― ¡Anna! ―exclamó la joven gamma cuando su amiga, soltó una fuerte carcajada ante la broma de Jared
―Lo lamento, pero Gaby, no huele a nada ―dijo Anna apresurándose a abrazarla
―Si acaso, huele a café ―dijo Jared dirigiendo su mirada hacia Anna ― ¿Era eso lo que te llamó la atención? ―
―No, Jared, ¿de verdad no huele a algo más? ―preguntó la joven si soltar a su amiga
―Lo siento jefa, solo huelo el café ―dijo Jared intentando percibir algo más en el ambiente
―Te juro que, por un breve segundo olió a… ―dándose cuenta de que era imposible de que el aroma de Dante estuviese presente, Anna sacudió la cabeza ―No es nada, no importa ―masculló antes de comprobar su teléfono
―Acaso… ¿Olió a Dante? ―le preguntó Gabrielle arqueando las cejas
―Eso creí, pero… Él debe de estar volando justo ahora…―dijo Anna con un triste suspiro antes de guardar su teléfono ―En fin… ¿Cómo nos vemos Jared? ―
―Hermosas, estoy seguro de que brillarán como siempre ―
―Gracias Jared ―dijeron ambas chicas a la vez
―Iré a ver si Dona necesita ayuda mientras llega Pía ¿quieren algo? ―
―Agua, siento la garganta seca ―dijo Anna
―Yo también quiero agua Jared ―
―Vale, ya vuelvo ―dijo el joven apresurándose a dejar la oficina
―Gaby, ¿de verdad me veo bien? ―preguntó Anna al mismo tiempo que se colocaba delante de un pequeño espejo
―No te ves bien, te ves hermosa ―dijo Gabrielle acercándose a ella ―Pensé que habías destrozado ese pantalón el año pasado ―
―Este es nuevo, la abuela Nora me lo trajo del último viaje que hicieron ella y el abuelo a Mirán ―
Para esa noche, Anna había elegido un pantalón negro de cuero sintético que le llegaba a la cintura, un suéter estilo crop top de color rosa palo y unas botas que hacían juego con su pantalón.
En cuanto a su cabello, pese a que le había crecido bastante, esa noche había decidido llevarlo suelto sobre sus hombros.
―No hay duda de que ya no tengo nada que enseñarte en cuanto a moda se refiere ―dijo Gabrielle fingiendo limpiarse una lágrima
―Por Selene, pensé que Elizabeth no había llegado ―dijo Anna fingiendo molestia ―Hablando de… Ella debería estar aquí con Adel y Connor ―
―Tranquila, Connor me envió un mensaje hace rato, me dijo que ya están en el territorio y que sólo estaban esperando a que Eli terminara de arreglarse ―
―Muy bien señoritas, aquí tienen ―dijo Jared tendiéndoles un par de botellas nada más entrar a la pequeña oficina
―Ah, muchas gracias ―dijo Gabrielle apresurándose a beber
―Chicas, Dona quiere saber si podemos salir antes, al parecer, tal y como cada noche que se presentan, tenemos casa llena ―
―Dona debería comenzar a pensar en abrir un local más grande ―dijo Gabrielle con una sonrisa
―Sin duda le iría muy bien ―coincidió Anna mientras jugaba distraídamente con su botella
―Y ya te pusiste nerviosa ―dijo Gabrielle con una risita
―Solo un poco ―admitió Anna ― ¿Con qué canción abriremos? ―
― “¿Puedes sentir el amor esta noche?”, creo que es la más adecuada para caldear el ambiente, así, podremos dar pie a la noche romántica de Dona ―sugirió el joven rastreador
― ¿Saben? Acabo de entender el motivo del por qué Dona quiere un ambiente romántico ―
― ¿Por la partida inminente de su compañero? ―preguntó Jared a lo que Anna asintió
―También Byron, él se marchará justo después de casarse con Ella ―dijo Anna sintiéndose mal por su amiga, quien parecía ansiosa por casarse con su compañero
―Entonces, démosles la noche mágica y romántica que merecen, tal y como Dona quiere ―dijo Gabrielle colocando su mano sobre el hombro de Anna, quien asintió suavemente
― ¿Vamos señoritas? ―preguntó Jared tras abrir la puerta para ellas
―Gracias joven ―dijeron las dos al unísono con una suave risita
Con los brazos entrelazados, los tres dejaron la oficina y se dirigieron al piano, donde Dona ya había preparado un taburete para Jared junto a su fiel guitarra, la cual, ya reposaba en su soporte.
Mientras caminaban entre las mesas, los tres saludaban a los comensales, sin embargo, sin previo aviso, Anna se detuvo y olfateó el aire ligeramente.
― ¿Qué sucede? ―le preguntó Gabrielle
―N-No es nada, venga, vamos ―dijo sonriéndoles a ambos
“Es extraño… Es como si él hubiese estado aquí” ―gruño su loba, lo que provocó que la joven asintiera
Por otro lado, pese a que Gabrielle y Jared se sentían confundidos por la actitud de Anna, ambos se encogieron de hombros y se dirigieron directamente a sus lugares, donde Gabrielle preparó algunas partituras y Jared, tocó algunas notas para afinar su guitarra.
Anna, por su parte, simplemente se dispuso a acomodar el micrófono a su altura, por lo que, al ser la primera en terminar, se dio algo de tiempo para observar el lugar.
En la mesa más cercana a ellos, estaban Gael, Emmet, Gino, Jaden, Ariana, Chloe, Ella Y Byron, quien estaba agregando tres sillas más a la enorme mesa, donde seguramente irían Elizabeth, Connor y Adeline.
Sintiéndose curiosa sobre quién más estaba en el lugar, la joven continuó con su inspección, hasta que, en una mesa cercana a la barra, dio con su familia, donde Ares engullía la tarta de manzana que le había pedido a Dona que le sirviera para felicitarlo por su desempeño en los entrenamientos.
En cuanto a su padre, bueno, de Alastor aún no había señales.
Justo cuando posó sus ojos en la barra, la joven pudo ver al guerrero Tasso, el cual, charlaba animadamente con su compañera, Dona, quien ocasionalmente acariciaba el rostro de su compañero, sin embargo, cuando Gabrielle comenzó a tocar, ambos guardaron silencio y dirigieron su mirada hacia ella, y al verse observados por la joven, le sonrieron ampliamente.
Tal y como Jared había dicho, la canción caldeó el ambiente, pues las parejas, comenzaron a acurrucarse o a tomarse de las manos, mientras que, aquellos que estaban solteros, simplemente disfrutaban de la música o charlaban en voz baja.
Sin duda, el ambiente comenzaba a tornarse perfecto para las parejas, lo que la hizo añorar a su compañero, a quien, por algún motivo, no sentía tan lejos.
Mientras todos disfrutaban de la presentación, la única que estaba de pie e iba de un lado para otro, era Pía, quien entregaba el pedido a sus comensales o simplemente tomaba alguna orden.―Hoy no tuve que hacer una videollamada ―le dijo Pía en un susurro justo cuando pasó cerca del escenario, lo que arrancó una suave risa de parte de Anna.La segunda canción de esa noche era mayormente interpretada por Jared, por lo que Anna, tuvo la oportunidad de volver a echar un vistazo al café.Con agrado, descubrió que los asientos vacíos en la mesa de sus amigos, por fin se habían ocupado.Adeline, no había tardado en sacar su teléfono para comenzar a grabarla, Connor, quien acababa de ocupar su lugar, le contaba algo a Gael, lo que provocó que el joven hechicero se emocionara.Elizabeth, por su parte, observaba a ambos chicos con el ceño fruncido mientras que se refugiaba en los brazos de Gino, quien, al notar su gesto, no tardó en besarle la sien, lo que, a la joven loba, la hizo sonreír en
Sin poder resistir un solo minuto más, Anna corrió hacia su compañero, y, de un salto, rodeó su cintura con sus piernas y se abrazó a su cuello, mientras que él, la sujetaba firmemente de sus muslos.―De verdad no tienes idea de lo mucho que te he extrañado ―masculló Anna antes de besarlo con profundidadSintiendo como la ansiedad de aquel día abandonaba su cuerpo, Anna se aferró más fuerte a su compañero, el cual, no tardó en apretar sus muslos con suavidad antes de separarse ligeramente de ella.―La que no tiene idea eres tú ―le dijo en un susurro ―He esperado más de un año para tenerte entre mis brazos ―Con sumo cuidado, Dante bajó a Anna antes de apresurarse a sujetar su rostro con ambas manos.―Eres mía pequeña alfa, sólo mía y por fin puedo gritarlo ―dijo elevando la voz ligeramente antes de volver a besarla―Lamento mucho interrumpir el hermoso rencuentro ―dijo Elizabeth tras aclararse la garganta ―Pero, querido hermano, ¿no se suponía que ibas a esperar hasta mañana? ―Dispue
Inclinando su rostro hacia su tacto, Anna cerró los ojos unos instantes.―Me alegra que por fin estés aquí, pero tu llegada solo significa que…――Tranquila nena, el alfa ha estado trabajando duro desde casa con toda la información que le hemos estado enviando, así que yo en tu lugar, estaría tranquila, pues seguramente, con toda la información que tiene, su viaje no durará mucho y volverá enseguida, yo, por mi parte, aunque él regrese, no me moveré de aquí, me quedaré a tu lado ―Sonriéndole, Anna se abrazó a su cintura y permitió que el aroma de su compañero la relajase, por lo que, tras asentir, la joven se separó de él y dio unos cuantos pasos al interior del bosque para poder transformarse.―Eres mucho más hermosa en persona ―dijo Dante sonriendo cuando la hermosa y delicada figura de Amara se presentó ante élAnte sus palabras, la loba meneó la cola y se acercó a él para poder frotar su cabeza contra él.―Realmente hermosa ―dijo riendo cuando la loba le dio un rápido lengüetazoC
Ante las palabras de Dante, Anna sonrió y se aferró más fuerte a los brazos de su compañero en un intento de relajarse contra él, sin embargo, pronto emergió cierta duda que había estado rondando en su cabeza durante los últimos días.―Dante… ¿Puedo hacerte una pregunta? ――Claro, ¿qué sucede nena? ――Bueno, quería saber… Ya sabes, cuando papá se marche, ¿cómo harás para comunicarte con los miembros de esta manada? ¿Te unirás a Loto de Luna? ――No mi amor, aún no es necesario que lo haga, de momento, mi presencia aquí es una mera pantalla, la cual, sirve para protegerlos ante la ausencia del alfa ya que, si alguna manada enemiga se llegase a enterar de su ausencia, ustedes podrían ser fácilmente atacados ――Sin embargo, al ser mi compañero y tener ya veintiuno, la gente podría pensar que, de hecho, sí que estás a cargo ――Así es ―dijo Dante antes de besar su sien ―Aunque la verdad, el que realmente estará al frente de Loto de Luna, será el beta Neilan, básicamente, para ustedes no hab
―Gael, de verdad no sabes lo que le sucederá al alfa en…――Oye Gael ―lo llamó Elizabeth, por lo que Chloe, guardó silencio al instante ―Acabas de jurarle lealtad a nuestra Annita, pero ¿qué hay de mi hermano? ¿Acaso le harás la vida miserable? ――Claro que no, ¿por quién me tomas Eli? ―preguntó Gael con tono ofendido ―A mi futuro alfa le debo respeto, en cuanto al otro, bueno, a ese sí que planeo hacerle la vida miserable, mira que amenazarme con no permitirme ir a visitar a mi hermanita ――Dijo que si no te arreglabas con La…――No digas ese nombre Eli ―gruñó Gael ―No en mi presencia ――No empieces cariño ―le regañó Emmet― ¿Cómo te sientes con respecto al tema de ser Luna, Chloe? ―le preguntó Dante, quien, en ese momento, escondía la cerveza de Anna detrás de él, pues al parecer, a la joven le había desagradado el sabor―Yo… Aún me siento insegura ―masculló la joven ―Después de todo, soy una híbrida…―― ¿Qué tiene eso que ver? ―preguntó Anna arqueando una ceja―Bueno… Que una Luna se
Tras horas y horas de risas, charlas y glotonería, Anna y Dante decidieron que era hora de volver, pues el joven, había acordado reunirse con Alastor temprano al día siguiente, por lo que, entre silbidos y comentarios burlescos, ambos regresaron a casa tomados de la mano.Al llegar, ambos se dirigieron directamente a la habitación de Anna, donde, complacidos, notaron que alguien ya había llevado la única mochila que Dante llevaba con él a la habitación, por lo que, tras intercambiar un par de besos más, Anna se dirigió a su armario, mientras que Dante, se dirigió directamente al baño.―Por fin…―le susurró Anna al espejo tras ponerse la pijama, un pants negro con cuadros grises y una blusa de manga larga de color gris ―Después de un largo año de espera, por fin estamos juntos…―“¿Quieres salir de una buena vez? Lo echo de menos…” ―gruñó Amara―Amara, no han pasado ni diez minutos desde que nos separamos de él ―dijo Anna riendo“¿Vas a decirme que no lo extrañas?” ―gruñó indignada la lo
Tras lo que Anna consideró la mejor noche de descanso de su vida, su despertar fue completamente lo opuesto, pues lejos de despertarse en los brazos de su compañero, la joven se despertó con un sobresalto, pues alguien había comenzado a brincar encima de ella dando gritos.― ¡Ya es hora Anna! ¡Despierta! ―― ¡Ares! ―exclamó asustada la joven― ¡Feliz cumpleaños hermanita! ―exclamó el lobato sin dejar de brincar encima de Anna―G-Gracias…―masculló la joven dirigiendo su mirada hacia el espacio donde Dante había dormidoJusto en ese momento, aquel espacio estaba siendo ocupado por la almohada que el joven había usado aquella noche.―Mamá dice que debes bajar ya, es muy tarde y aún debemos planear tu fiesta ―dijo el joven dejando de brincar para acurrucarse junto a ella― ¿Tarde? ¿Qué hora es Ares? ――Son las doce y treinta del medio día ―dijo el lobato aferrándose a su hermana― ¿¡Doce treinta!? ―exclamó asustada―Mamá estaba preocupada porque siempre te levantas temprano ――Rayos… Es q
Ante la sugerencia de su madre, Anna se revolvió nerviosa y evitó el contacto visual con los demás, por lo que Iva, soltó un suspiro y comenzó a acariciar su espalda, lo que relajó ligeramente a Anna.―Vale mi niña, lo siento, ¿prefieres hacer algo en Wolfsong? ――Yo… No estoy segura mamá, estaba pensando algo más tranquilo aquí, en casa ―masculló la joven tomando la rebanada que Dona le extendía ―Aunque… La verdad es que hoy me gustaría ver a mi familia ――Lo sé mi niña, pero sabes que tu abuela no pisará el territorio, si bien ahora nos acepta, tampoco es que le entusiasme estar rodeada por hombres lobo ――Dulzura, no deberías dejar que la sombra de ese horrible ser te atormente ―dijo Melba, quien le acercaba un vaso con leche a Ares, cuyos ojos, estaban fijos en su hermana―Así es cariño, el alfa se encargó de que ese ser no volviera a lastimar a nadie más ―dijo Dona acercándole su rebanada de pastel a Ares, quien pasó olímpicamente de ella para sujetar la mano de su hermana―Ademá