Capítulo 3: Ambiente perfecto.

― ¡Anna! ―exclamó la joven gamma cuando su amiga, soltó una fuerte carcajada ante la broma de Jared

―Lo lamento, pero Gaby, no huele a nada ―dijo Anna apresurándose a abrazarla

―Si acaso, huele a café ―dijo Jared dirigiendo su mirada hacia Anna ― ¿Era eso lo que te llamó la atención? ―

―No, Jared, ¿de verdad no huele a algo más? ―preguntó la joven si soltar a su amiga

―Lo siento jefa, solo huelo el café ―dijo Jared intentando percibir algo más en el ambiente

―Te juro que, por un breve segundo olió a… ―dándose cuenta de que era imposible de que el aroma de Dante estuviese presente, Anna sacudió la cabeza ―No es nada, no importa ―masculló antes de comprobar su teléfono

―Acaso… ¿Olió a Dante? ―le preguntó Gabrielle arqueando las cejas

―Eso creí, pero… Él debe de estar volando justo ahora…―dijo Anna con un triste suspiro antes de guardar su teléfono ―En fin… ¿Cómo nos vemos Jared? ―

―Hermosas, estoy seguro de que brillarán como siempre ―

―Gracias Jared ―dijeron ambas chicas a la vez

―Iré a ver si Dona necesita ayuda mientras llega Pía ¿quieren algo? ―

―Agua, siento la garganta seca ―dijo Anna

―Yo también quiero agua Jared ―

―Vale, ya vuelvo ―dijo el joven apresurándose a dejar la oficina

―Gaby, ¿de verdad me veo bien? ―preguntó Anna al mismo tiempo que se colocaba delante de un pequeño espejo

―No te ves bien, te ves hermosa ―dijo Gabrielle acercándose a ella ―Pensé que habías destrozado ese pantalón el año pasado ―

―Este es nuevo, la abuela Nora me lo trajo del último viaje que hicieron ella y el abuelo a Mirán ―

Para esa noche, Anna había elegido un pantalón negro de cuero sintético que le llegaba a la cintura, un suéter estilo crop top de color rosa palo y unas botas que hacían juego con su pantalón.

En cuanto a su cabello, pese a que le había crecido bastante, esa noche había decidido llevarlo suelto sobre sus hombros.

―No hay duda de que ya no tengo nada que enseñarte en cuanto a moda se refiere ―dijo Gabrielle fingiendo limpiarse una lágrima

―Por Selene, pensé que Elizabeth no había llegado ―dijo Anna fingiendo molestia ―Hablando de… Ella debería estar aquí con Adel y Connor ―

―Tranquila, Connor me envió un mensaje hace rato, me dijo que ya están en el territorio y que sólo estaban esperando a que Eli terminara de arreglarse ―

―Muy bien señoritas, aquí tienen ―dijo Jared tendiéndoles un par de botellas nada más entrar a la pequeña oficina

―Ah, muchas gracias ―dijo Gabrielle apresurándose a beber

―Chicas, Dona quiere saber si podemos salir antes, al parecer, tal y como cada noche que se presentan, tenemos casa llena ―

―Dona debería comenzar a pensar en abrir un local más grande ―dijo Gabrielle con una sonrisa

―Sin duda le iría muy bien ―coincidió Anna mientras jugaba distraídamente con su botella

―Y ya te pusiste nerviosa ―dijo Gabrielle con una risita

―Solo un poco ―admitió Anna ― ¿Con qué canción abriremos? ―

― “¿Puedes sentir el amor esta noche?”, creo que es la más adecuada para caldear el ambiente, así, podremos dar pie a la noche romántica de Dona ―sugirió el joven rastreador

― ¿Saben? Acabo de entender el motivo del por qué Dona quiere un ambiente romántico ―

― ¿Por la partida inminente de su compañero? ―preguntó Jared a lo que Anna asintió

―También Byron, él se marchará justo después de casarse con Ella ―dijo Anna sintiéndose mal por su amiga, quien parecía ansiosa por casarse con su compañero

―Entonces, démosles la noche mágica y romántica que merecen, tal y como Dona quiere ―dijo Gabrielle colocando su mano sobre el hombro de Anna, quien asintió suavemente

― ¿Vamos señoritas? ―preguntó Jared tras abrir la puerta para ellas

―Gracias joven ―dijeron las dos al unísono con una suave risita

Con los brazos entrelazados, los tres dejaron la oficina y se dirigieron al piano, donde Dona ya había preparado un taburete para Jared junto a su fiel guitarra, la cual, ya reposaba en su soporte.

Mientras caminaban entre las mesas, los tres saludaban a los comensales, sin embargo, sin previo aviso, Anna se detuvo y olfateó el aire ligeramente.

― ¿Qué sucede? ―le preguntó Gabrielle

―N-No es nada, venga, vamos ―dijo sonriéndoles a ambos

“Es extraño… Es como si él hubiese estado aquí” ―gruño su loba, lo que provocó que la joven asintiera

Por otro lado, pese a que Gabrielle y Jared se sentían confundidos por la actitud de Anna, ambos se encogieron de hombros y se dirigieron directamente a sus lugares, donde Gabrielle preparó algunas partituras y Jared, tocó algunas notas para afinar su guitarra.

Anna, por su parte, simplemente se dispuso a acomodar el micrófono a su altura, por lo que, al ser la primera en terminar, se dio algo de tiempo para observar el lugar.

En la mesa más cercana a ellos, estaban Gael, Emmet, Gino, Jaden, Ariana, Chloe, Ella Y Byron, quien estaba agregando tres sillas más a la enorme mesa, donde seguramente irían Elizabeth, Connor y Adeline.

Sintiéndose curiosa sobre quién más estaba en el lugar, la joven continuó con su inspección, hasta que, en una mesa cercana a la barra, dio con su familia, donde Ares engullía la tarta de manzana que le había pedido a Dona que le sirviera para felicitarlo por su desempeño en los entrenamientos.

En cuanto a su padre, bueno, de Alastor aún no había señales.

Justo cuando posó sus ojos en la barra, la joven pudo ver al guerrero Tasso, el cual, charlaba animadamente con su compañera, Dona, quien ocasionalmente acariciaba el rostro de su compañero, sin embargo, cuando Gabrielle comenzó a tocar, ambos guardaron silencio y dirigieron su mirada hacia ella, y al verse observados por la joven, le sonrieron ampliamente.

Tal y como Jared había dicho, la canción caldeó el ambiente, pues las parejas, comenzaron a acurrucarse o a tomarse de las manos, mientras que, aquellos que estaban solteros, simplemente disfrutaban de la música o charlaban en voz baja.

Sin duda, el ambiente comenzaba a tornarse perfecto para las parejas, lo que la hizo añorar a su compañero, a quien, por algún motivo, no sentía tan lejos.

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