-¿Sabes en dónde se encuentran el resto de nuestros compañeros? - Pregunté a Gail mientras veía la columna de humo.-Supongo que patrullando. El Alfa se llevó a unas dos terceras partes de la manada, así que el resto debe de andar en algún punto del bosque.El por qué nos nos había enviado a nosotros también a patrullar lo guardaría para después.-Deja a Cleo dentro de la tienda de Ef. - Dije rápidamente. Él me arqueó una ceja pero lo hizo. - Ahora, utiliza ese par de piernas para llevarme abajo y luego correr como la m****a.Me arrojé hacia él y me atrapó confundido.-¿Qué sucede?-¡Corre!Y corrió.En el camino el conté sobre el humo, las lobas, los cachorros y el posible peligro. Su expresión se endureció.Llegamos a abajo y salté de sus brazos.-¡Busca a una patrulla, yo iré a revisar! - Dije comenzando a correr en esa dirección.-¡¿Y qué m****a vas a hacer si son un grupo de lobos?!Ambos sabíamos que uno de nosotros debía ir por refuerzos en caso de que no estuvieran cerca las pa
Yo no creía en las casualidades.Las cosas siempre pasaban por una razón. Quizá Nuestra Gran Madre me había guiado hasta este momento exacto para que salvara a los cachorros o le diera a Gail minutos preciosos para llegar con refuerzos y salvar a las lobas.¿Cómo si no se explicaba que justo el día anterior me había enterado de la cosa del humo? ¿Cómo sino un día antes me había enterado de la existencia de este lugar en el territorio del Alfa Supremo?No lo sabía a ciencia cierta, pero me gustaba pensar en que así era. Con los cachorros seguros (o algo así) arriba de los árboles frondosos de nuestro al rededor, me escondí detrás de un árbol con mi arma lista para atacar a mi siguiente víctima.Les había dado instrucciones a los cachorros: Si venían los dos lobos que estaban con ellos hacia aquí, yo los distraería y ellos irían por las cachorras. Luego correrían río arriba sin mirar atrás.Si solo venía uno, entonces me dejarían encargarme y no se moverían hasta que yo les dijera. En
Llegué cojeando un poco hacia la zona.-Quédense ahí, cachorros. Si comienza a atardecer y no he regresado, vuelvan a las cabañas. Seguramente no habrá nadie y podrán esconderse. Estarán seguros y el Alfa Supremo los recogerá.Ahora era tiempo de pensar en qué mierda hacer a continuación.Mi cuerpo se sentía pesado y pegajoso pero no me quedaba más opción que seguir hasta que Gail encontrara a alguna jodida patrulla.De camino a la cabaña en donde tenían a las cachorras, un pequeño brillo en el suelo captó mi atención.Era un maldito cuchillo. No uno filoso o intimidante, sino de esos que utilizan para cortar el pan en algunas manadas.Lo tomé preguntándome vagamente cómo había llegado hasta allí y luego casi me reí de mí misma al pensar que podría ser una buena arma.Era mejor que nada... aun así volví a dejarlo en el suelo.Abí siempre decía que un arma que no supiera usar era un arma extra que el enemigo usaría en mi contra.Seguí caminando escondiéndome cada tanto en algunos árbol
En el primer sueño, tenía la cara de Rep a pocos centímetros de la mía.El lobo parecía enojado.-¡¿Y por qué m****a no la detuviste?! - Gruñó.-¿Acaso has pasado más de cinco minutos con ella? - Respondió una voz lejana. - ¡Hace lo que malditamente quiere!, ¡No soy su niñera!-¡Duermes con ella por el amor de... !Oscuridad. Luego algo quemaba mi garganta. El mundo ahora era rojo.En el sigueinte sueño tenía los ojos del Alfa Supremo sobre mí. O más bien, de su lobo.Gimió tocándome con delicadeza el cuello. Podía ver un techo hecho de madera, madera que comenzaba a derretirse y...Oscuridad.Luego las caras de algunos miembros de la manada comenzaron a entrar en mi campo de visión de forma intermitente, pero creo que la que más destacaba era la de Rep y su ceño fruncido.Gruñía algo en mi cara que no podía entender. Después su cara era cambiada por la de Gail y sus ojos llenos de lágrimas.Por último, Cleo me miraba con ojo crítico.Me pregunté morbosamente si estaba esperando mi mu
En mi tiempo dentro de esta manada estuve segura de dos cosas:Una, que el Alfa Supremo era un lobo ocupado y por eso solo podía tener breves vistazos de él durante las noches.Dos, que su mano derecha, Beta, confidente o la mierda de título que tenga... era Rep.Así que no dudé en contarle hasta el último detalle que recordaba de lo que había pasado cuando yo llegué al lugar de las lobas y cachorros. Ni siquiera me guardé el cómo había terminado con las vidas de dos lobos.Siguió sin mirarme durante todo el tiempo que hablé.También Gail siguió gimoteando durante todo ese tiempo.Cuando terminé y llegué a la parte en donde él salía de entre los árboles, se apartó de la puerta y comenzó a caminar hacia mí.-¿Te das cuenta de que ha sido bastante estúpido ponerte en peligro cuando no sabes una mierda sobre defenderte, Vomi?Yo lo pensé durante un largo minuto.-Quizá.-¿Quizá? - Dijo con un bufido. - Hasta donde yo sé, quieres ir a matar a toda una manada de lobos antes de tu muerte in
-Eres pequeña, no tienes un gramo de músculo en tu cuerpo, sin equilibrio y tienes la fuerza de un venadillo recién nacido. Yo hice una mueca mientras me levantaba del suelo con dificultad. No había llegado ni a la mitad de mi entrenamiento matutino cuando Rep me arrastró hacia el río para pedirme que tratara de empujarlo. Por supuesto que no disfruté de tocar todo ese músculo bien definido de su pecho. Insisto. Una m*****a lástima que tuviera esa actitud. Muy pronto tuve que darme por vencida al no moverlo ni siquiera un milímetro y terminar en el suelo cuando fue él quien se movió solo. -¿Tienes alguna cualidad de la cual no sea consciente? Yo asentí con seriedad. -Sé un poco sobre puntos de presión. -Bien, eso es una mejora. - Dijo cruzándose de brazos. - Lamentablemente para ti, tendrías que estar a pocos centímetros de tu oponente para eso. Centímetros que te costarán la vida... Yo hice una mueca. -... así que tendré que enseñarte a terminar con una pelea rápidamente.
-Debo ir a entrenar, Cleo. - Susurré cuando ella protestó al quitarla de mi cuello. - Te traeré un par de gusanos deliciosos de regreso. Gail ya se encontraba listo en la entrada y me miraba divertido. -Cleo sigue creciendo y siento que se vuelve un pájaro más feo con cada día que pasa. -La belleza es interior. - Dije recogiendo mi cabello. - ¿Entrenarás hasta tarde? -Quizá. El señor Go es bastante estricto y piensa que me falta habilidad. - Dijo rascando su frente. - Al menos no me hace correr. Te veo por la noche. -¿Y quién me va a alimentar? -También hay frutas en el bosque. - Dijo rodando los ojos. - Sube a un árbol y no mueras. Saqué la lengua a su espalda. Salí y me moví rápidamente para formarme junto al resto de la manada. Al igual que el día anterior, todos me saludaron. Yo devolví tímidamente el saludo ya que era extraño que no me ignoraran como al principio. El entrenador del infierno llegó poco después y comenzó a ladrar órdenes. -¡Día de rastreo! Qui
Cuando volví a bajar quien me esperaba en la entrada de la cueva era el Alfa Supremo, así que desnudé mi cuello de inmediato. -Alfa, buenas tardes. -¿Estás lista? -No se me indicó que requiera alguna ropa especial para la siguiente misión. ¿Debería cambiarme? - Pregunté recordando que la última vez que fui con él solo era para ser un pedazo de carne. -No será necesario. ¿Me ayudas a empacar todo esto? - Preguntó señalando a todos los conejos al rededor. Me lanzó un enorme trozo de tela y lo coloqué en el suelo. Pusimos conejos ahí y en dos minutos todo estuvo listo. Se transformó y tomó la bolsa improvisada con los dientes. -Sube. Monté su espalda con cuidado y recosté mi cuerpo hasta que mis manos se aferraron a la piel de su cuello, mi cabeza estuvo recostada sobre el espacio entre sus hombros y mis piernas se engancharon por debajo de su vientre. Comenzó una loca carrera y yo solo me sujeté cerrando los ojos. Una media hora después el calor de su cuerpo me estab