Maximiliano se quedó todo el día sumergido en las cosas de la empresa que debía estudiar con mucha calma y detenimiento, porque cuando se trata de sus inversiones es muy cauteloso y por esa razón es que su empresa está entre las mejores; sin embargo, ser un empresario tan exitoso y padre dedicado le acapara todo el tiempo por lo que al estar pensando entre las empresas y en Emiliano se descuida y no saca tiempo para comer justo como le había pasado hoy. Más tarde, luego de haberse alimentado correctamente, Emiliano se sintió agotado mientras veía caricaturas junto a Isabella y aunque los dos estaban sentados en un mismo sofá, él se fue acercando lentamente hasta que se acomodó entre sus brazos en busca del calor corporal hasta quedarse dormido, porque como el mismo niño lo ha expresado le gusta el aroma maternal que desprende el cuerpo de Isabella. Ella se pasó una mano por la cara tratando de no afligirse, porque, aunque le ordena a su subconsciente, no hacer que recuerde a su hijo
—¿Y qué lo detiene? — Maximiliano le fue directo porque hace tiempo que había dado la orden para realizar esos anuncios.—La actriz Chiara Lorenzo ha puesto muchos requisitos y afectó el proceso del rodaje— le manifestó el hombre que no se atrevía a decírselo directo a Chiara porque la exposición del hijo ilegítimo de Maximiliano hizo que todos los empleados la supongan la madre de ese niño y no se atreven a ofenderla. Puesto que tampoco quieren enfadar a la futura esposa del presidente.«Esa mujer es cruel», pensó el hombre sin dejar de ver a su jefe a través de la pantalla, debido a que ya ha sido víctima de la ferocidad de Chiara, quien causa dolor con palabras que son como dagas filosas.—¡Señor Zares es usted un incompetente que no es capaz de lidiar con una pequeña actriz que necesita de este trabajo para volver a darle fuerza a su carrera! — Maximiliano arremetió culpando al supervisor, quien también está en la videoconferencia junto a los demás encargados y el hombre se sintió
Con mandíbulas apretadas, Maximiliano volteó a mirar a Isabella fijamente con mucho rencor y ella que se encontraba cerca viendo junto a ellos el video dio tres pasos hacia atrás. En su vida nada ni nadie más qué Blas Sued la había hecho sentir intimidada, sin embargo, ahora ese hombre tan feroz lo estaba logrando y ella sentía que él tenía todo el derecho de comportarse y reaccionar de ese modo.Ella, por su parte, también estaba angustiada y muy mortificada, más porque conoce en carne propia lo que se siente que un niño desaparezca.«Debo encontrarlo, lo voy a hacer», se propuso muy desesperada porque sintió que no podía dejar que a Emiliano le pasara algo y, ya que no pudo evitar que su hijo le fuera arrebatado, demostraría que es capaz de cuidar a alguien que aprecie cómo ha empezado a querer a ese pequeño.Oliver y Emiliano salieron a buscar por la escalera de emergencia debido a que por ese lugar fue que lo vieron entrar cuando desapareció.Al no encontrarlo, Maximiliano ordenó
Maximiliano se sentía torpe y su cabeza se llenó de pensamientos que le hacían doler el corazón, debido a que esta es la primera vez que está lejos de su hijo, porque siempre lo tiene a su lado, es tan protector con ese pequeño que nunca había dejado que nadie se encargue de él, muy pocas fueron las veces que lo dejaba con Chiara y no era que confiaba del todo en ella.—Tengo horas sin ver a Caroline— manifestó Oliver frunciendo el ceño, ya que le parecía extraño que ella no estuviera ahí junto a ellos y esa declaración hizo que Maximiliano se pusiera tenso al suponer que quizás todo ha sido una treta de Isabella para llevarse al niño, puesto que volvió a pensar en la conversación que sostuvo con su amigo Hugo y recordó una advertencia que él le hizo:—No te olvides del tipo de persona que es, quizás busca acercarse a ti para recuperar a Emiliano y así volver a venderlo por dinero.«¡Maldición, ¡cómo pude ser tan estúpido!», cavilaba, dando por hecho que eso fue exactamente lo que suc
Continuación del recuerdo de Isabella:Cuando el hombre corrió a él para atacar, fue tan simple para Maximiliano derrotarlo, solo levanto su pierna propinándole una patada que hizo al aprensivo caer de bruces contra el pavimento, y estando en el suelo él volvió a patearle haciendo que se doblara por el golpe.—¿Estás bien? — corrí a él recordando su herida, pero mi cuerpo estaba demasiado débil, me sentía en el aire y lo único que recuerdo haberle dicho fue— muchas gracias, no tendré vida para agradecerte.Puesto que perdí el conocimiento a causa del hambre y la conmoción. Cuando volví a despertar estaba recostada sobre él y dentro de un auto que se encontraba en marcha que nos llevó a un hospital.Durante su recuperación como gesto de agradecimiento le propuse: que yo sería su cuidadora personal, y pues como no tenía un lugar a donde regresar ni sabía que hacer era lo más conveniente, por lo que aceptó y lo cuidé por días, sintiéndome cada vez más atraída por él. Sin embargo, yo era
Continuación:«¿No me incumbe?», Oliver soltó unas carcajadas carentes de gracia cuando su cerebro repitió esa molesta palabra dicha por Maximiliano y lo iba a seguir para confrontarlo y hacerle saber por qué según él entiende que le incumbe, pero Isabella lo detuvo agarrando su antebrazo y cuando él levantó la vista para preguntarle sin palabras - ¿por qué lo detenía? - Ella negó con movimientos pausados de cabeza.—No vale la pena— le dijo sin crear sonido, y él entendió calmándose sin decir nada más.Minutos después, Chiara que se enteró de lo sucedido, llegó tan escandalosa como es su costumbre, fingiendo un interés que claramente no sentía, por el contrario, muy en el fondo deshacerse de ese niño se le hacía ilusión de cierta manera y en otras circunstancias, también veía a Emiliano como su amuleto para convencer a Maximiliano de necesitar a una esposa.—¿Y mi pequeño Emiliano?, ¿qué han dicho los doctores de su estado? — Se acercó a Maximiliano con propósito de tomarlo de las ma
«¡¿Se enamoró de ese imbécil?!», farfulló Oliver en su interior y era tanta la desilusión y el enojo que abrió la boca para exigirle una respuesta, pero Isabella no le dio chance a nada, ya que perdió el conocimiento al desmayarse. Y él tuvo que ser ágil para asegurar su cuerpo, porque si no caería de bruces contra el suelo.— ¡¡Vengan rápido!!— les llamó a unas enfermeras que estaban en esa área y fueron a auxiliarla.—Mira nada más lo necia que eres Caroline, te dije que debían revisarte— peleó sin dejar de verla, y sintiendo angustia, mientras la llevaba en brazos para acostarla en una camilla.—Señor por favor necesitamos que salga, debemos revisar a la paciente— solicitó la doctora y Oliver la vio con ceja alzada, siendo muy soberbio.—Es mi novia, así que no me moveré de aquí. — Mintió con la finalidad de quedarse y se sintió tan bien al decirlo que sonrió con mejillas sonrojadas de solo imaginar que un día esa mentira podrá ser realidad. Un hombre como él que era alérgico a lo
—¿Estás enferma, Caroline? — preguntó el infante mostrándose ansioso, e hizo algo que a Isabella le estrujo el corazón, que fue acunar su cara entre sus pequeñas manos y la miró fijo antes de pedirle con ojos aguados: — No te enfermes, porque yo te necesito sana, antes de conocerte estaba muy solito y no te quiero perder.A ella esa aclaración le causó ganas de llorar y tuvo que tragarse sus propias lágrimas, e hizo todo un esfuerzo para no permitir que salieran de sus cuencas.—Ya estoy mejor y quiero que siempre tenga presente, que no estarás solo nunca — le respondió con voz afónica.«Este niño cada día se roba un pedazo de mi corazón, aunque he luchado para no permitirme quererlo», cavilaba Isabella sin dejar de conectar su mirada con la de Emiliano.—¿Caroline podrías llevarme a casa, quiero que vengas conmigo y que permita que mi papito cuide de nosotros? — pidió con ojitos suplicantes y creando al final unos hermosos pucheros que enamoraron más a Isabella.—Es que Emiliano… yo