Andrés corría en dirección a la caseta cuando se encontró con Isabella mascullando palabrotas...-Mi amor...¿Qué hiciste?-Viste lo que le hizo ¡le enterró los dientes! -¡Cálmate! ahora hablamos...Cuando llegó encontró que Marco y Daniela la habían sentado y lloraba adolorida. Una de las ayudantes de la abuela trajo guantes, compresas y agua tibia que Andrés usó para limpiar la sangre de su rostro; el impacto había generado una herida en el labio superior, sangrado por la nariz y una contusión en la frente.-Consígame compresas frías, por favor; hay que parar el sangrado y evitar que se inflame más. Hizo unas maniobras y logró para el sangrado nasal y comprobar que no había fracturas, pero necesitaba confirmar con rayos X.La herida del labio era más interna que externa y necesitaría sutura; el hombro tenía lastimado el manquito rotador por la hiperrotación y estaba muy doloroso, pero las laceraciones en las rodillas y las contusiones en las pantorrillas no eran graves.Andrés Improv
Sara mandó a preparar comida y bebidas suficientes para todos y organizó la cabaña con bolsas de dormir para que todos pudieran estar juntos esa noche; quería que Felipe y Alejandra estuvieran rodeados del afecto de la tropa...era el momento de retribuir todo el amor que ella les había ofrecido cuando la necesitaron.Cuando la abuela protestó por dejarlos solos inventó que querían tener una noche de misterio y la cabaña era el lugar perfecto para ambientarla.Edmundo había llegado con Francesco y casi se infarta al enterarse...-Voy a hablar con su padre... tienen que enterarse de lo peligrosa que es su hija.-No, papá... ellos no tienen la culpa.-Claro que la tienen... siempre la malcriaron, siempre dejaron que hiciera lo que quería, siempre fue una pequeña voluntariosa.-No, Edmundo -intervino Alejandra- ya ellos tienen suficiente con todo los desastres que deja a su paso... déjalos en paz. Él se acercó y abrazó con afecto a su nuera.-Nos recuperaremos, Edmundo. Esto no nos va a se
Edmundo había decidido ir por el anillo de compromiso al taller de Enzo para que Felipe continuara con los cuidados y estuviera recuperado para la noche de año nuevo... Su amigo había hecho un trabajo memorable, el tono platinado del metal contrastaba con el color verde oliva claro de la piedra cuyas facetas la hacían brillar de una manera intensa. -Está precioso -dijo Edmundo- ¡Gracias Enzo!De regreso a la villa buscó a Felipe y le mostró la joya quien, al verla, quedó impactado con su belleza...-¡Wow! ¡quedó precioso! digno de una reina.-¿Y cómo van los preparativos?-No sé, papá...los chicos no han querido decirme...-Lo más importante ya está aquí...y le entregó los documentos que acreditaban la autenticidad de la joya junto con su estuche. -Enzo hizo un bello trabajo... ¡gracias papá!-Ni lo menciones, hijo, ya están cubiertos los gastos.Los preparativos para la noche de año nuevo estaban en marcha, se respiraba el ambiente festivo por doquier y todos estaban disfrutando a p
Alejandra sintió que un escalofrio la recorrió desde la nuca hasta los pies, cerró los ojos y respiró profundo para evitar el pánico mientras Felipe permanecía tranquilo.-Seguro se distrajo con algo, vamos a buscarlo.Ella se quedó en la casa mientras Felipe y Edmundo se encargaban del jardín y los alrededores.-¡Rayos! Franco... se me olvida que tengo guardaespaldas. Tomó el teléfono y lo llamó y en cuestión de segundos estaba entrando a la casa.-¿Has visto a Francesco?-Lo dejé con don Edmundo hace unos veinte minutos... señorita, no me diga que... -paró al ser interrumpido por la palma levantada de ella.-¡Nada, Franco!, no ha pasado nada, debe estar distraído, ayúdame a encontrarlo...Unos minutos antes Edmundo caminaba con Francesco al auto cuando el pequeño le dijo:-Nonno, quiero llevar merienda para que comamos allá, como un campamento. Voy a la cocina a que mi ninna nanna me la prepare.-Esta bien, hijo; mientras tanto reviso el auto.El pequeño corrió a la cocina que estaba
La noche estaba preciosa, todos vestían de gala y disfrutaban entre risas, brindis, recuerdos y buenos deseos; las parejas ya se habían definido... Marco y Daniela, Arturo y Sara, Sergio y Matthew, y Andrés e Isabella. Alejandra había elegido un vestido color vino de terciopelo spandex de cuello alto y mangas largas ajustado hasta el inicio de sus caderas mientras la falda caía hasta las rodillas en ondas marcando al caminar su derriere, lo cual lo dejó sin aliento...-Preciosa... no sabes lo que me hace ese vestido; quiero llevarte atrás y tomarte...-Guarda la compostura, Felipe... espera. -Le dijo mientras mordía su mentón.La cenone fue espléndida, una gran muestra de la gastronomía de La Toscana y todos la disfrutaton complacidos. A la media noche cuando el reloj marcó el inicio del nuevo año todos se abrazaron y se desearon muchas felicidad y paz; las palabras y las expresiones de afecto eran una muestra de los fuertes lazos que habían creado durante este mes que habían pasado ju
Felipe se tiró de espaldas en la cama con los ojos húmedos y el corazón oprimido al tiempo que escuchaba con melancolía su reproductor..."Si es preciso te recuerdo que no fué mi intención, fui presa de mis inseguridades, es mi puñal el que se hunde en tu carne, mi conciencia naufraga en tu sangre, te digo ... no fue mi intención; baja la guardia, traes hielo en la mirada, sé que fui yo quien tropezó..." -By S. Cruz y A. Cepeda-. Cerró los ojos mientras seguía la tonada y quiso devolver el tiempo hasta hace dos días cuando eran felices por completo...pero, ya no había marcha atrás.Cuando ella terminó de ducharse lo llamó para que la llevara a su cama y al tomarla en sus brazos e inhalar su aroma, su mente se nubló por los recuerdos tempestuosos de esos últimos días...la dejó con delicadeza en el borde mientras se arrodillaba frente a ella dispuesto a dar la última batalla porque no concebía la eternidad sin sus besos.-Entonces, ¿no hay marcha atrás? -preguntó fijando su mirada de bru
El conductor era habilidoso pero prudente, su padre había ejercido el oficio para la familia Giordanelli antes que él y al retirase ocupó su lugar; se caracterizaba por su discreción, puntualidad y amabilidad, cualidades que Alejandra valoraba.-Samuel, ¿Como está su papá?-Muy bien, Señora Alejandra, gracias por preguntar; está feliz con mi mamá en su casa de campo en la sabana.-Le da mis saludos, ¡por favor!-¡Con mucho gusto!El tráfico estaba lento pero Samuel era especialista en encontrar vías despejadas, sin embargo esta vez la tarea estaba difícil. Alejandra intentó distraerse con su teléfono, estaban a diecisiete grados y eran las nueve menos diez y aún faltaba un buen trayecto; observó una vez más los innumerables edificios y los rascacielos con diseños muy modernos que acentuaban ese aire de gran metrópoli de su ciudad; luego miró el cielo despejado y luminoso como un regalo en medio de la temporada lluviosa de esos días. El timbre de su teléfono la sacó de su abstracción.
Sara la miró sin entender... "¿Ha regresado?" "¿de qué carajos habla?" "¿quién ha regresado?" - y la curiosidad la embargó.Treinta minutos después, Alejandra miraba su reflejo en el espejo mientras su amiga la observaba desde el diván; se maquilló pero no pudo disimular la hinchazón de los párpados que le daban un aire taciturno a esos profundos y almendrados ojos negros.-¡Ya, déjalo así! Te ves hermosa, no necesitas más -se levantó y la abrazó de nuevo. Sabes que te quiero y que siempre estaré para ti -le recordó Sara y pellizcó su mejilla antes de volver al diván. Alejandra se miró de nuevo en el espejo por unos segundos y tomó valor; de repente y sin preámbulos giró hasta quedar frente a ella antes de soltar la noticia... -Felipe Cástellor Conti está de vuelta -Sara la miró sorprendida por unos segundos y abrió la boca pero no pudo articular palabra. Ahora entendía...-¡Rayos! -fue lo único que atinó a decir. Apoyó sus codos en las rodillas y miró el piso sin parpadear... necesi