Felipe se detuvo a escasos centímetros de ella y fue suficiente para bajar la guardia... soltó sus puños y relajó sus hombros mientras la encerraba con sus brazos en la pared y sentía como la ira se desvanecía. A esa distancia podía percibir su aliento cálido, su respiración agitada y su aroma seductor mientras recorría su rostro con los ojos oscurecidos y sentía como el pecho se le oprimía con solo contemplar esos bellos ojos que una vez lo habían hechizado y esos labios tan provocativos que tanto había besado...su corazón estaba fuera de control y su cuerpo empezó a temblar.
El tiempo se detuvo mientras era embriagado por su dulce aroma y la calidez que emanaba de su cuerpo a traves del vestido, los recuerdos lo avasallaron hasta detener su respiración y quedar sin aliento; entonces lo invadió la necesidad imperiosa de acercarse un poco más, la tomó de los hombros y buscó sus labios pero ella reaccionó y apartó el rostro al tiempo que empujaba los brazos hacia afuera y se le escapaba.Ella cogió su bolso, corrió al otro extremo de la oficina y se sentó en el sofá auxiliar mientras temblaba de manera incontrolable... apretó el bolso en sus piernas hasta sentir dolor en los nudillos pero no logró calmar el temblor de su cuerpo ni la marejada que era su mente. Cerró los ojos y respiró profundo antes de decirle con el tono más neutral que pudo simular:-Sal de mi oficina, Felipe, sal de mi oficina, de mi compañía y de mi vida, no te quiero en ella -le dijo, pero más que neutral sonó como un ruego.Al otro extremo, Felipe seguía en el mismo lugar con la cabeza y el brazo derecho apoyados en la pared tratando de recuperar el control de su cuerpo desbocado; cerró los ojos y respiró profundo sin encontrar alivio mientras golpeaba la pared con la palma y se lamentaba por su debilidad; porque había descubierto y revelado que lo seguía afectando de tal manera que su intimidad había respondido a su hechizo igual que en el pasado... esperó unos minutos antes de volverse y cuando estuvo más calmado recogió el teléfono de la alfombra y salió de la oficina sin mirarla.Al llegar al ascensor recordó a qué había venido, entonces marcó su número personal y siguió el sonido del teléfono pero ella se levantó por instinto al oírlo y se apoyó de nuevo en la pared mientras seguía aferrada a su bolso con la mirada fija en el piso...entró y después de tomar el móvil salió, pero esta vez la miró con ojos endurecidos dispuesto a no regresar.Alejandra lo miró mientras salía de la oficina y lo siguió hasta perderse en el hall. Se estremeció al ver su andar seguro y admiró su figura varonil que lucía espléndida en ese traje hecho a la medida.-¿Qué rayos fue eso?-se dijo mientras volvía al sofá y se recostaba con los ojos cerrados. Trató de enfocarse y tomar control de sus pensamientos porque la cercanía de Felipe había despertado sensaciones abandonadas en lo profundo del olvido que hicieron que su cuerpo reaccionara. Recordó el ligero temblor de sus labios y el corazón latiendo sin control cuando él la atrapó en ese rincón y reconoció que el tiempo había acentuado ese aire seductor que lo hacía irresistible y quiso dejarse llevar, pero al oler el peligro se escapó de sus brazos.Sus insultos aún resonaban en sus oídos ¿Cómo se atrevía a cuestionarla? ¿por qué el rencor en sus palabras? ¿cómo le permitió acercarse tanto? Respiró profundo con intención de recobrar la calma y repitió el proceso cinco o seis veces hasta tranquilizarse. Marco aún no regresaba y no quería que la encontrara alterada porque era un chico muy listo; además sospechaba que estaba involucrado con la llegada sorpresiva de Felipe a la oficina.Ya más calmada miró su reloj y vio que eran las ocho y media.- ¡Increíble!, ¿por qué se demora tanto? -dijo- Hacía ya media hora que había salido por el sobre y aún no regresaba. Conocía a su amigo y seguro estaba resolviendo algún lío...de pronto, escuchó voces en el hall y luego entró con el sobre en la mano.-Acabo de ver a Felipe Cástellor tomar el ascensor, me dijo que se habían presentado y que le habías ayudado a recuperar su teléfono. Parece que lo dejaste impresionado porque se veía muuuy ¡ejem! vigoroso -le dijo con una mirada traviesa- ¿Le mostraste las garras, cierto?Alejandra lo miró con los ojos entrecerrados y esbozó una ligera sonrisa, se sentía cansada y no quería discutir pero él insistió mientras se sentaba a su lado.-Dime la verdad...¿Qué le hiciste a ese tipo? -ella lo miró de nuevo y respondió:-Nada, solo planté banderas -el chico la miró y sonrió...-¿Banderas de qué color?-Amarillas -replicó.-¿Se te insinuó, cierto? ¡quedó muy claro que le gustaste! ¿banderas rojas? -ella lo miró algo irritada...-¡Está bien! Te creo...banderas amarillas, ¡ufff! ¡Qué descanso! -Respiró aliviado porque sabía el significado de plantar banderas y, por un momento, se preocupó por la actitud de ella.-Bueno, aclarado el color... ¡te presento al gran ganador! -y puso ante sus ojos la tarjeta seleccionada.-Cástellor Enterprises, -leyó ella sin mucho entusiasmo- ¿los mismos de la cadena de Resorts?-Los mismos, -contestó él- por eso me preocupaban tus banderas... -le dijo y pellizcó su mejilla. Ella sintió una punzada en la cabeza y enseguida unió las piezas.-¿Felipe Cástellor es el dueño? -lo miró con los ojos muy abiertos.-Sí... es la empresa de su famila, él es el CEO -la chica se quedó sin palabras. De pronto se sintió mal, fue al baño y cerró la puerta mientras se apoyaba en ella.-¡Rayos, rayos, rayos! ¡ Esto no puede estar pasando! -se dijo en voz baja- Nunca me dijo que su familia era acaudalada. Siempre quiso abrirse camino por sí mismo...De inmediato llamó a Samuel para que la recogiera porque quería irse a casa. Escuchó la voz de Marco y, una vez en calma, organizó sus objetos personales y se dirigió a la salida bajo la mirada escrutadora del chico quien estaba extrañado por su actitud, pero lo dejó pasar porque supuso que todo era producto del cansancio. Una vez en el ascensor se despidieron con un beso.-Y ahora, ¿qué? -se preguntó Alejandra mientras se recostaba en la cojinería del automóvil rumbo a la villa. ¿Cómo podré resolver esta situación? Los mecanismos de selección de la compañía eran transparentes y una vez aplicados no tenían reversa salvo contadas excepciones y en este caso en particular no aplicaba. Su esposo le había enseñado a ser una profesional por encima de cualquier circunstancia, por tanto no podía salir ahora con excusas no fundamentadas para reversar un proceso. Sintió el cuerpo apretado y su respiración se tornó pesada como si estuviera varios metros bajo el océano...No quería verlo de nuevo y no aceptaba la idea de trabajar con él.Con esa sensación abrumadora abrió la ventanilla e hizo una inspiración profunda mientras dejaba que el aire frío le latigara el rostro y sintió alivio; notó que ya transitaban por la vereda la cual estaba solitaria, fría y oscura al igual que su corazón. En la radio sonó una canción que la transportó a sus años de universidad "Deja que tus sueños sean olas que se van, libres como el viento, en mitad del mar; creo que la vida es un tesoro sin igual, de los buenos tiempos siempre quiero más" -by D. Torres- Subió la ventanilla y cerró los párpados al tiempo que la nostalgia la embargaba.-Mañana será otro día y tal vez brille el sol -se dijo- tal vez ese tornado llamado Felipe Cástellor solo haya sido un espejismo...-y se mordió los labios de solo pensar en lo cerca que estuvo de caer de nuevo en sus brazos.Pero un tornado nunca puede ser infiel a su naturaleza y eso era algo que ella no estaba considerando...Aún sujeto de sus emociones, Felipe tomó el ascensor hacia el vestíbulo del hotel. Por comodidad había reservado una suite en la Torre Giordanelli mientras planeaba hacer negocios con sus dueños, negocios que en esas circunstancias ya no le interesaban.-¡Maldit@ sea! -dijo mientras golpeaba el pasamanos con fuerza. Su cuerpo aún estaba agitado, su corazón estaba fuera de sí y las manos le sudaban. -¿Cómo no lo vi venir? ¿cómo pude ser tan estúpido? -Se recriminó por no investigar mejor a sus prospectos porque si hubiera sido más exhaustivo no estaría en ese lío, dado que se había jurado a sí mismo no buscarla ni verla nunca más... se propuso desterrarla de su mente para siempre después de los sucesos de hace seis años.Lo último que supo de ella era que había atrapado a un multimillonario dueño de una cadena hotelera meses después de su salida del país, pero creyó que se trataba de una conquista más y después de exprimirle dinero lo había dejado. Sonrió con ironía y se dijo: -No esp
A las seis en punto sonó la alarma... Alejandra reaccionó un poco confundida y parpadeó con lentitud mientras abrazaba la almohada con la estancia aún a oscuras. Su noche no había sido la mejor porque el encuentro con Felipe la alteró demasiado y, por más que intentó sacarlo de su cabeza, no dejaba de pensar en él y en la forma como la abandonó en el momento en que más necesitaba de su apoyo, sin explicaciones y sin una despedida. Había jurado amarla más allá de sus días y de repente estaba sola, desecha y con un vestigio incipiente de él en su interior, una huella de vida que se abría paso día a día. Las lágrimas rodaron por sus mejillas mientras el dolor emocional la invadió y al final se quedó dormida. Aún a oscuras se sentó en la cama y en la soledad de su habitación confrontó sus sentimientos y sus recuerdos; Felipe había sido su primer amor, su príncipe azul, su pasión desbordada, el hombre que la había llevado a descubrir el placer. Él la había hipnotizado con esos preciosos y
Felipe contestó la llamada de su asistente quien le notificó que su reserva a NYC había quedado para las seis de la tarde, luego guardó el PC en su maletín junto con documentos importantes y tomó un gabán antes de salir de la suite. Entró al ascensor y se detuvo en el café francés del segundo piso para tomar algo ligero antes de la reunión con su padre y al entrar... la vio.De inmediato quedó impresionado... clavó sus ojos en ella hipnotizado mientras una fuerza invisible lo obligaba a acercarse pero las palabras del camarero lo detuvieron y se ubicó en una mesa en el ala opuesta. Tomó aire y recuperó la compostura antes de ordenar un green juice con menta y gengibre para recuperarse de los estragos de la noche anterior y se preparó para hablar con su padre. Ahora más que nunca debía alejarse porque sentía que estaba entrando en un terreno peligroso y quería evitar el punto de no retorno con ella; sentía que el dolor y el rencor que guardaba en su corazón no eran suficientes para mant
Mientras tanto Alejandra observaba la tormenta desde su oficina, había decido almorzar ahí mismo e instruyó a Laura para que pidiera el servicio. En eso estaba cuando recibió una llamada de Marco pero al no escucharla le envió un mensaje donde le pedía asistir a la cita con Felipe, puesto que él no llegaría a tiempo por el bloqueo de las vías.-¡Rayos! ¡Rayos! ¡Rayos! -exclamó Alejandra- Se mordió el labio inferior y caminó fastidiada de un lado a otro con los puños apretados porque después de lo sucedido la noche anterior no quería otra confrontación con él y menos después de verlo en la mañana, pero no podía faltar a la palabra de Marco, era su responsabilidad estar al frente dada las circunstancias. -Laura, por favor, comunícate con la asistente de Marco para que te envíe la agenda de su reunión con el Señor Felipe Cástellor, ¡la necesito para ya! Dicho esto fue a su tocador privado y revisó su apariencia, decidió retocar su maquillaje y refrescar su perfume... estaba lista para e
Por fin cesó la lluvia... habían terminado de almorzar y disfrutaban del vino pero el ambiente estaba tan candente que si una chispa saltaba provocaba un incendio... Para aliviar la tensión, ella se levantó y se dirigió a la ventana con la copa en la mano y quedó deslumbrada al ver como la ciudad recobraba su vitalidad después de la tormenta mientras se escuchaba un tema ochentero: "Wherever you go, whatever you do...I will be right here waiting for you" -Alejandra siguió la tonada- "Whatever it takes, Or how my heart breaks...I will be right here waiting for you" -By Richard Marx- Felipe la escuchó fascinado y recordó los tiempos aquellos cuando se habían amado y ella le cantaba al oído mientras bailaban en la penumbra...-¡Cómo olvidarlo! -se dijo mientras servía otra copa de vino y se aferraba a ella para disimular el temblor de sus manos y el ardor de su cuerpo. Hacía tiempo no sentía algo así por una mujer... solo ella lo había logrado en el pasado y ahora lo volvía a hacer. Conoc
Alejandra se dirigía al vigésimo piso cuando en el ascensor encontró a Felipe con un atuendo deportivo muy sexy, el cual resaltaba su cuerpo atlético y muy bien formado. Intercambiaron miradas...la de él chispeante y furiosa... la de ella, fría y distante. Una vez llegó a su destino, entró a su oficina y decidió entrenar en la villa aunque los martes era su día de gym en el hotel junto a Sara pero no quería más encuentros con Felipe, habían sido demasiados para un solo día. Llamó a su chofer y mientras se preparaba para salir, llamó Sara... -¡Hola, amiga! ¿Por qué no has llegado? Ni te imaginas lo que te estás perdiendo...¡debes venir yaaaaa! Gritaba Sara animada. - Holaaa...No, Sara, no voy a entrenar acá, lo haré en la villa, quiero llegar a casa temprano, perdóname por hoy cariño. -¿Qué? No amiga, no seas aburrida...¿Recuerdas al tipo de esta mañana en el café? ¿ El de los ojos de brujo? -Sí, claro...¿Qué hay con él? - Pues nena, tiene paralizado el gym... Está frenético dando
Alejandra llegó a la villa pasadas las seis de la tarde, saludó con cariño a Elena y se dirigió a su habitación, una vez allí se tiró en la cama y miró el techo durante un largo rato. -Muchas emociones para un solo día -se dijo. Su vida tranquila y estable amenazada de nuevo por un hombre que había dejado un legado imborrable en ella y quien volvía para enfrentarla a una realidad: ningún secreto dura para siempre y el tiempo del suyo se estaba agotando, sentía que no podía ocultarlo por mucho tiempo.Y admitir que lo sigue amando como el primer día complica la situación porque interfiere con sus planes de vengarse por todo lo que la hizo sufrir; no quería ser débil y arriesgarse a exponer sus sentimientos sin conocer con certeza los de él porque hasta ahora solo había mostrado pasión y furia pero no amor. Sin embargo, cuando se encontraron en el gym su mirada de ira inicial se transformó en otra profunda y escrutadora con un destello de angustia que le dejó más interrogantes que certe
Mientras golpeaba el saco de box Felipe no dejaba de pensar en ella...estaba poseído por la ira; sentía que con cada golpe descargaba la frustración por no poder tocar su corazón otra vez; cada golpe aliviaba un poco el dolor que sentía en su piel, en su corazón y en su alma. No solo lo había rechazado, lo había expuesto en su faceta más vulnerable, había herido su vanidad y le había demostrado que ya no sentía amor por él. Siguió castigando el saco de una manera brutal y tan intensa que no notó cuando empezó a tener público...la mayoría del sexo femenino.Veinte minutos después tomó un receso y se fijó en una chica rubia al frente de su zona de descanso y la miró con curiosidad porque le pareció conocida. -Es la chica que estaba con Alejandra en el café, -se dijo. Y la buscó con la esperanza de encontrarla pero no la halló, entonces concentró su mirada en la botella sin reparar en las chicas que lo miraban de forma descarada porque a él solo le interesaba una y no estaba allí.Despu