Maximiliano se sentía torpe y su cabeza se llenó de pensamientos que le hacían doler el corazón, debido a que esta es la primera vez que está lejos de su hijo, porque siempre lo tiene a su lado, es tan protector con ese pequeño que nunca había dejado que nadie se encargue de él, muy pocas fueron las veces que lo dejaba con Chiara y no era que confiaba del todo en ella.—Tengo horas sin ver a Caroline— manifestó Oliver frunciendo el ceño, ya que le parecía extraño que ella no estuviera ahí junto a ellos y esa declaración hizo que Maximiliano se pusiera tenso al suponer que quizás todo ha sido una treta de Isabella para llevarse al niño, puesto que volvió a pensar en la conversación que sostuvo con su amigo Hugo y recordó una advertencia que él le hizo:—No te olvides del tipo de persona que es, quizás busca acercarse a ti para recuperar a Emiliano y así volver a venderlo por dinero.«¡Maldición, ¡cómo pude ser tan estúpido!», cavilaba, dando por hecho que eso fue exactamente lo que suc
Continuación del recuerdo de Isabella:Cuando el hombre corrió a él para atacar, fue tan simple para Maximiliano derrotarlo, solo levanto su pierna propinándole una patada que hizo al aprensivo caer de bruces contra el pavimento, y estando en el suelo él volvió a patearle haciendo que se doblara por el golpe.—¿Estás bien? — corrí a él recordando su herida, pero mi cuerpo estaba demasiado débil, me sentía en el aire y lo único que recuerdo haberle dicho fue— muchas gracias, no tendré vida para agradecerte.Puesto que perdí el conocimiento a causa del hambre y la conmoción. Cuando volví a despertar estaba recostada sobre él y dentro de un auto que se encontraba en marcha que nos llevó a un hospital.Durante su recuperación como gesto de agradecimiento le propuse: que yo sería su cuidadora personal, y pues como no tenía un lugar a donde regresar ni sabía que hacer era lo más conveniente, por lo que aceptó y lo cuidé por días, sintiéndome cada vez más atraída por él. Sin embargo, yo era
Continuación:«¿No me incumbe?», Oliver soltó unas carcajadas carentes de gracia cuando su cerebro repitió esa molesta palabra dicha por Maximiliano y lo iba a seguir para confrontarlo y hacerle saber por qué según él entiende que le incumbe, pero Isabella lo detuvo agarrando su antebrazo y cuando él levantó la vista para preguntarle sin palabras - ¿por qué lo detenía? - Ella negó con movimientos pausados de cabeza.—No vale la pena— le dijo sin crear sonido, y él entendió calmándose sin decir nada más.Minutos después, Chiara que se enteró de lo sucedido, llegó tan escandalosa como es su costumbre, fingiendo un interés que claramente no sentía, por el contrario, muy en el fondo deshacerse de ese niño se le hacía ilusión de cierta manera y en otras circunstancias, también veía a Emiliano como su amuleto para convencer a Maximiliano de necesitar a una esposa.—¿Y mi pequeño Emiliano?, ¿qué han dicho los doctores de su estado? — Se acercó a Maximiliano con propósito de tomarlo de las ma
«¡¿Se enamoró de ese imbécil?!», farfulló Oliver en su interior y era tanta la desilusión y el enojo que abrió la boca para exigirle una respuesta, pero Isabella no le dio chance a nada, ya que perdió el conocimiento al desmayarse. Y él tuvo que ser ágil para asegurar su cuerpo, porque si no caería de bruces contra el suelo.— ¡¡Vengan rápido!!— les llamó a unas enfermeras que estaban en esa área y fueron a auxiliarla.—Mira nada más lo necia que eres Caroline, te dije que debían revisarte— peleó sin dejar de verla, y sintiendo angustia, mientras la llevaba en brazos para acostarla en una camilla.—Señor por favor necesitamos que salga, debemos revisar a la paciente— solicitó la doctora y Oliver la vio con ceja alzada, siendo muy soberbio.—Es mi novia, así que no me moveré de aquí. — Mintió con la finalidad de quedarse y se sintió tan bien al decirlo que sonrió con mejillas sonrojadas de solo imaginar que un día esa mentira podrá ser realidad. Un hombre como él que era alérgico a lo
—¿Estás enferma, Caroline? — preguntó el infante mostrándose ansioso, e hizo algo que a Isabella le estrujo el corazón, que fue acunar su cara entre sus pequeñas manos y la miró fijo antes de pedirle con ojos aguados: — No te enfermes, porque yo te necesito sana, antes de conocerte estaba muy solito y no te quiero perder.A ella esa aclaración le causó ganas de llorar y tuvo que tragarse sus propias lágrimas, e hizo todo un esfuerzo para no permitir que salieran de sus cuencas.—Ya estoy mejor y quiero que siempre tenga presente, que no estarás solo nunca — le respondió con voz afónica.«Este niño cada día se roba un pedazo de mi corazón, aunque he luchado para no permitirme quererlo», cavilaba Isabella sin dejar de conectar su mirada con la de Emiliano.—¿Caroline podrías llevarme a casa, quiero que vengas conmigo y que permita que mi papito cuide de nosotros? — pidió con ojitos suplicantes y creando al final unos hermosos pucheros que enamoraron más a Isabella.—Es que Emiliano… yo
Isabella le dedicó una mirada a Oliver que no supo descifrar, pero él no se quedó en silencio.— Ese niño se está encariñando de una manera que no es normal y cuando Maximiliano lo aleje de ti vas a sufrir mucho y él también, debes ponerle un alto a esto, además estás enferma, mira como tu enfermedad estomacal se agravó por entregarte a él y olvidarte de ti misma, no tienes culpa de que se haya desaparecido antes, solo fuiste por tus medicamentos un momento, eso es todo. Eres humano no una máquina que debe trabajar por el bien de otro — le insistía Oliver dejándole cada punto claro, pero con la intención de poner un alto a lo que sea que esté pasando entre Maximiliano y ella, ya que no está dispuesto a perder cuando él la quiere para algo serio.Sin embargo, Maximiliano soltó un gruñido antes de reclamar: —¿Y así te atreves a decir que aquí el manipulador soy yo? Aunque le cayó fuerte darse cuenta de que se ha equivocado al saber que la ha culpado muy feo y no tenía razón, igual, en
Con la mirada perdida iba Isabella viendo a través de la ventanilla del coche deportivo, mientras Oliver la veía en silencio, con ganas intensas de preguntarle cosas muy personales, pero no sabía cómo hacerlo, porque el miedo a ofenderla le detenía y odiaba la sola idea de que ella se mostrase irritada.—No debiste pedir que te dejaran salir del hospital, tu semblante pálido aún muestra que estás enferma. — No aguantó más y le reclamó.—Los hospitales me enferman, además tengo mis razones para haber pedido mi alta médica— manifestó sin dar muchos detalles, pero en realidad el temor a que se dieran cuenta de que está utilizando credenciales falsas la tenía demasiado ansiosa. Eso sin contar que si hubiera sido el caso de que descubrieran su fachada, Blas también sabría que ella regresó al país y no se quiere ni imaginar lo que podría hacer ese monstruo si la supiera de vuelta y con el poder que ahora posee.«Nada debe salir mal, mi venganza no debe detenerse», pensó a medida que soltaba
Un aroma delicioso inundó todo el salón en el que estaba Isabella escuchando las lamentaciones de Emiliano; ella impresionada abrió grandemente los ojos, pero luego analizó que olor era debido a que alguien estaba utilizando su cocina y de inmediato su rostro pasó a estar desencajado, cuando supuso que ese alguien es Maximiliano.—¡Pero qué atrevimiento! — bramó escéptica dejando al pequeño sin una respuesta a su pedido y Oliver al ver su reacción aprovechó para entrar a la cocina como dueño y señor.—Maximiliano Gil estás invadiendo una propiedad ajena, ni siquiera has pedido permiso para usar la cocina de Caroline, por favor márchate ahora que te lo pido con decencia— le pidió Oliver que estaba parado detrás de él y Maximiliano lo vio de reojo, sin detenerse de picar los vegetales.— Gil, ¿Dónde quedaron tus modales? — cuestionó furioso al ver que Maximiliano prácticamente lo trató como si no fuera nadie y eso lo hizo sentir mucha ira.—Si esos grandes noticieros e inversionistas