47

Durante todo el trayecto, Liam no había dicho una palabra. David lo miraba de reojo, preocupado. Sabía que algo hervía dentro de su novio, y no le gustaba cuando se cerraba así. Era como una olla a presión, y solo era cuestión de tiempo para que explotara. Aun así, decidió darle espacio. Sabía que Liam necesitaba procesar lo que acababan de descubrir, aunque el silencio lo angustiaba más con cada minuto.

Cuando llegaron a la casa, todo se desencadenó.

La casa estaba a oscuras, como siempre. Las gruesas cortinas y persianas impedían que el más mínimo rayo de sol penetrara. Liam recorrió el lugar con la mirada, sus ojos reflejando una mezcla de incredulidad y rabia. El ambiente se sentía denso, cargado de algo que David no podía explicar, hasta que, sin previo aviso, Liam gritó.

—¡Malditos! —Liam corrió hacia las ventanas y comenzó a arrancar las cortinas con una fuerza que David jamás le había visto. Las telas se rasgaban en sus manos, mientras gritaba con una ira que parecía venir de
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo