Alejandra sintió que un escalofrio la recorrió desde la nuca hasta los pies, cerró los ojos y respiró profundo para evitar el pánico mientras Felipe permanecía tranquilo.-Seguro se distrajo con algo, vamos a buscarlo.Ella se quedó en la casa mientras Felipe y Edmundo se encargaban del jardín y los alrededores.-¡Rayos! Franco... se me olvida que tengo guardaespaldas. Tomó el teléfono y lo llamó y en cuestión de segundos estaba entrando a la casa.-¿Has visto a Francesco?-Lo dejé con don Edmundo hace unos veinte minutos... señorita, no me diga que... -paró al ser interrumpido por la palma levantada de ella.-¡Nada, Franco!, no ha pasado nada, debe estar distraído, ayúdame a encontrarlo...Unos minutos antes Edmundo caminaba con Francesco al auto cuando el pequeño le dijo:-Nonno, quiero llevar merienda para que comamos allá, como un campamento. Voy a la cocina a que mi ninna nanna me la prepare.-Esta bien, hijo; mientras tanto reviso el auto.El pequeño corrió a la cocina que estaba
La noche estaba preciosa, todos vestían de gala y disfrutaban entre risas, brindis, recuerdos y buenos deseos; las parejas ya se habían definido... Marco y Daniela, Arturo y Sara, Sergio y Matthew, y Andrés e Isabella. Alejandra había elegido un vestido color vino de terciopelo spandex de cuello alto y mangas largas ajustado hasta el inicio de sus caderas mientras la falda caía hasta las rodillas en ondas marcando al caminar su derriere, lo cual lo dejó sin aliento...-Preciosa... no sabes lo que me hace ese vestido; quiero llevarte atrás y tomarte...-Guarda la compostura, Felipe... espera. -Le dijo mientras mordía su mentón.La cenone fue espléndida, una gran muestra de la gastronomía de La Toscana y todos la disfrutaton complacidos. A la media noche cuando el reloj marcó el inicio del nuevo año todos se abrazaron y se desearon muchas felicidad y paz; las palabras y las expresiones de afecto eran una muestra de los fuertes lazos que habían creado durante este mes que habían pasado ju
Felipe se tiró de espaldas en la cama con los ojos húmedos y el corazón oprimido al tiempo que escuchaba con melancolía su reproductor..."Si es preciso te recuerdo que no fué mi intención, fui presa de mis inseguridades, es mi puñal el que se hunde en tu carne, mi conciencia naufraga en tu sangre, te digo ... no fue mi intención; baja la guardia, traes hielo en la mirada, sé que fui yo quien tropezó..." -By S. Cruz y A. Cepeda-. Cerró los ojos mientras seguía la tonada y quiso devolver el tiempo hasta hace dos días cuando eran felices por completo...pero, ya no había marcha atrás.Cuando ella terminó de ducharse lo llamó para que la llevara a su cama y al tomarla en sus brazos e inhalar su aroma, su mente se nubló por los recuerdos tempestuosos de esos últimos días...la dejó con delicadeza en el borde mientras se arrodillaba frente a ella dispuesto a dar la última batalla porque no concebía la eternidad sin sus besos.-Entonces, ¿no hay marcha atrás? -preguntó fijando su mirada de bru
El conductor era habilidoso pero prudente, su padre había ejercido el oficio para la familia Giordanelli antes que él y al retirase ocupó su lugar; se caracterizaba por su discreción, puntualidad y amabilidad, cualidades que Alejandra valoraba.-Samuel, ¿Como está su papá?-Muy bien, Señora Alejandra, gracias por preguntar; está feliz con mi mamá en su casa de campo en la sabana.-Le da mis saludos, ¡por favor!-¡Con mucho gusto!El tráfico estaba lento pero Samuel era especialista en encontrar vías despejadas, sin embargo esta vez la tarea estaba difícil. Alejandra intentó distraerse con su teléfono, estaban a diecisiete grados y eran las nueve menos diez y aún faltaba un buen trayecto; observó una vez más los innumerables edificios y los rascacielos con diseños muy modernos que acentuaban ese aire de gran metrópoli de su ciudad; luego miró el cielo despejado y luminoso como un regalo en medio de la temporada lluviosa de esos días. El timbre de su teléfono la sacó de su abstracción.
Sara la miró sin entender... "¿Ha regresado?" "¿de qué carajos habla?" "¿quién ha regresado?" - y la curiosidad la embargó.Treinta minutos después, Alejandra miraba su reflejo en el espejo mientras su amiga la observaba desde el diván; se maquilló pero no pudo disimular la hinchazón de los párpados que le daban un aire taciturno a esos profundos y almendrados ojos negros.-¡Ya, déjalo así! Te ves hermosa, no necesitas más -se levantó y la abrazó de nuevo. Sabes que te quiero y que siempre estaré para ti -le recordó Sara y pellizcó su mejilla antes de volver al diván. Alejandra se miró de nuevo en el espejo por unos segundos y tomó valor; de repente y sin preámbulos giró hasta quedar frente a ella antes de soltar la noticia... -Felipe Cástellor Conti está de vuelta -Sara la miró sorprendida por unos segundos y abrió la boca pero no pudo articular palabra. Ahora entendía...-¡Rayos! -fue lo único que atinó a decir. Apoyó sus codos en las rodillas y miró el piso sin parpadear... necesi
Alejandra seguía esperando a Marco en su oficina; su asistente ya había salido y su conductor estaba a la entrada de la torre pendiente de su señal para recogerla en el estacionamiento. Se levantó y caminó hasta la gran ventana...¡la gran metrópoli nocturna le quitaba el aliento! De pronto, sintió un vacío en su estómago y un cosquilleo en las manos...miró sus pies descalzos sobre la alfombra y tuvo un presentimiento y, de repente, se sintió más vulnerable que nunca...Mientras tanto, Felipe entraba al ascensor muy molesto no solo por su descuido sino por tener que resolverlo él mismo, puesto que aún no tenía conductor, ni asistente ni escoltas que se encargaran de esos imprevistos por su condición de recién llegado a la ciudad. Por fortuna se había hospedado en el hotel de la compañía con la cual esperaba hacer negocios, por tanto no era mucho el tiempo que perdía; además estaba a la expectativa de conocer a la socia principal cuya identidad lo tenía muy intrigado por su reputación en
Felipe se detuvo a escasos centímetros de ella y fue suficiente para bajar la guardia... soltó sus puños y relajó sus hombros mientras la encerraba con sus brazos en la pared y sentía como la ira se desvanecía. A esa distancia podía percibir su aliento cálido, su respiración agitada y su aroma seductor mientras recorría su rostro con los ojos oscurecidos y sentía como el pecho se le oprimía con solo contemplar esos bellos ojos que una vez lo habían hechizado y esos labios tan provocativos que tanto había besado...su corazón estaba fuera de control y su cuerpo empezó a temblar.El tiempo se detuvo mientras era embriagado por su dulce aroma y la calidez que emanaba de su cuerpo a traves del vestido, los recuerdos lo avasallaron hasta detener su respiración y quedar sin aliento; entonces lo invadió la necesidad imperiosa de acercarse un poco más, la tomó de los hombros y buscó sus labios pero ella reaccionó y apartó el rostro al tiempo que empujaba los brazos hacia afuera y se le escapaba
Aún sujeto de sus emociones, Felipe tomó el ascensor hacia el vestíbulo del hotel. Por comodidad había reservado una suite en la Torre Giordanelli mientras planeaba hacer negocios con sus dueños, negocios que en esas circunstancias ya no le interesaban.-¡Maldit@ sea! -dijo mientras golpeaba el pasamanos con fuerza. Su cuerpo aún estaba agitado, su corazón estaba fuera de sí y las manos le sudaban. -¿Cómo no lo vi venir? ¿cómo pude ser tan estúpido? -Se recriminó por no investigar mejor a sus prospectos porque si hubiera sido más exhaustivo no estaría en ese lío, dado que se había jurado a sí mismo no buscarla ni verla nunca más... se propuso desterrarla de su mente para siempre después de los sucesos de hace seis años.Lo último que supo de ella era que había atrapado a un multimillonario dueño de una cadena hotelera meses después de su salida del país, pero creyó que se trataba de una conquista más y después de exprimirle dinero lo había dejado. Sonrió con ironía y se dijo: -No esp