a Dante la menor carga posible, sin embargo, prometió que, si lograba engañar a Neilan, sin duda se pasaría por el café un rato.
Si bien sus planes le costaron un pequeño regaño por parte de Adriano Moretti, todos terminaron riendo, pues el antiguo alfa le pidió que se deshiciera rápido del beta, pues al igual que Jared y Gabrielle, el alfa senior tenía el presentimiento de que algo grandioso sucedería esa noche.
Sintiendo que esto se estaba volviendo una epidemia, Anna decidió confiar en todos, pues después de lo que le había sucedido con Lucien el año anterior, ella no volvería a dudar de aquellos presentimientos, por lo que, de inmediato, le pidió a Byron, su guardián, que se mantuviera alerta.
Y es que, pese a que ya habían pasado más de seis meses desde su secuestro, la joven aún no se sentía con el valor suficiente para volver a la cabaña, lo que, lastimosamente, interfirió con la pequeña tradición de los Moretti y los Benedetti, quienes accedieron a celebrar las fiestas decembrinas en la pequeña casa que tenían en el centro de la ciudad de Wolfsong.
Ahora que todos estaban repitiendo que tenían un presentimiento, el recuerdo de aquel día comenzaba a abrumarla, por lo que, decidida a que aquel suceso no le arruinaría su noche de pre-cumpleaños, nada más terminar de comer, Anna corrió escaleras arriba y se dio un largo y relajante baño mientras cantaba algunas de las canciones de Adele que había preparado para esa noche, las cuales, las había escogido al recordar que a Dante le gustaba como ella las cantaba.
Sin duda, pensar en él mientras practicaba, la había servido para recuperar la calma que había intentado escapar de su cuerpo, pues para cuando llegó la hora de prepararse en el café Moore, la joven se encontraba sumamente relajada.
Caso contrario de su amiga y futura gamma.
― Por Selene, ¿es esto una mancha? ―les preguntó Gabrielle a sus amigos ― ¡No puedo salir así! ―
―Basta Gaby, todo estará bien, hemos hecho esto cientos de veces, ¿por qué ahora tienes pánico escénico? Esa usualmente soy yo ―dijo Anna arqueando una ceja
―Creo que es por la noche romántica, todo parece indicar que tendremos casa llena ―dijo Jared, quien se acomodaba unos tirantes
―Te va bien ese estilo Jared ―dijo la joven alfa, la cual se acomodaba su collar de media luna
― ¿Verdad? No es muy formal ni muy casual, mi madre dijo que era el estilo perfecto ―dijo el joven al mismo tiempo que les modelaba
―Sin duda luces fantástico Jared ―masculló Gabrielle, quien cepillaba su cabello por enésima vez
―Enserio Gabrielle, ¿qué sucede? ―preguntó Jared acercándose a ella ―Incluso a mí me estás poniendo nervioso ―
― ¡No sé cómo explicarlo! ―exclamó la joven ―Tal vez se me pase cuando estemos tocando ―dijo la chica al mismo tiempo que comenzaba a hacer ejercicios de respiración
―Vale, ahora exhala linda ―le dijo Anna cuando Gabrielle contuvo la respiración ―Muy bien, ahora… ¿Qué es eso? ―preguntó la joven cuando un extraño pero familiar olor llegó a su nariz
― ¿Ahora qué? ―preguntó Jared imitándola
― ¿No lo huelen? ―preguntó Anna al mismo tiempo que se acercaba a la puerta de la oficina de Dona
―No… Espera… ¿¡Acaso volví a perder el olfato!? ―peguntó Gabrielle al mismo tiempo que intentaba olfatear algo
―Pero… ¿Qué clase de gamma eres Gabrielle? ―preguntó Jared entre risas
― ¡Anna! ―exclamó la joven gamma cuando su amiga, soltó una fuerte carcajada ante la broma de Jared―Lo lamento, pero Gaby, no huele a nada ―dijo Anna apresurándose a abrazarla―Si acaso, huele a café ―dijo Jared dirigiendo su mirada hacia Anna ― ¿Era eso lo que te llamó la atención? ――No, Jared, ¿de verdad no huele a algo más? ―preguntó la joven si soltar a su amiga―Lo siento jefa, solo huelo el café ―dijo Jared intentando percibir algo más en el ambiente―Te juro que, por un breve segundo olió a… ―dándose cuenta de que era imposible de que el aroma de Dante estuviese presente, Anna sacudió la cabeza ―No es nada, no importa ―masculló antes de comprobar su teléfono―Acaso… ¿Olió a Dante? ―le preguntó Gabrielle arqueando las cejas―Eso creí, pero… Él debe de estar volando justo ahora…―dijo Anna con un triste suspiro antes de guardar su teléfono ―En fin… ¿Cómo nos vemos Jared? ――Hermosas, estoy seguro de que brillarán como siempre ――Gracias Jared ―dijeron ambas chicas a la vez―Iré
Mientras todos disfrutaban de la presentación, la única que estaba de pie e iba de un lado para otro, era Pía, quien entregaba el pedido a sus comensales o simplemente tomaba alguna orden.―Hoy no tuve que hacer una videollamada ―le dijo Pía en un susurro justo cuando pasó cerca del escenario, lo que arrancó una suave risa de parte de Anna.La segunda canción de esa noche era mayormente interpretada por Jared, por lo que Anna, tuvo la oportunidad de volver a echar un vistazo al café.Con agrado, descubrió que los asientos vacíos en la mesa de sus amigos, por fin se habían ocupado.Adeline, no había tardado en sacar su teléfono para comenzar a grabarla, Connor, quien acababa de ocupar su lugar, le contaba algo a Gael, lo que provocó que el joven hechicero se emocionara.Elizabeth, por su parte, observaba a ambos chicos con el ceño fruncido mientras que se refugiaba en los brazos de Gino, quien, al notar su gesto, no tardó en besarle la sien, lo que, a la joven loba, la hizo sonreír en
Sin poder resistir un solo minuto más, Anna corrió hacia su compañero, y, de un salto, rodeó su cintura con sus piernas y se abrazó a su cuello, mientras que él, la sujetaba firmemente de sus muslos.―De verdad no tienes idea de lo mucho que te he extrañado ―masculló Anna antes de besarlo con profundidadSintiendo como la ansiedad de aquel día abandonaba su cuerpo, Anna se aferró más fuerte a su compañero, el cual, no tardó en apretar sus muslos con suavidad antes de separarse ligeramente de ella.―La que no tiene idea eres tú ―le dijo en un susurro ―He esperado más de un año para tenerte entre mis brazos ―Con sumo cuidado, Dante bajó a Anna antes de apresurarse a sujetar su rostro con ambas manos.―Eres mía pequeña alfa, sólo mía y por fin puedo gritarlo ―dijo elevando la voz ligeramente antes de volver a besarla―Lamento mucho interrumpir el hermoso rencuentro ―dijo Elizabeth tras aclararse la garganta ―Pero, querido hermano, ¿no se suponía que ibas a esperar hasta mañana? ―Dispue
Inclinando su rostro hacia su tacto, Anna cerró los ojos unos instantes.―Me alegra que por fin estés aquí, pero tu llegada solo significa que…――Tranquila nena, el alfa ha estado trabajando duro desde casa con toda la información que le hemos estado enviando, así que yo en tu lugar, estaría tranquila, pues seguramente, con toda la información que tiene, su viaje no durará mucho y volverá enseguida, yo, por mi parte, aunque él regrese, no me moveré de aquí, me quedaré a tu lado ―Sonriéndole, Anna se abrazó a su cintura y permitió que el aroma de su compañero la relajase, por lo que, tras asentir, la joven se separó de él y dio unos cuantos pasos al interior del bosque para poder transformarse.―Eres mucho más hermosa en persona ―dijo Dante sonriendo cuando la hermosa y delicada figura de Amara se presentó ante élAnte sus palabras, la loba meneó la cola y se acercó a él para poder frotar su cabeza contra él.―Realmente hermosa ―dijo riendo cuando la loba le dio un rápido lengüetazoC
Ante las palabras de Dante, Anna sonrió y se aferró más fuerte a los brazos de su compañero en un intento de relajarse contra él, sin embargo, pronto emergió cierta duda que había estado rondando en su cabeza durante los últimos días.―Dante… ¿Puedo hacerte una pregunta? ――Claro, ¿qué sucede nena? ――Bueno, quería saber… Ya sabes, cuando papá se marche, ¿cómo harás para comunicarte con los miembros de esta manada? ¿Te unirás a Loto de Luna? ――No mi amor, aún no es necesario que lo haga, de momento, mi presencia aquí es una mera pantalla, la cual, sirve para protegerlos ante la ausencia del alfa ya que, si alguna manada enemiga se llegase a enterar de su ausencia, ustedes podrían ser fácilmente atacados ――Sin embargo, al ser mi compañero y tener ya veintiuno, la gente podría pensar que, de hecho, sí que estás a cargo ――Así es ―dijo Dante antes de besar su sien ―Aunque la verdad, el que realmente estará al frente de Loto de Luna, será el beta Neilan, básicamente, para ustedes no hab
―Gael, de verdad no sabes lo que le sucederá al alfa en…――Oye Gael ―lo llamó Elizabeth, por lo que Chloe, guardó silencio al instante ―Acabas de jurarle lealtad a nuestra Annita, pero ¿qué hay de mi hermano? ¿Acaso le harás la vida miserable? ――Claro que no, ¿por quién me tomas Eli? ―preguntó Gael con tono ofendido ―A mi futuro alfa le debo respeto, en cuanto al otro, bueno, a ese sí que planeo hacerle la vida miserable, mira que amenazarme con no permitirme ir a visitar a mi hermanita ――Dijo que si no te arreglabas con La…――No digas ese nombre Eli ―gruñó Gael ―No en mi presencia ――No empieces cariño ―le regañó Emmet― ¿Cómo te sientes con respecto al tema de ser Luna, Chloe? ―le preguntó Dante, quien, en ese momento, escondía la cerveza de Anna detrás de él, pues al parecer, a la joven le había desagradado el sabor―Yo… Aún me siento insegura ―masculló la joven ―Después de todo, soy una híbrida…―― ¿Qué tiene eso que ver? ―preguntó Anna arqueando una ceja―Bueno… Que una Luna se
Tras horas y horas de risas, charlas y glotonería, Anna y Dante decidieron que era hora de volver, pues el joven, había acordado reunirse con Alastor temprano al día siguiente, por lo que, entre silbidos y comentarios burlescos, ambos regresaron a casa tomados de la mano.Al llegar, ambos se dirigieron directamente a la habitación de Anna, donde, complacidos, notaron que alguien ya había llevado la única mochila que Dante llevaba con él a la habitación, por lo que, tras intercambiar un par de besos más, Anna se dirigió a su armario, mientras que Dante, se dirigió directamente al baño.―Por fin…―le susurró Anna al espejo tras ponerse la pijama, un pants negro con cuadros grises y una blusa de manga larga de color gris ―Después de un largo año de espera, por fin estamos juntos…―“¿Quieres salir de una buena vez? Lo echo de menos…” ―gruñó Amara―Amara, no han pasado ni diez minutos desde que nos separamos de él ―dijo Anna riendo“¿Vas a decirme que no lo extrañas?” ―gruñó indignada la lo
Tras lo que Anna consideró la mejor noche de descanso de su vida, su despertar fue completamente lo opuesto, pues lejos de despertarse en los brazos de su compañero, la joven se despertó con un sobresalto, pues alguien había comenzado a brincar encima de ella dando gritos.― ¡Ya es hora Anna! ¡Despierta! ―― ¡Ares! ―exclamó asustada la joven― ¡Feliz cumpleaños hermanita! ―exclamó el lobato sin dejar de brincar encima de Anna―G-Gracias…―masculló la joven dirigiendo su mirada hacia el espacio donde Dante había dormidoJusto en ese momento, aquel espacio estaba siendo ocupado por la almohada que el joven había usado aquella noche.―Mamá dice que debes bajar ya, es muy tarde y aún debemos planear tu fiesta ―dijo el joven dejando de brincar para acurrucarse junto a ella― ¿Tarde? ¿Qué hora es Ares? ――Son las doce y treinta del medio día ―dijo el lobato aferrándose a su hermana― ¿¡Doce treinta!? ―exclamó asustada―Mamá estaba preocupada porque siempre te levantas temprano ――Rayos… Es q