Sara la miró sin entender... "¿Ha regresado?" "¿de qué carajos habla?" "¿quién ha regresado?" - y la curiosidad la embargó.
Treinta minutos después, Alejandra miraba su reflejo en el espejo mientras su amiga la observaba desde el diván; se maquilló pero no pudo disimular la hinchazón de los párpados que le daban un aire taciturno a esos profundos y almendrados ojos negros.-¡Ya, déjalo así! Te ves hermosa, no necesitas más -se levantó y la abrazó de nuevo. Sabes que te quiero y que siempre estaré para ti -le recordó Sara y pellizcó su mejilla antes de volver al diván.Alejandra se miró de nuevo en el espejo por unos segundos y tomó valor; de repente y sin preámbulos giró hasta quedar frente a ella antes de soltar la noticia...-Felipe Cástellor Conti está de vuelta -Sara la miró sorprendida por unos segundos y abrió la boca pero no pudo articular palabra. Ahora entendía...-¡Rayos! -fue lo único que atinó a decir. Apoyó sus codos en las rodillas y miró el piso sin parpadear... necesitaba asimilar la noticia.Alejandra volvió a su imagen en el espejo, arregló su vestido y se puso gafas oscuras. Revisó su teléfono... estaba en modo silencio y tenía seis llamadas perdidas de su asistente y otras tantas de Marco. Recordó su reunión mientras revisaba la hora y decidió regresar de inmediato a la oficina.Sara, por su parte, seguía sin salir de su asombro...sabía las implicaciones de esa revelación. ¿Qué pensaba hacer su amiga ahora? La cuestionó antes de salir del tocador:-Amiga -dijo en tono grave- ¿cómo vas a enfrentar esta situación? -Alejandra la miró a los ojos con tristeza y, con un tono de resolución en su voz, le contestó:-Tarde o temprano el pasado siempre nos alcanza, lo menos que podemos hacer es mirarlo de frente...Y eso haré, lo enfrentaré sin importar las consecuencias. ¡No voy a dejar que me destruya! -enfatizó.Una vez listas, las dos chicas salieron del tocador y se despidieron en la puerta del restaurante. Alejandra se dirigió a su oficina y al llegar notó la preocupación de Laura por no poder localizarla. Marco estaba recostado en el sillón en L que dominaba el lugar, los páneles levantados dejaban pasar la luz y develaban una vista imponente a través de la ventana panorámica.Tras tranquilizar a Laura entró sigilosa, descargó su bolso y se sentó en su lugar...Giró la silla y contempló la ciudad e imaginó las miles de historias que tenía por contar...Historias públicas, privadas, secretas, algunas incontables, otras redentoras, algunas optimistas, otras no tanto, algunas felices, otras más bien tristes... historias como la suya y Felipe Cástellor. Este pensamiento la sorprendió y develó un interrogante..."¿Por qué has regresado Felipe?" "¿por qué irrumpes de nuevo en mi vida?"Un momento después giró al sentir que Marco se estiraba en el sofá quien al verla se le iluminaron los ojos.-¡Hola mi Leja! ¿dónde rayos estabas?-Hola cariño, estaba en el hotel.-Te hemos llamado con insistencia porque quería presentarte a un inversor en potencia.-Tenía el teléfono en silencio y olvidé activarlo.-El tipo está muy interesado en hacer negocios con nosotros, esperó aquí por más de media hora pero no pudo quedarse más...-Otro día será -dijo mientras suspiraba.-Está muy intrigado contigo... -le dijo mientras le lanzaba una miraba con corazoncitos.-Marco...me disculpo por no estar a tiempo, la reunión se prolongó más de lo esperado -dijo y evitó el tema del inversor porque sospechaba de quien se trataba.-¿Podemos empezar? -le dijo- Marco se levantó del sofá y se sentó en la silla frente a ella. Era un tipo muy atractivo y elegante quien a sus treinta y cuatro años había logrado lo que muchos a su edad ni siquiera habían soñado. La miró y no pudo reprimir su risa burlona.-¿Qué haces con gafas oscuras en interior ¿Estamos jugando a la Matrix? -Bromeó.Así era Marco...siempre con un excelente sentido del humor, siempre transgresor, siempre impertinente, siempre optimista. Ella ignoró el comentario y se centró en su pantalla mientras él desplegaba los folios de las cuatro propuestas y las proyectaba en la pantalla para empezar la presentación, pero después de un par de minutos se detuvo y le dijo:-¿De verdad vas a seguir con cara de mosca? ¡Estás loca! -y soltó una carcajada- Alejandra no pudo reprimir la risa y terminó por quitarse las gafas. Él la miró y, en ese mismo instante, dejó de reír...-¿Te pasó algo Leja? Tienes los ojos hinchados...¿Has estado llorando? -Alejandra se sintió expuesta pero enseguida se recompuso e improvisó:-¡Nooo, nada de eso! Hice una alergia a unas sombras que recién compré, tú sabes que soy de piel muy sensible. -Ok! Ok! Te creo, te creo...no te ves mal, solo los ojos un poco chiquitos -y simuló poner cara de rayitas y se burló de ella con descaro. Alejandra rió y sintió alivio en su corazón...-Bueno, sigamos...Marco aclaró su voz y continuó presentando cada una de las propuestas a ciegas, como acostumbraban para evitar sesgos. Evaluaron cada uno de los requisitos determinados por la empresa para inclusión de nuevos proyectos, análisis de riesgos, costos, reinversión, viabilidad fiscal, normatividad, sostenibilidad, enfoque ambiental y, por supuesto, la rentabilidad a mediano y largo plazo. Al final, consideraron que la propuesta número cuatro era la que más se ajustaba a la mayoría de los parámetros.-¡Por finnnn! -exclamó Alejandra. Eran casi las ocho, el tiempo había volado.-Ahora, averigüemos quién es el afortunado ganador . Marco salió por el sobre guardado en la caja fuerte de su oficina, pero al pasar por el auditorio auxiliar encontró aún reunidos a los jefes de proyectos enfrascados en un punto muerto, por tanto le solicitaron su análisis para dirimir el conflicto; pero antes de escuchar las ponencias sonó su teléfono personal... Felipe Cástellor estaba en la línea.-Hola Marco, ¿estás aún en la compañía?-Hola Felipe, estoy aquí- Estoy frente a la torre, extravié mi teléfono privado y el GPS indica que está en tu edificio... me urge recuperarlo.-Sube, Felipe, enseguida autorizo tu entrada.-Tal vez se quedó en la oficina donde me atendiste esta tarde -su voz era atropellada.-¡Claro! Puede estar en la oficina de mi socia, en el sofá; llega de una vez allá...Ella está ahí todavía y te ayudará, es muy amable.-¿Debo anunciarme? -preguntó con vacilación.-No te preocupes, no lo necesitas con ella; yo estoy resolviendo un asunto en el mismo piso. ¡Acá nos vemos!-Ok, así será... respondió Felipe -y terminó la llamada...De inmediato Felipe se dirigió a la entrada rumbo al vigésimo piso... sin sospechar que el destino estaba torciendo sus líneas para... tal vez ¿hacerlas coincidir?...Alejandra seguía esperando a Marco en su oficina; su asistente ya había salido y su conductor estaba a la entrada de la torre pendiente de su señal para recogerla en el estacionamiento. Se levantó y caminó hasta la gran ventana...¡la gran metrópoli nocturna le quitaba el aliento! De pronto, sintió un vacío en su estómago y un cosquilleo en las manos...miró sus pies descalzos sobre la alfombra y tuvo un presentimiento y, de repente, se sintió más vulnerable que nunca...Mientras tanto, Felipe entraba al ascensor muy molesto no solo por su descuido sino por tener que resolverlo él mismo, puesto que aún no tenía conductor, ni asistente ni escoltas que se encargaran de esos imprevistos por su condición de recién llegado a la ciudad. Por fortuna se había hospedado en el hotel de la compañía con la cual esperaba hacer negocios, por tanto no era mucho el tiempo que perdía; además estaba a la expectativa de conocer a la socia principal cuya identidad lo tenía muy intrigado por su reputación en
Felipe se detuvo a escasos centímetros de ella y fue suficiente para bajar la guardia... soltó sus puños y relajó sus hombros mientras la encerraba con sus brazos en la pared y sentía como la ira se desvanecía. A esa distancia podía percibir su aliento cálido, su respiración agitada y su aroma seductor mientras recorría su rostro con los ojos oscurecidos y sentía como el pecho se le oprimía con solo contemplar esos bellos ojos que una vez lo habían hechizado y esos labios tan provocativos que tanto había besado...su corazón estaba fuera de control y su cuerpo empezó a temblar.El tiempo se detuvo mientras era embriagado por su dulce aroma y la calidez que emanaba de su cuerpo a traves del vestido, los recuerdos lo avasallaron hasta detener su respiración y quedar sin aliento; entonces lo invadió la necesidad imperiosa de acercarse un poco más, la tomó de los hombros y buscó sus labios pero ella reaccionó y apartó el rostro al tiempo que empujaba los brazos hacia afuera y se le escapaba
Aún sujeto de sus emociones, Felipe tomó el ascensor hacia el vestíbulo del hotel. Por comodidad había reservado una suite en la Torre Giordanelli mientras planeaba hacer negocios con sus dueños, negocios que en esas circunstancias ya no le interesaban.-¡Maldit@ sea! -dijo mientras golpeaba el pasamanos con fuerza. Su cuerpo aún estaba agitado, su corazón estaba fuera de sí y las manos le sudaban. -¿Cómo no lo vi venir? ¿cómo pude ser tan estúpido? -Se recriminó por no investigar mejor a sus prospectos porque si hubiera sido más exhaustivo no estaría en ese lío, dado que se había jurado a sí mismo no buscarla ni verla nunca más... se propuso desterrarla de su mente para siempre después de los sucesos de hace seis años.Lo último que supo de ella era que había atrapado a un multimillonario dueño de una cadena hotelera meses después de su salida del país, pero creyó que se trataba de una conquista más y después de exprimirle dinero lo había dejado. Sonrió con ironía y se dijo: -No esp
A las seis en punto sonó la alarma... Alejandra reaccionó un poco confundida y parpadeó con lentitud mientras abrazaba la almohada con la estancia aún a oscuras. Su noche no había sido la mejor porque el encuentro con Felipe la alteró demasiado y, por más que intentó sacarlo de su cabeza, no dejaba de pensar en él y en la forma como la abandonó en el momento en que más necesitaba de su apoyo, sin explicaciones y sin una despedida. Había jurado amarla más allá de sus días y de repente estaba sola, desecha y con un vestigio incipiente de él en su interior, una huella de vida que se abría paso día a día. Las lágrimas rodaron por sus mejillas mientras el dolor emocional la invadió y al final se quedó dormida. Aún a oscuras se sentó en la cama y en la soledad de su habitación confrontó sus sentimientos y sus recuerdos; Felipe había sido su primer amor, su príncipe azul, su pasión desbordada, el hombre que la había llevado a descubrir el placer. Él la había hipnotizado con esos preciosos y
Felipe contestó la llamada de su asistente quien le notificó que su reserva a NYC había quedado para las seis de la tarde, luego guardó el PC en su maletín junto con documentos importantes y tomó un gabán antes de salir de la suite. Entró al ascensor y se detuvo en el café francés del segundo piso para tomar algo ligero antes de la reunión con su padre y al entrar... la vio.De inmediato quedó impresionado... clavó sus ojos en ella hipnotizado mientras una fuerza invisible lo obligaba a acercarse pero las palabras del camarero lo detuvieron y se ubicó en una mesa en el ala opuesta. Tomó aire y recuperó la compostura antes de ordenar un green juice con menta y gengibre para recuperarse de los estragos de la noche anterior y se preparó para hablar con su padre. Ahora más que nunca debía alejarse porque sentía que estaba entrando en un terreno peligroso y quería evitar el punto de no retorno con ella; sentía que el dolor y el rencor que guardaba en su corazón no eran suficientes para mant
Mientras tanto Alejandra observaba la tormenta desde su oficina, había decido almorzar ahí mismo e instruyó a Laura para que pidiera el servicio. En eso estaba cuando recibió una llamada de Marco pero al no escucharla le envió un mensaje donde le pedía asistir a la cita con Felipe, puesto que él no llegaría a tiempo por el bloqueo de las vías.-¡Rayos! ¡Rayos! ¡Rayos! -exclamó Alejandra- Se mordió el labio inferior y caminó fastidiada de un lado a otro con los puños apretados porque después de lo sucedido la noche anterior no quería otra confrontación con él y menos después de verlo en la mañana, pero no podía faltar a la palabra de Marco, era su responsabilidad estar al frente dada las circunstancias. -Laura, por favor, comunícate con la asistente de Marco para que te envíe la agenda de su reunión con el Señor Felipe Cástellor, ¡la necesito para ya! Dicho esto fue a su tocador privado y revisó su apariencia, decidió retocar su maquillaje y refrescar su perfume... estaba lista para e
Por fin cesó la lluvia... habían terminado de almorzar y disfrutaban del vino pero el ambiente estaba tan candente que si una chispa saltaba provocaba un incendio... Para aliviar la tensión, ella se levantó y se dirigió a la ventana con la copa en la mano y quedó deslumbrada al ver como la ciudad recobraba su vitalidad después de la tormenta mientras se escuchaba un tema ochentero: "Wherever you go, whatever you do...I will be right here waiting for you" -Alejandra siguió la tonada- "Whatever it takes, Or how my heart breaks...I will be right here waiting for you" -By Richard Marx- Felipe la escuchó fascinado y recordó los tiempos aquellos cuando se habían amado y ella le cantaba al oído mientras bailaban en la penumbra...-¡Cómo olvidarlo! -se dijo mientras servía otra copa de vino y se aferraba a ella para disimular el temblor de sus manos y el ardor de su cuerpo. Hacía tiempo no sentía algo así por una mujer... solo ella lo había logrado en el pasado y ahora lo volvía a hacer. Conoc
Alejandra se dirigía al vigésimo piso cuando en el ascensor encontró a Felipe con un atuendo deportivo muy sexy, el cual resaltaba su cuerpo atlético y muy bien formado. Intercambiaron miradas...la de él chispeante y furiosa... la de ella, fría y distante. Una vez llegó a su destino, entró a su oficina y decidió entrenar en la villa aunque los martes era su día de gym en el hotel junto a Sara pero no quería más encuentros con Felipe, habían sido demasiados para un solo día. Llamó a su chofer y mientras se preparaba para salir, llamó Sara... -¡Hola, amiga! ¿Por qué no has llegado? Ni te imaginas lo que te estás perdiendo...¡debes venir yaaaaa! Gritaba Sara animada. - Holaaa...No, Sara, no voy a entrenar acá, lo haré en la villa, quiero llegar a casa temprano, perdóname por hoy cariño. -¿Qué? No amiga, no seas aburrida...¿Recuerdas al tipo de esta mañana en el café? ¿ El de los ojos de brujo? -Sí, claro...¿Qué hay con él? - Pues nena, tiene paralizado el gym... Está frenético dando