Mientras tanto Alejandra observaba la tormenta desde su oficina, había decido almorzar ahí mismo e instruyó a Laura para que pidiera el servicio. En eso estaba cuando recibió una llamada de Marco pero al no escucharla le envió un mensaje donde le pedía asistir a la cita con Felipe, puesto que él no llegaría a tiempo por el bloqueo de las vías.
-¡Rayos! ¡Rayos! ¡Rayos! -exclamó Alejandra- Se mordió el labio inferior y caminó fastidiada de un lado a otro con los puños apretados porque después de lo sucedido la noche anterior no quería otra confrontación con él y menos después de verlo en la mañana, pero no podía faltar a la palabra de Marco, era su responsabilidad estar al frente dada las circunstancias.-Laura, por favor, comunícate con la asistente de Marco para que te envíe la agenda de su reunión con el Señor Felipe Cástellor, ¡la necesito para ya! Dicho esto fue a su tocador privado y revisó su apariencia, decidió retocar su maquillaje y refrescar su perfume... estaba lista para enfrentarlo. No iba a intimidarse porque esta vez tenía la ventaja, el turno era suyo y pensaba hacer un saque plano ya que la pelota estaba en su campo.Una vez lista se dirigió al restaurante con todo lo necesario para la cita mientras trataba de mantener su mente ocupada en cada paso...-Aquí y ahora -se repetía al tiempo que regulaba su respiración. Salió del ascensor y caminó con paso firme hacia la entrada donde la esperaba el gerente quien la guió a una cámara privada que ella conocía muy bien por ser exclusiva para reuniones de la empresa; era amplia e iluminada con capacidad hasta para quince personas pero hoy había sido adaptada para un grupo pequeño; estaba decorada con el mismo estilo del restaurante: elegante, moderna, con clase y muy cálida.A través de la ventana miró la ciudad gris y perdió la esperanza de ver el sol. Amaba los días brillantes porque la hacían sentir viva, optimista, libre y feliz, mientras los días grises y lluviosos despertaban en ella la nostalgia y la retrospección. "Soy hija del sol, sin duda" -pensó- Se sentó en un sillón de espaldas a la entrada y dispuso lo necesario con mucha calma y, cuando hubo terminado, miró su reloj que marcaba casi la una.Cuando el camarero lo invitó a seguir ella se levantó y giró ante él, segura, altiva y con los ojos fijos en los suyos...Un escalofrío lo recorrió y la miró sorprendido sin articular palabra; Alejandra notó su sorpresa y sonrió para sí...punto doble para ella.-Buenas tardes, Felipe -y extendió su mano para saludarlo.-Buenas tardes, Alejandra, -dijo con voz ronca aceptando el saludo y recuperando el control.-Tu mano está fría -le dijo ella. Él llevó la suya a sus labios y las rozó con delicadeza...Ahora fue ella quien recibió la descarga y se estremeció -punto para él- pero retiró la mano de inmediato y recuperó la compostura mientras le indicaba su silla y se excusaba en nombre de Marco...-Problemas con el clima, pero podemos manejar el asunto nosotros ¿no crees? -Lo miró retadora pero él, al descubrir su juego, le devolvió la mirada y respondió...-Tú dirás...¿Estás preparada para jugar? -y sonrió con malicia mientras ella se ruborizaba- ¿De verdad, quieres jugar este juego? -Alejandra sostuvo la mirada y le devolvió la pelota ...-Ya estoy en el juego..-y sonrió seductora rozando sus labios.Él quedó sin aliento, sintió un deseo irresistible de besarla pero se contuvo porque sabía que ella intentaba llevarlo a su territorio y controlarlo... lo estaba provocando.-¿Quieres ordenar antes de empezar? -Le dijo ella mientras revisaba las notas de Marco. Él la miró concentrada y respondió...-Hazlo por los dos...Gina. -Ella se sorprendió al escuchar como la llamó y lo miró en silencio. Cuando se conocieron le había mentido sobre su nombre y aún lo recordaba -punto para él- Llamó al camarero y ordenó pasta a la puttanesca para ella y, para él, canelones de pollo bañados en pesto de nueces y, de complemento, ensalada fresca, vegetales al vapor y una tabla de quesos variados, aceitunas y uvas.-Escoje la bebida...-Felipe tomó la carta de vinos y seleccionó un Sauvignon blanc, fresco y ligero, cosecha del año...conocía sus gustos y ella aún recordaba los suyos. Punto compartido...-Por favor, puede traer el servicio en tres cuartos de hora -le dijo ella al camarero quien asintió mientras dejaba una mesa auxiliar con canapés y agua mineral.Alejandra tomó el control de la reunión, detalló las fortalezas de la propuesta y los aspectos a mejorar mientras él la escuchaba con atención, impresionado con su fluidez y habilidad para presentar las ideas; miraba su rostro, sus ojos, sus labios...la manera como se movían cuando hablaba y se sintió hechizado. Cuando llegó su turno expuso sus ideas, aclaró conceptos, adjuntó documentos y dirimieron diferencias. De pronto, ambos quedaron en silencio... sonaba el concierto de Aranjuez y el ambiente estaba cálido aunque afuera seguía lloviendo...ella se levantó sin mediar palabra y tomó un vaso de agua mineral antes de acercarse a la ventana, los recuerdos estaban de vuelta.Mientras tanto él permaneció en su lugar sin atreverse a observarla porque temía perder la compostura; hasta ahora se habia controlado pero no sabía hasta cuando resistiría. Quería increparla, obligarla a responder sus preguntas, gritarle su rencor pero no podía porque ella lo desarmaba. En ese momento llegó el camarero y dispuso el servicio en silencio.Alejandra ya había vuelto a su silla pero al pasar por su lado notó las hermosas sandalias que dejaban al descubierto sus pies y se estremeció...-¡Joder! y contuvo la respiración, unos pies femeninos podían volverlo loco...¡Cuánto había besado esos pies! siempre sintió fascinación por ellos. Empezaron la comida en silencio, un silencio lleno de gritos y de miradas con voz propia hasta que él no aguantó más y le dijo:-Estás preciosa, Alejandra... ¡tan bella que me quitas el aliento! -Su tono era bajo y profundo. Su mirada era muy intensa, quería penetrar su alma y develar las respuestas a tantos interrogantes...Su corazón palpitaba fuerte, su mente estaba frenética y su cuerpo reaccionaba a su cercanía. Ella percibió su inquietud y notó la reacción de su propio cuerpo pero se contuvo y asumió una actitud fría porque era conciente del efecto que provocaba en él y decidió aprovecharlo para castigarlo por su abandono...-"Esta es mi venganza" -dijo para sí misma.No hizo nada para desalentarlo, por el contrario, actuaba de manera seductora para aumentar su pasión y sacarlo de control; la pelota seguía en su campo y sumaba más puntos a favor, estaba ganando el match. No iba a bajar la guardia pero ya había logrado que él bajara la suya. "¡Qué fácil ha sido!" -pensó y sonrió maliciosa.-La comida está deliciosa -le dijo mientras mordía con sutileza el labio inferior y llevaba la copa a sus labios. Felipe notó ese gesto y sintió su corazón palpitante..."Es demasiado" -pensó. Tomó su copa y la bebió de golpe porque necesitaba controlarse para no sucumbir de nuevo ante su encanto. Ella notó su reacción y lo miró con ojos traviesos..."Te tengo en mis manos" -pensó- "¡caíste! Ahora... prepárate porque te daré una lección.Ella estaba muy segura de su ventaja y estaba determinada a llevarlo a tal punto que él nunca olvidara ese encuentro...Por fin cesó la lluvia... habían terminado de almorzar y disfrutaban del vino pero el ambiente estaba tan candente que si una chispa saltaba provocaba un incendio... Para aliviar la tensión, ella se levantó y se dirigió a la ventana con la copa en la mano y quedó deslumbrada al ver como la ciudad recobraba su vitalidad después de la tormenta mientras se escuchaba un tema ochentero: "Wherever you go, whatever you do...I will be right here waiting for you" -Alejandra siguió la tonada- "Whatever it takes, Or how my heart breaks...I will be right here waiting for you" -By Richard Marx- Felipe la escuchó fascinado y recordó los tiempos aquellos cuando se habían amado y ella le cantaba al oído mientras bailaban en la penumbra...-¡Cómo olvidarlo! -se dijo mientras servía otra copa de vino y se aferraba a ella para disimular el temblor de sus manos y el ardor de su cuerpo. Hacía tiempo no sentía algo así por una mujer... solo ella lo había logrado en el pasado y ahora lo volvía a hacer. Conoc
Alejandra se dirigía al vigésimo piso cuando en el ascensor encontró a Felipe con un atuendo deportivo muy sexy, el cual resaltaba su cuerpo atlético y muy bien formado. Intercambiaron miradas...la de él chispeante y furiosa... la de ella, fría y distante. Una vez llegó a su destino, entró a su oficina y decidió entrenar en la villa aunque los martes era su día de gym en el hotel junto a Sara pero no quería más encuentros con Felipe, habían sido demasiados para un solo día. Llamó a su chofer y mientras se preparaba para salir, llamó Sara... -¡Hola, amiga! ¿Por qué no has llegado? Ni te imaginas lo que te estás perdiendo...¡debes venir yaaaaa! Gritaba Sara animada. - Holaaa...No, Sara, no voy a entrenar acá, lo haré en la villa, quiero llegar a casa temprano, perdóname por hoy cariño. -¿Qué? No amiga, no seas aburrida...¿Recuerdas al tipo de esta mañana en el café? ¿ El de los ojos de brujo? -Sí, claro...¿Qué hay con él? - Pues nena, tiene paralizado el gym... Está frenético dando
Alejandra llegó a la villa pasadas las seis de la tarde, saludó con cariño a Elena y se dirigió a su habitación, una vez allí se tiró en la cama y miró el techo durante un largo rato. -Muchas emociones para un solo día -se dijo. Su vida tranquila y estable amenazada de nuevo por un hombre que había dejado un legado imborrable en ella y quien volvía para enfrentarla a una realidad: ningún secreto dura para siempre y el tiempo del suyo se estaba agotando, sentía que no podía ocultarlo por mucho tiempo.Y admitir que lo sigue amando como el primer día complica la situación porque interfiere con sus planes de vengarse por todo lo que la hizo sufrir; no quería ser débil y arriesgarse a exponer sus sentimientos sin conocer con certeza los de él porque hasta ahora solo había mostrado pasión y furia pero no amor. Sin embargo, cuando se encontraron en el gym su mirada de ira inicial se transformó en otra profunda y escrutadora con un destello de angustia que le dejó más interrogantes que certe
Mientras golpeaba el saco de box Felipe no dejaba de pensar en ella...estaba poseído por la ira; sentía que con cada golpe descargaba la frustración por no poder tocar su corazón otra vez; cada golpe aliviaba un poco el dolor que sentía en su piel, en su corazón y en su alma. No solo lo había rechazado, lo había expuesto en su faceta más vulnerable, había herido su vanidad y le había demostrado que ya no sentía amor por él. Siguió castigando el saco de una manera brutal y tan intensa que no notó cuando empezó a tener público...la mayoría del sexo femenino.Veinte minutos después tomó un receso y se fijó en una chica rubia al frente de su zona de descanso y la miró con curiosidad porque le pareció conocida. -Es la chica que estaba con Alejandra en el café, -se dijo. Y la buscó con la esperanza de encontrarla pero no la halló, entonces concentró su mirada en la botella sin reparar en las chicas que lo miraban de forma descarada porque a él solo le interesaba una y no estaba allí.Despu
Para Alejandra la mañana transcurrió sin contratiempos, tuvo varias videoconferencias y se concentró en los estados de cuenta de la compañía que recién le habían llegado.-Parece que todo va sobre ruedas, las finanzas van muy bien -se dijo. Terminó el informe de la reunión con Cástellor y se lo envió a Marco quien le respondió con un guiño y un comentario... -"Sé lo que hiciste hace seis veranos" -Alejandra rió ante la ocurrencia de su amigo.-¿Qué le pasa a este tío, wey? -Se dijo- ¡Está loco! El día estaba brillante y ella feliz; recordó la llamada pendiente a la tutora y le pidió a Laura que la comunicara, la escuchó con atención y cuando hubo terminado se levantó y fue al tocador a revisar su look antes de salir para el restaurante donde almorzaría con Sergio y Sara. Mientras caminaba hacia el restaurante de comida fusión ubicado en el cuarto piso, no dejaba de pensar en la broma de Marco y sonrió...¡Qué loco!. A la entrada se encontró con dos de los jefes de proyectos quienes l
Después de la llegada repentina de Alejandra y de su sorpresa tan evidente, Felipe había decidido aprovechar la oportunidad para contratacar y desquitarse por lo sucedido el día anterior. Con esa motivación aceptó el juego seductor de Antonella con el fin de estudiar la reacción de ella y al notar que no estaba cómoda con la situación, atacó... Él conocía sus zonas sensibles y sabía donde tocar para despertar su sensualidad; conocía muy bien su cuerpo y sabía como brindarle placer. Sus dedos empezaron a recorrer cada centímetro de su rodilla, luego los deslizó hacia la cara interior y fue subiendo muy despacio...la miró de reojo y notó la tensión y el rubor en su rostro; sin embargo no se detuvo porque estaba seguro que ellla no haría un escándalo en público.-Te tengo...-pensó con malicia. En ese momento el maître sirvió la champaña y Marco hizo el brindis.-¡Por muchos años de unión muy exitosa! -remató Edmundo, como si fuera una profecía.Felipe siguió con las caricias durante el br
Felipe regresó con su grupo y pasaron un tiempo muy agradable, había sintonizado con Marco quien según su criterio era un buen tipo, muy inteligente y divertido. Pasaron la tarde en junta en las instalaciones de la compañía estructurando el proyecto y revisando todo el tema jurídico, razón de la presencia de Antonella y los demás ejecutivos. Por un momento salió a tomar un poco de aire al lounge ubicado en la azotea, se sentó en un sofá y mientras tomaba un café repasó lo sucedido en el restaurante... Recordó la suavidad de su piel y como reaccionó bajo su toque, su calidez en aumento, el rubor en su rostro y la manera tan sutil como mordió su labio inferior... su propio cuerpo había reaccionado ante la tibieza y la suavidad de ella. -Ni que fuera de piedra -pensó. Cerró los ojos y deseó volver a vivir con ella aquellos tiempos... Se dirigió al mirador y contempló la ciudad donde una vez había sido feliz, miró el cielo azul surcado por algunas nubes blancas y disfrutó del sol resplan
Alejandra le pidió a Laura que cancelara su agenda porque pensaba estar en el Spa toda la tarde, así que apagó su teléfono y se concentró en embellecerse. El lugar estaba decorado con un estilo thai muy delicado; Sara la llevó a la zona platino donde la recibieron con una copa de champaña y la prepararon para recibir todos los servicios ... masajes, depilación, tratamientos corporales y faciales, hidratación profunda, mascarillas, hidroterapia, belleza capilar, pedicure, manicure y otros más...una experiencia única. Durante ese tiempo no quería saber de Felipe ni de la Compañía.-Me vale si todo se derrumba -expresó. Solo quería difrutar la experiencia a plenitud porque había pasado un buen tiempo desde la última vez que había estado en una camilla de masajes...sonrió complacida mientras unas manos muy hábiles masajeaban su espalda y cuello...-Qué maravilla...-dijoCasi a las seis salió del spa en compañía de los chicos y una estilista en dirección a la suite que el hotel tenía desti