Cuando abrió los ojos nuevamente estaba en un cuarto de paredes blancas y varios monitores. El matrimonio italiano, y sus dos amigas estaban a su lado, estas últimas, tenían los ojos rojos y la pareja tenía una mirada de desdicha.
—Qué sucedió? ¿Dónde estoy? — preguntó ella confundida, mirando hacia los lados.—Estás en la clínica, te desmayaste. Estuviste inconsciente horas. — dijo entre sollozos Niccola.—Pero ya estoy bien verdad? ¿Ya vino el médico a hacer su ronda? — preguntó asustada frente al semblante tan pálido que llevaban.—Si… Gina… por qué no nos dijiste que estabas enferma? —Porque… no quería que me miraran con lástima. Mis padres y mi hermano me cuidan sobre manera desde que supieron de mi enfermedad. Y mis amigos… cuando les conté a algunos de ellos, me empezaron a tratar como si fuese cristal. No quiero que ustedes me traten de manera diferente ahora que se enteraron de lo que me pasa.—Una de tus válvulas no funciona nada bien Gina, es grave. Te hicieron unos estudios y tienes que operarte. Deben colocarte una válvula protésica, ¿Estás tomando la medicación? ¿Vas a tus controles regulares? — declaró Dominic.—Sí, nunca falto, cuando llegué aquí busqué un médico de cabecera y comencé a ir todos los meses. —Bueno, debemos hacer la operación lo más pronto posible, has empeorado.A Gina se le saltaron unas lágrimas, no quería morir, tenía tanto por experimentar, tantos lugares a los que ir, pinturas que realizar y personas que conocer.—Está bien. — dijo entre hipidos— Tengo que firmar algo?—Si… y … ¿llamarás a tus padres? ¿A algún familiar? — habló Alina—Yo… no, no puedo. Vendrían inmediatamente y… no, quiero hacerles esto.—Bueno… nosotros te queremos mucho, después de la operación queremos hablar contigo, es algo muy importante. Te harán unos cuantos estudios y luego de revisarlos te operarán. Estaremos todo el tiempo aquí, esperando por ti. — comentó Fran—Gracias— lagrimeo ella— sé que no tienen ninguna responsabilidad para conmigo, pero les agradezco mucho que no me dejen sola. Tengo mucho miedo.—Debemos estar aquí, te queremos mucho Gina. Eres mi mejor amiga y no soportaría que te sucediese algo. — sollozó Niccola.—Tranquila Nicki, te prometo que no me pasará nada— dijo tratando de convencerse ella también. Necesitaba su apoyo y su amor. La prepararon y luego de varias horas, salió de cirugía.Cuando despertó, vio a Fran, Dom, tomándola de la mano y Nicki, Alina y Dante mirándola. Estaba conectada a varios tubos y al rato llegó un doctor a hablar con ella, la revisó con el fonendoscopio y anotó varias cosas en una libreta. Sus amigos y ella lo observaban expectantes.—La operación salió muy bien, tuvimos momentos críticos, pero afortunadamente pudimos estabilizarte— Fran soltó un gemido— te quedará una cicatriz en el pecho, pero puedo recomendarte un cirujano estético si así lo quieres. Tu corazón late normalmente y tus pulmones se ven muy bien. Debes quedarte unos días aquí, te debemos limpiar las cánulas al menos cada dos días. Luego te podrás ir, pero debes venir a revisión frecuentemente. Te abriremos un legajo aquí.—Y luego nos las podremos llevar? — Preguntó Dominic acariciándola distraídamente.—Por supuesto. – contestó el doctor— cualquier dolor debes avisarnos, ¿sí?—Podemos hablar un momento afuera Giovanni? —Claro, vamos…***************Gracias por quedarse junto a mi. No podré pagarles nunca lo que hicieron y lo que van a hacer por mi.—No tienes nada de lo que agradecernos, cuando regrese Dom, te contaremos algo.—Pasé tanto miedo Gi! Fueron las horas mas terribles que he pasado en toda la vida. — dijo acariciando su cabello AlinaLuego de unos minutos Dom regresó e hizo un gesto de asentimiento. Se colocaron a cada lado de la cama y el hombre comenzó diciendo.—Recuerdas que te contamos que Fran y yo nos conocemos desde el instituto?—Claro, lo recuerdo bien.—Bueno, mis padres no estaban de acuerdo con nuestra relación, querían que me casara con una mujer que ellos escogieran y pudieran manejar. Y sus padres… también, ya habían arreglado un matrimonio de conveniencia y el hombre que habían escogido era realmente desagradable.—Pero eso es terrible.! ¿Igual no los pudieron separar no? Llevan casados muchos años.—Si— intervino Fran— sin embargo, luego de graduamos enviaron a Dom a enlistarse en el ejército. Allí se especializó en medicina. Yo no sabía que me había quedado embarazada hasta tres meses luego de que él se fuera, no pude comunicarme con el y sus padres no me decían nada. Seguí mi embarazo porque apenas me enteré de la existencia de mi bebé lo amé. Mis padres decidieron que lo íbamos a dar en adopción, pero yo no quería hacerlo. El hombre con el que debía casarme solo me aceptaría si dejara a mi hijo— terminó llorando ella.—Si quieres no me cuenten Fran. No quiero verte llorar, no debes recordar si no quieres. —Debemos, debemos contártelo. Tuve una hija, era tan bonita con unos ojos hermosos color verdeagua y el cabellito tan finito. Cuando di a luz también lo hizo una mujer norteamericana. Ella tuvo un niño. Yo estaba destrozada porque quería conservarte, no quería perderte. Pero la pareja norteamericana escuchó lo que me estaba pasando y me propuso adoptarla. Adoptarte, tú eres nuestra hija Gina. Eres muy parecida a mi cuando tenía tu edad, solo que tu cabello es como el de tu padre.—Cómo? ¿Soy… su hija? — miró a sus amigos— sabían algo?—Te juramos que no. Nos lo dijeron hace unas horas, creyeron que era importante que supiéramos lo que te iban a decir. Te apoyaremos siempre y sea lo que sea que decidas…—Gracias. No sé porque pregunté eso Dominic se acercó a ella y le siguió contando.—Sí, tú eres nuestra hija. Tus… padres adoptivos enviaron fotos a Fran de ti durante los primeros diez años. Yo no sabía que Fran estaba embarazada cuando me fui. Nos reencontramos luego de varios años sin estar juntos. Jamás la dejé de amar, todos los días pensaba en ella, quería tener estudios, ser alguien por mí mismo, no por mis padres y recién ahí buscarla. Cuando la encontré, primero me huía y me miraba con desprecio. Luego de mucho intento de acercarme a ella me contó lo que sucedió y lloramos mucho. Estábamos muy dolidos, mis padres, tus abuelos ya no viven, así que no les pude reclamar nada. Sus padres se hicieron las víctimas y nos culparon de todo. Al final y por suerte, ella no aceptó casarse con aquel hombre y éste, termino yéndose.A lo que voy es que luego de que ella me haya dicho toda la verdad contratamos un detective para buscarte. Te encontraron, pero vimos en los informes que eras muy feliz. Tenías un hermano y tus padres adoptivos te amaban. Fuimos a conocerte, te vimos desde lejos y estabas abrazada tus padres. Se notaba el amor que se tenían. No quisimos llegar y desmoronar tu vida, lo que habías construido.Volvimos aquí pero nunca te olvidamos, y habíamos decidido no tener hijos, por lo que pasó contigo. Sin embargo, hace doce años Fran se quedó nuevamente embarazada. Estábamos tristes y felices a la vez. Esa vez yo estaría durante todo el proceso, lo criaríamos juntos. Nos sentimos culpables, porque a este hijo le daríamos todo lo que no pudimos darte a ti—Entonces… son mis padres biológicos? ¿De verdad?—Si mi amor. Eres nuestra. Te reconocí cuando expuse mi máster class, le conté a Dom y sugirió que te invitara a casa. Desde que te volvimos a encontrar… nos dimos cuenta de que era una señal. Tu hermano te ama al igual que nosotros, el aún no lo sabe, pero se lo contaremos pronto. Estará feliz con la noticia. Nos gustaría mucho que vinieras a vivir con nosotros, ¿qué dices?—Mis padres… mis padres adoptivos quiero decir, me dijeron que tú me amabas que no te quedó otra opción que darme en adopción, jamás te odié o sentí un mínimo rencor. Pero debo pedirles algo…—Claro, lo que quieras— dijeron ambos al mismo tiempo.—No quiero que mis padres se enteren de lo que me pasó, de la operación y aún no estoy preparada para contarle que son mis verdaderos padres. —No sé si será posible… deberás quedarte aquí en Italia al menos dos o tres meses. Tenemos que someterte a revisión y ver cómo va tu evolución. Tendrás muchos dolores, pronto pasará la anestesia total y te hará pasar malos ratos. Recuerdo haberte escuchado que irías pronto a ver a tus padres. —Oh, lo había olvidado. ¡Tengo que inventarme algo! — dijo asustada—Por qué? Vendrán a apoyarte apenas se enteren, ellos te aman mucho cielo.—Sufrirán por mi causa, cuando se enteraron de mi enfermedad… lloraron mucho estuvieron pendientes y preocupados por mi tanto tiempo…—Entonces que les dirás? —Mmm… no lo sé…— luego de unos minutos habló de nuevo— Si yo no voy a Chicago, ellos vendrán y se enterarán de todo. Les diré que me gané un viaje por varios países, lo que implicará que no sabrán donde estoy. Saben que me gustar pintar paisajes y que me aíslo cuando lo hago. Les prometeré llamar todos los días y espero que sea suficiente. Cuando ya me sienta mejor los invitaré a que vengan. —No te parece muy rebuscado piccola? — preguntó Dante—Es lo único que se me ocurre. Así lo hicieron, ella habló con sus padres y les explicó de su viaje, se mostraron un poco sorprendidos, pero se pusieron contentos por ella. Le pidieron que les dijera cuando volvería y ellos volarían a visitarla, la extrañaban mucho.Tomó sus medicinas, tal como debía, fue a sus revisiones. Las primeras semanas lloraba por el dolor de los puntos, no quería tomar siempre las pastillas para no acostumbrarse, pero terminó desistiendo y comenzó a dormir mejor. Sus amigos la iban a visitar todo el tiempo, salían fuera de la casa a tomar aire y a disfrutar del sol. Su hermano, Alessandro, cuando se enteró de que ella era su hermana se puso muy contento y empezó a alardear de ella en la escuela y con sus amigos.Cuando ya estuvo mucho mejor, volvió a su departamento, aunque Fran y Dominic le insistieron en que se quede con ellos, ella le explicó que necesitaba su espacio, e irse, no significaba que ya no volvería, recuperarían el tiempo perdido, seguirían viéndose, comiendo y estando juntos. Por mucho tiempo En su cabeza si los solía llamar como sus padres, pero cuando estaba con ellos no le salía, les llamaba como siempre, Fran y Dom. A los pocos meses de su operación, sus padres y Dylan fueron a visitarla. Estuvieron una semana con ella. Nicki fue a pasar esa semana con sus tíos, dijo que ella no podría mentir, que se le escaparía lo de sus padres bilógicos y lo de su operación. Gina entendía, a ella tampoco le gustaba mentir, aunque solo les estaba ocultando información. Dylan trató de sacar a relucir lo que había sucedido con Ryan, pero ella cambió de tema rápidamente.Pero todo eso ya había pasado, en pocos días volvería a América, y tendría que enfrentarse a muchas cosas. Solo esperaba ser lo suficientemente fuerte para no acobardarse.Gina fue hasta la casa de Dom y Fran. Entró sin problemas, ya que tenía las llaves de la casa. Encontró a Dom ayudando a Alessandro a hacer los deberes—Hijo, mira bien lo que hicimos antes… ¿ves la manera en que lo resolvimos? Bueno, es muy similar—¡Papá! ¡No me gustan las matemáticas! ¿Por qué debo hacerlo? — en eso vio a Gina y soltó los lápices— ¡Gina! ¿Vienes a salvarme? – dijo mientras la abrazaba por la cintura.—¡Uy caramelito! — dijo removiendo sus cabellos— en esta quedas solo, las matemáticas y yo no nos llevamos bien.—No importa, igual eres genial. Mamá dijo que sacamos de ella el no entender los números.—Es verdad— intervino Fran— no estoy orgullosa, pero era muy mala en esa área en el colegio. Pero… — miró a su hijo— eso no quiere decir que no debas seguir tratando de hacer los ejercicios. Si lo dejas ahora, no entenderás los conceptos que vendrán luego. Y estarás en un gran, gran problema. —Así es— acotó Dom— por ahora puedes descansar, peor luego tu y yo seguiremos
Gina se arrodillo junto a Ryan quien tenía la mirada nublada. Ella le habló asustada por el golpe que se llevó.—¿Ryan? ¿Estás bien? – luego miró hacia Dylan— ¿qué rayos te sucede? ¡Casi lo matas!Sin embargo, en ese mismo momento Ryan enfocó la mirada y con brusquedad la tumbó encima de él.—Qué haces?!— dijo ella con la respiración agitada.—Has vuelto— y diciendo eso le dio la vuelta quedando el encima— vuelves a mi, pelirroja.—¿Qué? — dijo preocupada por la mirada penetrante de él. — puedes levantarte?Sin decir más el bajó la cabeza y la besó tierna pero profundamente. Gina comenzó a sentir un remolino de emociones que creyó haber enterrado hace tiempo, quería alejarse de esa energía tan magnética, pero Ryan la tenía bien sujeta. Luego de unos segundos, que parecieron años el hombre fue arrancado de encima suyo y apareció en su campo de visión su hermano.—Pero ¡qué haces imbécil! ¡Deja a mi hermana! — gritó enfurecido Dylan.La joven se levantó rápidamente y se acomodó la ropa
Dylan y Gina llegaron a casa de sus padres aproximadamente a las once de la noche. Estos los estaban esperando en el salón, ya que Gina previamente les había pedido que no salieran, que ya llegaban.—¡Hola, mis niños! — dijo su madre contenta.—¡Mamá! —gruñó Dylan— tenemos 26 años.—Pero serán siempre nuestros niños. Lo entenderán cuando tengan sus propios hijos — aportó su padre.—Mejor cambiemos de tema papá— respondió Dylan.—Bueno, dinos hija, ¿por qué querías hablar con nosotros? ¿Está todo bien? ¿No has cambiado de idea y te irás pronto no?—No mamá, no es nada malo, ¡bah! Creo que no. Debo contarles algo y espero que no se molesten conmigo.—Puedes decirnos lo que sea hija. ¿Qué sucedió?Gina le contó a sus padres lo del encuentro con sus padres biológicos, como la querían y lo mucho que la cuidaron estando en Italia. Cuando finalizó su relato, les preguntó si estaban molestos y si le perdonaban por haberle ocultado la verdad tanto tiempo.(…) —No hay nada que perdonar. Nos hub
Gina dio la vuelta y vio a Ryan mirándola desde el balcón contiguo. Tenía puesto tan solo una bata, pero ella podía vislumbrar que tenía un boxer oscuro. Además, y lo que le dejaba más guapo era que parecía que había sacudido su cabello varias veces.—¿Qué haces aquí? — preguntó confundida ella.—Dylan me invitó a quedarme, el está en su cuarto de cuando vivía con tus padres y yo me quedaré aquí. ¿Quién es caramelito? — volvió a preguntar—Nadie que te incumba. ¿No sabes que no debes escuchar conversaciones ajenas?— Dijo dándose la vuelta para regresar dentro y acabar con preguntas que no estaba preparada para responder.—Es que esto sí me incumbe. Todo lo referente a ti me incumbe pelirroja— respondió con voz sensual.—Pues no debería. No sé qué pretendes, pero déjame decirte que sea lo que sea, no lo lograrás.—Tú eres lo que quiero— dijo el mientras colocaba sus pies en el barandal.—Pero ¿qué haces? ¡Te puedes caer! — se asustó ella.—No— respondió resuelto el. Cruzó, se sostuvo de
—Dylan… te lo puedo explicar— dijo ella impresionada por la mirada heladora que tenía su hermano.—No quiero escucharte Gina. Tú— dijo mirando a Ryan— ven conmigo. Ahora.Ryan bostezó una vez que su amigo salió de la habitación y se dirigió a Gina con una sonrisa un poco adormilada.—No te preocupes cielo. Charlaré con el y verás que estará todo más que bien. Te veo luego en el desayuno— dijo el y después le dio un intenso beso que la dejó con ganas de mucho más.Lo vio salir tranquilo y decidió no entrometerse. Además, ellos no hicieron nada, Dylan no tenía por qué enojarse. Se duchó y después buscó su teléfono. Llamó a sus amigas y charló largo rato. Sintió a Nicki decaída, triste, aunque emocionada por su próximo viaje. Bajó al comedor y pregunto a la señora por sus padres y su hermano. La mujer le dijo que sus padres aún no se habían levantado y que su hermano estaba en el jardín junto a su amigo Ryan. Medio preocupada echó a andar hacia allá. Los encontró conversando amigablement
Dylan despertó con un sabor amargo en la boca y un espantoso dolor de cabeza. Se frotó los ojos y se miró a sí mismo, llevaba puesta la misma ropa del día anterior exceptuando los zapatos. Se levantó de repente y le entraron ganas de vomitar, fue corriendo al baño y abrió el váter, expulsando así todo lo que había bebido el día anterior. Agarró el cepillo de dientes y se los lavó, una vez que mas o menos se higienizó salió del cuarto y encontró a su amigo haciendo unos gofres; se lo agradeció con la mirada y fue a sentarse.—Tu empleada no viene hoy así que me encargo yo del desayuno. ¿Cómo te sientes? ¿Qué recuerdas de anoche?— le preguntó serio Ryan—Mas de lo que me gustaría. Soy un muy mal borracho. Gracias por sacarme del club, si no fuese por ti hubiese seguido tomando hasta caer— contestó bostezando este—Para eso están los amigos, hay algo que necesito saber… ¿recuerdas lo que me dijiste antes de dormirte?—No exactamente. ¿Por qué tienes esa cara? ¿Qué dije?— indagó incómodo
Ryan se despertó debido al sol que entraba por la ventana. El día anterior, olvidó cerrar las cortinas, estaba tan concentrado en Gina que le importó poco cualquier otra cosa que no fuese ella.Se sentía pleno, la mujer que amaba estaba acurrucada en sus brazos, tan tranquila, pacífica, parecía un pequeño ángel. Se la quedó viendo largo rato. Le parecía increíble volver a tenerla junto a el, el día anterior le dolió verla tan perdida, vacía, por eso mismo la invitó a su casa. En ningún momento se le pasó por la cabeza que terminarían haciendo el amor; por el contrario, la idea era ignorar el deseo intenso que tenía por ella; y apoyarla, escucharla respecto a lo sucedido con sus padres. Sin embargo, cuando ella inició el beso, el no pudo refrenarse más. La tomó como ansiaba e incendiaron las sabanas juntos. Gina le contó que había llevado a sus padres y hermano a que ellos mismos escuchen su estado, y de esa manera reducirles un poco la preocupación. El lo entendía, nada mejor que un d
Ryan miró estupefacto a Gina y aflojó un poco la presión que tenía sobre ella. Aún así, no la soltó, la mantuvo en frente, intentando descifrar lo que quiso decir.—Repite eso… ¿hermano? — indagó frunciendo el seño.—Si, tal como lo oíste, Alessandro es mi hermano biológico. Es más pequeño que yo, tiene doce años. —¿Cómo… cómo lo encontraste? ¿Estás segura?— preguntó desconfiado el.—Si, mira, sentémonos y te explicaré todo— dijo ella queriéndolo sacar de su desconcierto. Se soltó de el y lo guio hasta el sofá.—¿Dónde está tu hermano? ¿Por qué no está contigo? ¿Tu familia sabe de esto?— era obvio que tenía miles de preguntas atragantadas.—¿Quieres la versión corta o larga?— intentó hacer algo de tiempo.—Larga, definitivamente larga— no dudó Ryan—Está bien, pero podemos hablar mientras comemos, estoy famélica— dijo ella mirando la bolsa que estaba sobre la mesa. —Por supuesto— Ryan se fue hasta la cocina y buscó en la alacena platos y cubiertos. Mientras, Gina quitaba todas las c